martes, 29 de mayo de 2012

El lápiz del carpintero, by Antón Reixa

1. Pija redomada hija de gerifalte facha enamorada de médico rojo.

2. Médico rojo enamorado perdidamente de pija redomada hija de facha.

3. Facha redomado con hija pija enamorada de médico rojo.

4. Guardia civil tonto redomado enamorado de pija enamorada de rojo.

5. Hermana de guardia civil tonto redomado con marido maltratador y facha.

6. Marido facha de hermana maltratada de guardia civil enamorado de pija.

7. Monja enfermera de espesa melena rubia enamorada de médico rojo.

8. Un lápiz, una oreja y un tricornio... qué es? Un bote inglés?

9. Presos: un showman, un cantante y un boxeador... Coño, falta un torero.

10. Tosar, hijodemivida, qué necesidad tienes tú de meterte en estos fregaos?

lunes, 28 de mayo de 2012

Escondidos en Brujas, by Martin McDonagh

Me puse a ver esta película más que nada para volver a Brujas, una de mis ciudades favoritas del mundo mundial. Y sólo por eso volvería a verla una y mil veces porque los exteriores son una maravilla, un verdadero regalo para la vista.

Eso sí, ése es el único mérito de la peli. No recordaba un homenaje más terrible a una ciudad desde "Vicky-Cristina", aquella perversión sólo apta para degenerados que Woody Allen dedicó a Barcelona, para espanto de los fans tanto de la ciudad como del director.

La acción transcurre en una Brujas navideña en la que la gente permanece sentada tranquilamente en las terracitas por la noche tomando cervezas, sin el menor ápice de frío ni de vaho ni de nada que haga pensar que están a 5 grados bajo cero, que es la temperatura natural de la ciudad en esa época del año.

El leitmotiv puede que os suene un poco: dos asesinos a sueldo bastante tarados y sus surrealistas diálogos sobre la vida y la muerte. Este tipo de cine por supuesto tiene su público y sus fans pero casualmente yo no me encuentro entre ellos, tanto si el director se llama Quentin como si se llama Martin.

Únicamente destacaría la aparición, breve pero agradecida, de Ralph Fiennes en la parte final, en un papel de malo con cara de bueno que sólo él podría hacer así de bien. Fiennes y Brujas, Brujas y Fiennes, dos motivos lo suficientemente potentes como para ver esta película a pesar de lo vacuo de la historia y de la tediosa  estulticia del guión.

Un aviso: antes de empezar a verla hay que hacer un ejercicio supremo de credulidad, y admitir que la gente puede seguir andando tranquilamente tras recibir diez o quince balazos en el vientre, o que se puede hablar sin problemas después de caer de una torre de 200 metros. Vamos, como si estuviéramos viendo un episodio de Correcaminos y El Coyote.

jueves, 24 de mayo de 2012

Four Lions (4 Lions), by , Christopher Morris

Se puede hacer en cine una parodia de la yihad? Yo creo que se puede y que se debe. Sabemos que del nazismo sí se puede, ya lo hizo Chaplin, por ejemplo en "El gran dictador"; también sobre el cristianismo, ahí está  "La vida de Brian". Pero esto del islamismo radical... uffff! Es complicado.

Desde luego hay que tener valor, teniendo en cuenta que estos tipos se mosquean nada más que por un dibujito de mierda; no digamos ya por un largometraje. Sólo por eso la película merece un 10 como 10 soles.

Puede que no tenga la calidad de un Chaplin o de unos Monty Python (el tiempo lo dirá), pero hay que tener en cuenta que éstos no se enfrentaban a grupos de fanáticos organizados dispuestos a matarlos por cachondearse de sus creencias.

Así pues, mi 10 va por:

1. El valor que le han echado los productores, el director, los guionistas y todo el reparto.

2. El valor que le han echado los distribuidores y los dueños de los cines donde se ha proyectado.

3. Nigel Lindsay, el fundamentalista más pirado de la historia. Genial.

4. El terrorista que se inmoló y se llevó palante una oveja.

5. El yihadista que se disfrazaba de pollo para protegerse la barba.

6. El muyaidín que compró miles de botellas de agua oxigenada cambiando de voz en la droguería para despistar.

7. Las tomas falsas de las grabaciones suicidas. Ate-rroriza como puedes.

8. La maratón. Indescriptible; hay que verla.

9. El  yihadista rapero.

10. Por saber reirse de lo más peor y saber hacernos reir a los demás. Chapeau.

miércoles, 23 de mayo de 2012

House, M.D. (TV), by David Shore

Llevaba mucho tiempo pensando que tenía que hacer una crítica de House pero nunca terminaba de decidirme. Anoche vi el último capítulo, en versión subtitulada, y por fin tuve claro que había llegado el momento.

