jueves, 30 de junio de 2011

El pisito, by Marco Ferreri, Isidoro M. Ferry

Yo pondría esta película de visionado obligatorio en los institutos para que toda esa gente joven que piensa que están viviendo lo peor de lo peor, sin futuro ni porvenir ninguno, vieran lo viejo que es el mundo y qué es verdaderamente el cutrerismo y la miseria.

Todo el mundo comenta la vigencia del tema; el problema de la vivienda efectivamente está ahí y es casi universal. Yo creo que exceptuando los tiempos de la burbuja inmobiliaria, en los que esto era Jauja y tenía una o dos casas hasta el tato, la dificultad de acceder a una vivienda medianamente digna es un clásico. Pero vamos, de ahí a comparar las dos realidades va un trecho.

El retrato completamente grotesco de la sociedad de la época es escalofriante, con ese fino humor negro que caracteriza los guiones del genial Rafael Azcona. Una Mary Carrillo interpretando magistralmente a la amargada y repulsiva novia a la que terminamos aborreciendo, un López-Vázquez haciendo de pobre calzonazos al que llevan y traen por la calle de la amargura, y esa entrañable abuelilla que, junto con su piso, se convierte en objeto de deseo del desgraciado novio.

No, a Dios gracias, esta sociedad no se parece absolutamente en nada a la de entonces. Parece como si nos remontáramos a un montón de siglos atrás. Lo que vemos ahí nos es tan ajeno como podría serlo para un extraterrestre que apareciera por aquí. Esas viejas enlutadas ahora viajan con el Inserso vestidas de amarillo limón, y sí, la gente no tiene para comprarse un piso pero sí para irse de Erasmus un par de años viviendo en el extranjero y pasándoselo como los indios. Es otro mundo.

Eso sí, algunas escenas verdaderamente geniales. Por poner una: la reunión familiar en el piso de la hermana con el niño pequeño haciendo caca en la escupidera encima de la mesa de la cocina. Impagable. Azcona, qué tío más grande!

martes, 28 de junio de 2011

Balada triste de trompeta, by Álex de la Iglesia

Retrato de las dos Españas, la friki y la gore. Truño de la Iglesia contraataca: bang bang

- Carolina Bang, qué guapa eres y qué suerte tengo de que hayas querido ser mi novia. Por tu amor adelgazaré 115 kilos y me pondré lentillas.

- Vale, cielo, pero algo más se te ocurrirá para merecer mi amor, no? Lo de los kilos está bien pero queda como pobre, tratándose de mi inconmesurable bellezón.

-  Ya lo tengo! Te convertiré en protagonista de mi próxima película!

-  Qué biennnn, eso mola!!!! Y qué tendré que hacer?

- Nada, ser tú misma. Cuando yo te diga: "haz como que estás asustada" abres mucho los ojos. Cuando te diga "haz como si estuvieras triste" mira al foco hasta que se te salte una lágrima. Lo demás lo hará el maquillaje.  El resto del tiempo sólo tienes que pasearte y dejar que tome primeros planos maravillosos de tu excelsa hermosura y tus aún más excelsas tetas, bella entre las bellas. Me amarás para siempre?

- Sí, te amaré para siempre jamás. Peeero... tú crees que la gente se dará cuenta de que no sé actuar?

- Que dices, locuela? Yo soy frikigore, montaré un tremendo pollo que hará imposible percatarse de tal minucia. Habrá sangre, explosiones, vuelos astrales, puñalás traperas... Meteré temas modernos junto con clásicos. Violencia de género... sí, eso le mola a la gente... un maltratador. Justo aquí tengo un manual de maltratadores: malo, borrachuzo, pendenciero, graciosillo, el chistoso de las fiestas... Lo tengo! Lo hará mi amigo Antonio of the Tower.

- Pero.... mis tetas saldrán, no? Me costaron una pasta.

- No te preocupes, mi amor, saldrán, en blanco y negro y a todo color. Habrá momentos de la peli en que no se verá otra cosa, sólo tus tetas, cariño mío.

- Tú crees que colará, cielito?

- Por supuesto. El toque definitivo lo dará el trasfondo político: guerra civil, franquismo, las dos Españas... Está todo pensado.

- Qué dos Españas, mi amor?

- Tú de eso no te preocupes. Míralo de esta manera, las dos Españas son como tus dos tetas. La una sin la otra no pueden vivir y tienen que ir juntas a todos lados.

- Eres un poeta, Alexander.

- Yes, I am.

Spoiler:

Al final muere ella.

