martes, 29 de noviembre de 2016

Beauty (Skoonheid), by Oliver Hermanus

Ésta es la historia de una obsesión. Va de un señor que es homosexual aunque no ha salido del armario y de sopetón se cuelga enfermizamente de un amigo de su hija.

Es una historia muy significativa y reveladora porque hace un análisis bastante acertado de cómo funcionan las obsesiones amorosas y sexuales.

Ya he comentado otras veces que no creo en eso que llaman "violencia de género" o "violencia machista", porque de hecho yo no creo que tenga nada que ver con el género ni con el machismo. Creo que tiene que ver con la obsesión, con los celos y con una forma de amar mal entendida y que es independiente del sexo de las víctimas. Se da igual entre parejas heterosexuales que homosexuales; lo único que hace falta es un tío atormentado, que se siente abandonado o no correspondido y que canaliza esa frustración a través de la violencia. Y aunque es menos frecuente también se puede dar entre mujeres. No sé si es ésa la pretensión de Oliver Hermanus pero realmente consigue reflejar perfectamente cómo funciona ese proceso.

En la película hay una escena fortísima, muy desagradable y violenta. Durante toda la historia se ve venir que en algún momento el deseo oculto de este hombre va a explotar por algún lado. En un ambiente opresivo y angustioso, el personaje principal, que tiene serios problemas de comunicación, va adentrándose obsesivamente en esa pasión insana y poco a poco va perdiendo el control de sus emociones hasta que todo culmina en pura violencia.

Por cierto, magnífico el actor protagonista, Deon Lotz. Consigue reflejar perfectamente las intensas contradicciones de su personaje. Y guapísimo Charlie Keegan. Casi que se puede entender perfectamente esa pasión brutal que despierta en el hombre.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Eternamente comprometidos, by Nicholas Stoller


Eternamente plasta.

Eternamente tópica.

Eternamente aburrida.

Eternamente repetitiva.

Eternamente insustancial.

Eternamente insulso Jason Segel.

Eternamente asesinable Emily Blunt.

Eternamente le echo la cruz a Nicholas Stoller.

Eternamente laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga.

martes, 15 de noviembre de 2016

El secreto de una obsesión, by Billy Ray

Lo primero que se pasa por la cabeza cuando una se da cuenta de que está viendo una especie de "adaptación" de "El secreto de sus ojos" es una pregunta básica: qué necesidad había?

Si una película es redonda, perfecta, impecable, si no se le puede poner un solo pero y es imposible mejorarla... quién le manda al Billy Ray este meterse a hacer esta versión made in USA que no puede acercarse ni de lejos a la perfección de la original?

"El secreto de una obsesión" no es una mala película, la verdad. Se ve con interés y tiene un argumento que atrapa. Claro, si no has visto la argentina. Porque la historia en la que se basa es buena y eso no se le puede negar. El problema es que lo que en la película de Campanella era pura sorpresa, el final impactante que deja al espectador completamente en shock, aquí se ve venir y le deja frío.

La cuestión es simplemente esa, que esta versión sobra, que no aporta nada y que además viene lastrada porque quien ya ha visto la película argentina tiene el desenlace, que es lo mejor, destripado. Si no has visto la original, pues bueno, ves esta y no está mal, pero desde luego nada que ver con la excelencia de la otra.

En cuanto a las interpretaciones, Julia Roberts cumple bastante bien, le da a su personaje el tono atormentado que requiere y no se le puede objetar nada a su trabajo; de Nicole Kidman en cambio no puedo decir lo mismo porque con la cantidad de botox que esa mujer lleva en la cara es prácticamente imposible expresar ninguna emoción. Se limita a pasear palmito y a hacerle ojitos a su oponente masculino, con el que tiene la misma química que un pavo con un cocodrilo. Y de vez en cuando levanta una ceja haciendo un esfuerzo inmenso, supongo que para que podamos ver que aún es capaz de mover algún músculo del rostro. Pero se nota que sufre porque le cuesta devolver la ceja a su sitio.

martes, 8 de noviembre de 2016

Happy: un cuento sobre la felicidad, by Mike Leigh

La protagonista de esta película pretende ser una especie de Ameliè a la británica, pero es evidente que no ha usado las suficientes compresas con alas para parecerse mínimamente a su modelo. Siendo irritante, espeluznante y pelipúntica a más no poder la propia Ameliè, al lado de esta insoportable petarda podría incluso llegar a ser mi mejor amiga.

