viernes, 30 de enero de 2015

Tres colores: Rojo, by Krzysztof Kieslowski

La verdad es que me daba miedo entrar en la famosa trilogía de Kieslowski dedicada a los tres colores de la bandera francesa. Y me daba miedo porque mucho me temía que me iba a encontrar con lo que efectivamente al final me he encontrado, con un preciosismo visual indiscutible y con un hilo argumental completamente incomprensible.

Y por qué he empezado por el final, por el último de los tres filmes? Pues no es porque tenga nada contra el blanco o el azul; prometo que ha sido pura casualidad; éste es el primero que se me ha presentado como única alternativa nocturna aceptable y no he tenido más remedio que entrar al trapo. O eso, o Gran Hermano Vip. Y elegí el rojo, llamadme loca. Y el rojo es todo imagen, impacto visual, belleza, sentido y sensibilidad, a lo cual contribuye en gran medida la presencia constante en la pantalla de la preciosa Iréne Jacob, y una fotografía memorable cargada de sugerencias.

Ahora bien, si vamos al fondo, a la historia, que en definitiva en cine es lo que a mí me interesa, estoy más perdida que el barco el arroz. No entiendo nada, no sé de qué coño va esto, qué me estás contando, Kieslowski. No sé, podría pasarme horas haciendo preguntas sobre el significado de cada fotograma, pero para hacerlo más llevadero me limitaré a cinco preguntitas de nada que no revelan gran cosa de la trama. Ahí van:

1. Por qué Jacob, cuando atropella a la perra y ve que está sangrando bastante perjudicada, en lugar de llevarla inmediatamente a un veterinario, se pone a buscar al dueño para preguntarle qué hace con ella. Una de dos, o eres una hijaputa y dejas abandonado al animal, o sales corriendo para salvarle la vida, pero... ponerte a buscar al dueño para consultarle? Qué coño le pasa a esta tía.

2. Por qué Jacob persigue por toda la ciudad a la perra de Trintignant cuando se le escapa y luego, en cuanto entra en la casa, se le olvida la perra por completo y ya no vuelve a acordarse de ella hasta que la perra pare y le pide al señor juez un cachorrito.  Qué clase de extraño amor por los animales tiene esta mujer.

3. Por qué Jacob, a pesar de ser una modelo famosa, fermosa, reconocida y con un pedazo de cartelón de cinco metros con su cara colocado en el centro de la ciudad, tiene una vida social tan escasita y una vida amorosa básicamente telefónica. O sea, tal que si fuera un callo malayo pero siendo un quesito. Esto cómo se supone que se come?

4. Por qué Jacob se pilla ese cuelgue tan raro del personaje de Trintignant. Por qué en lugar de cagarse viva cuando entra en la casa de un tipo que espía conversaciones de sus vecinos y salir corriendo espantada, como haría cualquiera en su lugar, se queda allí a charlar tan ricamente con el tipo.

5. Por qué Jacob se cruza constantemente con su vecino sin verlo y sin que él la vea a ella, y luego, de repente un buen día... Uyssss, que no lo puedo contar. Qué sentido tiene esa historia, qué quiere decir, qué tiene que ver con Trintignant, qué clase de bucle es éste.

Y ya digo que podría hacer mil preguntas más pero solo con éstas creo que queda suficientemente claro que no me enteré absolutamente de nada de esto de la "fraternitè" en rojo. En resumidas cuentas, todas mis dudas se resumen en una: por qué Kieslowski cree que la fraternidad tiene algo que ver con el rojo, con los perros abandonados y con la alta costura. Dónde me he perdido.

miércoles, 28 de enero de 2015

10.000 km., by Carlos Marqués-Marcet

10.000 km es una historia de desamor en la distancia. Un desamor que transcurre entre dos momentos cinematográficos de alta intensidad: el famoso plano secuencia de 20 minutos del principio y la demoledora escena final. Entre uno y otro pasan mucho más que 10.000 kms, pasa casi una vida y, sobre todo, mucho dolor.

