viernes, 30 de septiembre de 2011

Origen (Inception), by Christopher Nolan

1- ¿Viste "Origen" hasta el final?
(a) Sí.
(b) No me acuerdo.
(c) No.

2- ¿Te sentiste un absoluto gilipollas viendo "Origen"?
(a) Pos no.
(b) A ratillos.
(c) La más gilipollas del mundo y de los otros mundos posibles.

3- ¿Eres capaz de construir sueños en 4 dimensiones a 7 niveles proyectivos?
(a) Siempre.
(b) No con verosimilitud.
(c) Ni idea.

4- ¿Soy una proyección de tu subconsciente?
(a) No, eres un chiste gracioso.
(b) Yo no tengo subconsciente.
(c) El plátano.

5- ¿Esto que estás leyendo es un sueño?
(a) Yo no me acuerdo de lo que sueño.
(b) Los sueños son el origen de una proyección mental. Nada más.
(c) No, esto es una gilipollez que se le ha ocurrido a una tarada.

6- ¿Utilizas un temporizador cuando sueñas?
(a) Para qué, el tamaño no importa.
(b) Sí, yo lo mido todo.
(c) No, suelo utilizar un colchón y una almohada.

7- ¿Si los sueños sueños son, en qué nivel está tu proyección?
(a) En el nivel A.
(b) No hay nivel para mis sueños.
(c) El pepino.

8- ¿Podrías explicar con pocas palabras el argumento de esta película?
(a) No con menos de 589.
(b) Sí, va de sueños.
(c) Qué argumento?

9- ¿Sueñas a menudo con tu abuela?
(a) No me dejan las proyecciones de mi mente.
(b) Prefiero soñar con antesalas que preceden a cámaras acorazadas.
(c) No tengo abuela.

10- ¿Cómo ha quedado tu autoestima después de ver esta película?
(a) Por los suelos, imposible reanimarla.
(b) No tengo autoestima.
(c) Bien, gracias. Tengo una autoestima a prueba de bomba.

Si has contestado mayoritariamente la opción "c", bienvenido al club de los gilipollas que no nos hemos enterao ni papa del rollo éste y además nos importa un huevo. Si has contestado otra cosa, que dios te coja confesao... y que tus genes sean recesivos.

jueves, 29 de septiembre de 2011

La colina (The hill), by Sidney Lumet

Subir y bajar una montañita de arena a 45 grados es el castigo para los muchachos que hayan sido malos. Esto es la II Guerra Mundial y estamos en África, en un campamento de prisioneros británicos.

Sí, parece duro lo de la montañita (the hill, que la llaman ellos), y lo es. Una sufre muchísimo viendo a los chavales subir y bajar con tantísimo calor. Y colaría perfectamente si no fuera porque luego te enteras de que en el campo de prisioneros tienen unas ordenanzas por las cuales ninguno de ellos puede morir ni resultar herido y que pueden presentar cuando se les antoje una hoja de reclamaciones protestando por el trato, y le cae un puro al jefe que se caga.

Veamos. Estamos en mitad de una guerra mundial, en un campo de prisioneros, y resulta que tienen más garantías que cualquier preso en una cárcel española???? Esto cómo se come?

Si tienes la menor lesión le buscas un follón al director de la cárcel; si se subleva el personal no puedes ni tocarle; si a un preso se le va la pinza y se cuela en el despacho del jefe en paños menores sólo puedes reñirle y decirle que se está portando muy mal.

Entonces... así es la guerra? Y por esa gilipollez nos acojonamos tanto? Pero hombre, si hasta en el patio de un colegio hay más peligro.

El hombre tranquilo, by John Ford

Decidí ver esta película de John Ford no por su condición de clásico, ni por estar considerada una obra maestra de su director, ni siquiera por ver el paisaje irlandés que tanto me fascina, aunque confieso que esto último sí influyó un poco; decidí verla fundamentalmente porque leí algunas críticas feroces sobre el machismo imperante en el film. Hay por ahí hasta quien, en el colmo del paroxismo, la cataloga dentro de la apología de la "violencia de género". Y yo cuando veo tanto "indignado" reconozco que me pico, así que fui irremisiblemente turbopropulsada hacia Innisfree.