House empezó bien, enganchando a muchísima gente con las aventuras y desventuras de ese médico borde, listillo y yonki que usa su enigmático vocabulario profesional con la misma soltura con la que suelta sus desplantes y exabruptos, sin despeinarse un solo pelo.

No le faltaba de nada, aunque para qué nos vamos a engañar, las tramas eran pelín repetitivas: caso misterioso, sintomatología variopinta, puede ser lupus, el paciente convulsiona, ay que fibrila, qué hacemos, al quirófano, abrimos, cerramos, tensión sexual con la que toque esta temporada... en fin, siempre la misma pauta, pero oye, que enganchaba.

Eso hasta que empezaron a aparecer las "cosas raras". Seres venidos del otro mundo que charlaban con House, visiones tremebundas, capítulos enteros de House delirando, explosiones, delirium tremens kafkianos... en fin, hasta que dejó de parecer House para convertirse en algo parecido a un Poltergate. Y la cosa perdió poco a poco su gracia.

Ya ni el lupus ni el vocabulario médico esotérico ni las convulsiones cada vez más frenéticas de los pacientes conseguían atrapar la atención. Que si aparecía el fantasma de Amber y discutían sobre Wilson, que si House en pleno síndrome de abstinencia ascendía a los cielos a la derecha de dios padre... Uffff, un desbarre total. A los guionistas se les fue la pinza y el personal empezó a aburrirse de tanta mononucleosis y tanta estreptococomía de plasma cromatográfico entre visitas espectrales.

El capítulo final (que por supuesto no pienso contar; os aguantáis y os lo tragáis como he hecho yo) es más de lo mismo de todo esto último: aparecidos, visiones, diálogos cada vez más farragosos y surrealistas, afortunadamente sin convulsiones (una novedad) ni lupus (otra novedad)... y un desenlace que... bueno, tal vez hubiera molado si las ultimas 4 temporadas no hubiesen existido. Ya, a estas alturas, los guionistas no daban para más, estaban secos total, y se han limitado a hacer un popurrí de excentricidades del famoso doctor y sus secuaces y a coronarlo todo con una guinda muy alejada de la excelencia de aquellos primeros episodios.

Sé que los incondicionales no me perdonarán esta crítica pero es lo que hay.  Ocho temporadas son muchas temporadas para mantener la brillantez de las 4 primeras. Es lo malo de alargar las cosas hasta el infinito y más allá, que tarde o temprano terminas cagándola.

Adiós House, Resquiescat in pacem.

lunes, 21 de mayo de 2012

No habrá paz para los malvados, by Enrique Urbizu


Tropecientosmil Goyas; tenía que habérmelo olido, pero mis planchazos con los Goyas ya son todo un clásico y estaba cantado que tenía que volver a caer en mi piedra favorita.

Lo más alabado de esta película es la secuencia del principio y la final. De la última naturalmente no voy a hablar, pero sí puedo explayarme sobre la primera, y vaya si lo voy a hacer.

Este señor, que es un policía borrachuzo, pendenciero, noctámbulo y bastante guarrete, entra una noche a un bar a tomarse el enésimo cubata y, sin venir a cuento de nada, termina pegándole unos cuantos tiros al dueño, a la camarera y a otro que pasaba por allí. Y por qué hace esto? Ah, pues vete tú a saber, pregúntaselo a Urbizu, si es que él lo sabe.

Empezamos sin saber por qué se desencadena la historia puesto que el planteamiento inicial, como vemos, no tiene lógica ni sentido ni nada. Y ya a partir de ahí el señor éste se obsesiona por cargarse al único testigo que lo vio todo y se le escapó en la matanza. Y qué hace? Pues ir por ahí asaltando casas, preguntando a todo quisque y dejando toda clase de rastros de su búsqueda.

Para más delito, el tipo, lejos de adquirir para esta labor de discreta vigilancia una apariencia lo menos llamativa posible se dedica a hacer todas estas cosas con unas pintas inconfundibles de macarra dejado de la mano de dios, con unos pelos largos y grasientos como churros y enseñando la placa de madero hasta para entrar al water. Pasando desapercibido, vamos.

