jueves, 29 de mayo de 2014

En un mundo libre (It's a free world), by Ken Loach

Ken Loach y Paul Laverty contraatacan, aunque esta vez con un guión cargado de trampas y extraños recovecos. Vale, que el capitalismo es una mierda y que aquí manda el sálvese quien pueda a estas alturas lo firmamos casi todos. Pero... qué me estás contando, tío?

Loach quiere mostrarnos de qué manera, en la búsqueda de la supervivencia, todos en un momento dado somos capaces de cualquier cosa. Pero no me convence en absoluto el personaje esquizoide de esa tía que lo mismo salva a una familia iraní de morir de hambre y congelación que explota a trabajadores inmigrantes o que se folla a los más buenorros o que en un arrebato denuncia a la poli un campamento de ilegales.

No, Ken, las cosas son mucho más sencillas, te lo prometo; es verdad que el bien y el mal a veces se entremezclan, se difuminan y no quedan claros los límites entre uno y otro, pero... no se puede ser amigo y amante de inmigrantes y a la vez su explotador. No funciona, en la realidad la gente no es así. No sin volverse loca.

Hay una barrera muy clara: el que quiere sacar provecho de los que están peor y el que quiere ayudarlos. Sacar provecho ayudándolos? Sí, claro, pero nunca puteándolos y abusando de ellos, como hace tu protagonista, chaval. Y mucho menos denunciándolos por la cara. En este sentido es mucho más creíble el personaje de la socia, una tía normal, que vale, quiere vivir de los inmigrantes pero nunca jodiéndolos.

Creo que esta vez a Laverty se le ha ido la mano con el guión y nos pinta a un personaje que simplemente no encaja por ninguna parte; ni en su faceta de madre coraje, ni en la de amiga, ni en la de amante, ni en la de trabajadora, ni en la de empresaria, ni en la de aprendiz de mafiosilla. Ya, ya sé que las mujeres somos la hostia y que podemos hacer mil cosas a la vez... Pero a esos desfases no llegamos.

De todas formas hay que reconocer que hay momentos muy buenos y algunos diálogos dignos de figurar en una antología de despropósitos del capitalismo salvaje. Lástima que se les haya escapado la historia por la indefinición psicopática del personaje principal. Por cierto, qué greñas más infames, por Diossss. Esa muchacha no se merecía eso. Tan mona y con esos pelos!

martes, 27 de mayo de 2014

Don Jon, by Joseph Gordon-Levitt

MÁS VALE PÁJARO EN MANO

Joseph Gordon-Levitt, además de escribir y dirigir el engendro, interpreta a un prenda que se pasa la vida con el pajarito en la mano, o sea, a un entusiasta pajillero vocacional, cuyo principal problema es que se lo pasa mejor viendo porno y cascándosela que follando, vaya por Dios.

La peculiaridad que lo diferencia del 90% de los tíos es que luego va a misa y se confiesa, reza unos cuantos padrenuestros y ahí se acaba su problema. Tal vez éstos sean los momentos más divertidos de la película, los ratillos que echa con el cura en el confesionario después de cascarse sus pajillas.

LA FAMILIA, BIEN, GRACIAS

La familia del tipo es, junto con lo de las confesiones, el otro puntazo de Gordon-Levitt. Se supone que la particular idiosincrasia de los padres explicaría el "problema" del muchacho con el porno.

Al padre, un italiano más bestia que un bocata de cemento, lo interpreta un Tony Danza que resulta ser, con diferencia, el personaje más logrado de la peli.

LOS CABALLEROS LAS PREFIEREN RUBIAS

En esto que aparece la rubia imbécil, tetona y con morros de chupóptera con la que sueña todo buen aficionado al porno, pero en versión princesita calientapollas, y nuestro prota, que hasta ese momento había sido una especie de tronista de “Mujeres, hombres y viceversa”, con las mismas luces más o menos, ahora se nos convierte en un pelele babeante atormentado por sus actividades pajilleriles, que en otros tiempos le reportaron tan buenos y memorables ratos.

Empieza la parte chunga y lo divertido se va esfumando poco a poco a medida que nuestro héroe va abandonando su afición favorita en aras del AMOR. Esta parte sólo es salvable para los forofos incondicionales de Scarlett Johansson, que hay que reconocer que hace muy bien de rubia tetona y con morros de chupóptera, tal vez porque lleva al personaje incorporado.

