martes, 27 de diciembre de 2011

Reservoir Dogs, by Quentin Tarantino

Para mí "Reservoir Dogs" es la obra maestra de Tarantino. Redonda, perfecta, brillante, auténtica 100%, impactante y personalísima. Desde entonces Tarantino no ha hecho sino intentar repetirla una y otra vez y repetirse a sí mismo. Y por supuesto no le ha vuelto a salir nada igual ni mínimamente parecido.  Lo siento por los fans incondicionales, pero "Pulp Fiction" no le llega ni a la suela.

Diálogos soberbios, guión ágil, interpretaciones magistrales (absolutamente todas, pero para mí Harvey Keitel se sale)... Y sí, también está la violencia extrema, la sangre que fluye y las vísceras que se desparraman, vamos, lo que es el universo tarantiniano al completo. Pero por una vez, y sin que haya servido de precedente, esa violencia tiene un sentido, un porqué y una historia sólida y apasionante detrás.

A destacar la charla sobre los colores de cada señor y la historia del infiltrado. Ah, y la música es una pasada.

Imprescindible.

El Ángel de Budapest (TV), by Luis Oliveros

Rectificar es de sabios. Y como aprendiz de sabia que una es, yo entono un mea culpa y rectifico.

Hice aquí hace un par de días una crítica demoledora de esta historia para la televisión en torno a un diplomático español que en la Hungría de la II Guerra Mundial, dominada por los nazis, consiguió salvar a muchos judíos sefardíes que acudieron en su ayuda. Mi crítica era básicamente política más que cinematográfica porque durante toda la película tuve la sensación de que se intentaba exculpar al régimen franquista de su desidia en este asunto y de su evidente connivencia con el régimen hitleriano.

Pues bien, confieso que no terminé de verla, tal era mi cabreo, y que hice la crítica bajo el influjo del malestar que me había provocado. Muy mal; craso error el mío, error que un amable usuario se ha encargado de hacerme ver. Al parecer, esa aparente benevolencia hacia el régimen que a mí tanto me espantó, al final no es tal y todo queda aclarado en sentido contrario al que yo basaba mi crítica. De ahí mi rectificación.

No puedo, sin embargo, cambiar mi percepción sobre los aspectos puramente cinematográficos que me desagradaron, tales como las interpretaciones de los principales protagonistas (Francis Lorenzo sencillamente no llega y Ana Fernández repele a la legua con su voz de impostada dulzura), y el evidente plagio de algunas de las escenas de "La lista de Schindler". Por no hablar de lo forzado de buena parte del guión, sobre todo algunos diálogos simplemente imposibles.

Pues nada, rectifico sin más y agradezco a Angeliribar sus apreciaciones y sus interesantes reflexiones.

Y le subo un par de puntos a "la cosa" por ese final que no vi, que tampoco cuento y que espero que vosotros sí veais si os animais a tragaros con encomiable valor el producto.

Matar a un ruiseñor, by Robert Mulligan

Ingredientes para un clásico:

Una niña narradora repelente y sabihondilla.

Un pueblito sureño americano con sus típicos conflictos raciales de toda la vida de dios.

Un juicio en el que los blancos se sientan abajo, los negros arriba, el acusado es negro, y el jurado todos blancos. Se sienten, coññññño!

Un personaje misterioso que vive en una casa misteriosa y deja misteriosos regalos en el hueco de un árbol.

Un borracho desquiciado, analfabeto y blanco, resentido contra la humanidad y con ganas de venganza.

Un negro que es un buenazo, injustamente acusado de un crimen que obviamente no ha cometido pero del que todos los blancos racistas le acusarán.

Un abogado noble, equidistante, buenagente, padrazo, viudo ejemplar, vecino modélico y de moral intachable.

Una criada-niñera negra, al más puro estilo  "Lo que el viento se llevó".

Y ya tenemos un clásico.

Y si Gregory Peck hace el papel de abogado es Oscar seguro.