Pues como me temía, falsa alarma; otra paranoia de los forofos de la tontería de género. En todo caso, si alguna violencia de ese tipo se ve en la película es contra el género masculino, porque el pobre John Wayne se pasa todo el tiempo recibiendo bofetadas, empujones, desplantes, miradas furibundas e insultos de cobarde y pocomacho por parte de una Maureen O'Hara en estado de memez absoluta. Para colmo O'Hara interpreta a una dama que considera que antes de practicar el sexo conviene jugar un rato al pilla pilla, por lo que se pasa toda la película correteando de un lado a otro con el pobre Wayne todo desesperado persiguiéndola y haciendo maratones con el sano propósito de retozar con ella a posteriori. Eso sí es maltrato y lo demás es tontería.

Dice Carlos Boyero que, junto con "El apartamento" y "El buscavidas", ésta es una de sus tres películas favoritas. En fin, yo ya de Boyero me lo espero todo; no me extrañaría que fuera también uno de esos individuos que necesita hacer los 3.000 metros vallas antes del refocile. Sólo así se explica ese entusiasmo incomprensible por esta historia de cartón piedra que provoca más sopor y estupor que otra cosa. Yo a la gente cada vez la comprendo menos; que esto sobrepase el 8 de nota media me deja completamente patidifusa. En serio hemos visto todos la misma película?

martes, 27 de septiembre de 2011

Dos hombres y un destino, by George Roy Hill

Los dos hombres, sin parangón, diseñados específicamente para estimular las glándulas salivares femeninas y el consiguiente babeo. El destino ya es otra cosa. Es un destino tramposillo y pelín favorable a los dos hombres. Demasiados enemigos detrás y demasiada buena suerte; bueno, y demasiada mala suerte la de los enemigos, que caen como moscas.

Lo malo de la peli es que es un western-fusión, pero western a fin de cuentas. Y como tal repite tooooodos los esquemas del western tradicional y se convierte a ratos en una pesadez sin límites y a ratos en la típica exhibición de tiro a la nada con el resultado habitual de 0 muertos por un lado y tropecientosmil por el otro. Que sí, que al que le vaya el rollo, genial, pero a los que hemos tragado mucho Far West y seguimos sin verle el puntito, ni fu ni fa.

Lo bueno de la peli... hombre, pues sin duda los dos hombres. Su complicidad, su camaradería, su indudable feeling; que son guapos de romperse, de cagarse y de morirse; que sólo por mirarlos durante dos horas merece la pena hasta tragarse un western; algunas escenas para el recuerdo (el salto al vacío en los acantilados, el paseíto-videoclip en bici de Paul, la escena final...). Y sobre todo el efecto afrodisíaco. Si yo fuera un señor y quisiera mojar con cierto grado de certeza una noche ésta es exactamente la pócima mágica. Un consejo; olvídense del porno, caballeros. Para cualquier tía de pro el porno auténtico es "2 hombres y un destino". Éxito garantizado. Eso sí, luego por favor, apaguen la luz para consumar; las comparaciones pueden ser odiosas.

lunes, 26 de septiembre de 2011

La duquesa, by Saul Dibb

Aunque la petarda se vista de seda, petarda se queda. Y petarda es la protagonista de esta película, como lo fue su descendiente, la desgraciada e inolvidable petarda por excelencia, la difunta Lady Di, que en paz descanse. En esta historia se recrea una turbia relación matrimonial entre personajes de la nobleza aderezada por la presencia del tercer elemento en discordia que da lugar a un apasionante triángulo amoroso. Os suena de algo? Pues sí, de tal palo tal astilla y en esta familia parece que la gilipollez es hereditaria.