EN BRAZOS DE LA MUJER MADURA

Y una vez superada la fase rubia tetona, aparece en escena el personaje más absurdo e innecesario de la película: la mujer madura de pasado trágico, a la que interpreta Julianne Moore. Y con ella no llegará el escándalo, no; con ella llegará la moralina de baratillo: “Chico, echarse tantas pajas no es normal. Así nunca podrás amar de verdad a una mujer. Lo que tú tienes es miedo a entregarte, pero aquí estoy yo para enseñarte. Tú déjate llevar y verás como te curo de tu terrible “problema”.

Y nada, nuestro joven y antaño feliz pajillero entra en el mundo de la trascendencia emocional en brazos de la mujer madura, la única que le puede mostrar el dulce y pasteloso camino del amor romántico y hacerle olvidar los frívolos goces del feo vicio solitario. En fin, para vomitar hasta la primera papilla. Puaaaaagggggg!!!

viernes, 23 de mayo de 2014

El coleccionista de amantes, by Gary Fleder

Rizando el rizo, Gary Fleder supera el tema “asesino en serie” y nos presenta la figura del “secuestrador en serie”, una nueva modalidad de delincuente que no es frecuente por la cantidad de inconvenientes prácticos que plantea esta afición. Me explico:

Por ejemplo, hay que gozar de una economía muy saneada para poder alimentar y satisfacer las múltiples necesidades de tan amplio grupo de “invitadas”. No las conté bien pero calculo que nuestro secuestrador en el momento en el que lo conocemos tiene a unas 12 chicas en casa; eso no es un secuestrador, hosstia, eso es un hogar de acogida. Habrá pensado ese guionista en la cantidad de pasta (en ambos sentidos, el monetario y el nutritivo) que se necesita para la manutención de semejante familia? Si tengo yo nada más que tres hijos y una caja de leche me dura cuatro días, con una docena de señoritas cuántas cajas de leche necesita ese hombre, santo cielo? Y encima que si unas la toman desnatada, otras semidesnatada, otras de soja, otras con Omega 3. Así no se puede delinquir, eso es una ruina absoluta.

Por no hablar de la cuestión higiénica y estética. Abastecer a ese grupo de sus correspondientes champús para todo tipo de cabello, con sus acondicionadores y sus mascarillas capilares, el serum fortificante… los geles de baño y ducha para distintos tipos de piel, las cremas corporales y las del cutis y las de manos, que cuestan todas ellas un pastizal… Y ahora suma y sigue con los cosméticos: barras de labios, gloss, máscaras de pestañas, bases de maquillaje, prebases, antiojeras, perfiladores… en fin, todo el aparataje que las mujeres necesitamos simplemente para poder levantarnos de la cama.

Y luego échale la ropa, la de casa, la de cama, la de salir no porque las muchachas salen poco, pero tendrán que abrigarse en invierno y estar fresquitas en verano, no? Definitivamente el oficio de secuestrador en serie no es asequible para todas las economías. Menos mal que siempre hay por ahí un Morgan Freeman para liberar a esta gente de las obligaciones que se echan tan tontamente. Si no es por él este pobre hombre hubiera terminado completamente en la miseria.

jueves, 22 de mayo de 2014

El sueño eterno (The big sleep), by Howard Hawks

- Hola, muñeca, me llamo Bogart, Humphrey Bogart, pero todos me llaman Marlowe.

- Y a qué debo su inoportuna visita, señor Bogart Marlowe?

- Estoy aquí porque he venido. Me envía Hawks, Howard Hawks.

- Hawks es ese señor que pilota aeroplanos y que está como una chota?

- Eso ha debido decírtelo el bueno de Chandler, Raymond Chandler, pequeña.

- Chandler es ese escritor al que no entiende ni su madre? No tengo el gusto.

- No mientas, nena. Aunque éste sea mi quinto whisky de la mañana no soy fácil de engañar.

- Según William Faulkner le caen a usted un par de botellas diarias. Estará siempre ciego.

- Te equivocas, encanto. Ninguna zorra ni ninguna botella ha conseguido tumbarme aún.

- Y bien, señor Marlowe, qué turbio asunto le trae por mi modesto hogar?

- El general me ha contratado para que le solucione un par de problemillas.

- Y esa parálisis facial que luce es producto de algún tratamiento de belleza?

- No te equivoques, muñeca. Mi cara de póker no es cosa del botox.

- A ver, puedo pellizcarle la mejilla a ver si se mueve un milímetro?

- Aparta, encanto. No intentes sentarte en mis rodillas mientras estoy de pie.

- Señor Bogart-Marlowe, sea lo que sea lo que quiere saber, no sé nada.