Qué falla? Pues, menos Peck, que está estupendo como siempre, todo lo demás: la niña repelente, los topicazos sureños, el cutrejuicio, la historia del vecino misterioso, el blanco borracho y malísimo, el negro cacho pan, y sobre todo... que desde el principio sabes perfectamente el final.

Que es un clásico y que está considerada como una de las diez mejores películas de la historia del cine? Ya, bueno, y qué?

Hasta hace un par de días Gadaffi era casi el mejor amigo de Occidente de todo el mundo árabe. Y hoy es una mierda muerta y enterrada y sus asesinos unos héroes. Lo que demuestra que no hay mal que cien años dure y que... la vida es una tómbola, tom-tom-tómbola.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mundos opuestos, by Mervyn LeRoy

Chica buena, chica mala, marido disperso... En fin, la historia del mundo. La diferencia es que aquí son Stanwyck, Gardner y Mason, y eso marca las distancias.

Stanwyck para mí es una actriz muy poco valorada. Para casi todo el mundo el bello animal Gardner posiblemente se coma la pantalla. Y sin embargo para mí Ava Gardner, pese a su imponente belleza, es una actriz de registro único y pobre; sólo sabe hacer de guapa desgraciada, ése es su monopapel. Stanwyck es otro mundo; puede ser buena y mala, fea y guapa, imbécil o listísima... puede hacerlo casi todo porque es una tremenda actriz. Y en los tiempos que corrían, además fue de las más sobrias y moderadas, lo cual es muy de agradecer en un mundo tan dado a los excesos.

De los chicos también me quedo sin pensarlo con Van Heflin. Frente a Caradepalo Mason, Heflin aporta carisma, atractivo, encanto personal y, al igual que su partenaire Stanwyck, sobriedad interpretativa. Que falta le hace a esta historia de amores sobredimensionados que no se sostiene por ninguna parte.

Yo no sé en los años 50 cómo se entendía esto del amor, pero permitáseme dudar de que la cosa consistiera en lo que aquí se muestra. Los maridos de los años 50 veían muy normal llegar a casa y ver a su señora con un desconocido con el delantal puesto cenando en la cocina?

"Mira, mi amor, éste es el señor X, al que acabo de conocer, y se ha mostrado tan amable de traerme a casa, ponerse mi delantal y preparar esta deliciosa cena. Tomarás este fantástico soufflé con nosotros, verdad?"

La verdad es que siempre he tenido la sensación de que yo nací muy tarde. Esto sólo me lo confirma.

lunes, 19 de diciembre de 2011

La tapadera, by Sydney Pollack

Tom Cruise es un tipo que se pasa la vida metido en misiones imposibles. Las otras no las he visto pero presiento que no pueden ser mucho más imposibles que ésta. Sí, ya sé que Grisham es un maestro de las tramas complicadas, pero aquí se supera. O igual es Pollack el que desbarra, no lo sé.

Lo que sí sé es que Cruise se pega unas carreras tremendas. Es como Usain Bolt pero con maletín. No estaría mal plantearse esta modalidad olímpica, queda como muy glamouroso correr así. A Cruise le persiguen por todas partes: sus corruptos compañeros de bufete, los federales, la mafia... Y claro, esto es una maratón, todo el rato correr y correr. Y entre corrida y corrida también se pega alguna que otra corrida de las otras. No, hombre, de las de toros no.

La historia es delirante de principio a fin; tenemos a un chaval recién licenciado en derecho al que contrata un bufete de enorme prestigio, pagándole un pastón y haciéndole asociado con sólo verle el careto. Ya esto mosquea, no? Pues si sigues viéndola el mosqueo va en aumento a ritmo vertiginoso.

A Holly Hunter la nominaron para el Oscar, no entiendo muy bien por qué. La he visto en cosas bastante mejores, porque hacer de secretaria sexy y traviesilla tampoco es que sea un papelón inolvidable.

En cambio, Gene Hackman... qué hombre! Como de costumbre, llena con su imponente presencia la pantalla, aunque su papel sea una mierda y se reduzca a la mínima expresión. Ése sí que es un campeón olímpico; él solo levanta una peli en cinco minutos.