No nos engañemos; toda relación de pareja termina tarde o temprano con esa sensación de extrañeza, de mirar al otro y no reconocerlo en la persona de la que te enamoraste… pero en una relación normal eso ocurre muy lentamente, casi de forma imperceptible, y el tiempo se va encargando de amortiguar el golpe. En cambio, en esta historia esos 10.000 kms que de repente se interponen entre los dos protagonistas se encargan de precipitar ese proceso, de acelerarlo y de convertirlo en doblemente doloroso.

Me parece magistral el modo en que Carlos Marqués-Marcet narra esa evolución. Tenemos solo dos personajes y dos escenarios: el piso de él en Barcelona y el cuartito de ella en Los Ángeles. En medio mucho Skype, bastante Google map y algo de Whatsapp. Con solo un fundido en negro el director va dando paso a las distintas escenas. Y cada una de esas escenas supone un pasito más en la destrucción de lo que en principio parecía un amor fuerte, capaz de resistir todas las pruebas.

Maravillosos Natalia Tena y David Verdaguer en unos papeles muy difíciles, basados en primeros planos altamente comprometidos. Todo el peso de la historia recae en ellos y en su expresividad facial. Hay que desnudarse íntimamente mucho para ser capaz de transmitir tantos sentimientos contrapuestos con tan pocos recursos. Desde aquí mi enhorabuena a los dos.

En todo el proceso yo destacaría unos cuantos momentos clave:

1. Sergi intentando escribir un email a Alex: escribir, borrar, escribir, borrar…

2. Dos bailando con un portátil.

3. El silencio del whatsapp.

4. Coitus interruptus en la distancia.

5. El día de las oposiciones de Sergi.

6. El sonido de una ducha al fondo.

7. Y por supuesto, la más fuerte, la más reveladora, la definitiva escena final. Los ojos de David Verdaguer, la cara de Natalia Tena, ese sofá…

Y hasta aquí puedo contar.

martes, 27 de enero de 2015

Tierra de ángeles, by Kay Pollak

Ésta es la historia de un director de orquesta al que le da un infarto y al hombre, para recuperarse, no se le ocurre nada mejor que refugiarse en el pueblo de su infancia, un lugar gélido e inhóspito invadido por la nieve. Para pasar su convalencencia este señor alquila la antigua escuela, un edificio abandonado donde se instala sin más calefacción que una triste estufita de leña en el centro de la habitación y sin más mueble que un piano. Toma planazo para recuperarse de un infarto!

Por si esto fuera poco, lo primero que el buen hombre hace al llegar a su flamante chabolo es descalzarse, quitarse el abrigo y salir a saltar sobre la nieve prácticamente en pelotas. Toma ya remedio curativo para el corazón! En fin, y éste es sólo el primero de una interminable serie de despropósitos a cuál más alucinante.

En el pueblito el músico se mete a director del coro local, y aquí viene ya el flipe total. Al coro no le falta un detalle, todas las problemáticas sociales se tocan, imposible encontrar en el mundo un coro más completito: tenemos a una mujer maltratada que canta con el ojo permanentemente morado; tenemos a un minusválido psíquico (lo que toda la vida de Dios, antes de que nos entrara el yuyu de la ultracorrección, se ha llamado un retrasado mental); tenemos a una muchacha pendoncete ávida de redención y de amor verdadero; tenemos a un gordito acomplejado que padeció acoso escolar en su infancia; tenemos a la señora del párroco luterano, problematizada porque su marido se la casca tutiplén en secreto pero a ella ni flores; tenemos a la típica estricta gobernanta reprimida que no entiende los métodos poco ortodoxos del nuevo director… En fin, creo que el repertorio de problemáticas sociales no se deja a nadie en el tintero. Tal vez, si nos ponemos tiquismiquis, podríamos quejarnos de que en el coro no hay ni un alcohólico. Vaya por Dios, se le ha escapado a Pollak un buen borrachuzo al que la música consiga liberar del alcohol.