Lo de esta mujer no tiene nombre. De qué coño se ríe todo el rato? Por qué hace hace tantas muecas? Por qué hasta cuando va a follar tiene que estar soltando chistecillos y gracietas, por cierto, con bastante poca gracia? Y esos saltitos al caminar, por favooooooorrrr, qué criatura más absurda! Y encima se llama Poppy, diossssss! Toíto lo tenía mi María Antonia.

Le dieron un montón de premios a Sally Hawkins por este personaje abominable que haría vomitar a una cabra. Incluso el propio Mike Leigh fue ampliamente alabado en su doble labor de director y guionista. No puedo explicarme por qué. No he visto película más prescindible, menos necesaria y más previsible en toda mi vida.

Lo único medianamente fumable del film es el personaje del profesor de autoescuela, interpretado por Eddie Marsan, que claramente está ahí con su mal humor, su aire de Pitufo Gruñón y sus comentarios cascarrabias para hacer contraste y realzar la supuesta positividad de la encantadora, optimista y felicísima Poppy.

Yo soy profesora de autoescuela y a mí me toca una alumna tan cargante, omnirisueña y megaflower como la Poppy esta y me liaría a poppazos con ella hasta conseguir que se bajara de mi coche y no se le ocurriera volver a subir en la vida. Solo pensar en conducir con una tía así en el asiento de al lado le dan a una ganas de estrellarse y terminar para siempre. Esto no es un cuento sobre la felicidad, señores; es una pura, dura y auténtica pesadilla.

lunes, 7 de noviembre de 2016

El último pasajero, by Omid Nooshin

Hace unos días iba yo en el tren a trabajar como cada mañana cuando de repente me di cuenta de que los cinco minutos normales del trayecto se estaban alargando alarmantemente. En efecto miré el reloj y comprobé que llevábamos más de 15 minutos en marcha. De inmediato me levanté y me acerqué a la única otra pasajera que iba en  mi vagón, y le pregunté si no se había dado cuenta de que nos habíamos pasado la estación. Ella me contestó que no pero que sí se había percatado de que el tren tardaba mucho en llegar. Las dos paralizadas pensando cada una lo que estuviera pensando sin ser capaz de verbalizarlo, por fin después de unos minutos de tensa expectación, vimos la estación y respiramos tranquilas. Concluímos que por algún motivo habíamos venido más lentos que de costumbre, como así me confirmó luego el maquinista cuando le pregunté qué había pasado.

Lo que realmente yo pensaba es que alguien podía haber secuestrado el tren para llevarlo quién sabe dónde o estrellarlo contra quién sabe qué. Terroristas con toda seguridad. Íntimamente acepté mi destino y me preparé para morir lo más dignamente posible, aunque no miento si digo que también estuve calculando las posibilidades de pegarle un mamporrazo a la ventanilla de emergencia y tirarme en marcha.

Algo así es lo que ocurre en esta película, y por eso cuando vi de lo que iba decidí verla, más que nada por ver cómo resolvían ellos la situación y así aprender algo para un hipotético secuestro real en el futuro. Lo que pasa es que francamente veo pocas posibilidades de llevar a la práctica nada de lo que hacen los protagonistas en el film teniendo en cuenta que tienen muy poco tiempo para buscar una solución a su problema porque el choque es inminente y no se les ocurren más que majaderías. Y llegados a este punto no me queda más remedio que espoilear:

- En caso de secuestro de mi tren no pienso ponerme a hacer ojitos con otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso ponerme a ver tranquilamente numeritos de magia de otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso contarle mi vida y milagros a otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso escuchar la vida y milagros de otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso echarme a dormir tan ricamente.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso ponerme ciega bebiendo vodka con otro secuestrado. 

