lunes, 31 de marzo de 2014

Tocando fondo, by James Ponsoldt

Leo algunas críticas por ahí en las que la gente se queja de que sobre el tema del alcoholismo en la pareja ya hay películas mucho mejores que ésta, que además no aporta nada nuevo. Bueno, y qué. Hay cientos de western que tratan sobre la construcción del ferrocarril en el salvaje Oeste y no por eso dejan de tener su interés.

Evidentemente esto no es “Días de vino y rosas” pero la película aborda el tema con bastante acierto. Su protagonista tampoco es Lee Remick pero Mary Elizabeth Winstead hace un papel más que notable e interpreta a su personaje con una gran dosis de verosimilitud, procurando huir del aspaviento innecesario y de la exageración.

La historia es la de siempre: pareja con una relación muy ligada al alcohol entra en crisis cuando uno de los dos miembros decide dejarlo. Sí, es verdad que esto ya lo hemos visto antes pero cada vez tiene unos matices diferentes. En este caso se incide sobre todo en la falta de consistencia del amor; realmente en el momento en el que la protagonista deja de beber se ve claramente que ahí no hay mucho más que rascar, aparte de que el marido es un capullo de cuidado. Es una diferencia importante con respecto a “Días de vino y rosas”, donde sí que había un sentimiento intenso por parte de los personajes, aunque al final no fuera lo suficientemente fuerte como para salvar la relación.

En fin, ésta no es una obra de arte pero no está mal. Y apunto una ventaja adicional: James Ponsoldt tiene el pedazo de detalle de contarnos la historia en 85 minutos. De vez en cuando se agradece que un director decida no enredarse ni enredarnos y que cuente lo que tiene que contar en el tiempo exacto que necesita. Aunque sólo sea por eso, gracias, Ponsoldt.

viernes, 28 de marzo de 2014

Tú y yo, by Bernardo Bertolucci

Para empezar me hago una pregunta base: qué pretende Bernardo Bertolucci en el ocaso de su vida con esta su última película sobre un adolescente granulento. Tiene tal vez el maestro nostalgia de su juventud? Echa de menos sus primeros granos y sus primeras pajillas?

En fin, os cuento. La historia es un poco rara y, la verdad, me cuesta catalogarla, clasificarla y sobre todo valorarla. Esto es un chaval que en lugar de irse a pasar una semana a la nieve con sus compañeros de clase prefiere encerrarse clandestinamente él solo en un sótano oscuro, mugriento y abandonado a observar un hormiguero y a escuchar musiquita. En esto que está el chico tan feliz de la vida mirando su hormiguero cuando se le cuela en la guarida una hermanastra yonki y bastante perjudicada, ruidosa y pejiguera a más no poder, que no tiene nada mejor que hacer que joderle el planazo chupiguay que el chaval se ha montado.

Y la mayoría pensaréis: pues la mata o se lían a hostia limpia o algo así. Y los más guarretes pensaréis: guay, incesto a la vista (sobre todo si la tía está buena, que lo está; Tea Falco se llama la moza). Bueno, pues no; la cosa es que congenian y se hacen coleguitas y ella pasa el mono y él se porta con ella como un hermano de pro, cuidándola y limpiándole las vomitonas y demás cochinadas, a pesar de que la tía ha venido a fastidiarle por to el morro sus fantásticas vacances de ermitaño subterráneo.

Choca un poco, no? Choca la historia, chocan los comportamientos de los personajes, chocan los diálogos y choca el desarrollo de la relación. Y sin embargo… no sé, da como ternurilla. El chaval está tan solo y la otra tan pirada y tan sola también que parece obligado que se agarren el uno al otro como a un clavo ardiendo. Y ahí estoy, que si me gusta que si no me gusta. Hombre, no es “El último tango en París” ni mucho menos y tanto los personajes como la relación entre ellos son mucho menos destroyer pero Bertolucci es un tío que cuando se pone a indagar en el alma de la gente casi siempre saca cosas interesantes y toca alguna tecla afectiva en el personal, aunque sea en las pelotas. Y ahí sigo, que si sí que si no, sin terminar de decidirme. Pero ya sabéis lo que se dice: la duda es el primer paso hacia la sabiduría. O algo así.

jueves, 27 de marzo de 2014

El graduado, by Mike Nichols

Cómo es posible que exista alguien tan acarajotao como el protagonista.