Janis y John, by Samuel Benchetrit

Fascinante y loca a partes iguales. La trama no tiene desperdicio: resulta que para dar un timo necesitamos a una Janis Joplin y a un John Lennon de pega. El timo se lo vamos a dar a un primo (en los dos sentidos de la palabra, el familiar y el de lelo) que se quedó colgado allá por los 70 en medio de un viaje alucinógeno y vio a Joplin y Lennon, que le prometieron que volverían. Ahora ha heredado una fortuna importante y necesitamos que esa promesa se haga realidad para que done su pasta a una buena causa: vuelven para grabar una canción de amor y traer la paz al mundo. No es flipante?

Una historia que es mezcla de comedia francesa y teatro del absurdo con cierto toque woodyalleniano. Una trama delirante, divertida, original y rocambolesca. Y una Marie Trintignant que quita el sentío, con ese disfraz setentero, esas gafas enormes y esa liberación que le llegará a través de la hierba y la música. Un personaje tierno y entrañable del que te enamoras a primera vista y te sigues enamorando más y más conforme vas entrando en su maravilloso mundo flowerpower.

Y hasta Sergi López está pasable. Yo creo que Sergi López está pasable siempre y cuando ruede en francés y le doblen al castellano. Puede que hasta sea un buen actor; en esta peli lo parece, pero se agradece enormemente no tener que oir su átona voz. Y la peli es un feliz hallazgo, una pequeña joyita de ésas que se descubren de vez en cuando y que te hacen sentir un poco privilegiada. Muy muy recomendable.

lunes, 27 de junio de 2011

Chinatown, by Roman Polanski

Mi problema con el cine negro es que no me entero de nada. Desde "El halcón maltés" debo haberme tragado algo así como 500 películas de cine negro y puedo decir sin temor a equivocarme que todas han terminado sin que yo tuviera puta idea de lo que iban. Y claro, esa cara de imbécil que se me queda al final no es que sea muy gloriosa. Pero vamos, que sigo intentándolo, no me rindo, sé que alguna vez se me hará la luz y puede que comprenda perfectamente no sólo la que en ese momento esté viendo sino todas las demás.

Creí que con Romano Polanski podía llegar ese momento porque es un director con el que empatizo bastante y su cine me suele llegar sin problemas. Bueno, pues nada. De qué va esta peli? Pues tenemos a un detective tipo Humphrey; a una femme fatale tipo Bacall de ésas que no sabes de qué va, si es buena, mala o regular; a un malo más malo que pegarle a un padre, por cierto muy bien interpretado por... oh, sorpresa, John Huston el Grande! Y naturalmente a unos cuantos polis gilipollas que no le llegan al detective ni a la altura la alpargata y que se enteran de la trama casi tanto como yo. Y de trasfondo un asunto de aguas y corrupción que lo explique el que lo haya pillado.

Yo sólo puedo comentar que los actores están estupendamente caracterizados, Jack magnífico en el papel de Bogart, la Dunaway estupenda haciendo de Bacall, y hasta el propio Romano hace una aparición estelar. Ah, y unos cochazos impresionantes, faltaría más. El problema? Pues que no sabría distinguir la trama de ésta de la de "El halcón maltés" o la de "El sueño eterno". Y el otro problema es que la cara de pánfila luego me dura un par de días, hasta que consigo ver alguna peli facilona que entienda perfectamente para así dejar de sentirme tan imbécil. Tampoco es agradable para mis acompañantes porque me paso el rato preguntando: Y ese quién es? Pero qué ha pasado? Y de dónde sale aquél? Pero ése no era el mismo que...? Seguro que todos conocéis a alguien así, no hace falta que dé más detalles, no? Pos eso.

domingo, 26 de junio de 2011

Pequeña Miss Sunshine, by Jonathan Dayton y Valerie Faris

- Qué te pasa, corazón? Te veo triste.

- Es que quiero ser Miss España y cuando se lo he contado a mis amigas se me han descojonado.

- Nomelodigaaaasssss! Y eso por qué?

- Dicen que no puedo ser Miss España si peso 157 kilos.

- Cómoooooooooooorrrr? Que tú no puedes ser Miss España porque pesas 157 kilos????? Quién lo dice?

- Pues eso mismo pienso yo, que por qué no.

- Ahora mismo te pones a practicar un baile chulo. Habla con el abuelo, que fue de los coros y danzas en sus tiempos mozos y llegó a actuar en Talavera la Real delante de Franco. Y te digo yo a ti que si tú no acabas de Miss España es que de España  hay que irse. Buscaremos otro país con mejor gusto y con menos milindres.

- Ay mamáaaaa, qué suerte tengo de tener una mami como tú, que me subes la autoestima todo el tiempo. Así no necesito yo libros de autoayuda ni nada. Wawwww, soy la niña más feliz del mundo. Cómo mola mi mamá!!!!!!

Y esto es lo que es "Pequeña Miss Sunshine". Eso sí, Toni Collette fantástica. Sin duda, lo mejor. Qué digo lo mejor; lo único.

