miércoles, 29 de febrero de 2012

Aislados, by David Marqués

Por fin una sorpresa agradable! Ya era hora.

Me puse a ver esta película no muy convencida, la verdad. Lo de los dos amigos metidos en una casa hablando de sus cosas no prometía mucho, pero bueno, tampoco había nada con mejor pinta, así que esa misma. Madre mía, qué hartá de reir! Cómo me divertí! Menudo hallazgo!

Hombre, no diré que sea una peli de Oscar, ni que tenga un guión muy elaborado, pero hay que ver lo que se agradece la naturalidad, la sencillez, la sensación de estar entre amigos... Y es que así se rodó esta historia, con toda libertad y sin presiones de ningún tipo, ni de tiempo, ni de dinero ni de nada.

Estuve viendo después el coloquio en "Versión española" y David Marqués contó que se juntaron durante una semana en la casa de Ibiza seis personas: tećnico de sonido, técnico de fotografía, el propio director y los 3 actores. Nada más. No se maquillaban, se peinaban ellos mismos (si es que se peinaban), el vestuario era el suyo propio de cada uno, comían lo que cocinaban dentro de la película... En fin, a lo mecagüen. Y rodada con una simple cámara de vídeo.

Es evidente viendo la peli que se lo pasaron como los indios, que esto era un divertimento con cero pretensiones; de hecho no sabían ni si se llegaría a estrenar. Lo hicieron por y para elllos mismos. Y mira, les salió bien. Lo presentaron en el festival de Málaga, con gran éxito de público y críticas horrendas. Sin embargo tiene varios premios en festivales internacionales y unas críticas estupendas fuera de España, curiosamente basadas en los mismos argumentos que sirvieron a los críticos españoles para ponerla a parir.

Recomiendo encarecidamente que la veáis. Es increible cómo una peli con esos elementos, que no va de nada, sin argumento, puede resultar tan ligera y agradable de ver y hacer pasar un rato tan bueno. También es verdad que dura 80 minutejos, pero se hacen muy cortitos, de verdad. Algunos de los diálogos son de antología de la chorrada, pero aunque parezcan improvisados, no lo son. Por lo visto se tiraron largo tiempo ensayándolos, a pesar de la naturalidad con la que los sueltan. Vamos, que aparte de pasárselo pipa también se pegaron su curro.

Bueno, y el gran descubrimiento para mí ha sido Eric Francés, un actor al que no conocía de nada pero que tiene un carisma y una vis cómica indudables. Al parecer ésta fue la segunda de una serie de 3 pelis de Marqués llamémoslas experimentales. La primera se llama "Cualquiera" y la tercera "Desechos". Por supuesto me las apunto para no perdérmelas.

En fin, ver después a los dos protas y al director referir los avatares del rodaje fue casi tan divertido como la propia peli. Desde luego, talento no les falta a ninguno y si Marqués es capaz de hacer esto con tan escasos medios yo le auguro un brillante y espero que fructífero porvenir.

martes, 28 de febrero de 2012

Cinema Paradiso, by Giuseppe Tornatore

Ya sé que ésta va a ser una de esas críticas por las que seré vilmente acusada de falta de sensibilidad, incapacidad de empatía, nulidad emocional, etc. Pero de lo que nadie me podrá acusar jamás es de no decir alto y claro lo que pienso, aunque choque frontalmente con lo que piensa el resto de la humanidad. Naturalmente parto de la base de que puedo ser yo la equivocada, pero para gustos colores, y a mí esta película me parece una ñoñez de campeonato, de un hiperedulcorado que raya en lo diabético, y de un histrionismo sentimentaloide vomitivo. Ea, ya lo he dicho. Y qué a gusto me he quedado.

No se me caen los anillos por reconocer que lloré al final. Estaba psicológicamente preparada para ello y es un final cinematográficamente muy bonito, muy pasteloso y muy para llorar; en ese aspecto yo no me resisto a echar unas lágrimas tan cuidadosamente provocadas. A pesar de saber que la película era un rollo como la copa un pino, mi lacrimal actuó obedientemente como se esperaba de él. Tengo unas glándulas en ese aspecto muy agradecidas.

Respecto a las interpretaciones, qué puedo decir. El niño Totó muy bonito y muy gracioso, al más puro estilo Pablito Calvo, el de "Marcelino pan y vino". Estos niños gustan en el cine porque suenan a vintage, que es algo como muy de moda. No hay más que ver la de premios que lleva "The artist". En cuanto al adolescente y al adulto que interpretan al ex-niño Totó directamente podría fusilarles sin el menor remordimiento. Ni siquiera salvaría a Philippe Noiret, a pesar de que me parece un actor serio y comedido y que el hombre hace lo que puede dentro de una historia descaradamente destinada a excitar lacrimales y a encoger corazones vulnerables.

De verdad, lo prometo que no soy una piedra pómez, y que a veces me acongojo que no veas, y que hay pelis que me dejan hecha polvo como a la que más. Es que últimamente tengo mi buzón hecho unos zorros con acusaciones a millares de manifiesta insensibilidad. Vamos, desde que puse verde a "Cisne negro" eso es un no parar. Pero señores, se pongan ustedes como se pongan, esta peli es una mierda y punto.

domingo, 26 de febrero de 2012

Un cruce en el destino (Reservation Road), by Terry George

Imagina que un tractor atropella a tu hijo, y que los tomates que compras en la frutería proceden de la plantación del agricultor que conducía el tractor, y que el de la funeraria es el cuñado del dueño del tractor.

