martes, 26 de febrero de 2013

La cinta blanca, by Michael Haneke

Consejos básicos para hacer una película, llevarte un montón de premios en festivales y ser considerado un genio del cine:

1. La fotografía mejor en blanco y negro. Dónde va a parar. Eso da ya un montón de postín per se.

2. Difundir el rumor de que la trama es una parábola del nacimiento del nazismo, de la decadencia de Occidente o de cualquier otra chorrada por el estilo. Así si el espectador no se entera de nada siempre será porque es demasiado torpe para captar la metáfora.

3. Lentitud exasperante de la acción. Que los personajes se miren mucho y hablen poco, lo justo para que no parezcan mudos o autistas.

4. Introducir algún tipo de aberración sexual sutilmente manifestada: un padre abusador, un pajillero atormentado, una señora que se mutila el clítoris, y cosas así…

5. Saltar de una línea argumental a otra constantemente para que nadie pueda entusiasmarse con una en concreto y así enterarse de algo.

6. Meter mucho plano laaaaaaargo, a ser posible interminable.

7. Evitar a toda costa que ninguno de los personajes se ría lo más mínimo. La menor mueca con un ligero parecido a una sonrisa puede mandar al traste toda la película.

8. Elegir a actores muy feos, con narices grandes, ojos de sapo y caras de tísicos, y vestirlos y maquillarlos para que parezcan aún más feos si es posible. La gente guapa es incompatible con una peli de culto.

9. Los decorados deben ir en consonancia con la fealdad de los personajes y sus ropajes. Casas oscuras, cochambrosas, mucha ruina y toda la porquería que sea posible. El paisaje ideal para un genio es un estercolero o un descampado plagado de ratas.

Y así es básicamente como Haneke ha conseguido llegar a ser un director de culto y se ha inflado a ganar Palmas, Conchas, Globos de Oro, Oscares, Césares y demás chatarrería fina. Además de un pastizal, que tampoco es moco de pavo.

domingo, 24 de febrero de 2013

Mi nombre es Harvey Milk, by Gus Van Sant


Conozco a un tipo que es gay y facha al mismo tiempo. Sí, ya sé, es algo así como ser negro y del Ku-Klux-Klan o judío neonazi, pero ese tipo de gente existe. Es así y hay que asumirlo. Cuando le preguntas a este tipo por el matrimonio homosexual dice que es un pego y que él no necesita casarse. Ya, bueno, y yo tampoco y sin embargo no por eso voy  por ahí lanzando proclamas incendiarias contra el matrimonio hetero, por mucho que me parezca una institución caduca, obsoleta y rancia a más no poder.

Y a qué viene esto? Dirá alguno. Pues viene a que precisamente en esta película Gus Van Sant nos muestra los primeros movimientos en Estados Unidos por los derechos civiles de los homosexuales y la relación de éstos con la política. El tal Harvey Milk, que como empresario venía de una mentalidad liberal republicana, se ve obligado por su condición sexual a replantearse su posición, y se convierte en el primer político abiertamente gay que se presenta a unas elecciones con su condición sexual como referente. En ese aspecto la película es interesante, incluso necesaria. Está bien que alguien nos haga recordar de vez en cuando la tremenda lucha que ha hecho falta hasta llegar al día de hoy, con una serie de derechos asumidos por la sociedad que aunque creamos ya consolidados, para nada, que ahí siguen los del crucifijo in pectore pugnando por recuperar terreno.

Lo que no me gusta de la película es la falta de coherencia del director. Por qué Van Sant, que nos habla de la homosexualidad y de los derechos civiles del colectivo gay, es tan timorato con la cámara? Por qué cuando Sean Penn y James Franco se besan (supercastamente, todo hay que decirlo, plan piquito y leve restregón de morros) aparece un súbito fundido en negro, o se va difuminando la luz hasta la siguiente escena? Bueno, y como dice el chiste, ya de follar ni hablamos.

