sábado, 29 de junio de 2013

La delicadeza (La délicatesse), by David Foenkinos, Stéphane Foenkinos


Qué es la delicadeza para David y Stéphane Foenkinos?

- Enamorarse de un tipo feo, calvo, soso y fondón?

- Salir al teatro y a cenar con los subalternos?

- Formar parejas disparejas, feos con guapos, flacas con gordos...?

- Eludir con elegancia el acoso sexual en el curro?

- Hacer sopa de ajo como las abuelas francesas?

- Redecorar tu vida con muebles de Ikea?

- Lucir los anoréxicos huesos de Audrey Tautou?

Pues es un popurrí de todo esto. Como que esta delicadeza no va conmigo.

jueves, 27 de junio de 2013

Pretty woman, by Garry Marshall

Hola, me llamo Julia Roberts y soy puta. Además masco chicle y cuando voy a ver Madame Butterfly lloro. Esto, por si no os habéis dado cuenta, significa que soy una chica sensible y que mi profesión no me impide disfrutar de bellas y nobles artes como la ópera o la alta costura. Por si esto fuera poco, soy maravillosamente ingenua y desinteresada: sí, es cierto, follo por dinero, pero sólo follo; jamás me casaría por una razón tan mercantilista. Yo para casarme necesito amor. Palabrita del niño Jesús.

Hola, me llamo Richard Gere y soy putero. Además soy asquerosamente rico y guapo. Me gustan las tías altas, delgadas y con la boca grande, para chuparla mejor. Mi problema es que las putas tienden a enamorarse locamente de mí, y no porque sea rico y guapo, no seáis mal pensados, sino por mi arrolladora personalidad y por mi bondad intrínseca. Si fuera pobre como las ratas y tuviera el aspecto de Danny de Vito se enamorarían igual. Por qué. Pues porqueyolovalgo. Ea.

Hola, me llamo Garry Marshall y soy un hijodelagranputa. Me dedico a hacer películas tostones preferentemente dirigidas a mujeres de escasas luces y escueto criterio. El secreto de mi éxito consiste precisamente en este público femenino, que a su vez atrae magnéticamente a un buen montón de público masculino ávido de conseguir favores sexuales a cambio de la compañía. Se cuentan por millones mis víctimas, hombres que acudieron a ver mis películas con la idea de obtener algún beneficio y luego se quedaron a dos velas. Cuando pienso en ellos mientras miro los extractos bancarios de mis cuentas me da muchísima risa. Básicamente por eso soy un grandísimo hijodeputa y un mamón.

martes, 25 de junio de 2013

Young adult, by Jason Reitman


Me gusta esta película. Me gusta esta antiheroína borracha, creída y desastrosa que se arranca pelos de su preciosa melena rubia. Me encanta su perro y me encantan sus neuras. Me encanta el título de esta historia y me encanta el guión.

Hay diálogos en esta película que valen sus letras en oro: Theron emborrachándose con su amigo gordo y con la polla torcida; Theron desayunando con la hermana del gordo de polla torcida; Theron reencontrándose con sus padres... Theron, Theron y Theron. Ella interpreta al personaje estrella, y qué personaje. En mi opinión su mejor trabajo, nada que ver con los excesos delirantes de "Monster". Theron más femenina y más hermosa que nunca pero también más chiflada, más perdida, más patética. Sí señor, un gran personaje para una gran actriz.

Diablo Cody también se esmera, vive Dios. No sólo son los diálogos. También está esa novela que la protagonista está escribiendo, en la que a su vez ella misma es la protagonista. Esa voz en off que va narrando la historia paralela de adolescentes en el instituto mientras el personaje de Theron se va hundiendo cada vez más en su locura... me parece magistral.

Me gusta cómo abordan Cody y Jason Reitman la tragedia en la vida de las personas. Me gustó en "Juno" y me gusta aquí. Me encanta esa mezcla de humor triste y drama cómico. Me gustan sus personajes tarados pero cercanos, egoístas, gente que confiesa que se corre torcido o que no sabe ser feliz a pesar de tenerlo todo.