A todo esto el tipo no aparece por su curro ni de casualidad, y cuando le da por aparecer le suelta dos frescas al jefe, lo manda a tomar por culo y se las vuelve a pirar por to el morro. Pues sí que funciona bien y tiene disciplina la policía española! Que dios nos coja confesados.

En fin, un despropósito detrás de otro, y un personaje principal que en el intento de aparecer como siniestro y oscuro lo que consigue es dar un asquito de muerte y hacer vomitar hasta a las gallinas. Y yo me pregunto: para dar mucho miedo hace falta ser un guarro?

Eso sí, Coronado hace muy bien de tipo duro. No cambia el gesto en toda la película pero eso no le quita ni un ápice de mérito, puesto que tirarse dos horas sin mover un solo músculo de la cara también tiene su intríngulis. Yo no puedo, enseguida me da la risa. Un Goya muy merecido, sí señor.

Conversaciones con mi jardinero, by Jean Becker


La idea es buena. Un pintor de renombre, cansado del mundanal ruído y del tonterismo ambiental del mundo del arte y la crítica, se refugia en su pueblecito natal, en una casita encantadora de la campiña francesa, y descubre los placeres de la vida rural a través de sus charlas intrascendentes con un lugareño sencillo, simpático y locuaz. 


La cosa podría molar si no fuera porque:


1. El jardinero sencillo y locuaz es un gañancillo superpiñazo que todos los días le larga unos rollos de espanto al pintor sobre su señora, sus hijas, sus yernos, la panadera, el electricista, el otro y el de la moto. Podría funcionar si el individuo en cuestión fuera un tipo interesante, un filósofo popular, un gurú de la sabiduría rural. Una especie de “Chanquete” a la francesa. Pero tratándose de este personaje tan interesante como una ameba lo que más llama la atención es que el pintor no lo mande al carajo y se busque un jardinero mudo.


2. La evolución artística del pintor, supuestamente motivada por esta peculiar relación con su jardinero, es chusca a más no poder. Básicamente consiste en un abandono radical de la pintura abstracta para abrazar entusiasmado la figurativa. El tipo necesita irse al campo y entablar unas cuantas charletas con un tío de pueblo para darse cuenta de que pintar las cosas como son en lugar de hacer manchurrones en un lienzo es más guay porque la gente sencilla y poco culta lo entiende mucho mejor. Vamos, una revelación que tienen los niños de cinco años a este señor le cuesta toda una vida.


Lo mejor: el paisaje de la campiña francesa y la casita. Una pasada.


Lo peor: Daniel Auteuil en un papel que no se cree ni él.

domingo, 20 de mayo de 2012

Hacia rutas salvajes (Into the Wild), by Sean Penn

Basada en un hecho real. No me extraña, me lo creo sin problemas; el mundo está lleno de gilipollas integrales como el protagonista de esta película que, para mi espanto, pasmo e indignación, tiene unas críticas espectaculares y unas puntuaciones realmente escandalosas.

Tenemos a un niñato de familia bien, recién terminada la universidad, y que tiene él superclaro que está por encima del bien y del mal, de esta asquerosa sociedad de consumo, de la moral burguesa de sus padres, de los sentimientos de la gente que lo quiere o lo aprecia...

Él es un espíritu libre y lo piensa demostrar, mochila a cuestas, recorriendo los parajes más salvajes de la América profunda, con la inestimable ayuda de su instinto pijoteril (que ya sabemos que es lo más útil para enfrentarse a los peligros de una naturaleza indómita) y un libro de plantas comestibles. Su objetivo es Alaska. Pa Alaska voy, de Alaska vengo, y por el camino yo me entretengo.

Es muy divertido ver a este singular e intrépido trotamundos enfrentarse a torrentes, animales salvajes, plantas venenosas, crecidas de ríos, tormentas y desiertos áridos con su mochilita y su libro, y claro, contándonos mediante una oportuna voz en off sus interesantísimas apreciaciones filosóficas de veinteañero chupiguay y molongo. Pero no creáis, que la suya no es la única voz en offf; también tenemos a la hermana del nene, que  nos va contando con toniquete llorón por su parte su particular vivencia por la ausencia del niño perdido.

Y luego la de amigos que hace este encantador muchacho durante su andadura, y la de gente interesante que conoce! Y a todos les seduce con su espíritu libre, y todos se lo quieren quedar y todos se lo piden para adoptarlo, follárselo o dejarle su herencia... pero él no, él no quiere ataduras ni dinero ni amor; él sólo quiere su libertad.