Volvemos a lo mismo de siempre: quiero reivindicar algo pero no quiero herir demasiado la sensibilidad del espectador que sienta cierta repugnancia ante la imagen de dos tíos metiéndose la lengua hasta la garganta o sobándose o directamente echando un polvo. Ante todo no asustar al público.

Joder, y eso es justamente de lo que abominaba el propio Milk, según se desprende de la película: de la falta de valentía para mostrarse como uno es, de los armarios cerrados, del terrible mal que ese ocultismo hace a la causa, porque cuánta gente hay que se muestra abiertamente homófoba sin complejos porque no sabe que la persona que está tomando café a su lado o que trabaja en la mesa contigua es homosexual? Y ahora viene un director que quiere contarnos una historia de arrojo y osadía y el tío va... y se caga por la patilla!!!! Pues eso, un quiero y no puedo, un sí pero no, un puro y duro coitus interruptus.

viernes, 22 de febrero de 2013

El leñador, by Nicole Kassell


Una de las películas que más me ha impactado en los últimos tiempos. Principalmente porque trata un tema incómodo, molesto, turbio, como es la pederastia, y lo hace desde el punto de vista del propio pederasta, una figura que socialmente es algo así como un apestado, y  que sin embargo, como esta cinta nos recuerda, es también una persona y como todas las personas, siente, sufre y padece.

Para empezar decir que alabo la valentía y el arrojo del director, Nicole Kassell, por afrontar este difícil reto, pero si cabe aún mayor es mi admiración por Kevin Bacon por atreverse a meterse en la pìel de un personaje tan abominable socialmente, tan tortuoso, tan enfermo y tan desesperado. Supongo que tuvo que ser duro para él interpretar a este sujeto, a pesar de lo apasionante del desafío como actor.

De todos los personajes secundarios el que cuesta más entender es el de la novia del pederasta, interpretada por Kyra Sedgwick, famosa por ser la protagonista de la exitosa serie de televisión “The Closer”, y que además es la mujer de Bacon en la vida real. Yo puedo comprender que una tía tenga una relación con un pederasta sin saber que lo es y que incluso cuando lo descubra, si está muy enamorada o es muy dependiente, pueda continuar con la relación. Pero lo que ya me cuesta mucho más creer es que alguien se embarque en una historia amorosa con un individuo que es pública y notoriamente exconvicto por abusar de niños. El suyo es un personaje un tanto anómalo por cuanto es difícil asumir y entender sus razones y su conducta.

La película es durísima, ya lo he dicho. Y te hace sentir muy mal casi todo el tiempo, sobre todo porque consigue que simpatices con el personaje del abusador, que busca desesperadamente su curación y su redención. Kassell consigue que lo veas no como un peligro social sino como una persona enferma que sufre, que se odia a sí misma y que lucha constantemente contra unos impulsos que a él mismo le repugnan. Es una peli para pensar mucho y desde luego no es para pasar un buen rato.

Hay muchísimas escenas superfuertes, pero si tuviera que destacar una por la tremenda tensión del momento sería cuando el personaje de Bacon le pregunta a una niña en el parque: "Te sentarías en mis rodillas?" El desenlace de la escena, que por supuesto no contaré, es sencillamente demoledor.

Conversaciones con otras mujeres, by Hans Canosa

Para empezar tengo que decir que vi esta película en TCM Autor mientras caía una terrible tormenta, y que cuando faltaban 5 minutos para el final la conexión se perdió e inexorablemente salió el letrerito de "No hay señal". Aporreé el mando con todas mis fuerzas, le chillé como una loca, clamé a los cielos y me cagué en la puta madre de la tormenta de los cojones, pero nada de eso me sirvió para enterarme del final, que en el momento en el que escribo esta crítica sigo sin saber.