Hay algo en las historias que cuenta esta mujer que conecta profundamente conmigo. Tal vez sea que yo esté también un poco pallá o que ella no juzga nunca a sus personajes. Cody deja que simpatices o que odies a quien tú quieras porque todos inspiran ternura y náuseas al mismo tiempo. Al final te gustaría darles una hostia a cada uno y después un buen achuchón. Y conseguir eso en el cine... no es fácil. Chapeau Cody.

El juego de los idiotas, by Francis Veber


Desde luego el título de la película le viene como anillo al dedo. Es una película idiota sobre una panda de idiotas, con un humor idiota, y siento decirlo, destinado a un público idiota. Es, en definitiva, un verdadero canto a la idiocia.

Para colmo ninguno de los personajes tiene carisma ni garra ni siquiera cae simpático. Y mira que es difícil que en una comedia no caiga simpático ni un personaje. No se sabe quién cae más gordo, si el prota, si la modelo, si el novio rico de la modelo o si la capulla de la que el prota está enamorado.

Y lo peor es lo que hace una y otra vez Francis Veber con François Pignon, aquel personaje inolvidable de "La cena de los idiotas". Eso de usarlo en todas sus películas, interpretado por actores que no le llegan ni a la suela de la alpargata al de "La cena..." es un pecado mortal. Me subleva, grrrrr.

La única que se salva es Kristin Scott Thomas; ella interpreta al único personaje medio interesante, pero con toda la patulea de capullos que la rodean es imposible levantar mínimamente la trama. Hasta Daniel Auteuil da vergüenza ajena en ese ridículo rol de millonario encoñado.

La pena es que este hombre, Veber, hizo una vez una comedia memorable, donde demostró un talento y un humor fino no muy frecuentes y a partir de ahí se ha dedicado a vivir del cuento y a intentar explotar a aquel gran personaje. Pobre Pignon.

jueves, 20 de junio de 2013

El fraude (Arbitrage), by Nicholas Jarecki

Esto es lo que yo siempre he llamado "película trampa"; se trata de ese tipo de cine en el que nada de lo que ves es lo que parece, pero no porque el director juegue con la ambigüedad ni use ingeniosos efectos ópticos sino porque directamente te está engañando con el mayor descaro.

Un suponer. Si tú muestras a una pareja aparentemente normal y luego, según se va desarrollando la acción, ves que de normal no tiene nada y que ahí hay tela de tomate, eso es lícito. Tu no has engañado a nadie, simplemente no has dado desde el principio toda la información. En cambio, si haces ver que una pareja es idílica, y se besan, se abrazan, bromean constantemente y muestran esa clase de complicidad que sólo puede encontrarse en las parejas perfectas... tú no puedes decirme al final que todo eso es mentira y que en el fondo se odian. Eso sí es trampa, y eso es exactamente lo que hace Nicholas Jarecki en este su debut cinematográfico.

Con esto no quiero decir que no haya una buena historia detrás; sí que la hay, y además ha conseguido juntar un pedazo de reparto encabezado por un Richard Gere que se crece en la madurez y una Susan Sarandon siempre impecable.

Por cierto, me he reído un montón leyendo algunas críticas. Una tachaba la peli de poco verosímil alegando que "es imposible crear un agujero de 420 millones de dólares en una empresa sin que nadie se entere". Jajajajaja. En fin, no sé si el PP podría considerarse una empresa pero son muchos los millones que el tesorero Bárcenas hizo desaparecer sin que aparentemente nadie se percatara. Y de los ERE falsos de Andalucía mejor ni hablamos. Otros cuantos milloncejos desaparecidos y todo el mundo mirando a las nubes. Nada por aquí, nada por allá...