El paciente inglés, by Anthony Minghella

Algo que yo creí que nunca podría ocurrirme me pasó mientras veía esta película: me quedé completamente dormida mirando a Ralph Fiennes. Que cómo pudo ocurrir este fenómeno? Ni idea. Yo todavía me lo estoy preguntando. Que yo me duerma mirando a uno de mis actores favoritos, al que adoro de los pies a la cabeza, con el que me hago agüita literal... esto es como si te pasas la plancha por el pelo y te sale una permanente. Un expediente X.

De dónde pudo proceder este extraño sopor? Había dormido la siesta, vamos, que sueño atrasado no podía ser. Tal vez fuera que no me creí ni por un momento la historia con Scott Thomas, que es una actriz que también me gusta (ni muchísimo menos como Ralph, of course), pero con la que la química no funcionaba ni de coña. O bien la historia paralela con Juliette Binoche, que era cansina a más no poder. O todo un poco; el caso es que no conseguía interesarme por ninguna de las líneas argumentales. Los cuernos de la Thomas eran tan aburridos que no parecían ni cuernos. Por favorrr, y para eso te molestas en putear a tu marido? Para aburrir hasta a las cabras?

Yo creo que la clave de esta película está en el título. La palabra "paciente" qué significa. Pues eso, inmovilidad, lentitud vital, falta de acción, posible colapso, paciencia infinita... Y si lo unes a la palabra "inglés"... Qué es un inglés? Un tipo que conduce por la izquierda. Joder, es que tenía que ser infumable, por cojones.

jueves, 23 de junio de 2011

Granujas a todo ritmo (The Blues Brother), by John Landis

Últimamente me doy asco a mí misma; el porcentaje de pelis que me encantan es exageradamente alto. Este inesperado momento flowerpower, sinceramente, me tiene un poco preocupada. Esto no puede ser, va en contra de mis principios. Mi negatividad vital necesita un cauce para manifestarse. Pero lo que es, es y tengo que ser justa y confesar que esta película también me ha encantado.

Aunque sólo fuera por Aretha Franklin, Ray Charles o James Brown ya sería un flipe y no me la perdería por nada del mundo. Si luego ya le unes la banda sonora... Wawwww, everybody need somebody, Jailhouse rock, rythm & blues a tope ... una pasada. La cosa podría quedarse ahí tranquilamente y ya le pondría un notable como mínimo. Pero es que si le añades a los dos pedazo de colgaos que la protagonizan, sus diálogos imposibles y la historia completamente surrealista que nos cuentan, ya es que se sale del parchís.

Divertida, trepidante, loca, apta sólo para pirados. La gente seria que se abstenga, pero si te gusta el cachondeo lo tienes garantizado. Y la música es la puta hostia.

miércoles, 22 de junio de 2011

American Graffiti, by George Lucas

Lo bueno de ver este tipo de películas es que una se da cuenta de que ser adolescente siempre ha sido igual de absurdo y gilipollesco y que la adolescencia es una fase que inevitablemente hay que pasar en la vida pero que cuanto más se acorte y más rápidamente se supere mucho mejor.

Qué hago-qué no hago, qué quiero-qué no quiero, qué estudio-qué no estudio, voy-vengo, mequiere-nomequiere...? En fin, ésas y otras cientos de preguntas borderline, que son las mismas que antes se hicieron sus padres y abuelos y que luego se harán sus hijos y nietos, se hacen los adolescentes de esta película. Todo ello mientras hacen carreras de coches en las que se juegan su vida y la de todo el que tenga la desgracia de cruzarse con ellos, se emborrachan profusamente y dan sus primeros pasitos en el mundo del sexo de asiento-de-atrás. En definitiva, superestimulante.

Es una buena película? Pues supongo que, al estar rodada en los 70, pretendía hacer una especie de revisión nostálgica de la década anterior. A la gente que vivió su juventud en los 60 probablemente le encantaría. Hoy queda un poco como pieza de museo. Es verdad que la música mola, y los coches y la estética rockabilly y todo eso le da un valor pero también es verdad que para mí no deja de ser una película más de adolescentes hipertestosteronizados y que en absoluto me parece, como he leído por ahí que ha sido catalogada, una de las 100 mejores películas de la historia del cine. Vamos, ni de coña. En todo caso podría ser una de las 500.000 mejores películas de la historia del cine, y probablemente estaría la segunda o la tercera por la cola. No es que los años la hayan tratado mal; seguramente habrán sido los fines de semana.

martes, 21 de junio de 2011

Desayuno en Plutón, by Neil Jordan

Irlanda, años 70, un niño abandonado al que le gusta vestirse de mujer, plataformas y pantalones de campana por todas partes, el IRA campando por sus respetos, mucho glam rock, sotanas que ocultan erecciones pecaminosas, discotecas hasta la bola con gente bailando enloquecida, bombas, amor, sexo, prostitución... Y vosotros diréis: "Mmmm, un popurrí un poco raro, no?