Nunca he simpatizado con el personaje de lady Di, y sí con el del pobre príncipe Charles, que se vio obligado a soportar durante buena parte de su vida los desbarres de la princesa del pueblo y sus desvaríos emocionales. Pero vamos, si hubiera simpatizado con ella lo más mínimo, viendo ayer la soberana estupidez de su antepasada la duquesa de Devonshire y los afanes de su desgraciado marido por intentar hacerle entender lo que es un matrimonio de conveniencia y lo poquito que tiene que ver con el amor,  todas mis simpatías se hubieran ido al carajo ipso facto.

Luego está el personaje de Camille, esa mujer que sí sabe dónde tiene que estar y cuál es su papel y que ni pide ni intenta ser otra cosa. Por supuesto un bálsamo de paz y felicidad en las vidas de estos desdichados hombres que tuvieron la desgracia de casarse con señoras enajenadas y enamoradas del amor.  En el caso de la película, la Camille del Siglo XVIII es lady Bless Foster, el contrapunto intelectual y emocional de la desequilibrada duquesa. En definitiva, historia de petardas que encantará a todas las petardas como ellas. Eso sí, Ralph Fiennes, mi adorado Ralph, se sale en su papel de flemático y gélido noble inglés. Por contra, a Keira Knightley dan ganas de ahorcarla con una soga de esparto durante todo el metraje.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Huracán Carter, by Norman Jewison

Esta madrugada fue legalmente asesinado en los United States of America el ciudadano Troy Davis, un negro estadounidense de 42 años sentenciado a muerte por matar a un policía blanco en 1989. El caso de Davis fue presentado por su defensa como el prototipo del negro condenado injustamente por la muerte de un blanco, y ha reabierto el debate sobre la pena de muerte en EEUU. Cientos de personas se congregaron a las afueras de la cárcel de Jackson (Georgia) para pedir clemencia. Siete de los nueve testigos que declararon en su contra en el juicio se retractaron posteriormente, según su defensa. El propio Davis estaba dispuesto a someterse a un detector de mentiras para probar su inocencia.

Huracán Carter cuenta una historia muy similar. Un boxeador negro, con una brillante carrera en ciernes, que es injustamente acusado y condenado por el asesinato de 3 personas en un bar de Nueva Jersey. Y es un hecho real, como el de Troy Davis. Una realidad que sigue ahí, dura, implacable y testaruda. Si en Nueva Jersey hubiera existido la pena de muerte probablemente hoy Huracán Carter no podría contarlo. Más de 20 años en una cárcel por unos crímenes que luego se demuestra que no pudieron ser cometidos por ti. Afortunadamente en este caso, aunque tarde, se pudo hacer justicia; Troy Davis no ha tenido esa oportunidad.

A pesar de la apasionante historia y de la escalofriante interpretación de Denzel Washington (lástima que aquel año compitiera por el Oscar con Kevin Spacey en "American beauty", que se lo llevó, y con Edward Norton en "American History X"), la película adolece de una serie de fallos que la desvalorizan en gran medida: la innecesaria presencia del personaje racista cuyo único objetivo es el ajuste de cuentas con Carter es completamente inverosímil, así como la extraña relación entre el muchacho negro y sus tres amigos canadienses con el preso, que no queda suficientemente aclarada y que suena a falsa y forzada. Con todo, una cinta interesante y una historia espeluznante, por cuanto sabemos que ni es la primera ni será la última.

martes, 20 de septiembre de 2011

El mensajero, by Joseph Losey

"Qué es el galanteo? Hay algo más que los besos, no? Tiene que haberlo". Éstas y otras preguntas por el estilo son las que se plantea el niño protagonista de esta película ambientada en los inicios del siglo XX. Unas preguntas que hoy en día nos suenan a chino porque no existe un solo niño de 13 años, que es la edad del chaval éste, que llame galanteo a lo que es el mero follar y que no sepa con pelos y señales qué hay después de los besos.

Es lo que tienen estas historias de época situadas en la vieja Inglaterrra, con sus trajes maravillosos, sus señoras con sombreros inmensos y sombrillas,  sus cuartos de fumar para los caballeros, sus partidos de criquet, sus cenas de etiqueta, sus fantásticos palacios y ese formalismo social y moral que oculta a menudo intensas y secretas pasiones. Son historias que suenan a otro mundo, ni siquiera a otra época, sino a cosa de extraterrestres. Esos niños preguntando cosas como si hay algo más después de los besos han existido alguna vez?