Y claro, la libertad es como la fama; cuesta. Y ahí tenemos a Emile Hirsch, que interpreta a nuestro joven y audaz héroe, abriendo y cerrando agujeros del cinturón según va oscilando su peso. Al final de la película a que no adivinas cuántos agujeros tiene.

viernes, 18 de mayo de 2012

Declaradme culpable, by Sidney Lumet

Que la justicia es un cachondeo ya lo dijo en su día el inefable alcalde de Jerez, don Pedro Pacheco. Pero hasta qué punto puede llegar a serlo no lo sabía yo hasta que no he visto esta película de Sidney Lumet basada en hechos tan reales como aberrantes.

Tenemos el juicio más largo de la historia de los USA, una pila de mafiosos italianos cada uno con su abogado correspondiente, y luego aparte un payaso que decide defenderse a sí mismo, y que mira tú por dónde, con sus chistes y sus polladas cae en gracia al juez, al público y hasta al jurado. Vamos, tanto les cae en gracia que... no, el final mejor no lo cuento.

Pero qué puede esperarse de un juicio que dura casi dos años? Te imaginas ver todos los días durante más de 600 días a la misma gente? Pues claro, se le coge cariño; no es de extrañar que surjan noviazgos, bodas, amistades de por vida... Y encima con un showman vocacional de prota animando el cotarro. Pues eso, un circo.

La historia es un tostón. Igual de pesada e interminable que fue en la realidad. Demasiados acusados, demasiados abogados, demasiadas defensas, demasiados tíos como para seguir quién es quién y de qué se le acusa.

Nada que ver con otras aventuras judiciales de Lumet, que siempre ha sido un tipo serio para estas cosas y no me explico en qué momento se le ocurrió la peregrina idea de llevar al cine la gilipollesca historia de este tiparraco chistosillo y montoyita. Y lo peor, sin pizca de crítica a un sistema judicial que permite semejantes pantomimas.

Es tan descarada la manipulación del tipo, los intentos burdos de conmover al jurado, mostrando fotos de la infancia, provocando la lágrima fácil, etc..., que una no puede entender que eso pueda funcionar con nadie. Imposible, la gente no puede ser tan tonta. Un mafioso, asesino, ladrón y traficante de drogas no puede caer en gracia a todo el sistema judicial porque cuente unos cuantos chascarrillos. Porfavoooooor!

Alguna gente destaca la actuación del protagonista principal, Vin Diesel. Por lo visto este pollo es un habitual del cine de acción y nadie se esperaba estos alardes interpretativos. Yo, como no veo pelis de acción, no lo conocía de antes y por tanto su trabajo no me sorprende ni me parece nada del otro mundo. No hace mal de payasete pero tampoco es algo inolvidable. Muy normalito, vamos.

Lo que sí se ve es la mano de Lumet, porque aunque la historia sea un puto coñazo este tío sabe hacer las cosas y se le nota eso que se llama oficio. Consigue un ritmo narrativo dinámico, lo suficiente como para mantener la atención del espectador y, a pesar del rollo morollo, no dejarlo caer en el sopor que tanto macrolío podría provocar.

Mientras veía la película pensaba en nuestra propia realidad judicial. Alguien se imagina que en un caso largo y espeso con multitud de acusados, como la Operación Malaya, ocurriera algo así? No sé, que al principal acusado, Juan Antonio Roca, le diera por defenderse él solo y por ponerse a hacer el indio en la sala para regocijo y entusiasmo de todo el mundo. Os lo imagináis?

Pues sí, llevaba razón Pacheco en lo de que la justicia es un cachondeo, pero si llega a ver cómo fue esta patochada de macrojuicio yanqui... creo que le hubiera dado un patatús. De verdad, la justicia española comparada con la norteamericana, es un dechado de seriedad y virtud.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Nueve vidas, by Rodrigo García

Cinco años después de esa maravilla que fue "Cosas que diría con sólo mirarla", Rodrigo García repite: historias cruzadas de mujeres en momentos críticos de sus vidas. Repite también reparto impresionante: Kathy Baker, Glenn Close, Holly Hunter, Robin Wright Penn, Sissy Spacek...

Tremendo palo.

Lo que en Cosas era sentido y sensibilidad aquí es pura pretenciosidad.

Lo que en Cosas eran lazos realistas y vívidos aquí son conexiones forzadas.

Lo que en Cosas conmovía hasta la médula aquí provoca hastío y aburrimiento.

Lo que en Cosas eran personajes definidos y fascinantes aquí son meros esbozos.