- En caso de secuestro de mi tren no pienso provocar una deflagración letal para separar mi vagón de los demás.

De todas las gilipolleces que podrían ocurrírsele a una persona en caso de secuestro de un tren las que se le ocurren al director este, Omid Nooshin que se llama el interfecto, las sobrepasan todas con creces. El protagonista que se pone a ligar con una tía que acaba de conocer en el tren, el niño del protagonista que a pesar de saber que están a punto de estrellarse y morir se pasa medio trayecto sobando tan tranquilo, los pasajeros que se ponen a charlar de sus vidas y a contarse sus tragedias personales hasta que uno saca unas botellitas miniatura de su equipaje y entre todos se ponen a bebérselas bien relajaditos mientras otro dice que es mago y se lanza a demostrarlo haciéndoles unos cuantos numeritos. Vamos,  que en lugar de ser un tren que en menos de un cuarto de hora va a estrellarse contra algo y todos la van a palmar parece mismamente un placentero y ameno viaje de  amiguetes en el Orient Express.

domingo, 9 de octubre de 2016

Dos días, una noche, by Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne

Vale, es verdad: el mercado laboral es una mierda, la sociedad capitalista es una mierda, los empresarios son una mierda, los compañeros de trabajo son una mierda... la vida en general es una mierda, sobre todo la vida de los trabajadores.

Los Dardenne lo tienen claro, y el 80% de la gente que ha visto esta película también. Éste es un mundo competitivo y salvaje donde cada cual va a lo suyo e impera la ley del sálvese quien pueda.

Con la crisis lo hemos visto. Los despidos se hacían en pequeñas dosis y todo el mundo respiraba tranquilo cuando no le tocaba a él, aunque le hubiera tocado a su compañero de al lado de toda la vida. Somos así de asquerositos, queremos sobrevivir. Cuando alguien tiene cáncer nos da mucha pena pero respiramos aliviados de que no nos haya tocado a nosotros. El instinto de supervivencia tiene algo de monstruoso y malvado, no cabe duda. Tal vez deberíamos erradicarlo para crear una sociedad más justa y mejor. Lo sometemos a referéndum?

De todas formas, y aunque solo sea por poner una nota discrepante en la cantidad de críticas rendidas a los pies de los Dardenne y de la maravillosa Cotillard (que, francamente, es una chica muy guapa y pone una cara de angustia muy convincente, y además se pasa toda la película sin maquillar y sigue siendo guapa, y eso tiene su mérito), yo intentaría reflexionar sobre un par de aspectos morales que se plantean en la película, e intentaría hacerlo con el menor maniqueísmo posible:

1. Tú eres un empresario y durante la baja de uno de tus empleados te das cuenta de que el trabajo sale perfectamente adelante sin él sin que ello suponga una sobrecarga para los demás compañeros. O sea, que descubres que estás pagando un sueldo más de lo que realmente necesitas para que tu empresa funcione. Qué haces? Tiras de caridad cristiana o de sentimiento humanitario y mantienes ese puesto de más o a la primera oportunidad que se te presente te deshaces del elemento sobrante, bien jubilándolo anticipadamente, no renovándole el contrato temporal o como sea, dentro de la legalidad, por supuesto?

2. Tú necesitas tu paga extra porque es con ella con la que pagas cada año la matrícula de la Universidad de tu hijo. Sin paga extra no hay matrícula ni carrera universitaria. De repente te plantean la tesitura (escenario, que le dicen ahora) de tener que renunciar a esa paga totalmente vital para el futuro de tu hijo, o que no echen a una compañera de trabajo. En realidad te están planteando elegir entre el futuro de tu hijo y el de tu compañera. Cuál crees que es moralmente la opción adecuada? Es más, si tú fueras esa compañera de trabajo, te parecería ético poner a tu compañero en ese dilema?

En definitiva, si nos atenemos al planteamiento un tanto simplón de los Dardenne... podemos concluir que preferir en un momento dado que tu hijo pueda ir a la Universidad a que pueda hacerlo el hijo de tu compañero es una decisión cercana a la monstruosidad y nos acerca a los depredadores más temibles??