Cómo es posible que ese tío haya terminado una carrera con esa cara.

Cómo es posible que una pedazo tía se encapriche de semejante pánfilo.

Cómo es posible que una pedazo tía mire tan siquiera a semejante pánfilo.

Cómo es posible que Dustin Hoffman dé tanto repelús en este papel.

Cómo es posible que den tantas ganas de zamarrearlo pa que espabile.

Cómo es posible que este peñazo se haya convertido en un clásico.

Cómo es posible que Mike Nichols haya conseguido colar este truño.

viernes, 21 de marzo de 2014

El señor de la guerra (Lord of War), by Andrew Niccol

EL TRAFICANTE

El traficante comprende muy joven que las armas son un gran negocio y que se puede vivir bastante bien de él. No se plantea dilemas morales; él no es el que mata, simplemente vende su producto y otros lo compran para matar. No es culpa suya que la gente esté tan ávida de sangre.

Nicolas Cage sorprende agradablemente con esta interpretación sobria pero al mismo tiempo intensa. Sin aspavientos tragicómicos, sin dramatismos innecesarios, el personaje le va como un guante y lo sabe: frío, amoral, cínico, pragmático… El perfecto hombre de negocios que hace que el mundo gire y que el mercado siga dinámico.

EL HERMANO DEL TRAFICANTE

El recién oscarizado Jared Leto está simplemente magnífico en el personaje del frágil y atormentado hermano del traficante. Un socio imposible en el mercado de la sangre, como un pequeño Pepito Grillo que permanentemente le pincha y le recuerda que lo que venden sirve para matar.

Leto borda su papel con esa apariencia de chico malote pero con buen fondo, que, a diferencia del hermano, sabe distinguir perfectamente el bien del mal. Sus entradas en la clínica de desintoxicación y las charlas en el coche, esnifando la última raya antes de entrar, son una lección de vida.

EL POLI

El representante de la Ley, de moral intachable, recto, respetuoso con las normas, que persigue a muerte al traficante pero que jamás se saltaría una sola para atraparle. Vive condenado a la frustración de saber que en realidad nunca podrá conseguirlo.

Ethan Hawke completa el trío de ases. Los duelos con Cage, en los que siempre sale burlado y con el rabo entre las piernas, tienen momentos verdaderamente antológicos. Llega a dar bastante penilla el pobre.

EL DIRECTOR

Un trabajo excelente. La película no decae en ningún momento y muestra en toda su crudeza el trasfondo del negocio de las armas pero sin perder un acertadísimo toque de humor negro que no la deja caer en un dramatismo facilón cargado de moralina.

Andrew Niccol encuentra el punto exacto entre el documento de denuncia y la comedia y consigue atrapar y seducir al espectador al mismo tiempo que va aportando datos espeluznantes sobre el comercio de armas en el mundo. Imprescindible para entender un poco de qué va este rollo.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Pudor, by Tristán y David Ulloa

A ver, a ver qué me pido para esta noche. Uyys, mira, en la 2, en “Versión española”, ponen una española que tiene buena pinta. Guay, y además con tertulia incorporada. Y por la sinopsis parece chula: “historia sobre los deseos, obsesiones, secretos y miedos que no confesamos ni siquiera a quienes más queremos… Al igual que ocurre en muchas familias, los personajes sufren la peor de las soledades: la soledad en compañía”. Qué bien, ésta es de las mías, me la pido.