La peli es preciosista, muy cuidada en todos sus detalles; la fotografía maravillosa, el vestuario y la ambientación impecables y los diálogos buenísimos. La escena del partído de criquet con su posterior fiesta es para pasar a la antología del cine de época, una auténtica hermosura. Y las interpretaciones de la etérea Julie Christie, de ese enorrrme Sir Alan Bates, qué ojos, qué presencia, qué apostura, diossss, qué hombre.... Por no hablar de la grandísima Margaret Leighton, que fue muy justamente nominada al Oscar por este papel. Sólo chirría un poco la música de Michel Legrand, que más parece ideada para un spaguetti Western que para un drama clásico. En general, muy recomendable.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Como los demás, by Vincent Garenq

Ayer fue un gran día para el deporte español: victoria en semifinales de la Copa Davis contra Francia, victoria en la final del Eurobasket contra Francia, y en motos también un montón de victorias, no sé si habrá algún francés al que en ese deporte le hayamos jodido también el día. En definitiva, pocos franceses en la mañana de hoy querrán saber nada de ese país que tienen debajo llamado España.

Por la noche, después de tan satisfactoria jornada deportiva, me puse a ver esta película, qué casualidad, también francesa. Y viéndola me di cuenta de que la mayor goleada se la metimos a Francia en el terreno social con nuestra ley de matrimonio homosexual. Francia, el adalid de la modernidad, de la vanguardia del pensamiento y de las conquistas sociales en este aspecto se nos queda a la altura de la alpargata. De hecho incluso un personaje de la peli lo dice: hasta en la retrógrada España ya los gays pueden casarse y tener hijos. Pues sí, en eso también os hemos adelantado por la izquierda y sin intermitente, queridos franchutes. Vergüenza os tendría que dar.

La historia es una apuesta clara a favor de la paternidad de parejas homosexuales. Sobre esto se pueden tener variedad de opiniones; la mía personal también es favorable, exactamente por las mismas razones que se esgrimen en la película. Eso sí, planteado todo con un exquisito gusto, muy francés, todo glamour. Yo es que, contrariamente a lo que pueda parecer por el párrafo anterior, soy muy franchuta. A mí de los galos me gusta todo: su cocina, su forma de vestir, de moverse, de vivir, sus casas, sus vinos, sus peinados... Me gusta hasta verlos perder en las competiciones deportivas, jejeje. A los amantes, como yo misma, del cine francés y de su habitual estilazo ético y estético esta historia les va a encantar. El guión también es ágil, divertido, bien resuelto, con sus momentos tiernos y dramáticos... y la realización impecable. En fin, pocas pegas se le pueden poner. Os recomiendo que la veáis y la disfrutéis, y de paso meditéis sobre el asunto.

viernes, 16 de septiembre de 2011

De dioses y hombres, by Xavier Beauvois

Hummmm, una peli de monjes. No sé, no sé. Leo además una crítica por ahí que me mosquea aún más: "Advierto que sin la debida sensibilidad hacia esta maravillosa opción de vida, los detalles litúrgicos, de oración y de trabajo en comunidad, pueden parecer lentos, innecesarios y excesivos". Pues yo la debida sensibilidad ésa, sinceramente, creo que no la tengo. Me voy a aburrir como una ostra fijo. Pero qué coño, venga, vamos allá. Desde cuándo nos echamos para atrás por tan poca cosa?

Una cosa me quedó claro: no tengo espíritu de monje, no he nacido yo para eso. Pero no es sólo que no haya nacido para la vida contemplativa sino que tampoco he nacido para contemplar la vida contemplativa. Vamos, que tal como me temía, carezco por completo de la debida sensibilidad hacia esa maravillosa opción de vida.