No, la historia es perfectamente creíble y hasta cierto punto fascinante, pero no me ha gustado nada ese lado tramposo. Me molesta muchísimo llegar al final de una peli y decir: pero esto qué coño es, qué me estas contando. Entonces me has estado tomando el pelo todo el rato. Anda y tírate de la moto, chaval.

miércoles, 19 de junio de 2013

Bottle Rocket (Ladrón que roba a ladrón), by Wes Anderson

Menudo rollo, dioossssss!!!! Sólo por habérmelo tragado entero merecería que me nombraran reina de las fiestas de Bottle Rockett o de Villaviciosa del Chotillo.

Me apunto a Wes Anderson en mi lista negra para no ver ni una suya más. Nunca mais, lo juro. A dos pongo por testigo, a mi perro Manolo y a un mosquito que pasaba por aquí y me acaba de picar.

Sólo apuntaré a qué tipo de personajes puede gustarle esta película y cualquier otra de su director: adolescentes hasta el culo de espinillas, fans del cine de autor tipo "Crepúsculo", mi cuñao, cincuentones con complejo de Peter Pan, mi cuñao, borrachos, adictos al cannabis muuuuy fumaos, mi cuñao... y tal vez los amigos de mi cuñao.

martes, 18 de junio de 2013

Salir del armario (Le placard), by Frances Veber

LO BUENO

A. El inconfundible toque de Francis Veber ("La cena de los idiotas")
B. Los personajes emblemáticos de Veber: el bromista, el torpe, el bruto
C. Un buen mensaje: no cambian las personas sino el modo de mirarlas.

LO REGULAR

A. Daniel Auteuil, que no está a la altura del personaje.
B. Gérard Depardieu, sobreactuado aun en un rol caricaturesco
C. Los gags cómicos, muy repetitivos y llenos de tópicos.

LO MALO

A. Va claramente de más a menos y termina siendo cansina.
B. Intentar explotar el personaje inolvidable de François Pignon
C. Que no es "La cena de los idiotas"


lunes, 17 de junio de 2013

El intercambio (Changeling), by Clint Eastwood


Si esto es una historia real yo soy un bote inglés con remos. Esto lo que sí puede que sea es la versión distorsionada y demencial de alguien sobre un hecho real. Porque se parte de un presupuesto totalmente imposible: una madre pierde a su hijo y le devuelven a otro que no es el suyo pero ella al principio lo acepta como si lo fuera, para darse cuenta unos días después de que no, que no es, porque éste está circuncidado y encima mide 8 centímetros menos que el niño auténtico.

En fin, no me creo la historia ni me creo a los personajes ni me creo una sola de las profusas lágrimas que la Jolie expulsa durante el larguíiiiisimometraje. Por muy hecho real en que esto se base me parece que me están intentando colar una gamba completamente maniquea y llena de despropósitos.

Lo más alucinante es que la tía para convencerse a sí misma necesita buscar pruebas. Cualquier madre conoce perfectamente el cuerpo de sus hijos: sus lunares, sus cicatrices, sus manchas, su dentadura... vamos, todas las características físicas personales e intranferibles. Qué posibilidades reales hay de que una madre no reconozca a su hijo después de cinco meses sin verlo. Prácticamente ninguna, además con sólo mirarlo a los ojos. Para saber eso no hace falta ponerse a buscarle los lunares ni medir al niño, por favoooorrr.

En fin, la historia es tan rocambolesca que la coartada del hecho real de poco sirve. Eastwood además decide dibujar unos personajes completamente planos, sin matices ni vericuetos ni fisuras. Unos policías supermalos obsesionados por colar al niño como sea para dejar el caso resuelto y bien cerrado; esa madre coraje dudosa sobre la identidad de su hijo que se pasa toda la película con los ojos como dos bollos, qué derroche de colirio, lavirrrgen... Bueno, y el personaje de John Malkovich, completamente alucinante: el bondadoso predicador que lucha en desigual lid contra el corruptíiiisimo departamento de policía de Los Ángeles y que se convierte en el principal valedor de la Jolie. Sus entradas triunfales en el departamento o en el hospital son de tebeo.