Me había montado una maravillosa noche cinéfila con programa doble; a ésta le seguía "El leñador" de Nicole Kassell. En realidad "Conversaciones..." era una especie de abrebocas porque la peli que de verdad me interesaba era la otra, pero resultó que Hans Canosa consiguió encandilarme hasta el punto de que me daba igual perderme "El leñador" porque lo que de verdad me jodía es perderme el final de ésta. MECAGOENTOSUNASIÓNNNNNNNNNNNNNNNN!

Y una vez desfogado mi cabreo por la vía del aullido feroz, diré que me he perdido el final de una historia apasionante, efervescente y sorprendentemente auténtica. Sólo adelantaré que hay sorpresa y que casi a la mitad del metraje te das cuenta de que lo que creías estar viendo no es lo que veías, sino algo totalmente diferente. Y como no puedo contar más, ahora que lo tengo fresco, intentaré recrear algunos de los diálogos, especialmente las partes Bonham Carter:

1. Aparentar que estás buena sin esfuerzo requiere un enorme esfuerzo.

2. Me horroriza la perversidad de la mente humana: nunca recuerdas lo que quieres recordar pero siempre recuerdas todo lo que quisieras olvidar.

3. Por qué dudas al decir tu edad? Porque es una cifra sorprendentemente alta y no suena bien.

Sé que a muchos les costará creerlo, pero Helena Bonham Carter está maravillosamente encantadora, guapa y estilosa en esta película, lo prometo palabritadelniñojesús, jarrrrrlllll mematennnn!!!

Y Aaron Eckhart simple y llanamente es ese tipo adorable con el que sueñas encontrarte en las bodas para que aderece con su conversación o su mera presencia la pesadilla de tartas nupciales, vivanlosnovios, el ramo, la corbata, la liga, el vals, los pasodobles...Aaaaaarrrrrgggg!

Diossssss, hay algo más cutre y hortera en el mundo que una boda????? Y algo más maravilloso que encontrarte en una de ellas a ese alguien especial a quien hace siglos que no veías?  De hecho... confesad, no es con esa ilusión con la que váis todos a esas horripilantes bodas?

Por cierto, al final la señal volvió y pude ver "El leñador", aunque me perdí el principio.

Si quieres saber lo que me pareció busca mi crítica.

jueves, 21 de febrero de 2013

Sexo, mentiras y cintas de vídeo, by Steven Soderbergh

SEXO. El sexo está muy sobrevalorado. Todo el mundo habla de sexo, piensa en el sexo, escribe sobre sexo, lee sobre sexo, hace pelis de sexo… Y claro, naturalmente el gran Soderbergh no podía ser menos, faltaría plus! Él tenía que hacer también su peli sobre sexo; pero eso sí, sin sexo, o sea, una historia en la que la gente ni folla ni se toca, que sólo mira y habla. Y cómo se hace eso? Pues fácil: juntas a una neurótica reprimida muy guapa pero fría como un témpano y a un voyeur adorable pero impotente, y los pones a relatarse mutuamente sus desgracias sexuales. Y ya tienes una peli de sexo sin sexo. Y tú ya serás considerado un genio el resto de tu vida for ever and ever.

MENTIRAS. Contrariamente al sexo, la mentira está francamente infravalorada como medio de superviviencia social e incluso como labor humanitaria. La sinceridad, en cambio, está supervaloradísima. Pero cómo podríamos vivir en un mundo en el que la gente fuera brutalmente sincera y dijera exactamente lo que piensa, lo que siente y lo que hace en su intimidad? Sería un infierno; es más, no se me ocurre un infierno más infernal. El infierno de la verdad absoluta, en el que ni siquiera por mera caridad estaría permitido mentir. Un horror! Y sin embargo ésa es la ingenua y pavorosa propuesta de Soderbergh en esta película. No se os ponen los pelos de punta?