Bueno, pues funciona. El chico que se vestía de mujer crece y se convierte en un bello adolescente ávido de amor dispuesto a recorrer de los Apeninos a los Andes en busca de su madre. Por el camino se irá encontrando con todo tipo de personajes curiosos, pero ninguno tan especial y fascinante como él mismo.

Una extraña mezcla de moda, glamour, humor, crítica social, religión, política y música que consigue un resultado casi brillante. Si te gustó "Priscilla, reina del desierto"  no te la pierdas., seguro que te lo pasarás bomba. Y te enamorarás locamente de Cillian Murphy, tanto en su versión hombre como en su versión gatita. Un verdadero hallazgo.

sábado, 18 de junio de 2011

Brothers (Hermanos), by Jim Sheridan

Igual que aquí nos pasamos la vida lamiéndonos las heridas de nuestra eterna guerra civil y autoflagelándonos todo el tiempo con lo de las dos Españas, en Yanquiland padecen el síndrome del estrés postraumático bélico y, como el cine americano es básicamente el cine que bate records mundiales de taquilla, al final nos estamos convirtiendo todos en auténticos expertos en el trastorno éste de las guerras.

Para más inri, como resulta que esta gente no para de meterse en conflictos aquí y allá, a pesar de saber ya que la mitad de sus compatriotas se quedan tarados de por vida a causa de estos afanes bélicos, pues aquí hay tema para rato. Empezaron con la guerra mundial, luego nos dieron la paliza con Vietnam, y últimamente le ha tocado a Iraq y Afganistán la perra gorda. Y lo que te rondaré, morena.

Básicamente las taras después de cada guerra vienen a ser las mismas, lo que demuestra que evolucionan poco, pero luego cada una tiene su puntito peculiar. En el caso de Afganistán está el atractivo de mostrarnos a los sucios, salvajes y apestosos talibanes, que sinceramente, casi pueden olerse a través de la pantalla. Como no se duchan jamás y además usan esos ropajes tan cutres y llevan esas barbas tan asquerosas echan un pestazo cinematográfico que te mueres.

Y todo iría bien y casi cuadraría de puta madre y nos lo tragaríamos genial si no supiéramos que los traumados éstos postbélicos son exactamente igual de guarros, cerdos y salvajes que sus enemigos. Y que no se cortan un pelo tampoco a la hora de torturar como, cuando y a quien haga falta. Y que huelen poco más o menos igual, porque cuando no hay agua no hay agua. Y sobre todo, que salen tarados de las guerras, eso por supuesto, pero lo peor es que ya llegan bastante tarados a ellas. Porque a alguien le parece normal ese patriotismo enfermizo que se muestra al principio de la película? Y esos golpes de pecho? Y esos diálogos de heroismo de pacotilla entre los dos prisioneros americanos, hasta que les aprietan lo bastante las tuercas los cochinos talibanes? Qué valientes!

La peli es bastante mediocre, la verdad. Aquí Sheridan no ha estado fino, tal vez porque se ha metido a hacer un remake de algo que, seguro, fue bastante mejor en su versión original. También porque el tema está requetetrillado y porque es el mismo tratamiento de siempre. Bueno, el de siempre siempre no. Aquí dan otra vuelta de tuerca y nos presentan a una familia americana infame total, tan modélica y perfecta que se podría vomitar encima y parecería que son guirnaldas.

Lo de la niña actriz "genio-precoz", tan alabada por algunas críticas probablemente redactadas en estado de embriaguez, mejor lo dejo para otro día. No por nada, sino porque yo también me he quedao algo postraumatizada y si hablo del asunto no descarto la posibilidad de provocar una masacre en mi familia. Casi mejor lo dejo.

Suerte que en España es muy difícil hacerse con una metralleta.

viernes, 17 de junio de 2011

El último tango en París, by Bernardo Bertolucci

Reconozcamos que somos catetos. A babor y a estribor. Me pongo a leer críticas sobre esta película y prácticamente todas hablan de la escena de la mantequilla y de los míticos viajes a Perpignan. Se diría que todo el mundo esperaba con avidez ver la puta mantequilla en el culo para juzgar. Es increíble lo que una simple anécdota puede dar de sí y desvirtuar la realidad hasta convertir esta historia en un reclamo erótico, cuando estamos hablando de una de las cintas más impresionantes y desgarradoras sobre la soledad y el dolor.