- Si intentas engañarme lo vas a pasar muy mal, pequeña.

- Es usted muy persuasivo, debe de ser muy bueno en su trabajo.

- Nena, hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como las hago yo.

- Y supongo que mi padre le habrá pagado sustanciosamente por su trabajo.

- Así es. Me ponen nervioso los tipos a los que no les interesa el dinero.

- Le repito, señor Marlowe, que no sé nada.

- Muñeca, canta rápido porque no tengo todo el día y hablar me cansa.

- Siempre desconfié de los hombres callados; sólo dicen chorradas.

- Bueno, nena, me lo cuentas por las buenas o tendré que ponerme desagradable?

- Piérdete, Marlowe. Con ese tonito de chulazo aburres hasta a las cabras.

- Pequeña, estás siendo muuuuuy mala. Tendré que darte unos azotillos.

- Marlowe, te has equivocado de peli. Anda y tira para las "50 sombras de Grey", payaso.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La vida de Adèle, by Abdellatif Kechiche

Una habitación en Roma, con vistas. La cámara gira hacia el interior y se ve a un tío en la cama.

Es Abdellatif Kechiche tocándose la polla y hablando por teléfono con su mejor amigo y consejero espiritual.

- Tío, no paro de pensar en tías en bolas, en plan rollo bollo.

- Pues nada, móntatelo a lo Medem: haz una peli que vaya de bollos, y que estén bien buenas. Y de paso que te pajilleas tú se pajillea media humanidad, que el rollo bollo tiene mucho público.

- Ya, pero si hago lo que estoy pensando va a parecer que hago porno. Y yo tengo un nivel, tío.

- No hay problema. Haz que hablen de vez en cuando y que digan cosas poéticas. Tú eres Kechiche, no haces porno, haces poesía.

. Ya, pero sólo con eso no va a colar. Pienso tenerlas un montón de rato en bolas, necesito algo más.

- Bueno, puedes alargar la película indefinidamente con muchos primeros planos, así por mucho tiempo que las tengas en pelotas siempre podrás decir que también les sacas la cara de vez en cuando. Un primer plano de los mocos mientras la protagonista llora puede ser la hostia.

- Y eso para qué?

- Para nada; eres Kechiche, un poeta, un artista de la imagen, un creador. No tienes que dar explicaciones. La gente se preguntará el porqué de cada plano y harán sesudos análisis y se olvidarán de lo de las tías en bolas.

- Jo, tío, eres un crack. Me has salvado la vida. Mira que estaba como el pico una plancha con el tema éste.

- Pos nada, haz la peli. Oye, y de paso me haces un favor. Conozco a una nena que está buenísima, la jodida se llama Exarchopoulos, toma ya, Adèle de nombre. He intentado tirármela de todas las maneras posibles, pero nada, no consiente la hijaputa. Como tiene ínfulas de actriz, si la contratas por lo menos la podré ver en pelotas y pegarme un meneíllo. Qué me dices, chaval?

- Hostia, tío, eres el puto amo. Y ahora que lo pienso, me gusta el nombre de tu nena. Voy a titular la peli en su honor "La vida de "Adèle".

- Ah, pues de puta madre. Un gran detallazo por tu parte. Oye, no estarás intentando tirártela, no? No te lo perdonaría. Claro que... si te la tiras y luego me la pasas... pelillos a la mar. Qué dices, hace el apaño?

Y así fue como el bueno de Abdellatif, con el fin único y exclusivo de echarse unas pajillas, nos la metió doblada y ganó la Palma de Oro en Cannes, además de un montón de premios más en todo el mundo.

Oye, y no sé cómo nos las apañamos, pero siempre nos la cuelan.

martes, 20 de mayo de 2014

Un invierno en la playa, by Josh Boone

“Inteligencia, tono y talento”, dice Carlos Boyero de esta película. Vale, pues tú sabrás dónde, porque yo no le veo ni la inteligencia ni el talento por ninguna parte. El tono sí, el tono es simplemente anodino.

Mi problema con esta opera prima de Josh Boone es que cuenta una historia sobre un montón de personajes con ninguno de los cuales soy capaz de empatizar lo más mínimo. Es más, me parecen todos una panda de gilipollas como la copa un pino. Os cuento:

- El padre, un tipo divorciado que sigue colgado de su ex tres años después y que está dispuesto a esperarla el tiempo que haga falta. Un imbécil de tomo y lomo, vaya. Aunque tenga la jeta de Greg Kinnear, el inolvidable vecino gay de "Mejor imposible".