Imagina que una bomba estalla en la puerta de tu casa y te mata y que el cura que oficia la ceremonia es el primo del que puso la bomba, que a su vez es el yerno de tu portera.

Imagina que te pegas una hostia con el coche y matas a alguien, que resulta ser el padre de la chica de la que estás locamente enamorado, que a su vez es la prima de la que te vendió el coche en el concesionario.

Imagina que tu perro se caga en un jardín que, mira tú por dónde, pertenece al dueño de tu piso-picadero, al que un día invitaste a la hija del jardinero del jardín en el que tu perro se cagó, perro que por cierto procede del cruce de un doberman y una bull terrier propiedad de la señora del frutero que vendía los tomates del que atropelló con el tractor a tu hijo.

Lo imaginas?

Pues casualidades imposibles como éstas son poco más o menos las que pasan en esta película. Imagina la cara del pobre Joaquin Phoenix.

viernes, 24 de febrero de 2012

Oldboy (Old boy), by Park Chan-wook

Mira que me echan para atrás las pelis de culto. Y mira que me resisto. Pero esta peli tiene críticas tan apasionantes y tan apasionadas que tendría que ser de piedra para no sucumbir. Total, que voy y sucumbo, y que sea lo que dios quiera.

Lavirrrrgen! Por qué no aprendo? Por qué caigo una y otra vez en la piedra del cine de culto? Qué clase de tara genética o adquirida me induce a repetir mil veces el mismo error?

A ver cómo lo cuento sin que me tachen de racista. Oldboy es una película coreana, y siento en el alma tener que decirlo, pero los coreanos, al igual que los chinos y los japoneses, son todos iguales. No los distingo, no soy capaz de discernir quién es quién, y si ya es una escena grupal yo no veo nada más que un montón de chinos. No sé quién es el bueno ni quién es el malo, ni el protagonista ni su primo ni su abuela. Distingo por sexos sólo si llevan moño, que si no ni eso. Y así no se puede ver cine. Imposible.

Otro problema. Por lo visto el final de esta película es la hosstia. Hay hasta quien dice que es antológico, que sólo por ese final hay que verla entera. Y ahí estaba yo, en el intento. La clave está en conseguir llegar a ese final. Yo confieso que no pude. Es una putada del copón, es como si antes de llegar al orgasmo vas y te duermes. Pero de verdad, es que es muy difícil no dormirse.

Yo sé que últimamente parezco una marmota, porque siempre cuento que me duermo en todas las películas. Tengo un ranking de campeona. Supongo que habrá hasta quien piense que estoy falta de sueño y que no debería de ver cine a deshoras. Señores, se equivocan. Duermo la siesta todos los días, mínimo dos horas, como buena andaluza de pro.  Cómo se explica, pues, este sopor insoportable? Yo qué sé, o yo estoy fatal de morirme o es que no llego, no capto, no me involucro en el cine de culto.

El actor protagonista se llama Choi Min-sik, lo cual a mí no me dice nada tampoco. Si por caras no los distingo, por los nombres todavía menos. El detalle del director es dejarle un peinado imposible que consigue lo imposible: distinguirlo de los otros actores y actrices. Pero vamos, que con todo y con eso, el sopor invade igual. Y el final, que es algo así como la tierra prometida, se antoja inalcanzable.

Y lo es. Y ésta es mi última peli de culto. Palabrita del niño Jesús. Me rindo.

Me voy corriendo a Filmaffinity para mirar en los espoilers el final.

Aflicción, by Paul Schrader

No tengo nada que objetar a la afirmación generalizada de que Nick Nolte hace en esta película una interpretación magistral, probablemente la mejor de su carrera. Lo que ocurre es que no tengo ni idea de lo que le pasa a su personaje, tan mal definido está en el guión. Bueno, sí, es evidente que es un tipo traumatizado por una infancia difícil, con un padre borracho y violento y una madre sumisa y timorata. Hasta ahí llego. Pero el proceso de deterioro personal que se produce en el filme es inexplicable. Ese trauma ha estado ahí toda la vida y no se entiende por qué razón sale en este momento y explota todo.

De fondo la historia de un asesinato que no sé muy bien qué pinta porque ni el guión le hace demasiado caso ni da sustancia ninguna a la trama. En realidad, aparte de ver al protagonista cada vez más desquiciado, la película es un pedazo de rollo morollo de aquí te espero. Y como además a esa autodestrucción repentina no se le ve demasiado fundamento, pues tampoco despierta mucho interés, ni tan siquiera algo de morbillo.

Vamos, que me aburrí como una ostra y que ni siquiera la famosa escena de la muela consiguió sacarme de mi sopor, así que con las mismas me fui a la cama y allí dejé al desquiciado destrozándose la vida a su bola mientras yo me entregaba a un sueño harto reparador.

Eso sí, indiscutiblemente Nick Nolte hace genial de tipo autodestructivo y tarado, como ya demostrara en su día con "El príncipe de las mareas". Es un papel que, oye, le va como anillo al dedo.

jueves, 23 de febrero de 2012

En un mundo mejor, by Susanne Bier

Una excelente reflexión sobre el mundo de la violencia completamente exenta de maniqueísmos.

Un montón de preguntas sin respuesta correcta. Por ejemplo:

Si das una respuesta contundente y dura ante el primer brote de violencia evitas o provocas más violencia?

Es posible e incluso lícito poner la otra mejilla cuando los efectos de la violencia te tocan de cerca a ti o a los tuyos?

De verdad es tan mala moralmente la venganza como nos la pintan?