Lo peor son los diálogos, completamente pueriles, como de patio de colegio. "Agente, éste no es mi hijo", "Sí, señora, lo es, es que está usted un poco nerviosa", "Hijo, cómo te llamas", "Me llamo Pepito y ésta es mi mamá", "Llévese usted al niño a casa y ya verá cómo se acostumbra. Pero antes un posado para la prensa. Chicooos, unas fotooooos". Pordiosssssss, Clint, cómo has podido rodar una escena como ésa. Dónde está tu talento. Aunque podría ser que también a nosotros nos hubieran pegado el cambiazo y que éste no sea el auténtico Clint, sino un impostor. A ver, Clint, abre la boca y enséñanos los empastes.

sábado, 15 de junio de 2013

La sombra del poder (State of Play), by Kevin Macdonald

1. Eres un congresista americano. Ponte cara

A. Russell Crowe    B. Ben Affleck    C. Mario Vaquerizo

2. El congresista está casado. Quién es su señora.

A. Helen Mirren      B. Rachel McAdams    C. Alaska

3. El congresista tiene un amigo del alma. Cómo se peina.

A. Rastas    B. No se peina, es calvo    C. Indescriptible

4. Russell Crowe es periodista. Qué pregunta ya te he resuelto.

A. La 1       B. La 2       C. La 3

5. Qué papel crees que hace aquí Rachel McAdams.

A. Esposa    B. Periodista    C. Mario Vaquerizo

6. Si Helen Mirren se follara a Ben Affleck, cómo lo llamarías.

A. Mal gusto      B. Coprofilia     C. Necrofilia

7. En esta historia hay un asesino. Quién dirías que es.

A. El periodista      B. El congresista      C. Una mujer celosa

8. Aquí tenemos a más de un imbécil. Elige al campeón.

A. El periodista      B. El congresista      C. La mujer celosa

9. Cual crees que es la peli favorita del director, Kevin MacDonald

A. Bambi      B. Tootsie     C. Todos los hombres del presidente

10. Cuántas veces crees que se peina Russell Crowe en este filme.

A. No se peina     B. Ya dije que es calvo    C. Ya dije que llevaba rastas

11. Si un congresista se mete en un asunto turbio a quién acudiría.

A. A un periodista.   B. A su psicólogo.    C. A su asesor fiscal

12. Si fueras periodista y tu mejor amigo te contara un turbio asunto

A. La amistad es lo primero   B. Soy periodista    C. Me cago en tó.

13. Cómo crees que termina esta historia

A. El malo muere    B. El bueno muere    C. El malo y el bueno se lían

No te lo tomes a mal, pero es posible que no hayas dado ni una.

viernes, 14 de junio de 2013

Emma, by Douglas McGrath


Esto sí es una comedia romántica de verdad.

Esto sí es divertido, sutil y decimonónicamente delicioso.

Esto sí es un guión lleno de ingenio, matices e inteligencia.

Esto sí es Jane Austen es estado puro.

Esto sí es sentido y sensibilidad. Y mucho humor.

Esto sí es finura, elegancia y estilo.

Esto sí es un vestuario que haría palidecer de envidia a John Galliano.

Esto sí es una delicia de personaje, Gwyneth Paltrow.

Esto sí es literatura hecha buen cine. Gracias Douglas McGrath.


jueves, 13 de junio de 2013

Casa de arena y niebla, by Vadim Perelman


JENNIFER CONNELLY. Es una mujer muy guapa, como todo el mundo sabe. Es difícil desahuciar a Connelly de su casa porque lo más probable es que el policía que vaya a desalojarla se enamore de ella perdidamente y destroce toda su vida intentando devolverle su hogar injustamente perdido. Connelly no es mala, ni siquiera morosa; es sólo pelín despistadilla, por lo cual olvidó abrir las cartas que durante meses la avisaban del inminente desahucio. Ayssss, cuando una es tan guapa tiene tantas cosas en la cabeza!