Para mí es apasionante y brutal esta historia sin nombres, esa isla humana en la que los dos protagonistas se pierden, ajenos por completo a la vida exterior. Esa clandestinidad, ese no saber nada del otro. Esas risas cómplices en la cama, esos juegos de palabras, ese mundo perdido, esa soledad inmensa. Y luego ese dolor profundo, turbio, que arrastra el personaje de Brando, que llena la pantalla, eclipsa por completo a Schneider y deja un nudo en la garganta de proporciones considerables.

Dice Brando en un momento: "Todo fuera de aquí es una mierda". Y es cierto que lo es. En realidad lo esencial de la película  transcurre entre las cuatro paredes en las que se encuentran los dos desconocidos sin nombre, desnudos y sin máscaras. Lo demás es pura mierda.

Ah, y hay muchísimas escenas bastante más impactantes y sobrecogedoras, incluso más morbosas, que la de la mantequilla (tremenda Schneider penetrando a Brando con los dedos mientras él grita obscenidades). Y una música inolvidable. Y una fotografía oscura y decadente. Y ese tango final, y ese culo rebelde al aire...

Sólo una palabra: imprescindible.

miércoles, 15 de junio de 2011

Un niño grande, by Paul Weitz y Chris Weitz

Increíble pero cierto. Comedia romántica (ufffffff), Hugh Grant de cabecilla (aaaaarrrgggg), los autores del engendro "American Pie" al mando (puaaaaggg)... Diossss, cómo me he puesto a ver esto?

Pues muy fácil. Mis pretensiones (encomiables, diría yo) eran ver "Brigadoon", un musical de Vincente Minnelli bastante alabado por la crítica, un clásico, algo reconfortante para el espíritu y formativo para mi intelecto de cinéfila. Ayyyy, señor, pero el hombre propone y el cine dispone. Fue ver la primera escena musical con unas vaquitas de fondo y un montón de gente saltando y bailando y todas mis buenas intenciones se fueron al traste. Agarré el mando a distancia y comencé a apretarlo compulsivamente y hasta diría que convulsivamente.

Y qué me encontré? Pues a Hugh Grant. Sí, qué horror, pero al lado de las vaquitas cantarinas un alivio mayúsculo. Total, que digo "bueno, mira, así mañana lo puedes volver a poner verde en tu crítica. No hay mal que por bien no venga. Más se perdió en Cuba". Casi todo mi repertorio refranero sale en mi ayuda y suelto el mando. Veamos este bodrio.

Y, oh, sorpresa mayúscula. Me lo estoy pasando bien y hasta puedo mirar los tics de Hugh Grant sin tener que rascarme por el sarpullido. Resulta que el guión me parece inteligente (ojo, sin exagerar, sólo a ratillos), que la historia, dentro de lo que es, me divierte, y que me encuentro a una tremendísima Toni Collette haciendo de perroflauta depresiva que casi casi consigue que a Hugh ni lo vea. Coño, que hasta el niño me parece soportable, dentro del repelús natural que me provoca normalmente la infancia en el cine.

Ni siquiera es una historia de amor, que es lo que más me gusta de esta supuesta "comedia romántica". O al menos no de amor romántico. O al menos eso aquí es secundario. Joder, por no haber creo que no hay ni besos. Alguien ha visto alguna vez una comedia romántica americana sin besos? Pues en ésta no hay, y si lo hay yo no lo he visto. Es un milagro? Tal vez. En todo caso siempre se lo agradeceré a Vincente Minnelli, el padre de la gran Liza, y a sus vaquitas.

Lo mejor de todo en el cine es la sorpresa;  cuando esperas un truño de tomo y lomo y casi miras la peli acojonada con los ojillos entrecerrados, y te encuentras algo que ni por asomo podías imaginar.

Oye, no os entusiasméis, que tampoco es la hostia. Sólo es... que se puede ver sin vomitar. Vedla y juzgad.

martes, 14 de junio de 2011

Palíndromos, by Todd Solondz

Cuenta la leyenda que estaba Todd Solondz un día contemplando el horizonte durante una puesta de sol y de repente tuvo una visión: iba a ser director de cine, pero no un director de cine cualquiera; él iba a ser director de cine independiente. Transgresor, duro, políticamente incorrecto, provocador y sobre todo muy muy original. Claro, esto se dice fácil pero ya otra cosa es conseguirlo. Así que se apuntó a un cursillo acelerado de cine independiente de autor, donde tuvo lugar este diálogo con una columna del hall:

- Jo, quiero hacer una película muy transgresora y muy cool pero no se me ocurre nada.

- Bueno, lo primero es elegir el tema. Una mezcla de embarazo adolescente, aborto, pederastia, fundamentalismo religioso y deformidades físicas y mentales podría estar bien para empezar.