CINTAS DE VÍDEO. Mucho antes de que James Spader engordara 50 kilos, su cara se convirtiera en un pan abogado y se metiera a idem en Boston Legal; mucho antes de que Andie Porqueyolovalgo MacDowell se dedicara a hacer anuncios de champú; y mucho antes de que aparecieran Internet y las redes sociales y la gente tomara por costumbre colgar sus vídeos caseros follando, echándose pajas o comiendo pollas... mucho antes de todo eso a Soderbergh se le ocurrió esta historia precursora sobre exhibicionistas y mirones que en su momento apasionó pero que hoy en día, cuando cualquiera enseña sus tetas por youtube, o las tetas de su novia… resulta tan antigualla como “Marcelino pan y vino”, "Sor Citroen" o “Las señoritas de la Cruz Roja”. Una reliquia, en definitiva

miércoles, 20 de febrero de 2013

Al límite de la verdad, by Roger Michell

Ben Affleck. El “mal actor-estupendo director” por antonomasia nos sorprende en esta película, en la que es actor pero no está nada pero que nada mal. Es uno de los dos protagonistas en lid; interpreta a un abogado de éxito que tiene un accidente cuando se dirige al tribunal y pierde unos papeles importantes. Su personaje va in crescendo en su rabia y su desesperación por recuperarlos, y al mismo tiempo su asco por el sucio mundo en el que se mueve. Su encontronazo con Jackson será un revulsivo que le obligará a replantearse toda su vida de principio a fin.

Samuel L. Jackson. Va en el coche que choca contra el de Affleck. Es un alcohólico en rehabilitación, un padre desesperado que lucha por no perder a sus hijos. Al igual que su contrincante va metiéndose en una espiral de violencia e ira que le llevan a perder totalmente el control de sus actos y sus decisiones. Corren de su cuenta algunos de los momentos más tensos del filme, como ése en el que entra en un bar, pide una copa de bourbon y se sienta a mirarla. Se la tomará?

Y junto a los dos protagonistas principales, unos secundarios de lujo, como Toni Collette, que interpreta a la amante y compañera de trabajo de Affleck, con quien comparte intensísimos planos y diálogos; o William Hurt, amigo y compañero de batallas alcohólicas de Samuel L. Jackson, con el que igualmente comparte planos y diálogos que no tienen nada que envidiar a los del equipo contrario.

Roger Michell, el famoso artífice de la alabadísima “Notting Hill”, debuta en el cine norteamericano con esta película, desde mi punto de vista notablemente infravalorada. Con un reparto lleno de nombres estelares (obviemos a Affleck, aunque ya digo que está sorprendentemente bien) y un guión denso y consistente en el que la tensión se mezcla con el drama a partes iguales, nos cuenta una historia de límites morales, de estrés vital, de decisiones erróneas en cadena y por último de redención que está muy bien escrita y mejor dirigida.

Si acaso falla algo es el final. No sé, creo que el desarrollo de la acción merecía otra cosa, algo un poco menos flowerpower. Pero bueno, se le puede perdonar porque es uno de esos finales que dejan una sonrisa bobalicona en la cara y oye, tampoco de vez en cuando hace daño algo de optimismo vital. Digo yo, vamos.

martes, 19 de febrero de 2013

Caos calmo, by Antonello Grimaldi

Nanni Moretti: Antonello, mio amico, tengo una idea genialle!!!!! Andiamo facere un filme fantástico sobre el caos en la vita!!!!!

Antonello Grimaldi: Sobre el caos? Ma questo commo se face?????

N.M. Es molto facile, Antonello. El caos vitale estará rappresentato en un uomo y la sua filia. La sposa del tipo está morta y la sua vita entra en caos totalle.

A.G. Molto bene, molto caotico, ma qui cosa pasa a queste tipo y la sua filia?

N.M. Il tipo stará tuta la giornata en un parco frente la scuola de la sua bambina. Allí sentato, legge il giornali e mira la finestra. Questo e il caos mondo e lirondo.