BEN KINGSLEY. Coronel iraní retirado. Todo él disciplina, rigor y estricta planificación de futuro. Es difícil que su personaje resulte simpático porque lo tiene todo para caer fatal: es calvo, es paletillo, es machista, puede incluso que sea un ex-asesino a sueldo del ejército de su país...  Bonito el muchacho tampoco es. Y ya lo peor: pretende prosperar en los USA a base de especulación inmobiliaria pura y dura. Y se queda con la casa de la pobre Connelly pagando en la subasta una miseria con la idea de revenderla por cuatro veces lo que le costó. Ufffff, un especulador inmobiliario en estos tiempos. No, definitivamente este tipo no puede caer simpático... ni muerto.

VADIM PERELMAN. Es posible que en 2003 Vadim Perelman viera venir de lejos el tema de las hipotecas subprime y la burbuja inmobiliaria y decidiera aprovechar el chollo. El caso es que se monta una historia muy triste y muy tremenda entre un coronel iraní y una hermosa alcohólica casi rehabilitada que pelean por la propiedad de una casa. Pero algo falla, y es un algo importante y trascendental: el final. Perelman, no vale, es trampa, no está bien lo que haces. Puede que sea cierto que las desgracias nunca vienen solas...  pero también es imposible que vengan tan acompañadas. Y hasta aquí puedo contar.

miércoles, 12 de junio de 2013

Charlotte Gray, by Gillian Armstrong

A ver, queridos cocinéfilos, qué cocinaríais vosotros con una cámara medianamente apañadita, vuestra calenturienta imaginación y los siguientes ingredientes:

Un encantador pueblecito de la campiña francesa.

Una inglesa con pinta de femme fatale en la resistencia.

Un jefe de comando guapísimo y sexi a más no poder.

Un par de niños judíos ocultos en un precioso palacete.

Un maestro despechado con bastante mala leche.

Un montón de soldados nazis ávidos de sangre judía.

Y... besos, ternura, qué derroche de amor, cuánta locura.

Pues con todo eso Gillian Armstrong se monta una sosita historia de amor bastante chorra con trasfondo bélico de la que únicamente se salvan, por este orden: la magnífica fotografía, la belleza impecable de Cate Blanchett, y un bomboncito llamado Billy Crudup al que Blanchett se come, como su propio nombre indica, bien crudup. Ay omá qué rico.!!!

martes, 11 de junio de 2013

Es más fácil para un camello..., by Valeria Bruni Tedeschi


Qué casualidad. Después de ver ayer "Lost in translation",  una película hecha por una pija rica para contarnos lo mucho que sufren los pijos ricos, hoy me pongo a ver esta historia, que empieza con la siguiente escena: una mujer se acerca a un confesionario y  dice: "padre, me confieso de que soy asquerosamente rica". El cura, para animarla y tal, le suelta: "pues ya sabes, antes entrará un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos".

Y yo que pensaba que lo más plasta que podía haber en el mundo era un político en campaña... Qué equivocada estaba. Mucho más plasta es un rico con sentimiento de culpa por su riqueza. Esa pretensión de mostrar al mundo lo duro que puede llegar a ser vivir sin dar palo al agua y con un montón de billetes en el banco es aún más patética que todos los intentos del gobierno por convencernos de que a la crisis le quedan dos días.

La diferencia entre Coppola y Valeria Bruni es que esta última se lo toma a coña y hasta se ríe de sí misma, cosa que Coppola no es capaz de hacer ni aunque la torturen con cosquillas en la planta del pie. Y claro, así se hace mucho más llevadero que te suelten el coñazo.