Lo que en Cosas era mensaje de esperanza aquí se queda en huevo huero.

Lo que en Cosas era puro instinto aquí es puro artificio.

Hay cosas que no se pueden ni se deben repetir. Sobre todo si a la primera salieron redondas.

Eso sí, Kathy Baker y Glenn Close fantásticas. Holly Hunter, como en Cosas, sublime.

martes, 15 de mayo de 2012

Entrelobos, by Gerardo Olivares

Hacía mucho tiempo que no echaba yo de menos una pantalla grande de cine pero a dios pongo por testigo de que esta historia la merecía.

Mezcla de drama dickensiano, historia caciquil a lo Delibes, episodio de "Curro Jiménez", documental del National Geographic, y mix de "Gorilas en la niebla", "Tarzán" y "El libro de la selva", para mí roza la perfección cinematográfica y narrativa.

No le falta un detalle: la fotografía espectacular (ahí es donde más se echa de menos la gran pantalla), el trabajo con los animales (amigo Félix, cómo habrías disfrutado), los actores (qué grande Sancho Gracia, qué manera de mirar, qué manera de morir)...

Hay que ser muy bueno para que una película en la que los diálogos representan un 10% del total sea capaz de atrapar de esta manera.

Y todavía hay por ahí quien se queja  del uso tramposillo de la música o del monólogo pre-mortem. En fin...

Vamos a ver, cuando el 90% de una historia se basa en la pura imagen, qué quieres? Que encima no pongan ni musiquilla de fondo y la gente se muera con un simple estertor?  "Uyssssss, que me mueroooo!". Mola?

Y si algo le faltaba al conjunto... ahí está mi Sierra Morena. Sus montes, sus riachuelos, su tomillo, su jara y su romero, su fauna... y por supuesto, sus lobos, que por cierto, creo que quedan cuatro o cinco.

Me temo que si Marcos Rodríguez Pantoja hoy se hubiera quedado solo en el monte tendría que haberse hecho amigo de un gamusino. Triste pero cierto.

lunes, 14 de mayo de 2012

Perros de paja, by Sam Peckinpah


1. Pueblo de la Inglaterra profunda con tasca hiperconcurrida: muchos tíos y pocas tías.

2. Población de tarados, alcohólicos, de escasas luces y más salidos que el pico una plancha.

3. Rubia buenorra también pelín salidilla y con un punto exhibicionista algo peligroso en este entorno.

4. Marido de la rubia. Intelectual, tranquilote y poco propenso a excesos carnales y no carnales.

Alguien tiene la menor duda de cómo puede terminar este cocktail molotov? Pues justamente como estás pensando.

Tengo que decir que lo más alucinante de toda la película es cómo un personaje como el de Dustin Hoffman puede haberse casado con semejante petarda, por muy buena que esté.

Un matemático, que sólo busca tranquilidad, paz y silencio para trabajar cómo coño se puede casar con una tía que se pasa todo el día floripondieando a su alrededor, moviendo el culo, silbando, chillando, haciendo el canelo y despelotándose? Y el tío, todo hecho polvo, coin la pizarra llena de numeritos, intentando concentrarse en vano. Pordiossssss! Con una tía así se echa unos cuantos polvos y luego se la manda pa su casa; no te casas!

Yo sinceramente hubiera estallado mucho antes que él. Y mucho más violentamente. Qué pesadilla de mujer!

viernes, 11 de mayo de 2012

Eres mi héroe, by Antonio Cuadri


Sevilla. Años 70. Transición. Triana. Rock andaluz. Mocedades. "Eres tú como el fuego de mi hoguera".  Franco ha muerto: una semana sin cole. Hilario Camacho. Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán : "Señora azul". El Betis manque pierda. El parque de María Luisa. Curas rojos. Manifas en la calle. Grises. Juegos Reunidos Geyper. Pantalones de campana. Plataformas.

Si te suena todo esto, no puedes perderte esta película. Es una especie de "Cuéntame" a la andaluza que nos recordará muchas cosas a los que vivimos la transición por debajo de Despeñaperros. Vamos, una peli para puretillas sureños.

Pero resulta que esta peli para puretillas también le encantó a mi hijo de 13 años. Tal vez tenga que ver con que el protagonista es un niño de su edad, que está despertando al mundo de los adultos: los primeros besos, las primeras traiciones, los primeros discos, las primeras pajas, la primera borrachera... Así que también es una peli para adolescentes.