En resumidas cuentas, un muy buen elenco para una historia que de puro rocambolesco deriva casi en lo paranormal. Entretenidilla pero floja.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Bitelchús, by Tim Burton

Otra vez me la ha vuelto a colar Tim Burton! Vamos a ver, si no me gustan las pelis góticas ni las fantásticas... qué coño hacía yo viendo esta "obra de culto" de los góticos y los fanties? No aprenderé jamás.

Joder, es que nunca pierdo la esperanza de que este "genio" del celuloide me llegue al alma. Lo intento una y otra vez... pero nada. Grandes estrellas quieren trabajar con él, se pegan tortas por un pequeño papel en sus películas, se mueren por ver su número en la pantalla del móvil... y yo aquí, esperando inútilmente que me llegue ese halo de sensibilidad freak que algún día me hará apreciar ese arte sobrenatural que tantos adeptos ha conseguido. Todo en vano.

Tim Burton lleva toda la vida planificando "Alicia en el país de las maravillas".  Johnny Deep y Helena Bonham Carter, sus actores fetiche, deben saberlo con propiedad porque han trabajado con él en todas sus películas de los últimos 8 años; y todas son la misma. Repite una y otra vez motivos, imágenes, fantasías, decorados y hasta caras. Por supuesto, tiene sus fanáticos, que matarían por él, pero si no eres uno de ellos esto no es fumable.

Prometido, palabrita del niño jesús, no habrá en mi vida más Tim Burton. No repetiré, no lo volveré a intentar, me rindo. A Dior pongo por testigo, Tim Burton, de que nunca volveré a criticarte.

Forrest Gump, by Robert Zemeckis

Anoche estuve viendo la adaptación teatral de la obra de Animalario sobre Urtain y me llamó la atención de qué manera un individuo que prácticamente bordeaba la subnormalidad consiguió convertirse en un ídolo de masas en la España de los 70. Ahora, en la España del siglo XXI, tenemos a otro personaje borderline como Belén Esteban convertida igualmente en icono popular: la princesa del pueblo. Se ve que no hemos cambiado demasiado.

En fin, esta introducción viene a que tampoco es de extrañar que un personaje como Forrest Gump sea tan popular, guste tanto al público y haya dado a Robert Zemeckis unos cuantos Oscars que no le han debido de venir mal, supongo. Está claro que en este mundo gustan los tontos; mucha gente debe sentirse identificada con ellos y gozar con sus triunfos, tal vez porque en el fondo sueñen con que a ellos les pueda ocurrir lo mismo.

Tú estás viendo esta peli y eres tonto de remate y, para más desgracia tuya, lo sabes. Y entonces ves a Forrest Gump, que es un tonto integral pero gana guerras, y gana maratones, y es condecorado por el presidente, y además folla con una tía buenísima, y es un empresario de éxito, y en todo lo que hace el tío va con una flor en el culo, así que todo le sale de puta madre. Guay: la vida es bella y lo mejor es ser tontodelculo.

Pero esto ya lo sabíamos de siempre. No hay más que ver quiénes nos gobiernan, quiénes son nuestros jefes, quiénes dirigen nuestros ejércitos, quiénes triunfan en los medios...  En realidad la vida está llena de Forrest Gumps. Tal vez por eso todo el mundo adora a Forrest Gump.

Urtain (TV), by Andrés Luque

Animalario lleva al teatro la obra escrita por Juan Cavestany sobre la figura del mítico boxeador vasco Urtain y TVE regresa a su también mítico Estudio 1 con esta adaptación televisiva dirigida por Andrés Luque. Creo que es la primera vez que hago una crítica teatral, y para más inri, una obra teatral adaptada al lenguaje audiovisual. Esto es todo un reto. Para ellos y para mí

Tengo que decir que el teatro me gusta casi tanto como el cine y que estaba loca por ver esta premiadísima obra (9 premios Max nada menos). Naturalmente en cuanto me enteré de que la echaban por la tele tuve claro mi plan nocturno. Y no me defraudó.