En definitiva, que con la excusa del coro, Kay Pollak le pega un repaso a la sociedad sueca que te cagas; una sociedad tarada a más no poder que convierte a la sociedad española en un dechado de salud mental y ejemplaridad. Si tenemos que fiarnos de la mayor parte de escritores y directores de cine suecos habremos de concluir forzosamente en que la sociedad sueca es con diferencia la más perjudicada y la más enferma del mundo mundial. Eso, o es que estos muchachos tienden un poco a la hipérbole como expresión artística.

De todos modos, mirándolo desde el punto de vista positivo, ver una peli sueca supone una inyección de autoestima para el espectador de cualquier otro país. No está mal por tragarse un ratillo de desgracias a la sueca, no os parece? Y a mí de paso me ha dado la ocasión de escribir mi crítica número 1111 y plantarle un pedazo de 1 de nota.

viernes, 23 de enero de 2015

Todo el santo día, by Paolo Virzì

Todo el santo día llevo dándole vueltas a por qué no me cuadra nada que una pareja tan "hipster" como la de la peli llegue a obsesionarse tanto por algo tan burgués como la paternidad biológica. Lo lógico hubiese sido que optaran por la adopción desde el principio. Toda la parafernalia de la inseminación artificial no les pega ni con cola. Y con un ginecólogo vaticano del Pleistoceno, pordiosssss.

Todo el santo día llevo dándole hostias mentales al personaje de Luca Marinelli, que es como Melendi cuando iba con la melena planchada pero en pavisoso e insoportablemente repelente. Sí, más pavisoso que Melendi, lo creáis o no.

Todo el santo día llevo soñando con estrellar contra la pared la discografía completa de Thony, la protagonista de la película, que según parece se interpreta a sí misma. Debe de ser una especie de Bebe a la italiana pero en estilosa. Os podéis hacer una idea, Bebe y Melendi juntos. Una pesadilla abominable, sólo apta para los que están de vuelta de Elm Street.

Todo el santo día llevo planteándome a qué coño viene en esta historia la subtrama de la vecina maltratada. Igual se trata de buscar el contraste entre el hombre machista, bruto y descerebrado que representa el marido y el encantador intelectual lleno de sensibilidad interpretado por Marinelli, pero hosssstia, no podía haber sido el contraste un poco menos burdo? Desde luego lo de Virzi no es la sutileza.

Todo el santo día llevo preguntándome por qué Paolo Virzi, al que presupongo un buen tipo, nunca me termina de convencer. Lo veo superentregado y cargado de buen rollito pero... qué le falta a este muchacho. Por qué todo lo que hace parece un eterno coitus interruptus. Aunque para ser sincera, de todo lo que he visto de él esto es casi lo que más me convence. Ya os podéis hacer una idea de lo que me parece el resto.

miércoles, 21 de enero de 2015

Le week-end, by Roger Michell

Siempre he dicho que lo de planear viajes románticos después de los cinco primeros años de relación es un error terrible que en ocasiones puede llegar a ser hasta trágico. Sí, hombre, eso que se ha dado en llamar “reavivar la llama del amor”, “vivir una segunda luna de miel” o “resucitar la pasión”, que no se sabe cuál de los tres términos es más patético.

Vamos, a ver, alma de cántaro, qué pasión y qué llama del amor quieres recuperar cuando, por ley de vida, eso está ya más que muerto y enterrado? Y encima algunos quieren volver a sentir lo mismo pero después de 20 o 30 años, que es el caso de los protagonistas de esta historia. Y se van nada más y nada menos que a París, como si París pudiera hacer milagros con los amores difuntos.

Roger Michell dirige una historia de éstas, de intento de revivir la pasión, pero con una inquietante particularidad. En esta pareja hay un miembro, él, que inexplicablemente sigue locamente enamorado de su mujer, mientras que es ella la que con el tiempo ha llegado a desarrollar hacia él un hastío insoportable que la lleva a maltratarlo, humillarlo y zaherirlo constantemente.

