lunes, 30 de enero de 2012

El rey del juego, by Norman Jewison

El póker es otro mundo. Aunque reconozco que yo soy más de mus; llamadme paleta. Pero vamos, entre el "voy" y el "envido" hay muy poca diferencia porque todo es jugar a engañar al contrario... o a decir la verdad. Nunca se sabe, justo ahí está el quid.

La película consta de dos partes. La primera es una especie de presentación de los personajes, totalmente necesaria para llegar a la segunda parte, que es donde está la sustancia: una larguíísima partida de póker entre un genial Edward G. Robinson y un Steve McQueen que tampoco le va a la zaga. Muy completita, con sus descansos, sus miradas "de póker", su ambiente espeso, sus whiskys, sus chicas estupendas (fantástica Ann Margret haciendo de zorra sin escrúpulos), sus correspondientes faroles... eso sí, sin trampa ni cartón. Hablamos de jugadores serios, profesionales, no de aficionadillos.

El problema es que yo soy más jugadora que mirona. Y claro, mirar cómo juegan otros es un entretenimiento que nunca me ha llenado del todo, ni siquiera cuando hay apuestas de por medio, así que reconozco que a ratos se me hizo algo pesada. También soy de retirarme a tiempo y no jugarme las pestañas, pero sé valorar a un par de profesionales como Edward G. Robinson o McQueen. Su partida final es una verdadera lección tanto de lo que hay que hacer como de lo que nunca se debe hacer en el póker.

Eso sí, el verdadero arte es perder con dignidad y también saber ganar con elegancia. A que no adivináis quién gana la partida?

domingo, 29 de enero de 2012

Quiz Show. El dilema, by Robert Redford

El apasionante mundo de la televisión y el apasionante mundo del tongo hacen piña en una historia que también apasiona y difícilmente puede dejar indiferente.

El buen hacer habitual de Redford se une a un reparto brillante encabezado por el carismático Ralph Fiennes y reforzado con la presencia de un impresionante John Turturro, que ha sido un verdadero descubrimiento para mí. Menuda interpretación de concursante friky, resentido y obsesionado! Fiennes, por su parte, sigue conmoviéndome hasta la médula. Consigue contagiarme el dolor de su personaje, su vergüenza, su pena, su arrepentimiento... Me enamora, como casi siempre.

El mundo de la televisión se nos presenta como cruel, despiadado, demoledor y sobre todo, invencible. Pueden caer los ídolos de barro que crea, pero nunca caen los directivos ni las grandes cadenas ni los patrocinadores. Todo es mierda pero mierda resistente a prueba de bomba; eso sí, siempre habrá alguna cabeza de turco que pague por toda esa mierda.

La verdad es que ves la peli y ganas te entran de romper la tele... hasta que recuerdas que no sólo la tele es mierda, sino que vivimos en una sociedad globalmente fecal. Lo peor es que todos nos esperamos cualquier cosa de programas como "Sálvame", "El programa de Ana Rosa" o "Dónde estás corazón", pero también a todos nos gusta pensar que "Saber y ganar" o "Cifras y letras" son otra cosa: algo puro, auténtico, serio, de calidad. Y después de ver esto... ahí queda la duda.

sábado, 28 de enero de 2012

Bulworth, by Warren Beatty

Sátira política, Warren Beatty como director, guionista y prota, película descatalogada y sin traducir al castellano. Y Halle Berry de partenaire. Pinta bien, eh?

Un político decidido a suicidarse se pone en plena campaña a decir todo lo que le sale de las pelotas. Como va a morir y ya no tiene nada que perder, empieza a soltar verdades a destajo. Ah, y a ritmo de rap. Quién no pagaría por ver algo así?

Os imagináis a Rajoy, a Rubalcaba, a Cospedal o a Chacón, despojados de su careta de líderes impecables, rapeando todo lo que piensan a saco y sin pizca de vergüenza?

Un rap como éste, por ejemplo:

Me importáis una mierda, sólo quiero vuestro voto.
Sanidad para qué, que os tiréis de la moto.
La escuela pública es pa pobres y pa pringaos.
Que yo a mis hijos los llevo a coles mu bien pagaos.