Pues sí, efectivamente, deseos, obsesiones, secretos y miedos hay a puñados en esta familia. Una familia triste, tortuosa, tensa e intensa. Lo que pasa es que de tan intensa y tan tensa y tan triste y tan tortuosa no hay quien se la crea. Luego en la tertulia posterior David Ulloa confiesa que tal vez se pasaron un poco de vueltas. Un poco no, David, os pasásteis siete pueblos.

Qué familia, madre mía, a cuál más perjudicado. Desde el niño, que ve fantasmas, a la madre, que recibe anónimos guarros, no hay por dónde pillar a ninguno. Qué penosos, qué mohínos, qué mustios, qué cabizbajos, qué compungidos, qué atormentados todos. Pues sí, David y Tristán Ulloa, os pasásteis siete pueblos. Menudo dramón.

Dice también Tristán Ulloa que retratan a una familia en un momento determinado en el que todos sus miembros están en crisis. Vale, pues igual ahí está el error. No existe esa familia; en todas las familias hay situaciones críticas de alguno o algunos de sus miembros, pero de todos a la vez… No jodas, tío. Eso no es una familia, es una puta pesadilla.

Eso sí, Elvira Mínguez está estupenda en ese papel en el que ya parece haberse especializado de mujer infeliz, torturada y sexualmente insatisfecha. Por cierto, por qué será que esta mujer sale masturbándose en casi todas sus películas. O delante del ordenador, o en un retrete público o donde le pille, pero el caso que el dedito no falla. Frente a ella, Nancho Novo se queda bastante cortito, tal vez porque las tribulaciones de su personaje le superan.

En definitiva, lo que pudo haber sido una buena historia sobre la incomunicación en el seno de la familia termina en esperpento por obra y gracia del tremendismo y la visión hiperbólica de los hermanos Ulloa, cosa que por otra parte ellos mismos reconocen al ver la película con la perspectiva que da el tiempo. Al menos tienen ese punto de lucidez.

lunes, 17 de marzo de 2014

Hitchcock, by Sacha Gervasi

Si coges a Anthony Hopkins, le pones un cojín en la barriga, le echas diez kilos de maquillaje encima, le haces que ponga boca chocho y que ande como un tentetieso ... tenemos a Hitchcock.

Si coges a Helen Mirren, le plantas una peluca infame, unas gafapastas aún más infames y un look total Doña Croqueta, además de una cara de mala leche permanente... tenemos a Alma Hitchcock.

Si coges a Scarlett Johansson, la metes en una ducha, le pones el pelo chorreando y empiezas a darle cuchilladas tutiplén... tenemos a Vivien Leigh en Psicosis.

Si coges a Toni Collette, la vistes de estricta gobernanta, le colocas una carpeta y un boli en las manos y la haces perseguir todo el día a un señor gordo tenemos a la secretaria de Hitchcock.

Si coges a Hitchcock, lo llevas al Sálvame y empiezas a preguntarle todo sobre su vida, sus relaciones conyugales, sus dietas de adelgazamiento y su hora favorita para cagar... tenemos este pestiño.

Si coges a Sacha Gervasi, lo inflas a hostias, le arrancas todas las uñas y lo encierras un mes escuchando a Justin Bieber... tenemos exactamente lo que se merece por esta mamarrachada.

viernes, 14 de marzo de 2014

La gran familia española, by Daniel Sánchez Arévalo

- Quim Gutiérrez? Hola, Quim, soy Daniel Sánchez Arévalo.

- Hombre, Dani, no me digas que tienes in mente otra peli.

- Pues sí, quiero hacer una peli rememorando la final del Mundial.

- Pero tío, cómo vas a hacer una peli de eso. Qué cantazo.

- Pues sí, la voy a hacer, pero tranqui, para disimular meteré una boda.

- Peor me lo pones; hay ya mil pelis de bodas, y todas supercutres.

- Pero no como ésta, que se celebrará el día de la gran final del Mundial.

- Qué morro. Tú lo que quieres es que la gente vaya al cine para rememorar la final.

- Sasto. Y de paso en la boda meteré a mucha gente pirada y neurasténica.