Jim Broadbent interpreta magníficamente a ese hombre al borde de la jubilación que está dispuesto a someterse a todos los deseos de su mujer, por excéntricos, caprichosos e insensatos que sean, con tal de no perderla. Resulta conmovedor y a la vez incomprensible ver a ese viejo adorar incondicionalmente a una mujer que le responde a ratos con un despotismo y una frialdad llenos de crueldad y a ratos con una ternura inexplicable, que no se sabe de dónde le sale.

Y es ahí donde creo yo que falla estrepitosamente esta película, en el personaje de ella, que interpreta con todas las tablas de que es capaz Lindsay Duncan. El problema es que su rol no está en absoluto definido, salvo desde la esquizofrenia o la bipolaridad. Por qué esta mujer lo mismo le dice en mitad de una cena a su marido que lo quiere dejar que a los dos minutos le plantea cambiar los azulejos del baño. Por qué juega a excitarlo sexualmente para luego rechazarlo sin piedad. En fin, está claro que se trata de una relación de dominio y sumisión en la que ella es la que lleva la voz cantante pero en ningún momento llegas a saber realmente cuáles son los verdaderos sentimientos de ella. Si lo quiere, si lo odia, si le aburre, si no lo soporta, si lo aguanta estoicamente, si no puede vivir sin él…

Y luego hay situaciones verdaderamente kafkianas, como el discurso del marido en la cena. O el súbito "simpa" en la marisquería. O la charla confidencial fumando canutos con el hijo adolescente de su colega. O la proposición indecente del tío más interesante de la fiesta, que entre todas las damas presentes elige a nuestra sesentona para tener un rollete. Que sí, que la mujer es elegante y guapa y está de buen ver, pero que no es Carmen Lomana, joder, que los sesenta años se le notan a la legua.

En fin, que lo que pudo haber sido una gran historia, entre situaciones rocambolescas y personajes poco definidos, se queda en mera intentona. Sí, cargada de buenas intenciones, pero… que no, que no cuela.

martes, 20 de enero de 2015

Grace de Mónaco, by Olivier Dahan

Grace de Mónaco era muy desgraciada porque:

. No la dejaban reformar orfanatos para mejorar la vida de los huerfanitos.

- No la dejaban cantarle las cuarenta a los grandes mandatarios mundiales.

- No la dejaban ser ella misma, tan americana, tan madeherself.

- No la dejaban hacer pelis, a punto estuvo esto de provocar un conflicto mundial.

- No la dejaban cortarse el pelo a su gusto porque Rainiero se enfadaba.

Menos mal que Grace se hizo fuerte y demostró que ella solita podía:

- Ser la gran embajadora de la paz mundial y mediar en todos los conflictos.

- Convencer al mundo de que Mónaco era el paraíso en la Tierra.

- Salvar al pequeño principado de las garras de la terrible y voraz Francia.

- Destripar los entresijos del espionaje europeo y desmontarlos.

-  Convertir el amor en el gran motor de la política mundial.

Y lo que le ha faltado a Olivier Dahan es hacer que Grace:

- Derribara el muro de Berlín y pusiera punto final a la guerra fría.

- Pisara la luna por primera vez de la manita de Neil Armstrong.

- Descubriera la vacuna contra el cáncer.

- Fuera la gran impulsora de la Unión Europea.

- Terminara con el hambre en el mundo.

En fin, una especie de hagiografía de Grace Nelly sólo apta para espíritus crédulos hasta lo patológico. Y por Diossss, un poquito de por favor, que a la Kidman con tanto primer plano milimétrico se le ven hasta los mocos y las costuras que le han hecho los quiroplásticos en la nariz. Coño, Dahan, qué cabrón!

Y el pobre Tim Roth, siempre a su vera en plan comparsita, parece Papá Pitufo al lado de la esbelta Kidman. Qué manera de devaluar la imagen de un gran actor! Cómo pudiste prestarte a esto, Roth, alma de cántaro. En qué estarías tú pensando.

Por cierto, desde aquí mi homenaje póstumo a Virus, el grupo que en los ochenta fue capaz de chotearse tutiplén de toda esta panda y con dos cojones se atrevió a cantar aquello de:

Papá Rainiero no me quiere de heredero.