Para los que piensan que es maniquea, recordarles que en los años 70 no había dudas sobre buenos y malos. Los malos estaban clarísimos, eran los que no querían la democracia, y los buenos todos los demás. Luego el tiempo se encargaría de matizar, pero entonces era así y punto.

Eran tiempos en los que tomar partido era fácil, o estabas con los unos o con los otros, y la inmensa mayoría estaba con los buenos porque estaba ávida de democracia. Que luego la democracia no tiene nada que ver con lo que entonces soñaron? Pues sí, pero y lo felices que éramos antes de que empezaran a mancharlo todo los corruptos, los sinvergüenzas, los aprovechados, los demagogos y los manirrotos? Cuando todavía creíamos que podíamos cambiar el mundo. En fin, puntito nostalgia. Snif snif.

Ah, se me olvidaba. Impagable Antonio Dechent haciendo de indio que sale de la pantalla para hablar con el niño. Un simpático guiño a "La rosa púrpura del Cairo"

martes, 8 de mayo de 2012

Yo serví al rey de Inglaterra, by Jirí Menzel

1 punto por los decorados, la ambientación y la fotografía. Maravillosos.

1 punto por los banquetazos que se dan; prohibido verla con el estómago vacío.

1 punto por mi Praga de mi corazón. Sólo por verla merece la pena.

1 punto por Ivan Barney, un actor pequeñito pero matón que es el pícaro ideal.

Si fuera un señor le daría otro punto por la profusión de magníficos desnudos femeninos, todos ellos seleccionados y fotografiados con exquisito buen gusto y savoir faire. Como no lo soy me dejaron bastante indiferente, aunque se los recomiendo encarecidamente a todos los caballeros. En mi casa hicieron furor entre la facción más testosteronizada. Aconsejo un discreto cojín en el regazo si se ve en familia.

Y si fuera una snob le daría un par de puntos más por ser una coproducción checa y eslovaca, que es una cosa que tiene su aquél, y además porque recibió el premio de la crítica en el festival de Berlín. Lástima que mi lado snob esté de capa caída porque se va a quedar con un cuatro mondo y lirondo.

lunes, 7 de mayo de 2012

Hollywoodland, by Allen Coulter


Película elegante donde las haya, estilosa y magníficamente ambientada. La historia del actor guapo y de talento mediocre que no consigue abrirse paso en la jungla hollywoodense, abocado a interpretar papeles pequeños cuando no directamente ridículos, tiene un cierto parecido con aquel otro que interpretaba Paul Newman en "Dulce pájaro de juventud".

Sé que más de uno querrá asesinarme por esto que voy a decir pero creo que la interpretación de Ben Affleck es francamente memorable y conmovedora. Le concedieron un premio en Venecia por este trabajo, en mi opinión totalmente merecido. La vulnerabilidad del personaje, su tristeza y su desesperación por conseguir una oportunidad parece que nacen de la misma médula; hay un momento en el que ensaya una escena absurda de kárate que es brutalmente demoledor.

También fantástica Diane Lane en el papel de mujer madura que intenta atrapar su belleza decadente entregándose al joven actor, manteniéndolo y protegiéndolo como si de un hijo se tratara. "Mi niño", le llama. Una historia que lleva su final escrito y que justo por ello resulta profundamente emotiva.

Flojea un poco la parte que protagoniza Adrien Brody, el detective que intenta averiguar lo que ocurrió en realidad. Brody hace lo que puede con su personaje pero no está bien definido, no se sabe muy bien de qué va ni sus motivaciones quedan claras. Además la historia pierde interés con tanto salto.

De todas formas me parece un magnífico ejemplo de cine negro bien hecho, con cuidado y esmero, con un guión diáfano, nada farragoso y con los cabos bien atados. Totalmente recomendable.

Ah, y Ben Affleck está guapíiiiiiiiiisimo. Lo amo.

domingo, 6 de mayo de 2012

La costilla de Adán, by George Cukor

Olvidemos por un momento que esta peli la firma George Cukor en 1949.

Olvidemos por un momento que la protagonizan Katherine Hepburn y su flamante novio eterno.

Pocholín y Pocholina graban pelis caseras que luego enseñan en las fiestas a sus amigos.

Pocholín y Pocholina tienen una granja muy bonita cuya hipoteca acaban de pagar.

Pocholín y Pocholina se quieren mucho, como la trucha al trucho.

Pocholín y Pocholina en el trabajo se mandan besitos por debajo de la mesa.