- Bueno, como en todas las pelis de bodas. Eso es lo más normal.

- Y un triste de ésos que le jode las fiestas a todo el mundo.

- Como en todas las pelis de bodas. Veo a Antonio de la Torre en el papel.

- Perfecto, de caníbal a deprimido crónico. Y qué tal un camarero borracho.

- Como en todas las pelis de bodas también. Ahí yo veo a Raúl Arévalo.

- Sí, Raúl hace muy bien de borracho. Lo malo es que se encasille.

- Tampoco puede faltar un novio con dudas; ah, y algún tercero en discordia.

- No faltará. Y todos los invitados serán una panda de gilipollas de campeonato.

- Como en todas las pelis de bodas. Me parece una boda demasiado normal.

- Bueno, y qué tiene de malo una boda normal. Puro costumbrismo.

- Pero para eso mejor te casas y lo grabas, y es menos follón.

- Ya, pero entonces no podremos volver a rememorar la final del Mundial.

- Y vas a hacer una puta película sólo para ver otra vez el gol de Iniesta, tío?

- Sastamente. Y para ganar pasta mientras lo veo. Te parece poco motivo?

- Huuuuummmm. Pues ahora que lo dices... no; me parece un motivo estupendo.

- Y a la gente le cuelas cualquier cosa, y más si te llamas Daniel Sánchez Arévalo.

- Pos oye, es verdad. Cuándo empezamos?

jueves, 13 de marzo de 2014

La cena, by Ettore Scola

MESA 1

Una hija le cuenta a su madre que va a meterse a monja. La pobre mujer es la gran Stefania Sandrelli y lógicamente llora al saber que su hija no sólo no parece tenerle mucho aprecio filial sino que encima se quiere encerrar de por vida en un convento. La propietaria del restaurante (espléndida y preciosa Fanny Ardant), se sienta con ella y la invita a un trozo de tarta para consolarla.

Moraleja: No te metas ni muerto en la hostelería. Ese oficio no está pagado con nada. Y la de petardos que hay que aguantar. Y encima los hijoputas no dejan ni propina.

MESA 2

Una joven estudiante lee una larguíiiiiiisima carta a su profesor de filosofía y amante. En la carta intenta convencer a la señora del profesor de por qué debe dejarlo libre y compartir al genio con el resto de la humanidad, o sea, con ella.

Moraleja: Donde tengas la olla no metas la polla. Y quien con niñas se acuesta, meao se levanta.

MESA 3

Una muchacha le está contando a su novio que está embarazada. Mientras, él mira fijamente a la rubia de la mesa de enfrente. La rubia se levanta y va al servicio. El tipo la sigue. Encuentro salvaje en los lavabos.

Moraleja: No te fíes de las rubias. Y no tontees con otras tías mientras tu novia te está anunciando que vas a ser padre.

MESA 4

Un cliente asiduo observa divertido a todos los demás. Es Vittorio Gassman pero no es él. En realidad es el alter ego de Ettore Scola, que mira desde detrás de su cámara esta especie de vodevil extraño, mezcla de "Mesas separadas", "La colmena", “7 vidas” y “Cheers”. Todos un poco pirados, todos un poco gilipollas, todos un poco solos, todos un poco frikis.

Moraleja: No mezcles churras con merinas ni el tocino con la velocidad. Y si quieres hacer un drama, haz un drama, y si quieres hacer una comedia, haz una comedia, pero no hagas mixtos rarunos de dudosa gracia. Manolete, Manolete, si no sabes torear pa qué te metes.

lunes, 10 de marzo de 2014

Al cruzar el límite, by Michael Apted

Para ser un thriller protagonizado por el dueto de mataos Hugh Grant-Sarah Jessica Parker la cosa sorprende positivamente. Claro que el contrapunto lo pone la presencia siempre estimulante del gran Gene Hackman, con lo cual el espectador queda medio compensado por el infame dueto.