La apuesta era arriesgada, como el propio teatro de Animalario. No se trata de un teatro tradicional, sino muy experimental, lleno de simbolismos y muy poco televisivo. Nada que ver con el Estudio 1 al que estábamos acostumbrados; esto no es Lorca ni Wilde ni Moliere. Como digo, mucho riesgo.

Al principio es chocante; da la sensación de que no va a funcionar. El planteamiento escénico es tan teatral que en la pantalla echa para atrás. Pero muy poco a poco te vas olvidando de esa pantalla y consigues entrar en el escenario con ellos y meterte en esa terrible historia que te están contando. Una historia que va de boxeo pero también de un país que te suena mucho.

La cosa empieza con el suicidio del boxeador y los tópicos de los titulares de prensa que lo anuncian. Y luego viene el cómo y el porqué de ese final-principio. Y vemos a un pobre desgraciado de la vida, todo fuerza y nada cerebro, un pedazo de carne con ojos pero también con manos que pegan. Y un país entero que lo adora, lo eleva a la categoría de ídolo de masas, le adulan, le manejan, le convierten en símbolo de la gran España, y él, que en el fondo no entiende nada, se deja querer y adular, y llega a creer que es alguien importante.

Como se suele decir, más dura es la caída. Por el ring que representa su vida pasan su amigo y manager (Alberto San Juan siempre en su punto), sus mujeres, sus colegas (qué grande Raúl Arévalo haciendo de Pedro Carrasco), los promotores de ese absurdo "deporte", cantantes de la época (no perderse a Raphael), políticos, artistas... Todos le adulan, todos le quieren, todos están ahí... hasta que dejan de estar. Y ese hombre, que apenas sabe hablar español y que ya tenía pocas luces antes de estar sonado, se hunde. Y ahí vienen todos los tópicos del principio: el muñeco roto, el árbol caído, el ídolo derribado, etc. etc.

Cae el telón. Y resulta que la cosa ha funcionado y que el riesgo merecía la pena. No sé si funcionaría con cualquier otra obra o con otro grupo, pero lo cierto es que Animalario, junto con el realizador Andrés Luque, han conseguido hacer teatro experimental en televisión. Y que al menos a mí me han convencido, me han conmovido y me han regalado dos horas mágicas en las que el salón de mi casa se ha hecho teatro.

No tengo ni idea de lo que dirá la crítica de esto; de momento soy la primera, así que en plan pionero, ahí va mi veredicto: notable alto.

Animalario, chapeau.

Hostia, se me olvidaba! Roberto Álamo genial. Pedazo de Urtain.

martes, 13 de diciembre de 2011

4 meses, 3 semanas y 2 días, by Cristian Mungiu

Ay señor! Peli rumana con Palma de Oro. Esto me está llamando a gritos. Tiene una pinta de gafapastosa que tira palante. Tengo que verla.

Confirmo mis sospechas iniciales: en Cannes la cosa tiene que estar muy mal para que a esto se le dé la Palma de Oro.

A ver: mi mejor amiga aborta ilegalmente en un hotel; yo soy su acompañante y cómplice, pero a los cinco minutos del aborto me voy al cumpleaños de mi suegra porque no soy capaz de decirle a mi novio que no puedo asistir. Y allí me tiro algo así como 3 horas escuchando gilipolleces sin saber qué ha podido ser de mi amiga, a la que (lo recuerdo) dejé sola en la habitación del hotel con una sonda en el coño para succionar un feto de 4 meses, 3 semanas y 2 días.

Hombre, las rumanas tienen muy mala prensa pero... de verdad son así de cabronas con sus amigas?

lunes, 12 de diciembre de 2011

Un paso en falso (Falso movimiento), by Carl Franklin

Basada en un guión de Billy Bob Thornton, esta pelí, que fue editada en vídeo con el título de "Falso movimiento". es prácticamente desconocida para el público. Nadie se ha perdido gran cosa, la verdad. Es una historia más de violencia y huída hacia adelante con un farragoso y poco creíble trasfondo sentimental.