Con los medios buena cara, que manejan el cotarro.
Mi señora es una furcia que me come mucho el tarro.
Un chochito juvenil quiero pa mi cumpleaños,
o mejor, un chaperito de ésos que van por los baños.

Votadme, tontos del culo, que yo sabré lo que hacer
y con vuestro dinerito de todo me voy a meter.
Que si no tenéis trabajo un máster os vendrá bien,
y si no tenéis con uno os hacéis vientemilcien.

Recalificar terrenos fue siempre mi vocación,
recalifico a porrillos, con gusto y satisfacción.
Y con la pasta que saco me pago coches, mansiones
y todas las demás cosas que salen de mis cojones.

martes, 24 de enero de 2012

Jóvenes prodigiosos, by Curtis Hanson

Qué pena! Una vez más un magnífico reparto, con algunas interpretaciones memorables, al servicio de un guión pobre, sin garra y de una lentitud exasperante.

Un fantástico Michael Douglas abre el desfile con su papel de escritor en baja forma, desaliñado, confuso y poco inspirado. Robert Downey Jr. genial interpretando a su editor, igualmente fracasado pero mucho más feliz. La gran Frances McDormand lo intenta de verdad, hace lo que puede para levantar su rol de rectora lectora locamente enamorada, sólo que ese papel no lo levanta ni una grúa. Tobey Maguire sí que cumple con creces haciendo de joven escritor genial y confuso pero mucho más inspirado que el interpretado por Douglas. De Katie Holmes tengo poco que decir porque su insipidez natural no es santo de mi devoción y creo que su presencia directamente sobraba.

Y tanta estrella y tanta brillantez para qué? Pues para contarnos una historia interminable, sin un ápice de credibilidad, a ratos rocambolesca y a ratos simplemente estúpida, con una historia de amor de fondo que si por algo destaca es por la frialdad y la falta de feeling entre los personajes. Simplemente ese escritor espantajo y torpón no puede enamorarse en la vida de la recta rectora interpretada por McDormand, ni la recta rectora puede ni en sueños beber los vientos por el desastrado profesor. Es una historia imposible, y por tanto el interés por ella va decreciendo cuanto más inconcebible se va haciendo.

No obstante, pese a lo chapucero y soporífero del guión, la peli merece la pena, aunque sólo sea por ver a Douglas en uno de los mejores papeles de su carrera, con el acompañamiento estelar del resto del elenco. Y si no llegáis al final no pasa nada; confieso que yo tampoco llegué, así que no tengo ni idea de cómo termina. Pero vamos, que tampoco tengo el menor interés por enterarme.

viernes, 20 de enero de 2012

Fuga de cerebros, by Fernando González Molina

Lo mejor:

1. El título no engaña en absoluto. Es totalmente cierto que el cerebro se fuga a otra parte en el minuto dos.

2. Levanta la moral de la tropa universitaria. Ya que paga unas tasas dislocadas por lo menos se lo puede pasar bomba.

Lo peor:

1. No sale Penélope Cruz haciendo de neurótica o de bipolar. Tch, qué fallo!

2. Sale Amaia Salamanca, que desde que hizo de Letizia en aquella maravillosa serie sobre el romance principesco, yo ya la veo sin corona y no me creo nada.

HappyThankYouMorePlease (Happy Thank You More Please), by Josh Radnor

Alguien se acuerda de una serie de los ochenta que se llamaba "Treinta y tantos"? A mí me encantaba. Yo por aquel entonces aún no tenía los dichosos treinta y tantos pero me gustaban las historias que contaban y me enganché bastante. La serie pasó sin pena ni gloria y desde luego no ha pasado a la historia de la televisión como una serie mítica ni mucho menos. Sin embargo yo recuerdo perfectamente a cada uno de los personajes, de los actores, lo que les pasaba... En fin, que me ha entrado la nostalgia.

Hay quien habla de esta película de Josh Radnor como de un homenaje a Woody Allen. Ni de coña! Esto es un pedazo de homenaje a Treinta y tantos. Puede que el propio director ni siquiera conociera la serie pero es lo que ha hecho, algo muy parecido, sólo que en cutre y con menos convicción que Ana Botella en una carroza del orgullo gay.