Serías capaz de presenciar el linchamiento de un cabrón asesino sin regocijarte?

Se es igual de pacifista cuando los violados o asesinados son los hijos de los otros que cuando son los tuyos?

Existe el pacifismo sin fisuras o todos tenemos un límite?

Si eres capaz de contestar a estas preguntas sin dudar, enhorabuena: tu moral es intachable, para bien o para mal.

Si no, bienvenido al mundo de la relatividad y la incertidumbre. Busca sitio, que somos muchos.

Escuchando al juez Garzón, by Isabel Coixet

1. Cree que esto es un documental?

R. No, no lo es. Es una entrevista y realmente es imposible valorarla cinematográficamente porque desde ese punto de vista no tiene ningún valor. Su interés está en el contenido de la entrevista y en la personalidad del entrevistado.

2. Y desde ese punto de vista le ha parecido interesante?

Mucho. No es que haya descubierto nada que no supiera antes. Es bastante evidente la vergonzosa persecución a la que ha sido sometido este hombre desde que decidió investigar la trama corrupta Gürtel, pero sí es interesante conocer el punto de vista personal, cómo lo está viviendo, cómo afecta a su familia, a su cotidianeidad, a su visión de la justicia, etc.

3. No le parece un tanto partidista y unidireccional el planteamiento?

Un tanto no. Totalmente. Pero es que esto se llama "Escuchando al juez Garzón". Nadie puede llamarse a engaño. Sólo hay una voz y es la suya. Es su defensa frente al juicio paralelo que en muchos medios se le ha ido haciendo. Y en la entrevista queda muy claro que él está condenado de antemano, que no le han dejado prácticamente opciones, que los mismos que han admitido a trámite las querellas y han hecho la instrucción son los que le van a juzgar (irregularidad máxima) y que sus posibilidades son mínimas. Pues claro que es unidireccional. Los otros son dueños de un montón de medios, ya se comunican bastante.

4. Tras ver el documental, qué opina de Garzón?

Pues que está encantadísimo de haberse conocido, y es normal. Si yo fuera él y hubiera hecho, enfrentándome a todo y a todos, lo que él ha hecho por este país, también estaría orgullosísima de mí misma. La falsa modestia es una virtud muy sobrevalorada. Ese hombre se ha atrevido con narcos, corruptos de todas las especies, terroristas de todos los palos, dictadores, genocidas... Él y toda su familia amenazados de muerte. Y hay cientos de delincuentes, chorizos y asesinos en la cárcel gracias a su valor y su temple. Me parece que es para estar no ya encantado, sino multiorgasmado de conocerse. Pero vamos, esto ya lo comprobé cuando leí su autobiografía "Un mundo sin miedo", donde además salían a la luz otras facetas de su personalidad menos públicas, como que es bastante moñas en el plano familiar y afectivo.
5. Qué le parece la dirección de Isabel Coixet?

Nada, no me parece nada. Ya he dicho antes que los valores cinematográficos son lo de menos en esta película. Si es que tiene alguno. Lo del blanco y negro es una mera licencia poética, tal vez una metáfora de la propia unidireccionalidad del filme: esto es o blanco o negro; para mí es negro, o sea, este tío es un perseguido y no hay más tutía. Aquí no hay grises ni marrones, es lo que es y punto. De todas formas no creo que en color hubiera cambiado sustancialmente el resultado. Isabel Coixet no es una directora santo de mi devoción, pero al menos aquí, que su labor realizadora es mínima, consigue su pretensión, que es la de darle voz y palabra a este hombre para que cuente alto y claro lo que le están haciendo y cómo.

6. Qué puntuación le daría al documental?

Como mínimo un 8. No puedo darle menos, repito, no ya por su calidad artística, que en este caso me importa un pimiento porque no es el objetivo, sino por la enorme y valiosísima presencia del protagonista así como por su ya segura ausencia obligada del mundo judicial, que vamos a pagar todos muy caro. Para empezar la credibilidad de la justicia en España con todo este proceso descaradísimo de acoso y derribo ha descendido a niveles mínimos y por supuesto el vergonzante espectáculo a nivel internacional ha hecho que el prestigio de nuestro poder judicial esté a la altura del de Sierra Leona. Supongo que si es la justicia que tenemos será porque nos la merecemos.

martes, 21 de febrero de 2012

Winter's bone, by Debra Granik

La verdad es que yo no me entero de nada de esta película. No entiendo cómo es posible que una niña de 17 años con el padre en la cárcel y la madre incapacitada, esté cuidando de sus dos hermanos pequeños y sacando su casa adelante en condiciones más que precarias sin que los famosos servicios sociales que siempre aparecen en las pelis americanas digan ni mu ni se les vea el pelo por ninguna parte.

O bien nos tienen engañados como chinos y los servicios sociales no existen en los USA o bien en esta historia los obvian a conciencia para que podamos participar del tremendo dramatismo que supone verte a cargo de una familia en plena adolescencia sin tener recursos ni perspectivas ningunas de conseguirlos.

Tampoco entiendo muy bien las reacciones de los personajes a los que la niña pide ayuda para encontrar a su padre, por mucho que me digan que es que la América profunda es así. Vale que la gente sea hosca, poco habladora y con tendencia a la parquedad y a no meterse en líos pero de ahí a mostrar esa frialdad y esa indiferencia hacia el drama de la muchacha... pues no me cuadra en ningún tipo de sociedad; menos aún en un ambiente cerrado y autista como éste. Puede que a los extraños los rechacen y les hagan el vacío, pero a una vecina de toda la vida??