En su día obtuvo unas críticas estupendas y es considerada casi obra de culto por los escasos espectadores que la han visto. Hasta el mismísimo Boyero la califica como "espléndida y dura".

Yo tengo una percepción diferente de las cosas espléndidas y duras. Esto no me parece ni una cosa ni la otra. Me ha parecido bastante pestiño, aunque soy capaz de valorar una estupenda fotografía que recoge los inmensos paisajes de Arkansas y Texas, y un guión bastante logrado, salvo en lo que se refiere a la historia de amor entre el policía y la delincuente. Sólo que queda la sensación de que esa película ya la has visto.

Como curiosidad está bien pero nada más. Perfectamente prescindible.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Descubriendo a Forrester, by Gus Van Sant

Gus Van Sant parece tener una extraña obsesión con los adolescentes raritos. Si en "El indomable Will Hunting" nos contaba la historia de un genio de las matemáticas camuflado de pandillero rebelde, aquí la cosa va de literatura.

Joven habitante del Bronx que escribe que te cagas busca mentor. Qué casualidad, también Will Hunting encontró su hada madrina en la figura de Robin Williams, un solitario y bohemio profesor. Aquí le ha tocado el papel a Sean Connery, otra vieja gloria, que mira tú por dónde, también hace de solitario y bohemio, en este caso escritor. En realidad, es la misma historia pero en dos versiones. Entre una y otra rodó un remake de psicosis. Revelador, no?

- Similitudes entre ambas:

1. Los amigos del barrio de los dos protas son completamente subnormales.

2. La inevitable chica redentora y pija.

3. Son dos rebeldes sin causa.

4. El escaso feeling inicial con el mentor y el enamoramiento paulatino: un clásico.

5. Las escuelas, las empresas, los equipos.. se rifan a los muchachos.

6. Inevitable conflicto con los amigos de la infancia. Con los subnormales vamos.

- Diferencias:

1. Unos son negros y otros blancos.

2. El final de Forrester es mucho más patético que el de Hunting. El propio director se chotea de él. Lo hace en boca de Connery: "Qué te ha parecido este número de vodevil?"

Ps. "El guardián entre el centeno" es una novela bastante chorra y muy sobrevalorada. Lo siento por el que mató a John Lennon, pero tío, lo hiciste por un imbécil al que unos cuantos habían mitificado. No merecía ni mucho menos esta película dedicada a su persona.

Ps2. La breve aparición de Matt Damon al final viene a confirmar la simbiosis argumental de las dos películas. Es un guiño de Van Sant a Will Hunting y mola. Tal vez lo mejor de la peli.

viernes, 9 de diciembre de 2011

The Company Men, by John Wells

Érase un tipo que pasó de ganar 200.000 papeles al año a 20.000. Ohhhhh!
Érase un tipo que pasó de una mansión de un millón a vivir con papá. Ohhhh!
Érase un tipo que pasó de jefe de ventas a peón albañil. Ohhhhhh!
Érase un tipo que pasó de ir en porsche a usar sus pies. Ohhhhhh!
Érase un tipo que pasó del club de golf al baloncesto en la puta calle. Ohhhh!
Érase un tipo que pasó de cenas de 500 pavos al bocata chopped. Ohhhh!

Si pretendían darme pena, posvaserqueno.
Si pretendían contarme que los ricos también lloran... Ohhhhh!
Si pretendían decirme que cuanto más alto más dura será la caída... Tch, vaya!
Si pretendían hablarme de superación personal, jaja, conozco ejemplos mejores.
Si pretendían mostrar a un capullo integral reciclado en tío guay, no ha colado.
Si pretendían cabrearme... Ves? Ahí sí han estado finos.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Código del hampa, by Don Siegel

Menudo chasco. Me puse a ver esta película en TCM porque la que venía anunciada era la versión primera, considerada una obra maestra del cine negro: "Forajidos", de   Robert Siodmak y protagonizada por Burt Lancaster.