- Sí, pero eso ya lo han hecho otros antes que yo; con eso nada más no me como una rosca en Sundance, ni en Cannes ni en Venecia ni en ninguna parte. Tiene que ser algo distinto. No sé no sé.

- Ya lo tengo! Por qué no coges a un montón de actrices diferentes para interpretar al personaje principal? Así despistas al personal, haces que se tiren más de media peli intentando adivinar quién es quién y tienes garantizado el elogio de la crítica y de gran parte del público. Quién va a ser capaz de decir que no se ha enterado de nada para que lo tomen por imbécil?

- Pues llevas razón. A no ser que tenga mala suerte y aparezca alguien que diga lo de "El emperador va desnudo", cosa poco probable porque si la gente lleva algo mal es que la tomen por tonta. Pero bueno, cuando me pregunten y eso necesitaré alguna coartada. Por qué lo he hecho?

-Pues no sé, di la primera gilipollez que se te ocurra. Por ejemplo, para demostrar que aunque uno cambie por fuera sigue siendo el mismo por dentro. Para ello es fundamental que busques a actrices variopintas total. Negras, blancas, altas, bajas, flacas, inmennnsas; eso sí,  a ser posible todas feas, para que haya cierta continuidad en el personaje. Además que un director transgresor y alternativo no puede sacar a gente guapa en sus películas; la gente guapa es comercial.

- Y cómo sabrá el público que se trata del mismo personaje con distintas caras?

- Fácil. Le pones el mismo vestidito a todas. Y ahorras un montón en diseño de vestuario; con un par de modelos ya lo tienes averiguado. Lo que más tienes que gastar es en tela, porque al menos a una hiperobesa tienes que meter. Recuerda que eres alternativo. Puedes comprar la tela en el Corte Chino al por mayor.

- Y meto escenas de sexo?

- Claro, pero para que sean transgresoras de verdad haz que mientras follen no muevan ni una pestaña. Que se note que están follando sólo porque están uno encima de otro. Y si quieres que practiquen sexo anal no tienes más que darles la vuelta.

- Y tú crees que así...?

- Así te garantizo por lo menos un premio en Venecia. Sundance está más difícil. Para Sundance tal vez deberías plantearte contratar a veinte actores para cada personaje e incluso hacer que cada actor interprete a veinte personajes distintos. Intercambio de personajes que se llama.

- Vale, pero primero vamos a por Venecia.

- Pos fale.

domingo, 12 de junio de 2011

Jackie Brown, by Quentin Tarantino

Leyendo cosas de esta película he aprendido un montón de terminología nueva (tengo ya un nivel que no veas) pero lo que más me ha gustado es lo de Blaxploitation; menudo hallazgo. Blaxploitation, por lo visto, es un tipo de cine que se hacía allá por los setenta dirigido a y protagonizado por fundamentalmente negros; y con mucha violencia. Al parecer el amigo Quintín fue bastante aficionadillo en su juventud a esta clase de películas. Bueno, pues ya sabemos de dónde le viene lo tarado que está.

A mí Jackie Brown, de todas formas, no me ha disgustado del todo. Coincido con los que opinan que es la menos tarantiniana de sus películas; tal vez por eso la he podido ver hasta el final sin vomitar y hasta me ha divertido. Pam Grier me ha encantado y me ha reafirmado en mi teoría de que en realidad Tarantino es un masoquista de pro íntimamente enamorado de las mujeres dominantes y explosivas como la que interpreta Pam. En realidad la cinta entera es una declaración de amor en toda regla al personaje de Jackie Brown.

Imagino a Pam Griar durante el rodaje, látigo en mano, fustigando a Quentin, obligándolo a controlar sus desbarres sanguinolentos y dándole unos cuantos azotillos en el culo cuando se pone tontorroncillo, que es casi siempre. Y a Quentin a cuatro patas, moviendo la colita y lamiendo los pies de su dueña y señora, la inconmesurable Pam. Y esta imagen me reconforta. Es más, no me importaría hacerme yo con otra fustilla y contribuir a tan ardua y encomiable tarea. Si su propia madre le hubiera dado algún que otro cachetillo preventivo de vez en cuando durante su infancia ahora no tendríamos que soportar los delirios de este mastuerzo.

viernes, 10 de junio de 2011

El gran Lebowski, by Joel Coen

Tengo que confesar que El Nota es uno de mis personajes fetiche del cine. Junto con el neurótico Nicholson de "Mejor imposible" y el torpe, desastroso y entrañable François Pignon de "La cena de los idiotas" forma mi particular Santísima Trinidad del mundo de la comedia. Os imagináis una noche loca con esos tres elementos?