La historia es ésta: son muy felices, se quieren mucho, pero se enfadan porque ella ha decidido defender la causa feminista en la persona de una neurótica adicta a los pasteles que ha disparado contra su marido y la amante de éste para defender a su familia. Tooooooma violencia de género!

Ah, bueno, que es un clásico! Entonces es una peli divina, superdivertida... Qué pedazo de guión, qué gracia, que actuaciones, lavirrrrgen, qué mítico, qué bonito todo! Qué felices seremos los dos y qué dulces los besos serán, pasaremos la noche en la luna, viviendo en mi casita de papel".

Pues qué quieres que te diga? Pocholín y Pocholina como pareja destilan hiperglucemia a litronas y dan asco; y Pocholín a ratos da también bastante pena. Pocholina es manipuladora y tramposa, y Pocholín es bastante tontorrón y muy fácilmente manejable. Lleva las instrucciones de uso en la cara, y Pocholina, que aprendió a leer en el cole, lo ha visto claro y actúa en consecuencia.

Eso sí, hay algo indiscutible en esto de la guerra de sexos: Vive la différence

sábado, 5 de mayo de 2012

Gattaca, by Andrew Niccol

No es ciencia-ficción; es ciencia-micción. Pa mear y no echar gota.

Sobre el espíritu de superación, vamos a ver si dejamos unas cuantas cosas claras:

1. Si eres parapléjico no puedes ser acróbata circense.

2. Si eres ciego no puedes ser conductor de autobús.

3. Si eres manco no puedes hacerte pajas a dos manos.

4. Si eres Belén Esteban no puedes estudiar astrofísica.

5. Si eres facha no puedes votar a IU.

6. Si eres del Atleti no puedes llevar una bufanda blanca.

7. Si eres Falete no puedes meterte en una talla 38.

8. Si eres un gato no puedes ladrar.

9. Si eres Guardiola no puedes hacerte la permanente.

10. Y si eres Ethan Hawke no puedes ser Jude Law. Coñññño!

viernes, 4 de mayo de 2012

El experimento, by Oliver Hirschbiegel

Las películas sobre experimentos con personas que están basados en hechos reales casi siempre resultan fallidas por la propensión de los directores al exceso. "La ola", por ejemplo, aquel experimento educativo que pretendía demostrar lo fácil que es crear en un aula un ambiente de dominio y sometimiento similar al del tercer Reich. En este caso se pasaban por un tubo y la sensación de falseamiento de la realidad era muy evidente, a pesar de las buenas críticas.

En "El experimento" se pretende recrear un idem que se llevó a cabo en la Universidad de Standford con la intención de hacer un simulacro de cárcel, con sus celadores y sus presos, personas que se apuntaban a la prueba a cambio de dinero. La idea era observar la evolución psicológica de cada uno de ellos según el rol que le había tocado en suerte.

Pues bien, el director se entrega a sus delirios con tanto entusiasmo que al cabo de un rato viendo la película resulta totalmente increíble que un grupo de personas aparentemente normales en un par de días acaben actuando como auténticas fieras corrupias.

Y claro, luego te vas a San Google, que hoy en día es el mecanismo principal por el que podemos impedir que nos la metan doblá, y te enteras de que sí, el experimento fue curioso y tal, pero nada que ver con lo que a ti te ha intentado colar el tal Hirschbiegel. Que sí, que a los tipos se les fue yendo la perola poco a poco, espoleados por una serie de mecanismos psicológicos que muy astutamente se usaron en el experimento real pero de los que este director no nos dice ni mu.

En fin, que la sensación que queda es como de camelo, vamos, que te la han intentado dar con queso pero te has librado gracias a tu fina intuición y a tu perspicacia sin igual.

De todas formas, qué queréis que os diga; después de años sufriendo por todas partes las secuelas, contrasecuelas, comentarios y análisis sobre el fenómeno televisivo del Gran Hermano en sus distintas ediciones ya una se espera cualquier cosa cuando encierran a una serie de individuos en un espacio cerrado. Si encima les obligas a interpretar unos roles y los estimulas convenientemente (y la pasta es un estímulo muy potente) puedes convertir al más manso de los ciudadanos en un verdadero depredador sin alma ni compasión. Vamos, que estos experimentos sólo sirven para reafirmarme en mi pesimismo innato con respecto a nuestra especie.

Mención aparte la historia de "amor-exprés" que el director cuela en la trama sin venir a cuento de nada y que verdaderamente no se explica qué pinta en todo este festín de aberraciones.