- La madre, una tía que dejó al marido hace tres años y que se pasa el día lloriqueando porque la hija no le habla. Lo único bueno es que la interpreta Jennifer Connelly, que siempre es una presencia grata y amable.

- La niña, que va por ahí diciéndole a los tíos: “yo no quiero más que follar, no estoy interesada en charlar ni en ir al cine ni en nada, sólo follar”. Huyyys, qué cool, cómo mola, no?

- El niño, todo el día colgado a la pipa fumando yerba porque está el pobre bloqueado y no puede escribir. El síndrome de la hoja en blanco, vaya por Dios.

Lo peor es que Boone pretende hacernos simpáticos a sus personajes, presentárnoslos como superguays y superflissss. Qué bien, una mamá que deja fumar marihuana a su hijo, y un papá que lo deja follar en casa con la novia, y una chica que quiere sexo a destajo sin compromiso. Wawwww, qué peña más molona. Y además hablan todo el rato de literatura y del arte de escribir, incluso el Día de Acción de Gracias, qué conversaciones familiares más inteligentes y más talentosas. En fin, cuanto más nos los quiere meter con calzador, peor caen y menos cuelan (salvo a Boyero), y más parecen una panda de pijos con ínfulas que dan un repelús que te cagas.  

Lo único que se salva es el sentido homenaje a Stephen King, que incluso aparece en un pequeño cameo telefónico. Para mí uno de los mejores escritores del mundo, probablemente uno de los menos pretenciosos y sin duda ninguna uno de los más minusvalorados. Sólo por eso le concedo un cierto valor sentimental, pero vamos, que no se libra de la quema.

lunes, 19 de mayo de 2014

La extraña que hay en ti, by Neil Jordan

Ésta es una peli que va sobre la venganza. A mucha gente le parece que su planteamiento es éticamente deplorable porque parece defender aquello de tomarse la justicia por la mano. Bueno, yo creo que esto es una auténtica gilipollez: la venganza es un buen tema, bastante apasionante y muy agradecido cinematográficamente. A mí me parece muy interesante reflexionar sobre la capacidad del ser humano de transformarse por completo cuando le tocan bastante las pelotas. Vamos, que por ahí nada que objetar

El problema de esta cinta para mí no está en el tema ni en si es éticamente más o menos deleznable, sino en el puto rollo que Neil Jordan se monta en torno al personaje interpretado por Foster. Una mujer que pasa de ser una inofensiva locutora de radio de voz aterciopelada a convertirse en una dura asesina múltiple con una puntería envidiable, que ya quisiera para sí cualquier miembro de los GEO. La tía empieza la película sin haber tocado un arma en su vida; cuando coge la pistola por primera vez parece que estuviera agarrando una rata muerta, pero vamos, al segundo disparo ya está hecha una tiradora de élite que no falla ni una.

Por no hablar de varias cosas infumables: los primeros diez minutos, cuando el novio aún vive, son verdaderamente vomitivos. Sabéis esas parejas que están todo el rato que si “cariño” que si “cielo” que si “te quiero”? Pues una de ésas, venga besitos y abracitos y achuchones. Señor, si hasta se encuentran con una amiga y ella misma les dice que dan asco con tanto besuqueo. Vamos, que cuando por fin al tío se lo cargan se siente hasta un cierto alivio por no tener ya que ver más babas gratuitas.

Pero no, no te libras tan fácil. Porque ahora viene la parte “recuerdos” y mira tú por dónde la tía no se acuerda del novio nunca en actitud pensativa o cocinando o viendo la tele o haciendo surf. No, que va, ahora te meten una sobredosis de recuerdos eróticos porque la colega sólo se acuerda del novio cuando se la estaba follando, vaya por Dios. Que si ella encima, que si debajo que si de lado que si a cuatro patas… Ufffff, y venga a recordar polvos!! Madre mía, qué hartura.

Y por si esto fuera poco en medio te intercalan los comentarios de la locutora en la radio, que si la ciudad, que si el miedo, que si el peligro, que si tal que si cual. Y así toda la película, entre recuerdos eróticos, disertaciones radiofónicas y subidas de huevos con disparo incluido. Ahora voy en el metro, un tipo intenta acojonarme, saco mi pistolita, le pego un tiro, me voy a la radio, suelto mi perorata, me acuerdo del último polvo de mi cumple, me voy otra vez de paseo, otro tipo intenta acojonarme… y vuelta a empezar. Lo prometo, todo el rato así.