Soy demasiado cheli para hijo de la Kelly,

Demasiado rockero para el facha de Rainiero.



lunes, 19 de enero de 2015

La joven del agua, by M. Night Shyamalan

- Muy buenas, querido amigo, del agua estaba hasta el jigo.

- Señorita, por favor, un poquito de pudor.

- Es que una ninfa yo soy, pero al agua más no voy.

- Y qué viene aquí buscando, me pilla usted trabajando.

- Busco a un señor tartamudo, serio, formal y algo rudo.

- Yo tartamudeo un poco, pero no me coma el coco.

- Bryce Dallas Howard me llamo, y su atención le reclamo.

- Yo por Giamatti respondo, y usted me pone cachondo.

- Es normal que eso le ocurra, el guionista se lo curra.

- Deduzco que esto es ficción si me guío por un guión.

- En efecto, amigo mío, pero esta peli es un lío.

- Y me dice, por favor, quién es aquí el director.

- Pues por Shyamalan responde, y no es ni marqués ni conde.

- Ay señor, a Dios le pido que sea el del sexto sentido.

- Pues ese mismito es; y por qué tanto interés?

- Porque ese dire me mola más que un pack de Cocacola.

- Pues yo aquí de ninfa estoy, vamos al lío o me voy.

- Pero qué tengo que hacer, dígame, buena mujer.

- No haga nada, caballero, salvo salvarme el trasero.

- Madame, cuál es su problema? No será usted una mema.

- Soy una ninfa, le digo, que me tiene usté hasta el jigo.

- No se ponga tan tremenda, o le echo una reprimenda.

- Deje tanta patochada, que estoy ya muy mosqueada.

- Y a mí qué me cuenta, señora, lleva usté ya así una hora.

- Rodamos o no este rollo? Que me tiene usté hasta el pollo.

- Yo ruedo lo que usté quiera, no se ponga hecha una fiera.

- Pues venga, vamos al lío, que es sagrado el tiempo mío.

- Esto me suena a tostón de muy grande dimensión.

- Lo que sea me da igual, siempre que no paguen mal.

- Pues vamos ya sin demora; usted delante, señora.

viernes, 16 de enero de 2015

Sin control (Derailed), by Mikael Håfström

Ésta es la historia de un imbécil que le pone los cuernos a su mujer y le sale todo como el culo, y por si esto fuera poco, el tío, para intentar arreglar las cosas, hace todo más como el culo todavía y la caga hasta las trancas. Es la típica película que le quita a la gente las ganas de poner los cuernos de por vida, tipo "Atracción fatal" y eso.

Que el imbécil sea Clive Owen no mejora mucho las cosas, más bien al revés, las agrava. Porque ver a tal pedazo de macho hacer el capullo de esa manera casi que duele. Y que Jennifer Aniston sea la tercera en discordia tampoco ayuda demasiado porque los que estamos de la amiga Rachel hasta la punta el moño, que somos unos cuantos, pues nos toca todavía más las pelotas.

Con todo y con eso a Mikael Håfström no le sale la cosa mal del todo. Hay que reconocer que la peli entretiene y que consigue mantener la intriga hasta el final. El problema es que el bueno de Mikael la va cagando casi al mismo tiempo que su protagonista. Con escenas que bordean lo surrealista (la de la prostituta y el coche-patrulla, por ejemplo, qué fuerrrrrrte), y sobre todo con el final, que es un verdadero despiporre.Y claro, lo que empezó siendo un thriller interesante que prometía bastante termina en puro cine cómico y en descojone del copón. Joder, Mikael, hay que currarse más esos finales, chaval.

miércoles, 14 de enero de 2015

El americano, by Anton Corbijn

Questa e l'istoria d'un americano en l'Italia. Tuto comenzza con l'americano, qui e un assessini, buscando una localizaccione discretta in la quala iscondersi de la mafia. E qui meiore locco que un piccolo poblitto de cinquinta habitanti con uni soli ristorante e un cura chismosi? Si tu, amico lectori, volieri isconderti di la mafia, dove facieri? In una poblazioni molto magna o in un piccolo poblachi dove des uno cantazzo de la fostia? Pos questo.