En fin, todo en el filme está traído por los pelos, y cuando digo todo me refiero a la poca acción que hay, que es prácticamente nula. Las charlas de la niña con los vecinos son totalmente rocambolescas y el desenlace más rocambolesco todavía y completamente inexplicable. No se entienden las reacciones ni los cambios bruscos de comportamiento; en realidad nada de lo que cuenta tiene sentido, ni los personajes están definidos ni actúan con un mínimo de coherencia... así que termina por aburrir y el interés decae por momentos.

Tampoco entiendo las alabanzas a la interpretación de la protagonista, Jennifer Lawrence. Como el resto de los actores se limita a poner cara de palo todo el tiempo y a soltar sin mover un solo músculo los escasos diálogos que le tocan. Y hablando de los diálogos, creo que Granik debería aprender a distinguir entre parquedad y mudez. Una película en la que el 80% de las intervenciones consisten en "Sí", "No", o "Vete" al cabo de media hora resulta pelín cansina.

Lo único que salvaría son un par de escenas de country casero. Como curiosidad más que nada. Eso de verte a una familia reunida en torno al hogar montándose una fiestuqui country, con su guitarrita y la abuelilla cantando, además en un lugar tan inhóspito y poco comunicativo, reconozco que mola. Es el contraste pintoresco y colorista entre tanta hosquedad.

sábado, 18 de febrero de 2012

Más allá de la vida, by Clint Eastwood

La mayoría de mis amigas van a videntes y vuelven entusiasmadas contándome lo que les han dicho con profusión de detalles. Yo las escucho y, naturalmente, no me creo nada pero como a ellas les va bien, asiento como muy interesada en lo que me están contando.

Yo nunca he ido; primero porque no creo en ellos, y segundo porque si de verdad hubiera alguno que viera algo, no tengo el menor interés en saberlo. Me parece una putada del copón; de hecho, si existe un dios lo mejor que ha hecho es no darnos el don de la futurología. Quién coño quiere saber cómo y cuándo va a morirse.  O lo que es peor, cómo y cuándo van a morirse las personas a las que quiere.

Clint Eastwood tiene ya unos años y se ve que empieza a temer a la muerte. Y que le hace ilu lo del más allá. El hombre no se resigna a que sus ochentaypico años, además lúcidos a más no poder, no tengan continuidad. Y lo entiendo, eh? Que conste. Yo no tengo muchas esperanzas de llegar a tan provecta edad (en mi familia la esperanza de vida es mucho más corta) pero creo que igual me daría por lo mismo.

Y nada, cómo me lo guiso y me lo como? Pues me monto una historia de experiencias post mortem, de paso algo de amorcillo de por medio, con un tipo solitario y torturado por un don secreto, y... cómo no, voy a meter a alguien que crea en la vida más allá de la muerte pero que por ello sea públicamente defenestrado y humillado. Vamos, me voy a poner yo mismo en la peli, pero disfrazado. Y de qué me disfrazo para que no se note que soy yo? Pues de famosa periodista francesa. Y además guapa y estilosa. Ea, porqueyolovalgo.

En fin, Eastwood puede con eso y con más; a sus años le cabe todo y todo se lo podemos perdonar. Se ha montado una historia guay para consolarse de la cercanía de la muerte, y de paso nos ha dejado para la posteridad un buen leit motiv para el cachondeo. Ya sabéis: "Te acuerdas de cuando Clint estaba pa palmarla y filmó lo del más allá? Juassssss"

A mí en esta peli todo me suena chusco y patatero a más no poder, pero no puedo evitar sentir cierta simpatía por el personaje de Matt Damon. Entre tanta chorrada es el único que intenta hacer algo digno, y a ratos me parece que hasta se lo cree, aunque cueste. Tal vez aceptara este papel porque se lo ofreció el dios Eastwood y a un dios no se le puede decir que no. O tal vez él también tiene miedo a la muerte. Haz tu apuesta.

viernes, 17 de febrero de 2012

La jauría humana, by Arthur Penn

A menudo me pregunto qué clase de personas son las que acuden a las puertas de los juzgados para abuchear a los acusados que acuden a declarar. Esa gente que grita, increpa, arroja objetos y escupe; esa masa que, arropada en el anonimato, se convierte en una verdadera jauría. Exactamente la jauría humana que tan exactamente describe Arthur Penn en su película.

Me cuesta entender las motivaciones de esta gente. Qué clase de alivio les puede producir ese comportamiento. A veces yo siento la misma repugnancia que ellos hacia el sospechoso e incluso la misma seguridad de que es un criminal, pero no se me pasa por la cabeza hacer algo así para descargar mi rabia. Es algo que siempre me ha fascinado y atemorizado al mismo tiempo.

En definitiva, esa misma perplejidad es la que despierta la incomprensible actitud de los personajes de  "La jauría humana". Lo que ocurre es que la historia es tan exagerada que es inevitable sentir cierta incredulidad. Que de todo un pueblo prácticamente sólo se libren de esa locura y esa irracionalidad un par de personas, mientras las demás son poseídas de esa manera... no sé, en esta historia falla algo. La sutileza no es desde luego la mayor virtud de Arthur Penn.

Por supuesto Marlon Brando está inmenso, como siempre. Más inmenso todavía en tanto que interpreta el único papel, junto con Angie Dickinson, que representa la cordura y la templanza entre tanta bestialidad desatada.