He leído algunas críticas de "El gran Lebowski" y entre unos y otros, destacando escenas, rememorando diálogos y destripando gags, el caso es que es como volver a ver la película. Además queda poco por decir, así que me limitaré a apuntar también yo mi escena favorita. Quizás no sea la mejor y puede que hasta resulte un poco tonta pero a mí me encantó, por lo original y alucinante. Es la fantasía sexual de El Nota (recordemos que es un fumao) en la que es una bola en una bolera y pasa to flipao por debajo de un montón de tías con las piernas abiertas. Esa carita de felicidad, se supone que contemplando chirlas de todo color y pelaje, no puede describirse, hay que verla.

Igual a todos los tíos les encantaría ser una bola y rodar interminablemente bajo las faldas de una infinidad de señoras con las bragas en la mano pero yo creo que ésa es la clase de cosa que sólo se les puede ocurrir a los Coen. Por eso yo me enamoré de ellos y de su mundo loco loco loco viendo esta película, aunque luego con "Fargo" me llevé tan tremendo chasco que padecí un ataque de intenso desamor tan fuerte que casi llegué a olvidarme del gran Lebowski. Por suerte de vez en cuando la vuelvo a ver y mi perdido amor por los Coen resurge de las cenizas y mi corazoncito vuelve a latir a su surrealista y alocado ritmo. A fin de cuentas, así es el amor, no?

miércoles, 8 de junio de 2011

Bombón, el perro, by Carlos Sorin

Manolo es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón. Manolo es mi perro y no es un burro. Y por si hubiera alguna duda, yo tampoco soy Juan Ramón Jiménez.

Si hubiera visto esta película hace un año probablemente me habría aburrido. O no, igual la historia me hubiera enganchado, pero seguro seguro no me hubiese emocionado como lo ha hecho. La diferencia es Manolo. Él ha obrado en mí el milagro de aprender a acariciar a un animal, a mirarle a los ojos, a encogérseme el corazón al oirlo llorar, a dejarme querer por sus silencios, a simplemente sentirme acompañada sin palabras y sin gestos y sin nada más que su presencia.

Y así sí, así te enamoras rápido de Bombón, y de su historia de amor con su dueño. De ese hombre sin trabajo, sin familia, sin hogar, sin dinero, que un buen día recibe el regalo de ese perro que lo cambiará todo y que se convertirá en su compañero de viaje.

Hay escenas impagables que jamás habría podido entender sin Manolo. La pena del dueño cuando su flamante dogo fracasa en el intento de montar a una hembra y se convierte en objeto de burla. O el orgullo cuando gana premios. O la desesperación cuando lo pierde y lo va buscando por ese paisaje inhóspito de la Patagonia.

Sí, Manolo es pequeño, peludo, suave y tan blando por fuera que se diría todo de algodón. Pero si fuera grande, espeluchao, bastorro y tan duro que se dijera todo de piedra pómez... estoy segura de que lo querría igual. Va por ti, Manolo.

lunes, 6 de junio de 2011

Love actually, by Richard Curtis

Ingredientes: Navidad, un primer ministro británico subnormal (más subnormal incluso que los de la vida real) patéticamente enamorado de una secretaria con ligero sobrepeso, un niño insoportable patéticamente enamorado de una compi del cole, un padre más insoportable todavía patéticamente enamorado de Claudia Schieffer, un tipo patéticamente enamorado de la señora de su mejor amigo, un escritor de best-sellers patéticamente enamorado de su asistenta portuguesa, una tía patéticamente enamorada de un compañero de trabajo... Os suena?

Claro, os suena de mil comedias románticas insoportables vistas antes. Porque esto no es ni más ni menos que una especie de collage-pastiche-puzzle de todas esas otras películas que nunca debiste haber visto pero viste, y te sonará multiplicado por mil a todas esas veces que te has autoflagelado preguntándote "por qué por qué por quéeeeeee?"

Pues porque somos así de gilipollas y siempre esperamos ver algo distinto, algo que nos conmueva o nos haga reir o por lo menos sonreir, y nos pegamos los planchazos que nos pegamos. Yo debería haberlo previsto teniendo en cuenta que el protagonista es Hugh Grant y de este personaje, cuyo principal mérito es balbucear constantemente a la vista de un elemento femenino, poco bueno se puede esperar. Pero oye, también estaban Liam Neeson (Diosss, Liam, qué hacías ahí?), y Colin Firth (Por qué, Colin, por qué lo has hecho?), y Emma Thompson (en probablemente el papel más infumable de su vida)... En fin, había tantos antídotos contra el veneno Grant que no sé cómo ese majadero ha conseguido burlarlos a todos y hacer tanta pupa en mis sensibles pupilas cinéfilas. Eso sí, nunca mais. Antes muerta que reincidente.

viernes, 3 de junio de 2011

Alas de mariposa, by Juanma Bajo Ulloa

Probablemente la historia más terrorífica jamás contada. No es ni la primera ni la última en la que el enemigo está en casa pero sí es la única que yo conozco en la que el enemigo es al mismo tiempo el otro y uno mismo.