Y luego otra cosa con la que flipas. Resulta que desde que sufren la agresión y el novio muere esta tía se encuentra día sí día también con gente superviolenta que la quiere agredir otra vez. Y te preguntas: cómo iba esta mujer antes por la vida, sin pistola ni nada, en una ciudad en la que cada vez que sales a la calle alguien intenta violarte o pegarte una paliza? Y cómo es que en una ciudad así se dedicaba a sacar de paseo al perro a la una de la mañana por un parque solitario con el novio? O es que la ciudad se volvió violenta solo después porque ella antes nunca había visto nada raro? Pues ya es mala suerte, tú, que te maten al novio y encima desde ese momento no falte día que no te intenten asesinar o por lo menos canear.

En fin, que una vez más Neil Jordan se luce con una historia que hace aguas por todas partes. Por no hablar de que sí, que Jodie Foster será muy buena actriz y todo lo que tú quieras, pero esa mujer no puede andar con las piernas juntas como solemos hacer las mujeres? De qué va interpretando a una dulce locutora de radio yendo por ahí con las piernas abiertas en plan fornido sheriff del Far West?

Creo recordar que hubo un tiempo en el que esta señora andaba normal. Oye, que si eres lesbiana me parece genial pero los modales y andares masculinos los puedes dejar para tu vida personal o para interpretar papeles de lesbiana o de curtida camionera, pero no para los demás. Vamos, digo yo. Por supuesto sin ningún tipo de acritud, salvo la propia y natural de haberme tirado dos horas tragándome un rollo morollo de impresionantes proporciones.

viernes, 16 de mayo de 2014

Match Point, by Woody Allen

PRIMER SET: AMBICIÓN

Aspiraciones. Esperanzas. Contactos. Amor. Familia. Boda. Negocios. Hogar. Rutina. La Traviata.

El protagonista lo tiene claro: quiere ser alguien y está al acecho de cualquier oportunidad. Buen saque del azar, pero aunque consigue un par de juegos, es la ambición la que se lleva la palma y gana el primer set. 6-2.

SEGUNDO SET: SEXO.

Deseo. Cortejo. Copas. Miradas. Los labios de Scarlett Johansson. Sensualidad. Tentación. Lluvia. Campo. Humedad. Camisas mojadas. Amantes. Pasión. Locura. Obsesión. Clandestinidad.

Aparece el sexo y con él la ambición pierde fuerza, se relaja. El protagonista sobrevive a esta fase de pura potra, una suerte prodigiosa le acompaña y, a pesar de su obsesión enfermiza, consigue salir intacto del lío amoroso. Gana el azar su primer set. 4-6

TERCER SET: CRIMEN.

Cansancio. Desamor. Amenazas. Miedo. Desesperación. Insomnio. Peligro. Armas. Plan. Crimen. Sospechas. Pruebas. Investigación. Interrogatorios. Una furtiva lágrima.

La ambición se crece. Hay peligro de perderlo todo y hay que impedirlo a toda costa. Se aparta la conciencia a un lado y se actúa. La ambición empuja fuerte pero es la buena fortuna, que juega a favor, la que gana la partida, eso sí, por los pelos. 5-6.

CUARTO SET: AZAR.

Un anillo. Un drogadicto. Un robo. Otro crimen.

El azar definitivamente gana el partido. Allen lo apuesta todo por él. El protagonista tiene la suerte de su lado y eso es lo que le salva. Match Point. 

miércoles, 14 de mayo de 2014

Ayer no termina nunca, by Isabel Coixet

Ella vive aferrada al pasado y al dolor.

Él vive aferrado a la huida de ese mismo dolor.

Ella ha decidido tener presente al hijo muerto.

Él ha decidido borrarlo de su vida.

Ella está llena de rencor hacia él.

Él está lleno de pena hacia ella.

Ella cree que el mundo es una puta mierda.

Él cree que el mundo es un mar de oportunidades.

Ella vive en un país cada día más pobre.

Él vive en un país cada día más rico.

Ella es hermosa y rotunda. Maravillosa Candela Peña.

Él es cobarde y conmovedor. Sublime Javier Cámara.

Magnífica la fotografía de Jordi Azategui.

Coixet, sin el síndrome “compresa con alas”... tú vales mucho.

martes, 13 de mayo de 2014

La caza, by Thomas Vinterberg

Una película realmente valiente y una historia que merece la pena ver, entender y reflexionar un rato. Esa paranoia social que se monta en torno a todo lo que esté relacionado con los niños, esa histeria colectiva que se apodera de la masa y que pide el linchamiento sin apenas pruebas.