A.G. Síiiiiiii! E nel parco conocirá una donna che cammina di passeo con il suo cane, e face liste mentali di ristoranti e di compagnia daviazioni, qui pensi? Mas caotico impossibile!!!!

N.M. Perfetto!!!!! Il ragazzo legge i giornali, guarda la finestra e parla con la genti chi pasa por il parco. Quanti caos, virgen santísssssima!!!!!

A.G. Molto bene, ma la vostra intenzione e fare un film intero senza fare sesso, ni una mamatta?

N.M. Ma que dicce, insensatto????? Un film intero sin sessso iooooo????? Noooooooooo, ni pensare!!! Io devo buscare una donna que mi piace. Qui tale Isabella Ferrari? Ha due belle tetti e il suo culo e molto grosso e duri.

A.G. Quijoputtttti! E parecia stupido il ragazzo!

N.M. Sí, sí, molto stupido, ma io voglio ponerme tutto morato con Isabella. E tu a mirare a duo velli, il mio intelligente amico. Ti jodere, tipo listo.

jueves, 14 de febrero de 2013

El sueño de Valentín, by Alejandro Agresti

De verdad, a estas alturas se pone una a ver las pelis de niño-prota casi con miedo. Por el posible pastelazo, por la más que probable hiperglucemia, por la naúsea incontenible que provocan, por el descomunal cabreo posterior...

Lo que pasa es que Rodrigo Noya es el antídoto perfecto para la fobia a la infancia porque por extraño que parezca es un niño… mmmmm… comestible. A una le gustaría cogerlo en brazos, achucharle bien fuerte, comérselo a besos, raptarlo y llevárselo a casa.

Enamorarse de Valentín es fácil; es incluso imposible no hacerlo. Ese chico bizco, menudillo, repelente y de acento porteño te mira y te haces agüilla. El chaval tiene química con la cámara, no puede ser otra cosa. Es el único niño actor que consigue parecer un perrillo abandonado, y además el cabroncete parece que lo hace sin el menor esfuerzo, que le sale solo, oye.

Principalmente ése es el acierto de Alejandro Agresti, que se ha metido en el difícil embolao de rodar una peli con niño protagonista (pesadilla total), pero esa aventura que con cualquier otro niño hubiese resultado un pestiñazo de difícil digestión, con Rodrigo le sale bien y encima pasa la prueba con nota.

Lo que no me explico es lo de Carmen Maura en ese papel de abuela argentina, con un horripilante acento medio andaluz medio porteño medio canario medio vallisoletano que no hay por dónde cogerlo. Es que no había disponible ninguna actriz argentina de su edad? Carmen, pordiossss, por quéeee?????

miércoles, 13 de febrero de 2013

Amen, by Constantin Costa-Gavras

Habemus papam interinum. Sí, amigos, el pontífice Benedicto tropecientos (no recuerdo el número) ha dimitido y ocupa de momento el cargo con carácter de interinidad en tanto el Espíritu Santo se decide a elegir entre los ancianos papables que esperan ansiosos su sabia decisión.

A mí esto la verdad es que me la trae bastante al fresco porque los papas me parecen todos igual de cutres, melífluos y plastas y además su reino no es de mi mundo. Empezando por el trajecito, gorro incluído, y acabando por la nube de cardenales que llevan al retortero a todas partes, todo en ellos me parece de un esperpéntico y un fantochil que echan para atrás.

El bueno de Costa-Gavras, con su mejor intención, se muestra en esta película, indiscutiblemente muy bien hecha, escandalizado por la actitud de la Iglesia ante el Holocausto nazi. Y yo lo entiendo, es algo que para un creyente puede clamar al cielo. La desidia, el desinterés, la indiferencia ante las evidencias que llegaban del exterminio judío… pueden ser realmente dolorosos para quien se sienta unido de algún modo a la Iglesia Católica. Pero es que yo ya hace mil años que rompí amarras, que me lo espero todo de esta gente y que no me extraño de nada. Y claro, esta historia no me conmueve lo más mínimo.