Quién da más miedo, la madre o la hija? Y más pena? Creo que las dos a partes iguales. Hasta el pobre padre, víctima de las dos brujas que tiene en casa, da a veces miedo en su infinita bondad y sumisión.

Machismo, celos, depresión, alcoholismo, violación, muerte, enfermedad, invalidez, incomunicación, locura... Juanma Bajo Ulloa coge todos estos ingredientes y monta una auténtica película de terror en la que los monstruos conmueven casi tanto como espantan. Eso sí, al final inesperadamente aparece un lugar para la esperanza. Y hasta aquí puedo contar.

Un toque de canela, by Tassos Boulmetis

Me lo temía. La peli pintaba tan bien (tema gastronómico de fondo, estupendas críticas, maravillosa fotografía, Estambul de decorado...) que el planchazo estaba cantado. Y por si fuera poco la escena primera, además de original, era técnicamente perfecta: dos pechos fantásticos y exultantes con dos pezones convenientemente erguidos y un bebé buscando el alimento primero y agarrándolo con avidez. Si es un adelanto de lo que viene después, esta peli promete.

Nada, una vez más mi gozo en un pozo. Previsible, pretenciosa, noña, hiperedulcorada (qué jartura de canela, la virrrgen), con diálogos infumables y tramposos, los actores pa matarlos, empezando por el niño protagonista y terminando por el abuelo filósofo-astrónomo-especiero. Eso sí, una tienda muy bonita, unas imágenes de Estambul preciosas, mucha especia colgando, y mucha escena familiar de cocina que podría haber sido sacada de "Hechizo de luna" o "Mi gran boda griega". Y poco más. Venga, una mano de perlitas:

"La palabra gastronomía incluye la palabra astronomía". Cielosss, se puede decir una cosa más idiota?????

"Mira, la pimienta pica y quema, como el Sol. Y la canela es dulce como las mujeres, como Venus". Ah, claro que la palabra gastronomía incluía la palabra astronomía!

Bueno, y todo así. Un ramillete de topicazos como una casa y muuuuuuuuucha charleta pretendidamente poética. La pimienta quema como el sol y la canela es dulce como Venus. Señor, deberían ahorcar a la gente que inventa esas majaderías y las mete en un guión. Es que en esa película no había nadie con un mínimo de buen gusto y de vergüenza torera?

miércoles, 1 de junio de 2011

Crazy heart (Corazón rebelde), by Scott Cooper

Reconozco que cuando leí algunas críticas de esta película me emocioné vivamente ante la perspectiva. Jeff Bridges el Grande, uno de mis actores favoritos, haciendo un papel de perdedor alcohólico y hecho trizas y ganando por fin el ansiado Oscar tan rácanamente escamoteado por otras interpretaciones geniales; y un recital de música country para completar la faena. Pinta de puta madre, no? Bueno, pues nada, una vez más mi gozo en un pozo. Bodrio al canto.

Coincido con los que piensan que manda huevos que le hayan dado el Oscar a este pedazo de monstruo por esta interpretación chusca y sumamente burda de ese borrachuzo cantante country constantemente asomado a la taza de un water. Nada que ver con el gran Lebowsy o con el rey pescador. El actor aquí se limita a exhibir las típicas poses alcohólicas y a aparecer con unas pintas lo suficientemente desagradables como para inspirar penilla y repulsión a partes iguales. Nada más.

El cuadro lo remata una insulsa Maggie Gyllenhaal totalmente alejada de aquel inolvidable papel que interpretó en "Secretary". Aquí da vida a una triste periodista que, cómo no, cae rendida en los brazos del sucio y borracho desecho humano interpretado por Bridges.  Del encuentro surge una historia de amor que supuestamente llevará al protagonista a la redención. Besitos, achuchones, miraditas... en fin, todos los ingredientes menos uno: química. Ni existe ni puede existir porque, por extraño que pueda parecer, el personaje de Bridges carece del necesario carisma que podría haber hecho creíble semejante relación.

Eso sí, la música muy buena. Por ahí nada que objetar.

Como elemento interesante a destacar la increíble capacidad del protagonista de vomitar siempre en lugares apropiados. Para los pasotes de whisky que le vemos pegarse resulta cuando menos curioso que no termine ni una sola vez encharcado en su propio vómito o arrojándolo a los pies de sus fans. Nada, el tío superpulcro, siempre le da tiempo a salir corriendo en busca de un water, un basurero o recipiente similar. Y hasta que no mete la cabeza hasta el fondo no echa ni media gotilla. Todo un detallazo.