Podéis llamarme moñas, pero a mí lo que más me ha gustado de la peli es la historia de amor. Ese Fabrizio Rongione, maravilloso en su papel de marido enamorado hasta las trancas de Cotillard, sin importarle un puto huevo que ella lleve dos años sin follar con él a causa de su depresión, que le haga la cobra constantemente,  gastando su día libre en el curro en una interminable peregrinación de casa en casa para que su señora consiga los avales suficientes para no ser despedida. Y todo el rato animándola, intentando levantarla, que no se hunda, que no recaiga, que no se tome más pastillas de la cuenta... Sinceramente, lo mejor de la historia. El resto muy flojito.

domingo, 18 de septiembre de 2016

El amor perjudica seriamente la salud, by Manuel Gómez Pereira

Ella es una cerda y una cabrona; y él un santo varón con más paciencia que el pobre santo Job. Pero consiguen algo maravilloso: el amor eterno. Ella intenta explicarle que nunca serían felices si fueran una pareja al uso. Él no lo entiende. Es más básico, solo quiere estar con ella. No sabe que lo que realmente los ha mantenido unidos todo ese tiempo es justamente desearse y no tenerse.

Yo también creo, como Diana, que juntos no habrían durado ni dos meses, y también creo que el amor eterno consiste justamente en eso, en desearse mucho pero no tenerse, o tenerse muy ocasionalmente. Lo dice ella en un momento de la película: "Lo mejor del sexo es el deseo. El sexo es solo gimnasia; el deseo pura imaginación".  Sabias palabras, vive dios. Las suscribo al cien por cien.

Una película ciertamente minusvalorada. Hacía tiempo que no la veía pero siempre me ha dejado muy buen sabor de boca.

Hay un montón de guiños constantes, a otras películas, a otras épocas, a la moda, a la música. Por cierto, fantástica banda sonora: Raphael, Los Beatles, ese bolerazo que canta la propia Ana Belén "No sé por qué te quiero, será que tengo alma de bolero"... Solo apta para nostálgicos.

Magnífico trabajo de Manuel Gómez Pereira. Y estupendo todo el reparto: Ana, Juanjo, Gabino.... hasta Penélope aquí se puede soportar. Bueno, y ese personaje maravilloso de la suegra de Santi, Lola Herrera, qué grande!!

Me quedo con la escena del restaurante. Ella y él, cada cual con su pareja, bailando y mirándose. Miento, no mirándose... comiéndose con la mirada. Hasta que en un momento dado sus espíritus se liberan, salen de sus cuerpos y terminan bailando juntos. Una escena preciosa, la mejor con diferencia.

Aunque bueno, tampoco desmerece esa otra en la que la noche de la muerte de John Lennon los dos acuden al hotel en el que se conocieron y escuchan "Let it be" al piano, sentados de espaldas en un sofá,  sin verse el uno al otro, simplemente recordando.

Y el final... qué bueeeeeeeno!! Naturalmente no lo puedo contar pero Gómez Pereira lo borda. La carita última de los dos protagonistas es sencillamente de antología del cine español.

domingo, 28 de agosto de 2016

Perder la razón, by Joachim Lafosse

1. Chica conoce chico de procedencia marroquí.

2. Chico se parece un huevo a Rafa Nadal

3. Chico tiene un padrino fantástico que le paga todo: boda, viaje de novios, crianza de niños, gastos médicos, casa con jardín... vidorra tutiplén.

4. Chica no está contenta con su vida pero viaja a Marruecos y se queda prendada de la cultura marroquí.

5. Chica se planta chilaba regalada por suegra marroquí, no se la quita ni pa cagar y empieza a empastillarse todo el día.

6. Chica se siente cada vez más desgraciada, llora mogollón, va a una psicóloga a ver si se cura y... hasta aquí puedo contar.