La Iglesia hace ya muchos siglos que dejó de parecerse lo más mínimo a lo que Cristo significó e intentó predicar con su vida, si es que en algún momento se llegó a parecer. El papa es un señor que, además de liderar una religión, es jefe de un estaducho de mierda pero cargado de riquezas artísticas y financieras. Y salvo su constante preocupación por la entrepierna de la gente (de la gente de fuera, no de su gente) yo no he visto nunca ningún otro interés por mejorar la vida de sus fieles o por ser ejemplo de nada.

Otra cosa son los movimientos de base, los curas de barrio, los misioneros, o la gente que se lo curra en ONGs como Cáritas, pero ellos nada tienen que ver con el Vaticano y sus jerarcas; son otro mundo. El papa, los cardenales y los obispos van a su bola, nunca les ha interesado nada que no sea preservar su poder y mantener sus privilegios seculares. Puedo, por tanto, sorprenderme o escandalizarme lo más mínimo por saber que la Iglesia no movió ni un dedo para evitar el Holocausto, cuando tuvo noticias de él? Posvaserqueno.

domingo, 10 de febrero de 2013

Drive, by Nicolas Winding Refn

Antes de ver una película siempre me gusta echar un vistazo a las críticas y para ello suelo ordenarlas por voto. Mis favoritas son las que tienen un montón de dieces y un montón de unos, vamos, las que despiertan pasiones de uno u otro lado.

Y normalmente en ese tipo de películas yo, como buena radical antisistema, estoy con los dieces o con los unos, nunca en ese término medio en el que, según dicen los que saben, está la virtud. Y con Drive no podía ser menos. O un 10 o un 1, no caben medias tintas.

Ryan Gosling, para mí el bello Ryan, por sí mismo merece un 10 sin paliativos, simple y llanamente porque es guapo y porque me pone y eso para mí tiene un valor, oye. Pero claro, si durante toda la película abre la boca algo así como dos veces y su actuación se basa en pasearse con una chaqueta bomber superfashion llena de manchas coloradas cual recién salido de la tomatina de Buñol... seamos serios, ahí pierde un montón de puntos.

Y ahora, si eso, hablamos de Carey Mulligan. Que no tengo yo nada contra esta chica, partamos de esa premisa. Pero si Gosling no abre la boca para decir ni mu y ya tenemos un mudito en la peli... a qué viene que ella le haga los coros?

La historia básicamente nos cuenta una pasión silenciosa. Él mira y calla y ella mira, calla y sonríe. Él además de mirar y callar, a ratos mata. Ella erre que erre, mira, calla y sonríe. Hablar, hablan más bien poco, pero hay que ver lo que se miran y se remiran. Follar, tampoco follan, que se vea por lo menos, pero si las miradas follaran estos dos serían pura pornografía.

Y luego matar sí que se mata. Y con poca delicadeza, para ser sinceros. No se mata así de un tiro o una cuchillada certera, plan cruzdenavajas, no. Se mata con inquina, con regodeo, con delectación y sanguinolencia. Se mata a lo feo, a lo Tarantino, a lo visceroide... pos eso, a lo tomatina de Buñol.

En definitiva, que el señor Refn (no confundir con Renfe, porque no tienen nada que ver y además Refn no regala caramelos por ver su película) nos deleita a base de bien con un sandwich mixto de agónicos silencios, enigmáticas sonrisas de significado incierto y kilos y kilos de ketchup, algo de casquería urbana y una mijita de cosmopaletismo, que es el arte de parecer un neoyorkino superguaydemorirse siendo simple y llanamente un pueblerino danés con ínfulas, mondo y lirondo. Vamos, que un uno.

viernes, 8 de febrero de 2013

El mundo es nuestro, by Alfonso Sánchez

El Culebra y el Cabeza deciden dar el gran golpe en un banco y huir con el botín a Brasil, como dos Dionis de pro. Pero esto es Sevilla, concretamente Triana, y la cosa se les va a complicar una mijilla.