Porque las tres historias que nos cuenta Radnor carecen de fuerza. Los personajes son anticarismáticos, no tienen vida, no sienten ni hacen sentir, no dicen nada. Y los actores son muuuuuy malos, incluído el propio Radnor. La única que se salva un poco es Malin Akerman, aunque también puede ser porque le ha tocado el papel más caramelo, el de una chica calva con unos turbantes monísimos de morirse que por lo menos tiene algo de sustancia. Aunque sólo sea por los turbantes.

En definitiva, muy buenas intenciones pero mucha insipidez y muy poca chicha.

De todas formas en su favor tengo que decir que Josh Radnor intenta hacer algo diferente dentro de ese mundo horripiloso y purgativo que es la comedia romántica.Y sí que le sale algo distinto, sólo que no mucho mejor.

Que siga probando.

martes, 17 de enero de 2012

Good, by Vicente Amorim

Puede una buena persona ser nazi y tener un amigo judío?
Puede una buena persona ser franquista y tener un amigo rojo?
Puede una buena persona ser batasuna y tener un amigo guardia civil?
Puede una buena persona ser homófoba y tener un amigo maricón?

Puede una buena persona practicar una ablación de clítoris a su hija?
Puede una buena persona poner una bomba y asesinar a otras mil?
Puede una buena persona matar a su pareja en un ataque de celos?
Puede una buena persona conducir borracha y provocar un accidente mortal?

Puede una buena persona suicidarse y destrozar la vida de toda su familia?
Puede una buena persona despedir a la mitad de los trabajadores de su empresa?
Puede una buena persona pegar a sus hijos?
Puede una buena persona ser concejal de urbanismo y recalificar terrenos?

Puede una buena persona jugarse todo el sueldo en las tragaperras?
Puede una buena persona ser infiel a su pareja?
Puede una buena persona decir que esta peli es una mierda?
Puede una buena persona ser siempre una buena persona?

lunes, 16 de enero de 2012

El loco del pelo rojo, by Vincente Minnelli

Vincente Minnelli recrea en esta película el mito del genio loco y torturado en la figura de su tocayo Vincent Van Gogh.

Impresionante biografía del atormentado pintor. Sus neurosis, su temperamento obsesivo, su frenética compulsividad y su insólita capacidad de trabajo quedan perfectamente retratados en esta historia que sobrecoge y fascina a partes iguales.

El pintor, que en vida no consiguió vender más que un miserable cuadro, con los años se convertiría en el más cotizado de la historia. Tal vez esto no le hubiera importado demasiado; o tal vez sí, no sabemos. Pero sospecho que no era lo que más le preocupaba, gracias también a que nunca le faltó nada debido a la incondicional ayuda que su hermano Theo le prestó hasta el fin de sus días.

Minnelli nos muestra a un Van Gogh intensamente feliz cuando pinta pero de una fragilidad abrumadora. Su desequilibrio nervioso, su ansia de compañía y amor y su constante búsqueda de la perfección artística marcaron la vida del genio de la pintura. Por lo que he podido saber la película es bastante fiel a lo que fue la realidad de su vida; el guión se basa en las cartas que el pintor escribió a su hermano y mentor a lo largo de los años, unas cartas que muestran sin lugar a dudas su temperamento pasional y su carácter enfermizo y neurótico..

A destacar la impresionante interpretación de Kirk Douglas y la breve pero intensa aparición de Anthony Quinn en el papel de Gauguin, por el que se llevó el Oscar al mejor actor secundario. Vaya dos personalidades que se juntaron y vaya dos pedazo de genios. Por fuerza tenían que saltar chispas. Los dos hacen gala del histrionismo más exagerado pero en este caso está plenamente justificado por las peculiaridades de los personajes.

Para mí una de las películas más logradas de Vincente Minnelli, que por lo demás no es un director que me apasione demasiado.

sábado, 14 de enero de 2012

Valor de ley (True Grit), by Joel Coen y Ethan Coen

Vuelvo a intentarlo con un Western, a pesar de no ser género santo de mi devoción, pero la peli tiene estupendas críticas, y además tengo un reto personal con los Coen: busco constantemente otro gran Lebowski, reconozco que con escaso éxito hasta el momento. Total, que me atrevo a hacer westing y tiro palante.