La peli es "rarilla". Tiene momentos muy divertidos (las clases de ballet de la protagonista, por ejemplo); tiene también un puntito onírico y surrealista, pero sin abusar; tiene momentos muy frikis y personajes aún más frikis; y hasta a veces se deja caer con algún que otro momento dramático, pero que no pega ni con pegamento porque entre tanto desmadre no te lo puedes creer.

Bruni (no confundir con Carla) hace un completo: es guionista, directora y protagonista, vamos, la responsable absoluta del bicho. Y hay que reconocer que no le sale del todo mal, que la tía es original y tiene sentido del humor y que la peli se ve con agrado. Si no fuera porque ya está una a estas alturas hasta el moño de pijos arrepentidos...

lunes, 10 de junio de 2013

Lost in translation, by Sofia Coppola

Hola, me llamo Sofía Coppola, soy asquerosamente rica y os voy a contar cómo nos aburrimos los ricos.

Os sitúo: Tokio. Qué clase de personas creéis que se pueden morir de aburrimiento y de asco en un lugar tan fascinante. Pues sí, por increíble e incluso insultante que os parezca, esa gente existe.

Una joven aparentemente sana, estupenda, monísima y sin taras visibles (Scarlett Johansson) ha viajado hasta allí con su marido pero, como él se pasa el día trabajando y ella parece ser incapaz de pasárselo bien sola, se aburre como una ostra. Mira por la ventana; se rasca la nariz; coge un libro; lo mira; lo suelta; bosteza; se tumba en la cama; mira por la ventana; se vuelve a rascar la nariz... Sí, señores, en Tokio.

Un viejo actor cuya carrera pega los últimos coletazos (Bill Murray) viaja a la ciudad para rodar un anuncio, y entre toma y toma también se aburre como otra ostra. Éste mata las horas en el bar tomando whisky y escuchando a una petarda americana cantar. Sí, señores, en Tokio.

Pues sí, la vida es así, Dios le da gafas a quien no tiene ojos y pañuelo a quien no tiene mocos, qué se le va a hacer.

Luego estos dos se conocen, simpatizan, empatizan, surge la química y... se dedican a compartir su aburrimiento el uno con el otro. Y ya lo de siempre: yo te hago ojitos, tú me echas una sonrisita, yo te cojo la manita... y el suspense: cuándo coño se acostarán estos dos y dejarán de marear la perdiz. Y básicamente éste es el argumento de la película.

Pasemos por alto los siete pares de hostias que les daríamos a cada uno; pasemos por alto la terrible injusticia de que este par de gilipollas se puedan permitir viajar a un lugar al que ni tú ni yo ni medio mundo podrá ir jamás. Pasemos todo eso por alto y vayamos al grano: por qué coño se aburren tanto los ricos. Por qué son tan terriblemente desgraciados. Qué coño le pasa a esta gente. Y sobre todo, por qué disfruta tanto esta tía contándonos siempre en sus coñazos de películas lo mal que se lo pasan.

domingo, 9 de junio de 2013

Polisse, by Maïwenn Le Besco

Una niña a la que su abuelo toquetea por debajo de la ropa.

Una policía que vomita 3 veces al día y no consigue quedarse embarazada.

Una mujer que pajillea a sus bebés para que se tranquilicen y duerman.

La brigada de protección a menores bailando en una disco después del trabajo.

Unos niños rumanos que mendigan, obligados por sus padres.

Un profesor de gimnasia enamorado de su alumno de 10 años.

Una adolescente come pollas a cambio de un móvil.

Una fotógrafa capturando imágenes de la brigada de menores.

Un policía enamorándose de la fotógrafa que captura imágenes.

Un niño que llora porque su madre, inmigrante sin techo, lo abandona.

Un policía que llora porque el mundo es una mierda.

Gritos, amor, sexo, lágrimas, inocencia, sordidez ... Una ventana.