Il assessini e molto bello ma, quali tutii assessini bello, nos ha salitto pelini putteri e non possi evitare salire de putti la prima semanci qui passa en pobluchi. E clari, conocci puttanca molto bella e face l'amore in prostibuli e si quelga in acti di la puttanca e la puttanca dil assessini.

Ma qui cosssa fai? Decire qui l'americano e una grandi adquisiccioni. Lo mismi ti face un fusile d'asaltti qui te face un filio en un pispasi. Il bello assessino e un grande coccinero, un grande meccanico, un grande conversatore, un grande esportista e un grande amanti. No li falta un detalli al questo assessino.

E molto interesanti qui in questo poblucci las donnas quando van al campi solen llevare uno vestito percima de la rótula e bottini a juegui. E quando in le picnic la bella donna si senta in la manti le americano si salin les occuli di las orbiti per qui il povero e mes salitto quil picco di planchi.

Le filme non e mali del tutti; e lo siquienti. I veritá qui George Cloony e molto bello e faccinanti e facce molto bene li anunzzi di cafe nesspresso; e la bambina puttanca Violante Placido non desmerecci perqui e molto bella e molto buenorra. Ma io mi pregunto: le direttore, Anton Corbijn, in cuala cossa era penssativo quando si pusi a facere questo filme? Qui facce un assessini, uno criminale americano in l'Italia n'amorandosi di la prima puttanca con la qui s'acosta e facendose amicco dil cura del poblacci? Qui classe d'assesini is questa, madonna santissima dil amore fermoso? Per diooooooo! Dove e le pundonore professionali?

martes, 13 de enero de 2015

Una chica de Jersey, by Kevin Smith

Chico conoce chica, chico y chica se enamoran, chico y chica se casan, chico y chica se quedan embarazados, y... chica muere en el parto. Snif!!!!!

Y hasta aquí los cinco primeros minutos de peli, de los que sólo puedo decir que son los más interesantes con diferencia. El resto, hasta el ansiado momento en que salen los títulos de crédito finales, es un auténtico despropósito infumable, intragable e indescriptible.

No sé qué clase de yuyu le debió de dar a  Kevin Smith para concebir la cosa esta; ni me explico cómo un tío tan bueno como Ben Affleck puede llegar a resultar tan vomitivo; ni tampoco entiendo que haya por ahí quien alabe el trabajo de Liv Tyler, virgen santa, que parece estar todo el rato en un anuncio de compresas dirigido por la mismísima Coixet.

Yo sólo sé que entre bostezo y bostezo no paraba de preguntarme qué clase de pecado mortal ha podido cometer la gente de Jersey para ser inmortalizada en un coñazo de estas dimensiones. Si yo fuera una chica de Jersey no tendría más remedio que ponerle siete velas negras a Smith, a Affleck y a la bella Tyler por perpetrar conjuntamente este vil espantajo sólo concebible desde la ebriedad, la maldad más absoluta o directamente la venganza hacia los jerseyanos.

Porque a ver... quién coño tiene huevos ahora de decir que es de Jersey. Se dará cuenta esta panda de inconscientes de la forma en la que han podido marcar la vida de miles de personas nacidas en ese lugar? Y por qué Jersey y no Kansas City, por ejemplo. Qué ha hecho Jersey para merecer esto, dios míoooooo?

sábado, 10 de enero de 2015

Michael Clayton, by Tony Gilroy

Te propongo un juego. Yo te describo una serie de escenas y tú intentas adivinar de qué va esta película, vale?

1. George Clooney se baja de un coche, sube una montaña, mira a tres caballos y el coche del que se había bajado explota. Boooooooooom!

2. Tilda Swinton se viste ante un espejo mientras ensaya una entrevista para la televisión. Un par de tristes chichotes aderezan la escena.

3. Clooney se monta en un coche con un niño que parece su hijo y que le va contando una historia que ha leído. El niño es un repelente de cuidado y dice unas cosas muy raras para su edad.