Como era de prever, los Coen hace tiempo que olvidaron a Lebowski, o que intentan resucitarlo sin fortuna. A Bridges le pasa lo mismo; quiere perpetuar al Nota pero no le funciona. Únicamente Matt Damon hace algo medianamente distinto pero tampoco provoca orgasmos.

En definitiva, una historia que, por otro lado, es la misma historia mil veces contada antes en mil películas del Oeste: se buscan forajidos, los forajidos son muy malos disparando y los que los buscan son buenísimos. Un montón de tiroteos y sólo caen de un bando. Éste es el esquema básico del Far West.

Bueno, en esta peli algo distinto sí que hay: una niña, que está a medio camino entre Lisa Simpson y Fidel el de Aída y que se supone que es el elemento diferenciador respecto a las cientos de películas del Oeste que la preceden. Del personaje de la niña sólo puedo decir una cosa: gracias a ella sé que hay un Norman Bates en mí; esa niña duchándose detrás de unas cortinas es una auténtica provocación.

En fin, me temo que el Western seguirá siendo un género perfectamente prescindible para mí. Y que mi reto con los Coen también permanecerá intacto por los siglos de los siglos.

Hasta el próximo castañazo, amigos.

viernes, 13 de enero de 2012

The Boxer, by Jim Sheridan

Jim Sheridan es un director que me provoca sensaciones contradictorias. Cuando sus películas tratan de Irlanda y de los irlandeses me conmueve hasta el tuétano pero en su etapa americana, cuando le sale la vena yanqui, me parece un majadero total.

También puede tener mucho que ver que en su filmografía irlandesa cuenta casi siempre con la inestimable colaboración de Daniel Day-Lewis, que es un pepino de actor y que contribuye con su sola presencia a elevar a los altares cualquier película. Vaya desde aquí mi más rendida admiración hacia ese pedazo de monstruo de la interpretación.

En "The Boxer" Sheridan vuelve a tocar el tema del IRA, como ya hiciera con "En el nombre del padre", en una historia que tiene mucho de compromiso personal pero también de reflexión sobre el odio, la opresión y el miedo. La paradoja es que el boxeo, un "deporte" que es pura violencia, aquí representa justo el contrapunto de esa violencia. Es la salida, la única vía de escape de los personajes, la salvación.

La película toca especialmente la fibra en tanto que vivimos en un país también azotado por el terrorismo, y en un momento igualmente delicado en el que hay quien apuesta claramente por la superación de las diferencias y por la paz y hay quien sigue empecinado en mantener el odio a toda costa. Es exactamente la situación que se narra en la película. Y cómo suena el lenguaje! El "conflicto", "las familias de los presos"... Casi podríamos ponerles nombres y apellidos vascos a los personajes.

Probablemente no soy nada objetiva en esta crítica porque mi apuesta personal es la misma que la del boxeador, y la misma de Sheridan. Me cuesta entender que haya gente que quiera continuar aferrada a la violencia y al rencor, con todo el daño que ya han hecho.

Y que no me digan que eso es porque no soy vasca y no entiendo el famoso "conflicto", porque hay muchos vascos que piensan como yo, que ya está bien y que quieren vivir tranquilos. Creo que la inmensa mayoría. Casi siempre son sólo unos pocos los que no nos dejan a los demás vivir en paz.

Ah, y por si hubiera suspicacias, pienso lo mismo de las rencillas guerracivilistas y de la obsesión de algunos por remover la mierda. Si decidimos perdonar y echar borrón y cuenta nueva, eso vale para todos y para todo, no sólo para lo que nos interesa.

Ojalá el mensaje de esta película le llegara por ciencia infusa a todo el mundo. Anda que no cambiarían muchas cosas!

jueves, 12 de enero de 2012

Half Nelson, by Ryan Fleck

Vaya, tenemos novedades! Por una vez los díscolos y drogadictos no son los niños sino el profesor; y por una vez la redención no viene de la mano del docente blanco de clase media sino de una alumna negra de familia desestructurada. No está mal.

Y es una pena porque de una gran idea y de unos personajes tan interesantes podría haberse conseguido algo más coherente y menos disperso. Es el guión el que falla porque no termina de definir a ninguno de los protagonistas. No se entienden muy bien sus reacciones ni el por qué de las relaciones que entablan. Se insinúa levemente un matiz erótico en la historia entre el profesor y la alumna, un cierto enamoramiento mutuo pero se deja totalmente en el aire, como si algo tan políticamente incorrecto no pegara en el contexto.