La película es pesada a más no poder. Que sí, que le dieron el gran premio del jurado en Cannes, y no sé cuántos Césares, y miles de nominaciones a otros miles de premios más, pero que es pesada como ella sola. Puedo atestiguarlo. También puedo atestiguar que no terminé de verla; dos horas de vida contemplativa son demasiadas para mí; a la hora y media necesité ponerme en acción. Y me levanté y me fui a la cama cantando alegremente aquello de Raphael: "Qué bonito el convento, qué bonito el convento desde la era, que una cosa es por dentro, que una cosa es por dentro y otra es por fuera. Ay arriba y arriba, ay arriba y arriba arriba iré, yo no soy marinero, por ti seré, por ti seré, por ti seré."

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Serpico, by Sidney Lumet

Uno contra todos y todos contra uno. Serpico es uno y trino, como la santísima trinidad. Es uno porque es el único policía no corrupto de Nueva York, y es trino porque tiene que multiplicarse por tres para luchar: contra los muchísimos delincuentes que pueblan la ciudad que nunca duerme, contra sus propios compis polis y contra la petarda de su novia, que estando el hombre implicado en tantísimo jaleo, lo único que quiere es casarse y tener hijos. Un estrés total.

Serpico también pasa por tres momentos estéticos diferentes: el primero imberbe y repeinadito, la fase "polinovato"; el segundo con bigote y patillas, la fase "veocosasquenomegustan"; y por último, barba, bigote, melenón (por cierto fantástico, qué envidia de pelazo), y una extraña chepa que le va saliendo por segundos, la fase "jipidesengañaodelavida". Estos tres estilismos marcan los tres tiempos de la película: veni, vidi, vici.

Serpico es una historia chula, de polis buenos y polis malos (bueno, un poli bueno contra cienes y cienes de polis malos) pero tal vez algo manipuladilla. Nada, un poquillo, pero se hace notar. No sé, pero a esta servidora le cuesta creer que tooooda la policía de Nueva York allá por los 70 fuera pura carroña, exceptuando a ese carismático y trendingtópico personaje que es Serpico. Que soy una descreída? Pos fale. Pero vamos, que tampoco creo en la infalibilidad del papa y no pasa nada.

martes, 13 de septiembre de 2011

Al caer el sol, by Robert Benton

Tenemos a Paul Newman, como siempre, comiéndose la pantalla plano a plano. Tenemos a una tremendísima e inconmesurable Susan Sarandon dándole la réplica y disputándole el espacio estelar. Tenemos además a un Gene Hackman compitiendo muy dignamente por su parte del pastel, a una Stockard Channing (la inolvidable Rizzo de "Grease") luciendo carisma y a un James Garner más James Garner que nunca. Todos ellos duros, misteriosos, sarcásticos, matando con la mirada y defendiendo su terreno con uñas y dientes.

Ayyyyy, señor! Peeeero tenemos un guión, obra del propio Benton y de Richard Russo, tan sumamente lioso que todo lo que eres capaz de ver es a Newman, Sarandon, Hackman, Channing y Garner  muy guapos todos y muy bien conservados, pero sin enterarte para nada de lo que pinta cada uno ni de qué coño es lo que está pasando. Averiguar quién es quién y qué relación tiene con los demás ocupará todo tu tiempo y tu atención. Al menos ocuparon la mía.

Hay algo que a menudo olvidan los directores de cine negro, y es que una trama demasiado enrevesada y un exceso de personajes no crean más suspense; más bien al contrario, consiguen aburrir al espectador y hacerle perder el interés. Una verdadera pena porque con este elenco espectacular y una historia con gran potencial al final se ha quedado en... pluffff. De todas formas le doy cinco puntos por los cinco magníficos. Con ese plantel es lo menos.

jueves, 8 de septiembre de 2011

El profesional (Léon), by Luc Besson

Entre Rambo y Mary Poppins podríamos situar esta curiosa performance que aúna los mitos del superhéroe de acción y la niñera con superpoderes. Resulta que al asesino a sueldo Jean Reno le toca hacer de canguro de una díscola y guerrillera Natalie Portman, de 13 tiernos añitos la mar de bien llevados. Matilda y León, León y Matilda, tanto monta monta tanto.