Ya nada más empezar me percaté de que el protagonista no se parecía nada a Lancaster, aunque el argumento era muy parecido a lo que había leído. Me fui para el Google  y vi que era un remake. En fin, a pesar del planchazo decidí ver esta otra versión, a ser posible para ponerla a parir.

Y no, no me ha costado demasiado; no hay por dónde pillarla. Sí, una estética muy pop, muy años 60, muy "pre-tarantina", muy fashion. Pero muy poca chicha y todavía menos verosimilitud en el guión.

Todo empieza con una muerte. Y a partir de ahí una investigación y una reconstrucción de los hechos. De fondo, por supuesto, la inevitable femme fatale de toda peli del género que se precie, aquí interpretada por una Angie Dickinson pelín exageradilla en sus gestos. No me cebaré más con ella porque lo cierto es que de todas las interpretaciones es tal vez la más creíble; con eso está todo dicho.

Tenemos también a Ronaldous Reagan en uno de sus últimos papeles antes de decidir dejar de joder las pantallas grandes para joder al mundo en general. A su lado la Dickinson está hasta brillante. Y también está John Cassavetes, con unos cien kilos de maquillaje encima que le hacen parecer un negrito zumbón del África tropical. No tengo ni idea de cómo estaba Burt Lancaster en su papel pero con nada que pareciera una mijilla más natural que Johnny ya lo tiene todo ganado.

Bueno, pues en resumen, Angie hace de señora de éstas de ética discutible y estética infalible que nunca se sabe bien a qué juegan, pero lo que más sorprende de su personaje es el descaro. Resulta que es amante del mafiosillo Reagan pero no tiene el menor reparo en tirarle tejazos como puños a Cassavetes en las mismas narices del otro. Para más inri, a Reagan le convence sin problemas para trabajar todos juntitos  "Ay mi amorrrr, conozco al corredor ideal para llevar a cabo nuestro plan". Y cuela, Johnny es contratado. Y hasta aquí puedo contar.

Durante toda la película hay un halo de inverosimilitud que hace imposible verla con un mínimo de seriedad. Mafiosos cornudos consentidos con el beneplácito de la afición, matones doblados por Luis Varela, mujeres fatales sin el menor sentido del disimulo...

Cine negro o humor negro? Pues no lo sé, pero lo que sí sé es que el encargado del maquillaje se pasó siete pueblos con el negro. Fijo que hasta se llevó el Oscar.

lunes, 5 de diciembre de 2011

The Game, by David Fincher

Fincher, el gran maestro de los finales brillantes, la caga por completo. Si en "Seven" lo bordó, aquí se monta una paranoia total para culminarla en un desenlace chusco al más puro estilo "Los Serrano", pero que parece haber colado porque a muchísima gente el invento le ha encantado. Sinceramente no me lo explico.

Douglas, el gran maestro de la sobriedad interpretativa, mantiene el tipo. Si en "Wall Street" lo bordó, aquí recita estoicamente el delirante guión y hace lo que puede para darle algún viso de verosimilitud al asunto. Es, sin duda, lo mejor de la película.

La historia no es sólo que esté llena de trampas, que lo está; es que rebasa con creces todos los límites incluso de lo fantástico. Fincher inventa un juego imposible, intenta envolverlo en un halo de angustia, suspense y claustrofobia, y cuando le da la puntilla con ese desenlace alucinante que a algunos les ha parecido tan genial, se carga todo el invento.

Que entretiene? Pues sí, es evidente que la intriga está ahí y que el espectador contempla alucinado todo el proceso con la tensión de no saber qué es lo que está pasando. Por eso, y a pesar del trampeo obvio, no se merecía ese final, que en mi opinión sólo consigue decepcionar al que espera una explicación coherente y medianamente razonable a todo lo que ha estado preguntándose.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Wall Street: el dinero nunca duerme, by Oliver Stone

He observado que muchos de los fans entusiastas de la primera "Wall Street" despotrican sin piedad de esta secuela. Yo confieso que la otra no la he visto, así que ni me domina la pasión ni puedo comparar. La única que conozco es ésta y a ella dedico esta crítica en cuerpo y alma.