Sin embargo he hecho un gran descubrimiento: Ryan Gosling. Impresionantes el carisma y la vulnerabilidad que imprime al personaje del yonki. Con profes como ése es fácil enamorarse.

No llega al aprobado por lo desmadejado e incoherente del guión pero es una historia interesante aunque muy desaprovechada. Eso sí, a Gosling merece la pena verlo.

miércoles, 11 de enero de 2012

La sombra de nadie, by Pablo Malo

Estoy hasta el c... de niñas muertas con camisones blancos. Por qué no verdes?
Estoy hasta el c... de que esas niñas no tengan ojos. Podrían no tener nariz.
Estoy hasta el c... de que las niñas sin ojos se sienten en lápidas. No hay sillas?
Estoy hasta el c... de que las lápidas se muevan al empujarlas. No hay cemento?

Estoy hasta el c... de pelis de miedo que dan risa. Y de risa que dan pena.
Estoy hasta el c... de guiones patateros. Que dan pena y risa.
Estoy hasta el c... de saber desde el principio el final. Y que me dé risa.
Estoy hasta el c... de cutrez. Pero me pierdo por la voz rota de J. L. García Pérez.

jueves, 5 de enero de 2012

Nada que declarar, by Dany Boon

A pesar del planchazo que me pegué en su día con la supertaquillera "Bienvenidos al Norte", y aunque había leído que el localismo volvía a marcar la temática de esta nueva cinta, decidí darle otra oportunidad a Dany Boon. Yo soy así; cuando un tío le parece tan graciosísimo a mucha gente no me rindo tan fácil. Pues nada; como me temía un nuevo batacazo, tal vez algo amortiguado por esperármelo de antemano.

Al parecer los belgas y los franchutes no se pueden ver ni en pintura, algo que yo desconocía y que sirve para explicar todo el argumento de esta película. Igual si fuera belga o gabacha me hubiera partido el culo viéndola, pero volvemos a lo mismo que en "Bienvenidos al Norte": no se puede hacer una película para que sólo se enteren los cuatro que viven por la zona. O sí se puede, pero no es exportable. Es como esas bromas íntimas entre amantes, que sólo las comprenden ellos y si las oye algún extraño se queda a dos velas.

En esta entrega ni siquiera funciona la química entre los actores, que era lo único que se salvaba en la anterior. El tal Poelvoorde, si es que tiene algún carisma humorístico, debe de llevarlo muy en secreto. Y Boon no sólo no mejora con respecto a "Bienvenidos" sino que va a mucho peor.

Del final no puedo hablar porque no terminé de verla; con una hora tuve más que suficiente.

Bienvenidos al Norte, by Dany Boon

Probablemente el problema esté en que no la vi en versión original, cosa que recomiendan encarecidamente todos los forofos de esta comedia francesa que batió récords de taquilla en su país. Y claro, debo de haberme perdido toda la gracia, si es que la tiene, que debe de tenerla cuando tanto éxito tuvo en su tierra. Tampoco creo que me hubiera servido de mucho, dado que no tengo ni pajolera idea de francés ni mucho menos de sus variedades dialectales.
La comedia demasiado localista es lo que tiene, que en cuanto la sacas de los cuatro límites fronterizos, la gente se queda a dos velas.

Tampoco es que entienda demasiado dónde está la gracia al reflejar la forma de hablar de los habitantes de alguna región, por peculiar que sea. No sé, es como si aquí hacen una peli para chotearse de cómo hablan los jerezanos o los de Vilanova i la Geltrú, que no dudo que serán supergraciosos hablando, pero vamos, como para hacer una peli hilarante... No sé, igual es que mi sentido del humor es un poco raro.

Yo reconozco que me he reído alguna vez escuchando hablar a alguna gente, sobre todo a gente muy gañana, pero es algo que dura unos minutos, hasta que el oído se hace al "dialecto", y entonces dejas de prestar atención a la forma para concentrarte en el contenido. Bueno, salvo con Chiquito de la Calzada, que el tío ha creado un lenguaje específico para reirse, pero eso es otra historia.