Esta es básicamente la historia de una ida de olla. Una tía que no tiene grandes preocupaciones en la vida, con una suerte que ya la quisieran para sí el 90%  de los mortales, que ha dado con un paganini gracias al cual puede permitirse lo que quiera: tener cuantos hijos le dé la gana, trabajar o no trabajar según le apetezca, viajar, vivir donde le pete... peeeero vaya por dios, la muchacha no se halla a sí misma, no le ve la gracia a su vida, qué le vamos a hacer.

Bueno, vale,  cualquiera puede tener una depresión y perder la pinza, de eso no está libre nadie por muy guay que sea su vida. Y lo que le pasa a esta mujer y lo que hace, toco madera, pero creo que le puede pasar a cualquier persona. La mente tiene recovecos muy traicioneros que la razón no entiende, no seré yo quien la juzgue ni tampoco estoy capacitada para ello.

Lo que no termino de entender es a qué juega Joachim Lafosse, el director. Tengo la vaga sensación de que está intentando culpar a alguien de lo que le pasa a esta mujer, que para mí es la simple historia de una locura. Sin embargo el tipo carga las tintas a veces contra el marido (Rafita Nadal en marroquí), a veces contra el padrino que todo lo paga y todo lo consiente (se llega incluso a insinuar una especie de enamoramiento del marido).... y hasta creo entrever cierta crítica hacia la sociedad occidental, tan poco humana, tan frenética... frente al relax y el ambiente idílico de la vida de una mujer en Marruecos. En fin, corramos un tupido velo.

Tanto es así que me he puesto a leer críticas, por simple curiosidad, a ver hasta dónde había calado el mensaje culpabilizador del director, y efectivamente, mucha gente interpreta la película en clave de culpa. Especialmente contra el benefactor de la familia, un personaje sinceramente para mí impecable, el abuelito perfecto: adora a los niños, juega con ellos, los cuida, vive por y para la familia. Es verdad que Lafosse pone trampillas, miradas ambiguas, momentos de tensión... pero lo cierto es que objetivamente hablando el tipo es el altruísmo personificado, como un ángel caído del cielo que ya lo querría yo pa mí. El partidazo que yo le sacaría a un padrino como ese en mi vida, lavirrrrrgen.

En definitiva, una historia que podía haber resultado interesante, porque todo lo que sea indagar en los mecanismos de la mente humana lo es, termina convirtiéndose en algo un tanto chusco. No cuajan los personajes, no se entienden sus motivaciones, se hacen insinuaciones morbosas que no se desarrollan y en cambio no se profundiza nada en el hundimiento psicológico de la protagonista.

No se puede negar que Emilié Dequenne hace un papelón y refleja perfectamente la evolución del personaje hacia la locura, pero su mera interpretación no puede evitar esa indefinición de lo que ahí está pasando. Ni esa absurda culpabilización colectiva, como si todo hubiera conspirado para que esa muchacha terminara perdiendo la razón. Es lo malo de intentar buscar explicaciones racionales en la locura, donde probablemente nunca las hay.

viernes, 26 de agosto de 2016

Carol, by Todd Haynes

Belleza en estado puro. Cate Blanchett perfecta, la femme fatale nacida para seducir con su penetrante mirada, nunca casual, siempre cargada de significado. Frente a ella Rooney Mara, la pequeña aprendiza de amor lésbico que queda obnubilada ante la sofisticación y la elegancia de Carol. De fondo, ambientación cuidada hasta la exquisitez, vestuario maravilloso, fotografía fantástica... perfección formal en estado puro. Pero tooooodo taaaaan frío!! Qué poquito me ha llegado a mí esta historia supuestamente de amor.

Y aparte de no llegarme por esa gelidez emocional que me inspira, me rechina el planteamiento anacrónico de la historia. Se trata el amor lésbico casi desde el punto de vista de un espectador de nuestros días. Como con un poco de indignación: oye, que no dejan a dos mujeres amarse tranquilamente, assssco de sociedad!

Vamos a ver, afortunadamente los tiempos han cambiado, pero situémonos en los años en los que transcurre la acción. En las pelis de los 50 estaba prohibido poner una cama de matrimonio en una pantalla, para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando. Ni aunque fuera para un matrimonio de verdad por la iglesia y con las bendiciones de 40 pares de curas... siempre camitas separadas.