La trama está bien, es entretenida a la par que interesante, y da que pensar. Se plantea un conflicto moral importante: es legítimo sacrificar vidas humanas en la experimentación médica si es por una causa mayor? Ahí queda eso. Claro, el dilema está en qué vidas humanas sacrificamos. Por supuesto nunca la de nuestra madre, nuestro hijo o nuestro hermano. En la peli se usa para experimentar y putear de formas varias a indigentes sin techo.

En fin, bonito no está, para qué nos vamos a engañar, pero… vayamos un paso más allá. Y si en lugar de pobres mendigos que probablemente no han hecho mal a nadie se usara a despojos humanos, gente malvada cuya única finalidad en la vida es la de joder, torturar, asesinar, violar, etc., al personal? Me refiero a violadores reincidentes, pederastas o psicópatas asesinos en serie, por ejemplo. Tan terrible sería usar los cuerpos de esa gente para encontrar una vacuna contra el Sida o una cura definitiva contra el cáncer o, como se plantea en esta historia, para que personas parapléjicas y tetrapléjicas puedan volver a andar? Así parece un poco menos feo, no? A fin de cuentas esas personas se pasarán toda su vida en la cárcel (o deberían pasársela) sin hacer ningún bien a la sociedad a la que tanto han puteado. Por qué no hacer que sus asquerosas vidas sirvan para algo?

En fin, juguemos a ser dioses. No habría algo de justicia divina en esa contraprestación de servicios, aunque fuera involuntaria por parte del sujeto? Pensad en un De Juana Chaos, en un Bolinaga, en el pederasta que asesinó a Mariluz, en el violador del Ensanche, en los salvajes que quemaron viva a Sandra Palo, en Bretón, el padre psicópata de Ruth y José… Y si esa gente terminara haciendo algo útil para la humanidad? No sé, yo no tengo del todo claro que esto sea una barbaridad, la verdad.

En fin, Michael Apted nos da que pensar y, a pesar de la infame pareja protagonista que ha escogido, no le sale del todo mal. Con suspense in crescendo, con escenas de bastante impacto y con un guión dinámico que en ningún momento decae ni aburre.

Y casi podría jurar que Hugh Grant no está todo lo patético que suele estar y que hasta tartamudea menos. No digo que esté bien, cuidadito; sólo digo que está un poco menos espantajo que de costumbre. Sarah Jessica Parker no; a ésa le quitas los Loubotines y los Manolos e irremediablemente se queda en nada.

jueves, 6 de marzo de 2014

Ciudadano Bob Roberts, by Tim Robbins

No es un thriller pero da miedito.

No es un reality pero es pura realidad.

No es un musical pero hay mucha música.

No es un informativo pero informa casi más.

No es un drama pero es para echarse a lloraaar.

No es una comedia pero es para despiporraaaarse.

No es un documental pero está muuuuuy documentado.

No es un talent pero Tim Robbins es puuro y duro talento.

No es una historia de amor pero... qué guapa está la Sarandon.

No es una mierda pero lo que cuenta, hossssssssssstia... cómo hiede.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Concursante, by Rodrigo Cortés

Justo un año antes de que Lehman Brothers se fuera al carajo y con ellos la economía mundial, Rodrigo Cortés rueda esta impresionante lección de economía contándonos exactamente todo lo que iba a pasar y ha pasado y por qué.

Leonardo Sbaraglia interpreta (magistralmente, para mí su trabajo más impresionante hasta el momento) a un "afortunado" concursante televisivo que consigue ganar el premio más importante de la historia de la televisión. Por valor de 7 millones de euros se lleva una mansión, un par de cochazos, un yate, una avioneta, un viaje alrededor del mundo, etc., etc. Los impuestos del premio, los seguros y los gastos de mantenimiento, más la trampa mortal de un crédito bancario para atender sus nuevas necesidades de rico, convertirán el gran premio en la peor pesadilla de su vida.  Y en un viaje claustrofóbico que el espectador sigue y comparte con el protagonista casi sin respiración.