Lo único que funciona un poco es la química entre los dos protagonistas, Dany Boon y Kad Merad; se nota que se lo debieron de pasar bomba haciendo la peli. Un poco al estilo Esteso-Pajares. Pero vamos, que ellos se descojonaran haciéndola no me consuela nada.

Definitivamente, un tostón.

Con la muerte en los talones, by Alfred Hitchcock

Lo siento pero esta película es una gran majadería.
Lo siento pero el cachondo de Hitchcock se ha quedado total con la peña.
Lo siento pero Cary Grant hace el mismo papel de siempre, sólo que peor.
Lo siento pero éste es uno de los guiones más chuscos de la historia del cine.
Lo siento pero los malos dan mucha risa y los buenos muchísimo más repelús.
Lo siento pero hay más química entre dos percebes que entre Grant y Saint.
Lo siento pero el infumable final en el monte Rushmore es de premio a la memez.
Lo siento pero es el enésimo clásico con pedigrí que va de cabeza al contenedor.

martes, 3 de enero de 2012

Dulce pájaro de juventud, by Richard Brooks

Mezclamos en una cocktelera a Tennessee Williams, Paul Newman y Geraldine Page con una historia a medio camino entre "La gata sobre el tejado de zinc", "Crónica de una muerte anunciada" y "El crepúsculo de los dioses"; agitamos enérgicamente y... voilà, tenemos "Dulce pájaro de juventud".

O lo que es lo mismo: estrella de cine en el ocaso de su carrera, chulazo buenorro ávido de fama, magnate local corrupto y sin escrúpulos, novia joven, inocente y locamente enamorada... y mucha mala leche por todas las partes menos por una. Añadir alcohol, drogas, sexo, poder, y hemos completado el pack. A que la cosa promete?

Pues sí; promete y cumple. Las ambiguas relaciones entre los personajes van evolucionando a lo largo de la historia hacia una tensa claustrofobia que domina todo el guión. La actriz decrépita y alcohólica se enamora y se desenamora por momentos del chulazo que a ratos la utiliza y a ratos se compadece de ella. Los demás son sólo una comparsa en esta apasionante y sórdida relación de intereses a veces comunes y a veces contrapuestos.

Qué falla? Pues algunas interpretaciones claramente desmesuradas, como la del magnate interpretado por Ed Begley, y un cierto regustillo hiperglucémico en algunos diálogos, pero están perfectamente compensados por esos otros ácidos y geniales entre Page y Newman, que son probablemente lo mejor de la película.

Ah, que no se me olvide: la banda sonora, una maravilla. Sólo comparable a la gran maravilla mundial llamada "Newman".

Para terminar, una frase patética de Tennessee Williams para el recuerdo: "La gran diferencia entre la gente no está entre ricos y pobres o entre buenos y malos, sino entre los que supieron amar intensamente y los que jamás lo lograron porque no conocieron el amor." Y un cuerno! No te lo crees ni tú.

La vida de los otros, by Florian Henckel von Donnersmarck

Indiscutiblemente el cine europeo, con joyas como ésta, poco tiene que envidiar al americano. Una de las mejores películas de la década anterior, no entiendo cómo se me ha podido pasar. Y si alguien que me lea no la ha visto aún, le advierto que se está perdiendo algo verdaderamente valioso.

Un agente de la Stasi, frío, meticuloso y profesional, magníficamente interpretado por Ulrich Mühe, penetra en la vida de sus espiados y se siente fascinado por ella. Poco a poco su labor de vigilancia se va transformando en afán de protección, a medida que se va involucrando en la historia de los que empezó espiando.

La evolución del personaje que interpreta con maestría Mühe es impresionante y maravillosamente sutil. De la frialdad extrema a la calidez más entrañable; de la férrea obediencia a la rebelión clandestina; del sectarismo rotundo a la indefinición ideológica pasando inevitablemente por la temible duda... Y todo sin chirriar en absoluto, muy poco a poco, simplemente observando la vida de los otros.

Advierto que al final es inevitable llorar y que el llanto sale facilón. Pero no desmerece del resto de la película porque la historia y el protagonista lo merecen. Un final de cine clásico del de toda la vida, cuando salíamos de las salas hechos un mar de lágrimas y nos costaba un huevo olvidar lo que habíamos visto.