Discrepo de los que creen que esto es una crítica a la sociedad norteamericana. La masa es la masa en todas las sociedades y en todos los tiempos: cuando la gente se juntaba para lapidar a un ladrón, o para ver una crucifixión, o a un hereje arder en la pira, o a un noble decapitado. Como ahora se juntan a las puertas de los juzgados, o en los campos de fútbol, o en un plató de televisión.

La jauría humana no es otra cosa que la masa, esa nebulosa tras la que se oculta el individuo con sus frustraciones personales y sociales, en la que puede esconderse y
arroparse y que sirve de coartada para todo. Líbranos, señor, de hacernos masa.

jueves, 16 de febrero de 2012

127 horas, by Danny Boyle

La historia de un imbécil sólo puede dar lugar a un producto imbécil. Eso es una regla infalible, y por supuesto aquí también se ha cumplido.

Ésta es la historia (cómo no, basada en hecho real) de un tarado que se va solo a recorrer los grandes cañones de Utah y tiene un accidente que le deja totalmente inmovilizado dentro de una grieta, con la mano atrapada por una roca. Y hasta aquí puedo contar.

Lo bueno de la peli es que el propio protagonista reconoce lo imbécil que es en la famosa escena del concurso: "Hay que ver que soy tan gilipollas que me voy de excursión al quinto coño y no le digo a nadie dónde he ido. Ahora que me busquen."

Lo más alucinante, el mensaje final, la moraleja del tío: voy a seguir haciendo gilipolleces, pero eso sí, voy a ser bueno y siempre le diré a alguien dónde estoy. Claro, para que luego las patrullas de salvamento pierdan su tiempo, a veces hasta su vida y siempre nuestro dinero en ir a socorrerte a ti y a cientos de capullos como tú que necesitan vivir a tope, sentir la adrenalina correr por sus venas y retar día sí día también a la muerte.

De todas formas hay que reconocer que James Franco, además de estar muy bueno, hace de puta madre de aventurero idiota, y el tío hasta consigue a ratos darnos penilla, no sé muy bien si por lo tonto o por la pupa que le tiene que estar haciendo la roca.

Aviso de que tiene sus momentos de casquería dura. Para los escrupulositos, que se tapen los ojos y eso. El momento se ve venir, así que tenéis que estar pendientes si no queréis que os salpique la sangre.

martes, 14 de febrero de 2012

Génova, by Michael Winterbottom

Si tuviera que definir de alguna forma esta película la palabra sería "elegante". Contribuye bastante a ello que se desarrolle en una ciudad preciosa como Génova, pero también es la forma en la que el director aborda el tema, además de la sencillez del guión y la pulcritud y mesura de las interpretaciones.

El argumento es simple: una familia sufre la pérdida de la madre en un accidente de coche. Los tres protagonistas principales se enfrentan a esta tragedia de formas muy distintas. La niña pequeña es la que sufre el trauma mayor, al haber sido la culpable directa del accidente. Pero también está la adolescente, totalmente perdida, confusa y sin saber muy bien contra quién dirigir su frustración y su rabia. Y luego Colin Firth, que está realmente brillante en el papel de padre sumido en la soledad que se enfrenta a la difícil tarea de sacar adelante esa pequeña familia brutalmente golpeada por el destino.

No vemos mucho aspaviento ni emociones desmesuradas. Es la sencillez del día a día después de una muerte cercana. Winterbotton va paseando el dolor de sus personajes por los preciosos parajes que rodean la ciudad y por sus calles tortuosas, oscuras y estrechas. Los vemos reir, comer, hablar, relacionarse, y sabemos que están rotos por dentro pero su cotidianeidad no dista mucho de la de cualquiera de nosotros. Es por la noche, a través de las pesadillas de la niña, cuando el fantasma que les acompaña se deja ver.

En definitiva, la vida sigue y hay que continuar respirando, riendo, comiendo, follando, trabajando... Y esto es sin más lo que nos cuenta este filme poco pretencioso pero lleno de sentido y sensibilidad. Perfecto para los que creemos que el buen cine no está reñido con la elegancia.

lunes, 13 de febrero de 2012

Los chicos están bien, by Lisa Cholodenko

Me lo dices o me lo cuentas, Cholodenko?

Esta señora, a la que supongo señora porque de nombre de pila se llama Lisa, pretende entregarnos un filme en el aparezcan como totalmente normales y naturales las relaciones lésbicas tanto en su variante sexual como familiar. Es decir, nos muestra a una familia de dos madres y dos hijos en la que esta circunstancia prácticamente es algo anecdótico, como si fuera el pan de cada día.

Bueno, tengo que puntualizar algunas cosas.

1. Creo que las lesbianas no son personas tan insoportables como las dos tipejas estas. Al menos no por sistema; habrá algunas que sí, pero no creo que sea el prototipo.

2. Que algo sea natural no implica necesariamente que sea normal. Una familia como ésta puede parecernos perfectamente natural pero hoy por hoy la realidad es que aún no está normalizada en la sociedad, lo que significa que no puedes mostrármela como si lo estuviera y lo más normal en los USA fuera tener dos madres. Qué sociedad más guay y más moderna somos, wawwwwww!

3. Si de verdad te parece tan natural la situación por qué cuando las sacas en la cama, se supone que follando, sólo se ve la carita de éxtasis de la una y se intuye a la otra bajo las sábanas, se supone que haciendo sexo oral? Si fueran un hombre y una mujer serías igual de pudorosa para las escenas eróticas? No te explayarías una mijita más con los besos, los cuerpos restregándose y toda la parafernalia del sexo made in USA? Aunque no enseñaras los aparatos reproductivos, que tampoco hace falta. Los señores que se hayan hecho ilusiones de regodearse visualmente con algo parecido a la tijereta que se vayan olvidando.