Maïwenn Le Besco recogiendo el Premio del Jurado en Cannes.

jueves, 6 de junio de 2013

El dilema (The insider), by Michael Mann

Una gran película de Michael Mann. Certera, tensa, extensa, impecable en su desarrollo e intachable en su estética. Una banda sonora memorable. Y un duelo interpretativo de díficil resolución; no se sabe si es mejor Pacino o Crowe. Personalmente me quedo con el segundo, que para mí es un actor mucho más versátil. Pacino en el fondo siempre hace lo mismo: se mueve todo el rato de un lado para otro haciendo muchos aspavientos y de aquesta pose igual te hace de mafioso que de policía que de periodista, como en este caso.

El argumento supongo que ya lo sabéis. Basado en hechos reales, es la historia de un periodista y su fuente, un científico que saca a la luz el uso por parte de las tabacaleras de sustancias fuertemente adictivas muy peligrosas para la salud cuyo principal objetivo es acelerar el proceso de dependencia al tabaco. La tabacaleras quedan como el culo y este señor como un héroe que, tras una ardua lucha consigo mismo, resuelve su dilema y revela al mundo el gran secreto.

Mi problema es que yo en este contencioso voy con las tabacaleras. A ver, no es que considere que son unas hermanitas de la caridad, ni mucho menos; pero el tabaco es un negocio y estos tíos hacen lo que pueden, y sobre todo, "lo que les dejan" para rentabilizar al máximo su negocio. Y ahí está el quid de la cuestión, en ese "lo que les dejan". Porque queda claro que lo hacen porque hay alguien que les deja hacerlo.

Yo eso es lo que no entiendo. Cómo, tras salir a la luz el uso de esas sustancias peligrosísimas en un producto de consumo masivo, los gobiernos siguen permitiendo su venta tan ricamente. Pones un negocio de hostelería o de venta de alimentos y tienes un día sí y otro también a los inspectores ahí para comprobar que no te has saltado la menor norma de higiene en el trabajo, pero llegan éstos, le meten veneno a mansalva a su producto... y ahí no entra ni un inspector, tú. Ya le pueden meter matarratas, que como es un negociazo vía impuestos, les dejan que vendan legalmente y sin el menor obstáculo la mierda que les dé la gana. Y los malos de la película son las tabacaleras? O por lo menos, son los únicos malos?

Y luego está "la pobre víctima", el fumador.  Porque no olvidemos que todo este asunto tenía como finalidad última el terminar culpando a las tabacaleras de los cánceres que su producto provoca. Todo el mundo sabe a estas alturas que el tabaco es una droga fuertemente adictiva, que lleva sustancias peligrosísimas y supercancerígenas destinadas a que la nicotina llegue antes al pulmón y lo machaque con más brío. Y la gente sigue fumando igual. Desde cuándo nadie se ha echado para atrás al consumir una droga porque conozca los peligros que puede correr.

No, mire usted. Yo he sido fumadora un montón de años y un buen día me harté de ser esclava de un cacho de mierda liado en papel y de dar besos con sabor a cenicero, y lo dejé. Y jamás he echado la culpa a nadie de mi vicio; fui adicta porque me dio la gana y dejé de serlo cuando me dio la gana. Yo soy la única responsable de las consecuencias que mi adicción tuviera o pudiera tener en el futuro sobre mi salud, y abomino de todo intento de culpar a nadie más de lo que yo he hecho porque he querido y cuando he querido.

Y por eso esta película, por muy impecable que cinematográficamente pueda ser, que lo es, me parece falsaria, deshonesta y tramposa. Lanza un mensaje peligrosísimo al espectador: no te preocupes, no es culpa tuya que fumes tres cajetillas al día de esa porquería que te metes en el cuerpo; la culpa es de los hijosdeputa que te han creado la adicción en contra de tu voluntad. Tú no sabías, tú no querías, tú eres un buen chico. Y un cuerno! Puede que ese mensaje valga en una sociedad infantiloide como la norteamericana, pero conmigo no cuela. Qué coño!!!!

miércoles, 5 de junio de 2013

Insomnio, by Chus Gutiérrez

La comedia urbana lo que tiene es que a los urbanitas de pro nos gusta porque nos identificamos un montón con ella. Si no es un personaje es el otro, si no son cosas que nos pasan a nosotros son cosas que le pasan al vecino o al amigo, pero las ves y estás viendo "la vida".