4. Swinton mira un dossier rojo que lleva un sello donde pone "Confidencial". No parece hacerle mucha gracia y se queda mirando al vacío con cara interesante.

5. Clooney va a la cárcel a recoger a un amigo que se ha puesto en pelotas en mitad de una reunión. Por lo visto no se ha tomado su medicación y se le ha ido la pinza.

6. Swinton aparece ante un montón de público en lo que parece ser una junta de accionistas y suelta el discurso que antes había estado ensayando ante el espejo. Los accionistas aplauden y Swinton sonríe enigmáticamente.

7. Clooney está jugando al póker en un garito y de repente le suena el móvil, deja a sus contrincantes colgados, se levanta y se va. Lógicamente el que llevaba escalera de color se mosquea.

Y hasta aquí puedo contar. Ahora tienes que hacer lo mismo que hice yo mientras veía la peli; a saber: dejar la mandíbula colgando, fruncir el ceño, meditar sobre qué puede significar todo esto, y hacer tu apuesta. "Esto va de...". Y si aciertas Tony Gilroy, el dire, te regala un pase privado con Clooney explicándote al oído el significado de cada escena mientras Swinton toca al piano "Qué será será, whatever will be, will be". Palabrita.

viernes, 9 de enero de 2015

La guerra de los Rose, by Danny DeVito

Qué grandes los Rose! Qué manera de querer, qué manera de odiar, qué manera de matar, qué manera de morir!

Noooooo, no es el himno del Atleti. Es que hay que quitarse el sombrero ante esta comedia negra negrísima hecha además por un cómico. Qué grande el pequeño DeVito!

Incomprensiblemente minusvalorada, “La guerra de los Rose” es sin duda la más bella historia de desamor jamás contada.

Leo por ahí críticas que la acusan de tono desmedido, de exagerada, de inverosímil, de esperpéntica, de violencia gratuita… Señoreeeees, esto es una parodia, una magnífica parodia sobre el amor, el matrimonio, la vida... Y desde cuándo una parodia tiene que ser mesurada o verosímil o políticamente correcta?

El tono de la película es de dibujos animados. Las situaciones recuerdan al eterno contencioso entre El Correcaminos y el Coyote pero en versión conyugal. Turner y Douglas se convierten en enemigos irreconciliables y se hacen la vida imposible en el reducido espacio de una casa a la que ninguno de los dos está dispuesto a renunciar.

Momentos impagables:

1. Douglas meando sobre el pescado de Turner.

2. Turner con su todoterreno aplastando a Douglas con su cochecito.

3. El momentazo del vino y el paté, qué primeros planos, qué caritas.

4. Las persecuciones entre el perro y el gato.

5. La escena final de la lámpara. Auténticamente magistral.

Simplemente genial de principio a fin.

miércoles, 7 de enero de 2015

Aprendiz de gigolo (Fading gigolo), by John Turturro

Por qué Turturro escribe un guión que podría escribir Woody Allen.

Por qué Turturro cuela la misma banda sonora que colaría Woody Allen.

Por qué Turturro filma la Nueva York que ya ha filmado Woody Allen.

Por qué Turturro da a Vanessa Paradis el papel que le daría Woody Allen.

Por qué Turturro da a Woody Allen el papel que se daría Woody Allen.

Por qué Turturro crea personajes que podría crear Woody Allen.

Por qué Turturro parece una burda mala copia de Woody Allen.

sábado, 3 de enero de 2015

Enloquecidas, by Juan Luis Iborra

U. Una cosa estoy pensando

N. Nada más ver este bodrio.

A. Algo debe estar pasando.


G. Grandes bazofias se estrenan

R. Ridículas y espantosas.

A. A mí estas birrias me apenan,

N. No puedo con estas cosas.



M. Mortificada me hallo,

I. Iborra, tras ver tu escoria.

E. Esta peli es un gran callo,

R. Ruborízame la historia.

D. Dios! Iborra, te has cubierto

A. A tutiplén de vil gloria.