He leído algunas críticas en las que se tacha a la película de falta de verosimilitud en algunos puntos: el interrogatorio por parte del psicólogo, la actitud del padre de la cría, la alerta imprudente antes de tiempo... En fin, es cierto que todo va encaminado a que nos horroricemos al ver lo fácil que es condenar a alguien sin pruebas. Vale, puede que el guión coja todo un poco por los pelos, pero...

Son muchas ya las víctimas reales y directas de este tipo de violencia soterrada de la que apenas se habla; muchos los padres sospechosos denunciados por ex-esposas resentidas o despechadas; muchos los que han sido señalados con el dedo por un simple rumor que va creciendo y creciendo y que deja su huella para siempre...

Personalmente conozco un par de casos de padres denunciados por sus ex de lo peor que se puede acusar a una persona, denuncias que con el tiempo han sido archivadas, cuando no las propias madres acusadas por denunciar falsamente, pero que han dejado una marca indeleble en esos padres, y cómo no, el famoso san benito de "Cuando el río suena...", algo de lo que nunca podrán desprenderse, por más años que pasen. Si hay algo peor que abusar de un crío es acusar a un inocente de abusar de un crío. Porque si el delito nos parece horrible la acusación en falso es doblemente grave.

Viendo esta película me he vuelto a acordar de toda esa gente que se pone a las puertas de los juzgados delante de los furgones policiales para apedrear, increpar o escupir a los acusados, sin tener la menor certeza de lo que ha ocurrido. Es "La jauría humana", algo que ya hemos visto antes en otras películas pero que nunca deja de sorprender y sobre todo, de acojonar.

Chapeau, Thomas Vinterberg, que no me convenció en otras cintas pero que aquí hace un trabajo sobresaliente. Y por supuesto el protagonista, Mads Mikkelsen, pedazo de actor y pedazo de interpretación. Lamento decir que por una vez y sin que sirva de precedente coincido con Cannes.

viernes, 9 de mayo de 2014

Memento, by Christopher Nolan

Tatuaje 1, brazo izquierdo: volver a ver Memento para pillar los pufos.

Nota 1, bolsillo derecho: buscar en Google a Christopher Nolan.

Tatuaje 2, muslo derecho: intentar reconstruir cronológicamente la historia.

Nota 2, bolsillo izquierdo: desenamorarme de Guy Pearce.

Tatuaje 3, pecho izquierdo: reescribir Memento hacia delante.

Nota 3, cajón cocina: leerme todos los spoilers explicativos que pille.

Tatuaje 4, muñeca derecha: buscar gente que haya visto la película.

Nota 4, mesilla de noche: quién es John G.

Tatuaje 5, rodilla derecha: Teddy dice la verdad?

Nota 5, estante del baño: por qué Lenny recuerda que no recuerda.

Tatuaje 6, muñeca izquierda: a Natalie se le nota la maldad a la legua.

Nota 6, pegada al espejo: en qué momento exacto Lenny deja de recordar.

Tatuaje 7, rodilla izquierda: por qué estoy tan confusa como el personaje.

Nota 7, debajo de la almohada: cómo cuadra lo de Sammy.

Tatuaje 8, bajo el vello púbico: Nolan es el puto amo.

Nota 8, cajón de las bragas: soy yo la única que sabía quién era el asesino?


jueves, 8 de mayo de 2014

Mamá, by Andrés Muschietti

ESCENA PRIMERA

Un señor llega a su casa muy nervioso, coge de muy mala manera a sus dos niñas y las mete en el coche. Está nevando y el tío va todo follado por la carretera; naturalmente se pegan una hostia bastante gorda, aunque los tres salen milagrosamente ilesos. Luego recorren un bosque y llegan a una cabaña abandonada, con más mierda que el palo un gallinero.

Sin que sepamos a cuento de qué el padre saca una pistola y se dispone a pegarle un tiro a la niña mayor, no sin antes quitarle las gafas a la chiquilla, no sea que se rompan con el disparo, y entonces sale de detrás una cosa que parece una mancha, la música sube, sube, sube y sube, y de sopetón el padre desaparece. Bostezos.

ESCENA SEGUNDA

Han pasado unos años. El tito de las niñas encuentra la cabaña y se presenta con unas gafas graduadas con las dioptrías exactas de la chiquilla mayor, que se las pone y comprueba que ve perfectamente. Cómo ha sabido el tito la graduación de la nena? Ah, no sabemos.