Difícil no identificarse con esa madre primeriza totalmente abrumada entre el cuidado del bebé y las exigencias de su carrera. Cualquiera que haya tenido hijos podría hablar horas y horas sobre cómo cambia la vida de un día para otro y sobre el difícil reajuste que hay que llevar a cabo para acoplar al mocoso sin que se derrumbe todo el castillo.

Y cómo no verse reflejado o ver reflejado a algún amigo en esa muchacha (qué grande Candela Peña) a la que su novio ha abandonado y no sabe cómo afrontarlo ni ante sí misma ni ante los amigos.

Y quién no va a simpatizar con ese pobre chaval (también fantástico Ernesto Alterio) que se ha visto envuelto sin comerlo ni beberlo en un proyecto de boda a la antigua que ni le interesa ni le convence ni le hace la más mínima ilusión, y que además le ha servido para darse cuenta de que no tiene nada en común con quien se supone que va a compartir su vida.

Todos ellos se cruzan en las escaleras, en los parques, en los bares, en la calle, y tienen algo en común: un insomnio crónico que no les deja ni pensar ni descansar ni vivir. Y Chus Gutiérrez se ha limitado a mirar y a recoger en una película lo que ha visto; y lo ha hecho bastante bien. Lo ha hecho tan bien que yo hasta diría que estamos ante una de las comedias urbanas más logradas de los noventa. Una comedia sobre ti, sobre mí, sobre tu hermano, sobre tu primo, sobre tu compañero de trabajo...en definitiva, sobre gente corriente.

martes, 4 de junio de 2013

Underground, by Emir Kusturica



Peligro!!!! Palma de Oro en Cannes. Esto ya de por sí es un dato suficientemente disuasor. Como todo el mundo sabe, en Cannes sólo les dan Palmas de Oro a películas ostensiblemente infumables sólo aptas para palmeros y palmófilos sin remisión.

Sin embargo, por otro lado, esta película tenía un atractivo irresistible para mí: el director, Emir Kusturica, el mismo de "Gato negro, gato blanco", una de mis películas de humor negro surrealista favoritas. Sólo había visto ese filme de él y desde luego en él conectamos a tope. Por tanto decidí que había que ver "Underground", a pesar de esa temible y desalentadora Palma de Oro. Craso error, las Palmas de Oro raramente engañan.

Os imagináis que durante la guerra civil hubiérais estado escondidos en algún lugar remoto al que no hubiese llegado la noticia del fin de la guerra y que un día salís de vuestro escondite y os encontráis inmersos en otra guerra totalmente distinta? Pues ése es el punto de partida de esta otra ocurrencia de Kusturica, que empieza bien, con gracia y desparpajo, pero que tiene un defecto imperdonable: su larguíiiiiiiiiiisima duración.

Si algo tiene el género caricaturesco es que no se puede abusar de él, agotando la paciencia del espectador.  Cuando lo grotesco de los personajes y las situaciones llega a niveles de saturación entonces el efecto se viene abajo. Es justamente lo que ocurre en esta película, que aproximadamente por la mitad ya llega a ese punto y empieza a aburrir soberanamente. Si además miras el reloj y compruebas que queda aún hora y media de más y más desbarres y extravagancias pues entras en estado de shock y puede ocurrir una de estas dos cosas:

1. Que te rindas y decidas que ya has visto suficiente.

2. Que le eches valor, te chupes las casi tres horas enteras y llegues como un campeón hasta el final.

Yo me rendí.