4. Realmente para que veamos lo bonito, natural y encomiable que puede ser el amor lésbico necesitas que tus dos lesbianas tengan la mentalidad de la abuela cleta y crean a pies juntillas en la fidelidad conyugal, en el amor eterno y en la indisolubilidad del matrimonio por encima de todas las cosas?

En definitiva, muy buenos propósitos con un resultado bastante chusco y hasta pelín hipocritilla. Si algo te parece natural, pues trátalo con naturalidad y no me pongas a dos bollos que viven juntas y no se dan en dos horas de película ni un beso con lengua.

Ah, se me olvidaba. Julianne Moore está abominable. Qué horrorrrrr! Su interpretación ha destruído cualquier posibilidad de que yo alguna vez me decantara por lo sáfico. Ni muerrrta.

The lovely bones, by Peter Jackson

La idea es la siguiente: una niña asesinada por un psicópata pederasta, en lugar de irse al cielo, que es donde se supone que van estas criaturas inocentes privadas precozmente de vida, se queda en una especie de limbo que ni es chicha ni limoná, desde el que nos va contando cómo fue asesinada, quién lo hizo y cómo es la vida de su familia desde el suceso. Así, a priori, no tiene mala pinta, aunque lo del concepto "cielo" sí que chirría un poco, pero bueno, aceptamos "cielo" como "sitio superguay al que va la gente buena al morirse" y nos diponemos a ver la peli con los mejores propósitos.

El problema empieza cuando vemos el famoso "cielo" y resulta ser sorprendentemente parecido a un anuncio de Evax fina y segura con alas. Y claro, ya no es que chirríe; es que te destroza el corazón, los nervios y hasta el alma, si es que tal cosa existe.

La parte onírico-fantástica de la película, o sea, la parte de la niña en el limbo alado ese desde el que nos cuenta su historia, es para mear y no echar gota. La parte real, o sea, la de la familia destrozada, es algo más llevadera, y hasta se acerca levemente a lo soportable gracias a ciertas dosis de humor negro aportadas por el personaje de la abuela friki-alcohólica de la niña muerta, interpretada por una Susan Sarandon en un papel completamente distinto a los que nos tiene acostumbrados pero que da ese pequeño toque de diversión que salva un poco el resultado final. Un punto positivo para ella.

Aparte de eso hay tal vez un par de escenas interesantes, con una tensión bien planteada y lograda, pero que se quedan ahí, sueltas y deslavazadas entre tanto despropósito. Sin embargo, como animan un poco el cotarro y contribuyen a ver la película hasta el final, le doy otro puntito por ellas. Y va que chuta.

viernes, 10 de febrero de 2012

El aceite de la vida, by George Miller

Mira que me gustan poco las historias de enfermedades incurables basadas en hechos reales. No las soporto, me ponen enferma a mí también, me sacan la vena aprensiva e hipocondríaca, empiezo a notar síntomas raros por todas partes...y encima casi siempre acaban fatal, después de pasarlas canutas y luchar a muerte contra la puta enfermedad.

"El aceite de la vida" no es ninguna excepción en cuanto al contenido patológico pero sí lo es en cuanto al tratamiento que recibe. La historia es bien conocida: Augusto y Michaela Odone, al conocer el diagnóstico de una enfermedad degenerativa incurable que padece su hijo Lorenzo, enfermedad de las llamadas raras y por tanto prácticamente desconocida, se ponen a investigar por su cuenta, siendo ambos auténticos profanos en la ciencia médica, y tras muchos esfuerzos intentando dar con un tratamiento, finalmente encuentran un tipo de aceite, al que llamaron "aceite de Lorenzo", que consigue ralentizar el proceso degenerativo. Bueno, tanto es así que Lorenzo Odone sobrevivió hasta los 30 años, cuando le habían pronosticado como mucho unos meses de vida. Otra cosa ya son las condiciones de esa vida, que es otro tema que podríamos discutir largo y tendido, pero el caso es que se empeñaron y lo consiguieron.

Y lo que podría haber sido una especie de telefilme más o menos lacrimógeno se convierte en una apasionante historia de investigación científica y lucha épica contrarreloj, gracias a la sabia mano de George Miller, un tipo que ha hecho de lo abominable bandera pero que aquí milagrosamente se luce y nos regala un filme digno de pasar a la posteridad.

Impresionantes las interpretaciones de todos pero en particular destaca Susan Sarandon en el rol de esforzada madre inasequible al desaliento, un papel que normalmente no suele ser muy de mi agrado pero al que ella dota de una autenticidad muy difícil de conseguir sin caer en repulsivos excesos dramáticos. También impresiona la actuación del niño; verdaderamente cuesta entender cómo un crío tan pequeño pudo interpretar con esa maestría el proceso terrible de una enfermedad tan cruel. Y eso que a mí los niños actores me suelen dar bastante repelús, pero éste lo borda. Palabrita.

jueves, 9 de febrero de 2012

Confessions (Kokuhaku), by Tetsuya Nakashima

Un thriller japonés. 50 millones de dólares recaudados. Superaplaudidísimo en Sitges. Esto había que verlo por fuerza. Y visto está. Más que visto, sufrido diría yo. Voy de tostón a tostón y tiro porque me toca. Si ayer fue la ópera prima de Scorsese hoy es el nipón este que me ha dejado a cuadros.