En cuanto a los actores, supongo que hacen lo que pueden dentro de ese guión lleno de despropósitos con el que trabajan. No debe ser fácil hacer como que pasas de ser una persona normal a una bestia parda en cuestión de un par de horas. Sí que tengo que reconocer que me gustó mucho la interpretación del protagonista, Moritz Bleibtreu, que es el que lleva el peso principal de la historia, y el tío se lo curra, a pesar de lo incongruente del guión

jueves, 3 de mayo de 2012

Stella, by Sylvie Verheyde

Una verdadera delicia de película, cine francés de calidad; y, lo más sorprendente... niña protagonista que no sólo no hace vomitar, sino que conmueve hasta la médula.

El mérito es, por supuesto, de la actriz Léora Barbara, pero también de un guión que no la obliga a decir estupideces todo el tiempo ni a sobreactuar. Démosle las gracias por tanto también a la directora y guionista Sylvie Verheyde.

La historia transcurre en París, años 70 (fantástica la música y la ambientación). Stella vive prácticamente todo el día en el bar que regentan sus padres, y sus amigos son los clientes asiduos del bar. Va y viene del bar a la escuela y de la escuela al bar sin que nadie se preocupe por lo que piensa o lo que siente o por lo que puede necesitar una niña de su edad.

De Stella hay que enamorarse. Por su inocencia, por su soledad, por su mirada, por lo perdida que está en el mundo... Te entrarán unas ganas locas de adoptarla y de abofetear a esos padres mucho más interesados en sus propias miserias que en atender a su hija.

Lástima que estas modestas producciones no lleguen al gran público y sean distribuidas como el culo. Menos mal que hoy en día tenemos recursos para poder acceder a estas joyitas.

Si tenéis oportunidad de haceros con ella no os la perdáis.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Amigos..., by Borja Manso y Marcos Cabotá

"Mamá, por fiiiiiiiiiiiiiiii, ponle un 10", me piden todo entusiasmados mis hijos adolescentes al terminar de ver esta película. Yo los miro horrorizada; ni jarta vino le pondría yo un 10 a esto, ni siquiera un 5. Y sin embargo ellos están encantados con la mamarrachada esta. No me extraña, están en pleno pavo y se pasan la vida viendo "La que se avecina" y "Aída", así que tienen el nivel que tienen y tampoco se le puede pedir peras al olmo.

Lo que sí me resuelven es un misterio. Ya sé qué clase de gente va al festival de Málaga: adolescentes granulentos que, en pleno flipe grupal, le han dado el premio del público al engendro.

A ver cómo cuento yo esto: os imagináis a Tele5 subvencionando una película sobre los males de la telebasura? No, no es un chiste; es una realidad, y el fruto es esta cinta.

Como si Intereconomía subvencionara una película sobre ética periodística.

O como si La Razón subvencionara una película sobre la república.

O como si la Casa Real subvencionara una película sobre elefantes en extinción.

martes, 1 de mayo de 2012

Gato negro, gato blanco, by Emir Kusturica

Leo en una crítica la siguiente sentencia: "Quien quiera pasar un buen rato y ver un relato de personajes entrañables, de amigos de toda la vida y simpáticos embaucadores puede ver esta película".

Inmediatamente levanto la mano. Yo!!!! Y vaya si acerté. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto con una película; hasta empezaba a pensar que la palabra comedia estaba perdiendo su significado original.

Es una locura total, esperpento en estado puro; tiene un punto surrealista encantador. Me recordó muchísimo a esa gran joya del humor negro argentino: "Esperando la carroza". Un clásico de lo grotesco, decía alguien de aquella cinta. Bueno, pues ésta es idem de lo mismo, pero en versión serbia. Personajes completamente caricaturescos para una trama delirante.

La historia básicamente va de unos gitanos trápalas a más no poder; uno le debe dinero a otro y éste, para cobrarse la deuda, decide casar a una hermana que tiene con el hijo del otro, por supuesto en contra de su voluntad, puesto que está enamorado de otra gitana, interpretada por Branka Katic, por cierto, señores, una actriz muy guapa. Pues bien, a partir de ahí se desata el pifostio.

Reconozco que la primera parte, la de presentación de personajes y situaciones, puede resultar larga, pero de verdad, si la veis aguantad ese ratillo, que en cuanto empieza ya la boda propiamente eso es el despiporre. 

Suscribo la frase inicial pero perfeccionada: "Quien quiera pasar un buen rato y ver un relato de personajes entrañables, de amigos de toda la vida y simpáticos embaucadores que vea esta película".