Si creíamos que sólo a los americanos se les podían ocurrir gilipolleces de calibre extragordo esta peli demuestra que estábamos equivocados. A los franchutes, por lo menos al Luc Besson éste, se les pueden ocurrir todavía más tremendas. En este caso la gilipollez va de un matón sin escrúpulos pero con principios: mujeres y niños no. Ni aunque sea una mala pécora, una maltratadora de niños o una envenenadora de ancianitos, hemos dicho que mujeres no. Eso sí, señores en edad adulta todos los que se pongan por delante, y si pueden ser polis corruptos mejor que mejor.

Como vemos, estamos ante un matón buenagente. Además el tipo tiene una maceta que cuida con primor y que lleva a todas partes, lo que ya es totalmente determinante para situarlo del lado de los buenos sin duda ninguna.  Y luego Portman, con esa carita angelical, haciendo magistralmente de niña aprendiz de matona, llevando la plantita del maestro de arriba abajo todo el día... No es absolutamente conmovedor? Ah, que te parece una chorrada? Cucha, y a mí. Pero bueno, a la gente le gustan estas cosas. Ya ves, casi un 8 en Filmaffinity, cágate lorito.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Beautiful girls, by Ted Demme

El título echa para atrás de entrada; en cambio el reparto promete muchísimo. Las críticas son en su mayoría claramente favorables, hasta el mismísimo Boyero la califica como "Preciosa, agridulce (...) Admirables, agudos, trabajados y graciosos diálogos". Claro que Boyero y yo últimamente andamos peleaos. Qué hago, qué no hago? Pues la veo y decido por mí misma.

La primera media hora es para echarse a llorar. Después de mi lamentable experiencia de ayer con "Primos", sólo me faltaba otra peli en la que me vuelvan a plantear la inexorable universalidad de la memez masculina. Una panda de tíos completamente imbéciles y borderlines, a cuál peor, de nuevo al ataque. Noooooo, por favooooor! Esto roza la conspiranoia! Quieren convertir en lesbianas a todas las tías del mundo?

Pero oye, luego la cosa va mejorando casi sin darte cuenta. Y Boyero, para variar, lleva razón: los diálogos, algunos, son bastante agudos, tienen finura, molan.  Los tíos parece que se van desagilipollando un poco, al menos a ratos. Y luego está el toque ambiental tipo "Doctor en Alaska". Los que seáis admiradores de esa serie inolvidable, de sus personajes, su paisaje hosco y fascinante, y sobre todo, sus charlas cálidas de barra de bar, al calor de la calefacción, y esa nieve perpetua cayendo ahí fuera... disfrutaréis con esta peli, que al final resulta sencilla, discreta, creo que poco pretenciosa, pero amable, inteligente y acogedora. Ideal para ver en casa, con una copa de buen vino y una mantita. Opcional la compañía. Ah, y de fondo "Sweet Caroline", copla gonita donde las haya que fijo terminaréis tarareando.

Primos, by Daniel Sánchez Arevalo

Joder, casi un 7 en FA! Y Carlos Boyero, que suelta esto: "Luz, excentricidad, gracia y ternura. (...) Me gusta todo en esta comedia osada, extraña, eficaz y conmovedora."  La hossstia, habremos visto la misma película?

Porque a mí no me gusta nada en esta comedia pesada, castaña, soez y desoladora. Más que primos los protagonistas parecen primates, y más que una película de Daniel Sánchez-Arévalo esto parece una boñiga de Mariano Ozores. No, la verdad es que parece un capítulo de "Los Serrano", y de hecho los actores actúan exactamente igual que Resines, Bonilla y el Fiti. Existe algún tipo de complot en el cine actual para ridiculizar al elemento masculino patrio hasta límites cercanos a la humillación y el vituperio?