Película que debería ser de visionado obligatorio en los institutos y, por supuesto, en la universidad. Hay algo que todo el mundo debería aprender a la misma vez que aprende a andar: que sólo el 5% del dinero que circula por el mundo es real; el resto es puro y duro papel. No existe; es humo, es polvo, es sombra, es nada. Y de eso vivimos, y por eso estamos como estamos.

Lo mejor: la lección magistral de economía de Chete Lera a Sbaraglia, con su estética ajedrecística y sus cien monedas sobre el tablero. Impagable. Y un gran descubrimiento: Luis Zahera, el abogado de Sbaraglia. Qué pedazo de personaje y qué pedazo de actor. Y qué gran película.

martes, 4 de marzo de 2014

Noviembre dulce, by Pat O'Connor

1. COSAS QUE ME GUSTAN DE ESTA HISTORIA.

- La filosofía que subyace: pon tú fin al amor mientras estés a tiempo.

- Los estilismos de Charlize Theron. Mamarracha total tipo bloggera de moda.

- El maquillaje de Charlize Theron. Qué mona está malita.

- Las calles de San Francisco. Sus tranvías, sus cuestas, su sol... Ayyy!!

2. COSAS QUE ME PARECEN VOMITIVAS DE ESTA HISTORIA.

- La cantidad de memeces que urde el guión para unir a los protas.

- El barrio megaflowerpower: Hey Mary, hey Paul, hey capullo...

- La cara permanente de gilipollas de Keanu Reeves.

- El momento travesti de Isaacs Jason. Cutrerisssssmo, lavirrrgen!

- La fiebre de Pat O'Connor por las escenas de playa tipo anuncio Rexona.

- El puto niño de los cojones. Jartura de niños actores, Diooooos!

sábado, 1 de marzo de 2014

Lincoln, by Steven Spielberg

- Hola, Daniel Day-Lewis, eres tú? Steven Spielberg al habla.

- Aquí Daniel. Hombre, Steven, cuánto tiempo. Qué pasa, chaval.

- Pues mira, te llamo porque quiero hacer una peli sobre Abraham Lincoln.

- Lincoln, el presidente... qué interesante.

- Y me gustaría que lo interpretaras tú.

- Cielos, qué papelón. Difícil caracterización, vive Dios.

- Efectivamente, Daniel. Es Oscar cantado.

- Wawwwwww, qué caramelito. Se trataría de un biopic, supongo.

- No, no, sólo un hecho histórico: la aprobación de la 13ª enmienda.

- Y qué enmienda es ésa.

- Sí, hombre, la enmienda que abolió la esclavitud.

- Vaya, qué oportuno. Ahora que tenemos presidente negro será un pelotazo.

- Lo será. Es el gran momento.

- Y bueno, Steven, cómo habías pensado plantearlo.

- Será una especie de carrera de obstáculos para conseguir votos.

- Qué guay. Suena superemocionante.

- Todo a base de chantajes, sobornos, extorsiones, corrupción a punta pala...

- Pero bueno... eso no quedará muy bonito. Se trata de abolir la esclavitud.

- Pos eso; el fin justifica los medios, no??

- Hummmm... pues no sé.

- En realidad nadie se va a enterar de nada. Todo será muy críptico.

- Qué quiere decir críptico.

- Que, salvo los especialistas en Historia de América, nadie pillará un carajo.

- Pero entonces para qué vamos a hacer esta película.

- Jo, pues tú para lucirte, y los dos para echarnos unos Oscarcillos.

- Pero hombre, también habrá que pensar un poco en el público.

- El público irá a verla en masa, por ser yo quien soy, y por ti, por supuesto.

- Pero no les gustará. Y la crítica nos pondrá a parir.

- No se atreverán. El gran Spielberg, el gran Day-Lewis y la 13ª enmienda.

- Y tú crees que colará?? Yo no estoy tan seguro.

- Colará. A ver, Daniel, tú de qué serías capaz por un Oscar.

- Yo de cualquier cosa legal o ilegal.

- Pos eso.

- Pos fale.