La cámara se dirige a un rincón y vemos un montón de huesos de cereza. Suponemos que en los años en los que estuvieron perdidas las niñas se alimentaron de cerezas y admiramos la solidez y fortaleza del tracto intestinal de las pequeñas a la par que comprobamos que una dieta a base de cerezas es ideal para el crecimiento infantil. Sorprende igualmente la cuestión peluqueril, la mayor de las niñas con una melena rubia perfectamente cuidada y la peque con unos pelos demenciales que llevan años sin ver un peine. Por qué esta diferencia de trato capilar? Ah, no sabemos. La música sube y sube y sube mientras la mancha se mueve a su bola por la pared del fondo. Más bostezos.


ESCENA TERCERA

Las niñas se van a vivir con el tito y su novia y se dedican básicamente a comer cucarachas y mariposillas y a pintar dibujitos en las paredes. La habitación la tienen hecha unos zorros. La niña de las gafas duerme con las gafas puestas y la peque duerme debajo de la cama.

La novia del padre intenta abrir el armario pero la niña de las gafas le dice que ni se le ocurra, que ahí vive mamá. La habitación cada vez más zorruna. La música sube y sube y sube y sube y la mancha se mueve por ahí al ritmo del baile de San Vito. Nuevos bostezos, cada vez más profundos y sonoros, me asaltan sin remedio.

ESCENA CUARTA

Jessica Chastain, con un peinado superraruno, toca la guitarra y se va la luz. La niña pequeña come cucarachas en un rincón. La habitación sigue hecha unos zorros, ahí nadie limpia ni recoge nada, vaya tropa.

La mancha se acerca a la cámara y al verla más de cerca resulta ser Marilyn Manson. La música sube y sube y sube, y mi boca se abre, se abre, se abre y se abre, y cuando la mandíbula está a punto de desencajarse decido que ya he bostezado bastante y me voy a la cama. Adiós, mamá. Andrés Muschietti, por mí como si te la cascas.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Stoker, by Park Chan-wook

Un título que recuerda a Drácula.

Un regalito para los fetichistas de pies.

Un director de culto coreano: Park Chan-wook.

Una sobredosis de toxina botulínica: Nicole Kidman.

Una pequeña psicópata con la cara de Mia Wasikowska.

Un guionista guapo, Wentworth Miller, el de "Prison Break".

Una tesis: uno es lo que es. Por eso yo soy una crítica cabronceta.

Una invitación para los aficionados a las masturbaciones en la ducha.

Un axioma: a veces es necesario hacer algo malo para no hacer algo peor.

Una consecuencia de ese axioma: escribo esta crítica para no matar a nadie.





martes, 6 de mayo de 2014

Incendies, by Denis Villeneuve

Totalmente de acuerdo con alguna crítica que he leído por ahí que afirma que esta película, de no ser canadiense, perfectamente podría haber sido un culebrón venezolano. Desde luego Wajdi Mouawad, el autor de la obra de teatro en la que se basa, podría perfectamente tener antecedentes caribeños por su tendencia al tortuosismo argumental y al rocambolerismo agudo.

Creo sinceramente que esta historia, como cualquier culebrón televisivo de baja estofa, se basa en un principio impactante e intrigante, que pretende enganchar al espectador, y un desenlace aún más impactante y a ser posible truculento, que pretende dejarlo kao. El resto, o sea, el nudo, es un puto coñazo perfectamente prescindible. Veamos, sin desvelar nada esencial del argumento, la versión venezolana, con permiso de Denis Villeneuve, director del engendro.

PRINCIPIO

- Queridos Luis Alfredo y Carmen Juana, como notario de vuestra difunta madre, yo os conmino a encontrar a vuestro padre y a vuestro hermano para entregarles estas cartas, por mandato expreso de la malograda María de la Piedad.

- Pero don Carlos Augusto, nosotros no tenemos ningún hermano. Cómo vamos a encontrarlo.

- Querida Carmen Juana, si la difunta María de la Piedad dejó escrito en su testamento que buscáseis a ese hijo, es porque el hijo existe, y mi obligación como notario es garantizar que su último deseo se cumplirá.

- Carmen Juana, vayámonos de aquí. Enterremos a nuestra madre según los rituales en los que hemos sido educados y olvidemos este lamentable suceso.

- Pero Luis Alfredo, no podemos hacer eso. Si nuestra madre dejó escrito expresamente este deseo no podemos ignorarlo. Hemos de buscar a nuestro padre y a ese hermano de cuya existencia no teníamos conocimiento.