Cutre, aburrida, sin gracia, basta e infumable de principio a fin. Ni va de más a menos ni de menos a más, es un continuum de despropósitos, chorradas y diálogos burdos que ruborizarían al más pintao. Lo siento sobre todo por Raúl Arévalo, que es un actor que promete y que me gusta muchísimo, pero bueno, él ha sido el que se ha metido en este engendro por su propio pie. Igual estaba borracho cuando leyó el guión y cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo ya era demasiado tarde para echarse atrás y se exponía  a una demanda por incumplimiento de contrato. Si no, no se explica.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Siempre a tu lado (Hachiko), by Lasse Hallström

Buscando las opciones para la noche, paré de sopetón al llegar a ésta. Peli de perros, literalmente leo: "Un profesor de universidad recoge en una estación a un perro vagabundo, al que llama Hachiko. A su lado va descubriendo los entrañables lazos que se pueden establecer entre una persona y un animal".  Ya está, no sigo buscando. Descubrir los lazos que se pueden establecer entre personas y animales es exactamente lo que yo he estado haciendo este último año. Cambia a Hachiko por Manolo y por Mojito y es la historia de mi vida. Para más inri leo que se llora fijo. Definitivamente ésta es mi peli, quiero ver perros y quiero llorar, todo al mismo tiempo. Voy a coger a mi Manolo, me lo voy a plantificar en el regazo y los dos juntitos vamos a sufrir y berrear como cerdos con las aventuras del pequeño Hachiko. Hasta aquí mis propósitos.

Y ahora los hechos. El balance final es el siguiente: ojos como chupes, litros de mocos, kilos de klinex, llantos convulsos, nariz pelada, incontables daños y perjuicios... En definitiva, objetivo cumplido. Toda la familia entregada sin pudor al arte del drenaje ocular; la familia que llora unida permanece unida. Y todo gracias a Hachiko.

Y ahora mi crítica. La película no vale un euro. Si quitas al perro, las escenas del perro, los primeros planos del perro, los saltos del perro, las caras del perro y todo lo que hace el perro lo demás es mierda. No interesa lo más mínimo la familia del dueño, ni el dueño mismo, que es Richard Gere haciendo de Richard Gere con perro. Los diálogos son un pestiño, te pasas el rato deseando que paren de hablar y decir gilipolleces y que salga el perro. Ni te cuento cuando dicen de follar o ir de boda o a trabajar. Todas las escenas en las que no sale el perro, que afortunadamente son pocas, las podían haber suprimido sin problemas; nadie las hubiera echado en falta. Y los 3 puntos que le doy a la película van por este orden: a Hachi, a Hachi y a Hachi.

Local hero (Un tipo genial), by Bill Forsyth

Me puse a ver esta película totalmente horrorizada porque la alternativa de la noche era... cielossss, me duele hasta escribirlo!!!!!... La alternativa era el remake americano de una de mis comedias favoritas del mundo mundial: "La cena de los idiotas".  El espanto me invadió y, como diría la difunta Amy Winehouse, I said "Nooooo nooooo nooooo".

Y luego estaba el protagonista, Burt Lancaster! MI Burt Lancaster!!!! Ahí es nada. Y la música, by Mark Knopfler. Joder, el Mark Knopfler de Dire Straits???? Esto había que verlo. Y lo vi. Y qué queréis que os diga? Que ni fu ni fá, ni chicha ni limoná. Es la típica peli de pueblecito pequeño, con sus típicos personajes frikis, con sus típicos paisajes pintorescos, con sus típicos conflictos, con el típico personaje que llega de fuera y flipa con los lugareños... Vamos, típica típica típica.

La música muy buena, tremendo temazo el "Local hero" de Mark Knopfler. La fotografía maravillosa, el argumento simpático, el guión sólido y sin cabos sueltos, los actores bien, correctos, funcionales... Es una mala película? Pues no. Es buena? Pues tampoco. Es... como un huevo sin sal. De hecho para la traducción que han hecho del título, que no tiene nada que ver con el original, bien que la podían haber titulado así, "Huevo sin sal". Como esta crítica; es que tampoco es para esmerarse mucho más. Aunque también podría ser que yo estuviera tan traumatizada por lo del remake de "La cena de los idiotas" que mi estado de shock no me permitiera apreciar en condiciones este "huevo".