A ver cómo os explico yo esto sin destripar la historia. Lo primero que vemos es una escena larguísima de casi media hora en la que una profesora habla prácticamente sola en un aula mientras sus alumnos pasan de ella como de la mierda, se tiran papelitos, corren por la clase, se descojonan... en fin, muy edificante todo. Pero lo mejor es que la profesora está hablando, en un tono totalmente neutro, sin levantar la voz, sin ningún tipo de emoción, de su hija muerta un par de meses antes. Vamos, como si la cosa no fuera con ella. Y de repente va y suelta que dos niños de la clase han sido los asesinos y que piensa vengarse de ellos. Conste que no desvelo nada que no esté en la sinopsis.

Bueno, os podéis imaginar la paranoia. La tía contando esa historia, los nenes pasando de ella total, los asesinos en cuestión tan tranquilos, todo de una naturalidad alucinante. Como si esto pasara en las aulas japonesas un día sí y otro también. Oye, y lo mismo es así, y resulta que los niños nipones están todos como chotas y son intrínsecamente sociópatas, pero claro desde el punto de vista occidental estas cosas chocan una mijilla porque aquí los psicópatas afortunadamente son minoría y están como muy señalados y muy mal vistos.

Y sí, bueno, luego está la estética viodeoclipera esa tan del gusto nipón, las nubecitas que vienen y van, las cámaras que suben y bajan y se mueven constantemente como convulsionando... Éstos te pueden estar contando la biblia que todo lo hacen así, como si el mundo fuera un inmenso decorado diseñado para sus efectismos visuales.

La música fantástica, eso sí.  Sobre todo algún temazo de Radiohead como fondo de una de las escenas más truculentas. Esa parte mola.

Bueno, y el final también. No voy a revelar nada pero puedo decir que es lo único que de verdad tiene algún sentido de toda la película de psicópatas infantiles esta. Sólo por el desenlace y por un par de temazos musicales merece la pena verse.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Quién llama a mi puerta?, by Martin Scorsese

Scorsese ya apuntaba maneras desde su ópera prima: tostón nació y tostón morirá.

Insoportablemente lenta, aburrida, confusa, dispersa y sin sentido, como casi todo el resto de su obra. Un protagonista pirado, como casi todos sus protagonistas. Una historia que avanza a trompicones, como casi todas sus historias. Y un guión todo lo enrevesado de que es capaz, como casi todos sus guiones.

Eso sí, un montón de planos guapos, de ésos con muchos jueguecitos de cámara, de los que les encantan a los gafapastas para estudiarlos luego en profundidad. Un Harvey Keitel jovencísimo, hecho un polluelo, que dan ganas de darle un chupete y llevarlo al cole, pero en el que ya se aprecia sin duda el carisma impresionante que luego tendría. Ah, y una música muy potente que juega con las imágenes más impactantes. De hecho, a ratos la peli parece un videoclip en blanco y negro.

En definitiva, que técnicamente hablando está muy conseguida y es muy guay y muy innovadora y todas esas chorradas, pero que es un muermazo total y podría narcotizar a un ejército de elefantes sin problemas.

martes, 7 de febrero de 2012

La guerra de Charlie Wilson, by Mike Nichols

Leo a un amigo muy sofocado por la carga de moralina que llevan la mayor parte de las críticas a esta película, y no tengo más remedio que coincidir con él en este punto. Sin embargo, a continuación dice: "Déjense de chorradas. Esta es una buena peli porque cuenta una buena historia y está bien narrada"

Comorrrrrrrrrrrr? Buena peli? Buena historia? Bien narrada? Es posible que hayamos visto Gilbert y yo la misma película?

A ver, voy a contar lo que yo vi, por si uno de los dos se ha equivocado de filme. Yo vi a un tipo, congresista para más señas, que está en un yacuzzi con un amigo y unas cuantas tías impresionantes en  pelotas, bebiendo copas y esnifando coca tutiplén. El tío en un momento dado se queda mirando la tele y de repente pasa de las copas, la coca y las tías en bolas y le pide a un camarero borracho que suba el volumen pa enterarse de lo que está pasando. Así se entera de que hay una guerra en Afganistán y de que los rusos matan a mucha gente. Inmediatamente sale del jacuzzi todo escopetao, coge a las tías buenas y al amigo y se va corriendo a un aeropuerto para ir a Afganistán y ver con sus propios ojos el evento bélico. Y llama a una amiga suya muy pija y muy facha para que le ayude a recaudar fondos para comprar misiles que puedan derribar los helicópteros soviéticos. La amiga es Julia Roberts y, entre reunión y reunión para lo de los misisles, de vez en cuando se la folla.

Y esto le puede parecer a alguien una buena historia? En serio?

sábado, 4 de febrero de 2012

Conocerás al hombre de tus sueños, by Woody Allen

Todas las mujeres sabemos que los hombres de nuestros sueños duran lo que dura un sueño y que al final lo que hacemos es adaptar los sueños a nuestro hombre. Ellos, que tampoco son tontos del todo, saben lo mismo sobre nosotras. Y no tengo motivos para pensar que entre gays y lesbs funcione de otra manera.

Woody Allen lleva siglos haciendo películas con el mismo mensaje. Su propia vida es el paradigma; conoce a la mujer de sus sueños y le dura lo que le dura, hasta que aparece la siguiente. Algo me dice que la hijastra vietnamita le está durando un poco más porque ya no tiene ni sueños.

Ni sueños ni ideas. Sí tiene su sello personal, inconfundible, y por supuesto está en esta película, como en todas las demás (exceptuando el abominable engendro "Vicky Cristina").