La homosexualidad como tema estaba terminantemente prohibido, todo lo que oliera a eso tenía que ser camuflado, imposible mencionarlo directamente. Muchas obras de teatro y películas de la época hacen insinuaciones, pero tan veladas que hay que ser un lince para pillarlas. La palabra homosexual  o lesbiana ni se nombra, todo se insinúa pero nada se dice... hablamos de un tema tabú tanto en el cine como en la vida.

De ahí que se me escape por completo la indignación de Carol cuando conoce las intenciones de su marido de quitarle la custodia de su hija. Vamos a ver, que en esos tiempos ser gay o lesbiana era como ser un asesino en serie!! A mí personalmente lo que me ha extrañado es que el marido aceptara ese tipo de relaciones consideradas "antinatura" de su mujer, en plan "Bueno, no pasa nada, ha sido un pequeño desliz". Joder, cualquier marido de esa época es que la mata y encima la sociedad le aplaudiría. Y en qué cabeza de la época cabría dejar a una madre ver a sus hijos siendo público y notorio que le gustan las mujeressss????

Me pega que las lesbianas de aquellos tiempos, que naturalmente existirían, estaban obligadas bien a mantener su condición en absoluto secreto o bien a renunciar a sus hijos, a su vida y a todo. Igual en un ambiente artístico, bohemio, se podía asumir, puede que hasta fuera chic, pero... en la alta sociedad?? Os imagináis un anuncio de los 50 de detergente con dos lesbianas dándose un pico en la puerta  de casa porque una se va al trabajo y la otra se queda cuidando en casa a los niños????

La historia me ha parecido un poco como cuando en una de romanos aparece un actor con un reloj digital... un anacronismo absoluto. Eso tiene un nombre en cine pero no me acuerdo. Ese tipo de cosas que pegan un cantazo tremendo porque son imposibles e impensables en el tiempo en el que transcurre la acción.

No sé si el problema está en la novela de Patricia Highsmith o en la adaptación de Haynes, aunque mucho me temo que va más bien por el segundo. Highsmith probablemente intentara hacer una denuncia sobre la rigidez y la mojigatería de la sociedad de su época pero claro, Haynes lo convierte en una especie de alegato por la igualdad, un concepto que en los años 50 sencillamente ni existía. ni se concebía. Y a mí particularmente me ha pegado un chirrío que pa qué.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Sin filtro, by Nicolás López

Comedia intrascendente pero divertida, poco pretenciosa y tampoco demasiado memorable. La protagonista es la tía más desgraciada del mundo. Absolutamente todos a su alrededor son completamente impresentables: su marido un vago con ínfulas de artista, su hijastro un nini digno hijo de su padre y de llevarlo de los pelos al "Hermano mayor", su jefe un capullo de campeonato, su mejor amiga una obsesa de las redes sociales que pasa de ella como de la mierda, su hermana una friki más preocupada por su gato que por ella, su exnovio y mejor amigo un auténtico calzonazos... la verdad es que sería difícil encontrar a alguien en el mundo con un entorno más insoportable.

Lo flipante es que Pía cree que lo tiene todo para ser feliz: tiene pareja, tiene un buen trabajo, tiene amigos, tiene dinero... Qué me pasa, dios míooooo???? Por qué soy tan infeliz y me dan taquicardias y ataques de ansiedad??

Para más inri, Pía lo sufre todo en silencio y no dice nunca nada, no se queja, no protesta, es extremadamente educada, sumisa, paciente, conformista... es un poco para hostiarla, la verdad. Hasta que un buen día va a un supuesto curandero chino y cuando sale de allí empieza a soltarlo todo tal cual lo piensa. Y ahí empieza lo divertido.

No es una gran película pero tiene su puntito. Lo más destacable es la crítica nada velada sobre la banalidad de la sociedad de la imagen, de las redes sociales, del Instagram y del Facebook, de esas vidas cuya única finalidad es ser mostradas a los demás; de ese paloselfie sin el que no se puede vivir... Y que levante la mano el que no haya dicho alguna vez en medio de un momento especial: vamos a hacernos un selfie!!!!