En el banco encontrarán a un director corrupto intercambiando maletines con un empresario; a una pareja que va a firmar una hipoteca, ella muy pija y muy entregada y él no muy convencido; a un parado con mono de trabajo que tiene prisa porque debe sellar el paro; a un chino, no faltaba más; a una funcionaria muy particular, a una periodista de incógnito.... Y a un empresario arruinado que llega cargado de explosivos dispuesto a volarse él, el banco y a todos los rehenes si no viene la televisión. Toma ya!

En la calle, una inspectora de Burgos, muy castellana ella, que lo flipa; unos periodistas ávidos de noticias; cientos de curiosos… y unos municipales que piden que despejen el operativo porque tiene que pasar una procesión. Esto es Sevilla y olé.

Alfonso Sánchez viene de Internet y eso se nota mucho en la agilidad y frescura de su guión. El tío se lo pasa bien haciendo lo que hace y consigue que el público se lo pase también de puta madre.

Humor negrísimo andaluz, un fantástico coro de personajes caricaturescos y un buen repasito a toda la sociedad, vamos, que no deja títere con cabeza: políticos, policías, prensa, funcionarios, trabajadores, empresarios, pijos, chonis y chusma en general. Risas garantizadas, aire fresco y mucha mucha mucha mala leche. No os la perdáis.

jueves, 7 de febrero de 2013

Pactar con el diablo, by Taylor Hackford

El demonio según Taylor Hackford:

Es un señor que luce muy risueño una resplandeciente dentadura postiza.

Es un señor que se pasa la vida de fiesta en fiesta con una copa en la mano.

Es un señor que da consejos de peluquería a las esposas de sus amigos.

Es un señor que gusta de que bellas y tetudas señoritas le coman la polla.

Es un señor que toca las palmas y baila flamenco mejor que Farruquito.

Es un señor que se parece inquietantemente a Al Pacino con dientes postizos.

Es un señor que babea sospechosamente mirando a Keanu Reeves.

Es un señor que parlotea como una cotorra en varios idiomas.

Es un señor que viaja en metro y se dedica a incordiar a los otros viajeros.

El demonio según Taylor Hackford definitivamente es… un MAMARRACHO!!!!!!

miércoles, 6 de febrero de 2013

Elefante blanco, by Pablo Trapero

Durísima película del argentino Pablo Trapero sobre el día a día en una barriada marginal bonaerense. La historia se centra en el trabajo de unos cuantos curas con la gente que habita en tan desolador paisaje.

La fealdad de las imágenes es realmente impactante: calles estrechas y laberínticas llenas de charcos y mierda, perros vagabundos lisiados, niños sucios, mujeres y hombres embrutecidos, la violencia de las bandas, viviendas paupérrimas, jóvenes atontados por la droga… Vamos, que para pasar un buen ratito no es la película.

Pero en ese entorno demoledor milagrosamente aparecen siempre esas almas blancas que hacen que el mundo sea un poco más soportable. Ricardo Darín y Jérémie Renier interpretan a los dos curas que se rompen el culo intentando llevar algo de esperanza a esa gente que sólo ha conocido la pobreza y la indiferencia de las autoridades, a las que lo único que importa es que no monten demasiado follón y que estén lo más adocenados posible.

Cine social de calidad, impecable técnicamente, con una cámara ágil que va recorriendo los tortuosos callejones del barrio sin compasión ni concesión ninguna a lo comercial.

Como tema de fondo, la fe y la vida religiosa. La calma chicha de la alta jerarquía eclesiástica en contraposición con la desesperación de los que conviven a diario con el drama humano en estos lugares siniestros dejados de la mano de dios. Un verdadero homenaje a aquéllos que dedican su vida a intentar hacer algo más llevadera la de los parias del mundo. Chapeau, Trapero.