A mí me parece una buena película. Y muy oportuna. La veo más en el contexto de la actual crisis y de todo lo que ha pasado y sigue pasando que en plan secuela de una peli casi de culto. Me gusta cómo trata el tema de los mercados, de los tiburones de las finanzas, del despiadado mundo del dinero y del poco prometedor futuro que se ve venir. No sé cómo sería la primera Wall Street pero ésta describe perfectamente todo lo que estamos viviendo y lo que mucho me temo que nos queda por vivir.

Para mí sobran unas cuantas cosas: la historia de amor de la hija de Gekko con el joven broker, las patéticas relaciones padre-hija, la madre especuladora del chico, interpretada por una Susan Sarandon en un papel supérfluo y prescindible que no la merece... Todo el aparataje sentimentaloide está de más, porque la ingeniería financiera que nos describe Stone es de por sí tan fascinante y sobrecogedora que no necesitaba nada más.

Para mí Oliver Stone se redime con esta historia de sus últimas cagadas ("W", su patetico homenaje a Fidel, etc.) y nos da una lección de buen cine y de finanzas en un pack "dos en uno" muy digno de agradecer.

Ni que decir tiene que Douglas se come todo y a todos y que la pantalla se le queda muy pequeña. Es un pedazo de actor y a su lado el resto no pueden ser otra cosa sino meras comparsas. Mención aparte merece un esmeradísimo Josh Brolin, que se lo curra un huevo y consigue llevarse su trozo del pastel, y hasta en algunas escenas en las que no aparece Douglas, logra imponer su avasalladora presencia.

En definitiva, una gran película, una tremenda historia, que para nuestra desgracia se parece bastante a la realidad, y una brillante secuela que merece ser vista y juzgada por sí misma.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Esperanza y gloria, by John Boorman

Me sonaba un montón la cara de la protagonista, y me fui para el Google to escopetá. Claaaaaaro, Sarah Miles, la descocada y ardorosa señora de Mitchum en "La hija de Ryan". Una cara inolvidable para una actriz de impresionante presencia, al menos en otros tiempos. En esta película, sin embargo, aparece totalmente anodina, se la reconoce por los rasgos inconfundibles pero nada más. Sí, es cierto que el personaje carece de la fuerza y el ímpetu de aquel otro que le hizo famosa pero aquí se supone que sobre ella también recae buena parte del peso del filme, y sin embargo su presencia pasa casi inadvertida y no consigue dotar al personaje del menor atractivo. Qué triste decadencia!

Y como ella todo lo demás. Una historia completamente insípida, sin la más mínima chispa. Cabezada va y viene, confieso que no conseguí llegar despierta al final. Sé que sonaban sirenas y todos corrían a los refugios antiaéreos.  Qué novedoso! Algunos amigos y parientes se iban a la guerra pero luego volvían de permiso de vez en cuando y hacían comidas en el jardín y bailaban y cantaban, todo como muy flowerpower para estar en mitad de un conflicto bélico. Y poco más puedo recordar entre pestañada y pestañada.

Me dormí yo, se durmió mi perro y no se durmió más nadie porque estábamos solos. Igual la mosca tse-tse me ha contagiado la enfermedad del sueño, porque esto no es normal; es incluso lacerante. Llevo dos días seguidos quedándome sopa delante de la pantalla viendo películas que yo misma he elegido. Y lo peor de todo es que ahora mismo estoy entrando en trance mientras cuento el sueño que me dan. Pues sí, como dijo alguien, qué grande es el cine! Y yo añadiría: y a veces qué poderoso somnífero.

Por cierto, dedico esta crítica a mis dos buenas amigas la Espe y la Glori, que para eso dan nombre a la película. Chicas, va por vosotras.