La verdad es que estamos todos, unos más y otros menos, un poco enfermitos. Y la peli, dentro de su intrascendencia, lo refleja y tiene su mensajito y su moraleja. Y tonto el que no la pille, porque en la crítica social que hace estamos todos en mayor o menor medida, probablemente incluso el propio director.

Es divertido reírse de la sociedad y parodiarla, y Nicolás López lo hace bastante bien. Todos los personajes son hiperbólicos, incluida la protagonista (por cierto, fantástica Paz Bascuñán), no hay nadie medianamente normal, pero esas caricaturas son las que dotan de comicidad al conjunto. Sin ellas la historia de Pía tendría unos tintes más bien dramáticos.

Sobre la moraleja final, una discrepancia: decir siempre la verdad y toda la verdad no es nada bueno; la sinceridad es una virtud (si es que lo es, que no estoy demasiado segura) muy sobrevalorada.

Pero eso sí, pasar de la gente que pasa de ti sí es muuuuuuuy bueno. Y prometo que no es un proverbio chino.

lunes, 11 de julio de 2016

Cuando vuelvas a mi lado, by Gracia Querejeta

Unas hermanas que llevan años sin verse y que no parecen llevarse muy bien.

Sórdidos secretos de familia más o menos insinuados.

Una vieja historia en flashback de amores enfermizos y celos demoledores.

Una madre muerta, un padre desaparecido y el encargo de entregar unas cenizas.

Éstos son los ingredientes con los que Gracia Querejeta elabora esta historia fiel a la factoría Querejeta y a su particular modo de entender el cine: intimista, muy de emociones, muy de silencios y de miradas inquietantes y difíciles de interpretar. Si añadimos a eso un reparto brillante con actrices como Mercedes Sampietro, Julieta Serrano o Adriana Ozores, la cosa promete bastante. Pero en mi opinión se queda en eso, en promesa.

De entrada eso de que una madre pida a sus hijas que a su muerte dividan sus cenizas en varios cofrecitos y lleven cada parte a un sitio o se las entreguen a alguien... sinceramente me parece de un macabro que echa patrás. Y ese justamente es el punto de partida de la historia, os podéis hacer una idea.

Por lo demás las actrices están francamente desaprovechadas en unos papeles bastante poco creíbles. La borrachuza Ozores dista mucho del nivel de otros trabajos, tal vez porque su personaje es sencillamente irrelevante. Sampietro brilla un poco más porque no en vano es la protagonista de la historia, en la que se supone que radica todo el misterio. Julieta Serrano por su parte hace lo que puede con un papel tan poco airoso.

En definitiva, decepcionante y completamente insulsa, un auténtico huevo sin sal. Buenas expectativas por el reparto y porque la historia empieza bien y plantea una intriga que hace pensar en un resultado mucho mejor. Sin embargo con el paso de los minutos la trama va perdiendo fuelle e interés y el final es, aunque inesperado, sencillamente rocambolesco. Un chasco, vamos.

miércoles, 6 de julio de 2016

Moulin Rouge, by Baz Luhrmann

Moulin Rouge es un musical diferente, impactante, valiente, anticonvencional. Por eso solo puede levantar pasiones, tanto a favor como en contra. Habrá gente que alucine y habrá gente que  abomine, y probablemente todos, cada uno desde su punto de vista, lleven razón. Porque los motivos por los que puede encantarte o parecerte horrible son los mismos; simplemente habrá quien valore positivamente todo lo que de innovador y original tiene y habrá quien lo tache de mamarrachada. Pa gustos colores, que se dice por mi tierra.

Yo soy de las que flipa con esta película, nunca me canso de verla. Siempre me quedo embobada y me pongo a corear como una loca:

"How wonderful life iiiiiiiiiiis now you're in the woooooooorld"

"All you need is loveeeeeeeee"

"Roxanneeeeeeeeeee"

"Show must go oooooon".

Y flipo con la forma de captar París y el mundo de la bohemia.