Que esto lo ha hecho él se nota, pero nada más. Es una mera repetición, un popurrí, un batido, un abstract de su obra. Vamos, que se está quedando con toda la peña. Y además seguiremos cayendo porque siempre esperaremos que destape el tarro de las esencias; a ver, los fans somos así.

Oye, que no pasa nada. Ya antes que él lo hicieron otros genios, como Dalí, Cela, Curro Romero, Chiquito de la Calzada... Sin ir más lejos, el mismísimo Anthony  Hopkins. Vivir de las rentas de tu talento es lícito, pero hay que asumirlo con dignidad: esto no es arte, esto son rentas. Pos vale.

Confieso que me gustaría que Woody no lo hiciera. Él ya no necesita rodar una peli al año; ha ganado suficiente dinero como para permitirse una retirada a tiempo, que como todo el mundo sabe, es una victoria. Ojalá lo hiciera y no me obligara a despotricar con saña del que siempre fue el director de mis sueños.

viernes, 3 de febrero de 2012

La muerte del señor Lazarescu, by Cristi Puiu

Si a algunos les parece borde el doctor House, tendrían que pasearse una temporadita por los hospitales rumanos, que se iban a enterar de lo que es bordería médica de verdad. O por lo menos por los hospitales que nos muestra Cristi Puiu durante esa interminable noche en la que todos sabemos que el señor Lazarescu va a morir.

Una cosa sí tengo que decir: si el cine muestra la realidad de un país y nos da la imagen de cómo viven sus ciudadanos, yo después de haber visto un par de pelis rumanas puedo prometer y prometo que ni muerrrrta voy de visita a semejante infierno. Qué feo todo: la gente, las casas, los hospitales, el cielo, el frío, la cutrez... Rumanía es fea, el señor Lazarescu es feo, su casa y sus vecinos también feos; la única que resulta un poco más agradable a la vista es la enfermera interpretada por Luminita Gheorghiu, que se pasa toda la noche de un lado para otro intentando que atiendan a su paciente en algún hospital, pero con tanta fealdad a su alrededor hasta a ella se le contagia.

A mí no me ha gustado esta película. y no porque cuente una historia fea sobre un país feo y sobre gente fea, sino porque en ningún momento parece cine. Podría ser perfectamente un reportaje sobre urgencias hospitalarias fatalmente organizadas. Uno de esos programas de cámara oculta que tanto gustan a la gente porque pillan in fraganti al personal sin que sepan que lo están grabando. De hecho hubo uno parecido hace tiempo en el que los reporteros iban con equipos de emergencia en sus ambulancias haciendo el recorrido nocturno y grabando de todo: accidentes, infartos, ictus... En fin, está bien para el que le gusten estas cosas. Pero eso para mí no es cine.

También es cualquier cosa menos comedia. Hay que reconocer que es demoledora la visión que se da de la deshumanización hospitalaria, de la falta de empatía y amabilidad del personal médico (y del no médico, vamos), y de lo dura que puede ser la muerte en soledad. Yo el humor negro que algunos dicen verle francamente no se lo veo por ninguna parte. Como no sea que a algunos les dé risa ver a alguien moribundo, perdiendo facultades por minutos, cagándose y meándose encima y sin que nadie le haga puto caso...

jueves, 2 de febrero de 2012

Guest, by José Luis Guerín

Me gustó mucho el anterior documental de José Luis Guerín, "En construcción", y no podía dejar de ver este nuevo trabajo, que además cuenta con unas críticas impresionantes. En este caso el director va por el mundo, cámara en mano, aprovechando los múltiples festivales de cine a los que es invitado.

Lo primero, decir que quién pillara la cantidad de invitaciones de este hombre; menudos viajecitos que se pega por to el morro. Guerín tiene vocación de reportero callejero, y eso es lo que hace básicamente, callejear con su cámara. Con la música discreta de Gorka Benítez de fondo va y viene de Oriente a Occidente, de América a Asia, o de China a Brasil.

Eso sí, se hace un poco cansino ver siempre lo mismo, como que ya está muy trillado el tema éste de la calle.  En resumidas cuentas: borrachos colombianos, mendigos neoyorkinos, predicadores chilenos, pirados brasileiros, speakers varios, sabios callejeros, mirones, payasos, bronquistas vocacionales, filósofos desdentados...

Qué coño, Sabina os puede retratar a la fauna que sale en el documental mucho mejor que yo:

Al Caponne en Chicago, legionario en Melilla, pintor en Montparnase,
mercader en Damasco, costalero en Sevilla, negro en Nueva Orleans.
Viejo verde en Sodoma, deportado en Siberia, sultán en un harén,
policía ni en broma, triunfador de la feria, gitanito en Jerez.
Tahur en Montecarlo, cigarrillo en tu boca, taxista en Nueva York,
el más chulo del barrio y tiro porque me toca, suspenso en religión.
Confesor de la reina, banderillero en Cádiz, tabernero en Dublín,
comunista en las Vegas, ahogado en el Titanic, flautista en Hammelin

Billarista a tres bandas, insumiso en el cielo, dueño de un cabaret,
arañazo en tu espalda, tenor en Rigoletto, pianista de un burdel.
Bongosero en La Habana, cazador en Venecia, anciano en Shangri La
polizón en tu cama, vocalista de orquesta, mejor tiempo en Lemans.
Cronista de sucesos, detective en apuros, conservado en alcohol,
violador en tu sueños, suicida en el viaducto,guapo en un culebrón.
Morfinómano en China, desertor en la guerra, boxeador en Detroit,
cazador en la India, marinero en Marsella, fotógrafo en Play-Boy.