- Queridos Luis Alfredo y Carmen Juana, como notario de vuestra difunta madre y garante de sus últimos deseos, yo os ayudaré en todo lo que me sea posible a lograr vuestro objetivo. Podéis contar conmigo, toda mi fortuna está a vuestra disposición para que recorráis el mundo si hace falta para conseguir vuestro noble fin.

DESENLACE

- Oh, cielos, Luis Alfredo, no puedo creer que el destino se haya conjurado de esta forma contra nosotros. Cómo pudo nuestra madre enfrentarnos a esta cruel realidad cuando podíamos haber sido siempre felices en nuestra bendita ignorancia.

- No llores, Carmen Juana, ni juzgues a nuestra madre. Ella sólo quiso convertir toda nuestra ira en amor y demostrarnos que del mal siempre puede amanecer un nuevo día lleno de felicidad.

- Queridos Luis Alfredo y Carmen Juana, habéis cumplido con el deseo de vuestra madre y os felicito por ello. Ella siempre fue una mujer excepcional que os amó por encima de todas las cosas y con esta terrible prueba os quiso demostrar cuánto os quería.

- Oh, don Carlos Augusto, qué hubiera sido de nosotros sin su ayuda y, sobre todo, sin los 7 millones de dólares que puso a nuestra disposición para poder recorrer el mundo sobornando a cientos de funcionarios corruptos para así poder cumplir con el noble objetivo que nos encomendó nuestra mamá.

- No digas eso, Carmen Juana. Yo por mi querida María de la Piedad, a la que siempre amé en secreto - ahora puedo decirlo sin temor ni vergüenza - habría hecho cualquier cosa. Y tú, Luis Alfredo, te has portado como un verdadero hombre de pro y tu mamá estaría muy orgullosa de ti.

- Don Carlos Augusto, muchas gracias. Ahora que, gracias a nuestra querida madre, hemos sabido la terrible verdad de nuestras vidas, prometemos no suicidarnos ni darnos a la bebida o a las drogas de diseño, como haría cualquier persona que no fuera protagonista de un culebrón, y procuraremos llevar con toda la dignidad y alegría posibles nuestra desgracia.

- Hijos míos, ya sé que no soy vuestro padre biológico, qué más hubiera querido yo, pero aquí me tendréis siempre para lo que necesitéis. Y si hay que volver a recorrer el mundo para olvidar vuestro terrible pasado, estoy dispuesto a acompañaros y a regalaros mi Visa Oro en señal de mi aprecio y gratitud hacia vuestra amada mamá.

- Oh, don Carlos Augusto, es usted el hombre más bueno del mundo. No querría usted, por un casual, adoptarnos y convertirnos en legítimos herederos de su fortuna? Más que nada, por aparecer como beneficiarios en un testamento más o menos normal.

viernes, 2 de mayo de 2014

Un tipo corriente (Samy y yo), by Eduardo Milewicz

- Hombre, Ricardo Darín, qué alegría, chico. Cómo tú por aquí.

- Eduardo Milewicz, qué sorpresa. Cuánto tiempo, chaval.

- Qué casualidad, Darín. Precisamente pensaba en ti para un proyecto.

- Cuenta, cuenta. Soy todo oídos.

- Pues verás. Tú serías obviamente el protagonista.

- Hombre, lo daba por sentado. En fin, háblame del personaje.

- Se trata de un escritor con crisis de creatividad.

- Bueno, pinta bien. Sigue, sigue.

- Sería judío, hipocondríaco, obsesivo, muy problematizado.

- Hummmmmmmmm, esto me suena.

- Con una madre típica judía, castradora y muy mandona.

- Huuuuuuuuummmmm, cada vez me suena más.

- Con un discurso compulsivo, entre lo absurdo y lo genial.

- Huuuuuuuuuuummmmm, me recuerda a alguien.

- Introvertido, fracasado, lleno de complejos.

- Huuuuuuuuuuummmmmm, me recuerda muchísimo a alguien.

- Inseguro, paranoico, con mil fobias, neurótico, pesimista.

- Huuuuuuuummmmmmm, a alguien muy conocido.

- Un tipo desgarbado, con gafas de pasta, poco atractivo.

- Huuuuuuuummmmm, pues yo a ese tío lo conozco.

- Pero que sorprendentemente atrae a mujeres cañón.

- Hummmmmmmm, lo conozco, pero no caigo ahora mismo.

- Y por supuesto, argentino.

- Lo tengo!!!! Fito Páez!!!!