Y flipo con la magia del Moulin Rouge.

Y flipo con esos tejados y buhardillas desde los que se ve y se vive otro París.

Y flipo con los colores, con las imágenes precisas, como de dibujos animados.

Y flipo con la preciosa historia de amor entre Satine y Christian.

Y flipo con la belleza de Nicole Kidman, con sus vestidos, con sus bailes y hasta con su voz.

Baz Luhrmann hace una apuesta tan valiente como arriesgada, porque este tipo de cine no tiene términos medios. A él en general le salió bien porque la película fue ampliamente alabada por la crítica y tuvo un razonable éxito de público, y sus detractores, que se cuentan por decenas, no han conseguido horadar en lo más mínimo las adhesiones inquebrantables que despierta. 

Para mí no le falta un detalle, hasta algunas escenas divertidísimas como la de la confusión entre Satine y el poeta, cuando él se está ofreciendo para escribir las canciones del musical y ella cree que le ofrece sexo. Los juegos de palabras, las poses "eróticas" de Kidman... no tiene desperdicio.

En definitiva, para mí uno de los mejores musicales de la historia del cine. Por la banda sonora sin duda, pero también por lo impactante visualmente.

Y sobre todo y por encima de todo, por la preciosa historia de amor entre Satine y Christian. Sin duda, la película perfecta para la gente enamorada. Y por cierto, terminantemente prohibida para los que padezcan males de desamor.

martes, 5 de julio de 2016

Cloro, by Lamberto Sanfelice

Una piscina. Unos hombros demasiado jóvenes y frágiles para cargar con el peso de una enorme responsabilidad. Un paisaje gélido. Un sueño truncado.

Con estos cuatro ingredientes Lamberto Sanfelice cuenta una historia que trata básicamente sobre la soledad y sobre la importancia de no renunciar a los sueños por muy cruda que sea la realidad.

Preciosa y conmovedora Sara Serraiocco interpretando a Jenny, una adolescente que sueña con una competición de natación sincronizada para la que ha estado preparándose durante años pero que de repente se ve obligada a aparcar todos sus proyectos para cuidar de un hermano pequeño y de un padre que es un guiñapo humano y que no sirve para nada.

En medio de toda esa tragedia Jenny encuentra consuelo en el amor, que a fin de cuentas es lo que nos salva a todos en un mundo frío e inhóspito como el paisaje de montaña en el que transcurre la película.

Maravillosas las imágenes de Jenny bailando en la piscina climatizada, en tremendo constraste con la crudeza de los exteriores.

Si acaso se le puede reprochar algo es que el resto de personajes no están muy bien definidos. Da la sensación de que al director el único personaje que le interesa es Jenny mientras que los demás son meras comparsas sin vida propia.

miércoles, 22 de junio de 2016

No es mi tipo (Pas son genre), by Lucas Belvaux

Ésta es una película romántica rara. En principio parece que plantea un conflicto amoroso pero lo que realmente está planteando es otro muy distinto que además no tiene nada que ver con el primero. Me explico:

Parece que el problema es la diferencia "cultural" entre los protagonistas. Vale, él es profesor de Filosofía y ella peluquera, pero en ningún momento eso crea conflicto entre ellos, más bien al revés, es un clásico, el tío que hace de Pigmalión de la chica ignorante. En este caso hay un intercambio de conocimientos. Él le enseña a Dostoyevski y a Kant y ella por su parte lo lleva a cantar al karaoke, y los dos están encantados con estos cambios en sus vidas.

Por lo demás el mundo está lleno de parejas disparejas intelectualmente: Vargas Llosa y la Preysler,  Arthur Miller y Marilyn... Sin ir más lejos mi propio peluquero y su marido, que es profesor de literatura inglesa y que llevan tropecientos años juntos sin el menor problema.

No, amigos, no está ahí en absoluto el problema entre estos dos. La cuestión es que él es un escéptico del amor y ella una ferviente creyente. Son de esas parejas que cuando van a ver una comedia romántica uno de ellos piensa que el final feliz de la peli es verdaderamente el final de la felicidad mientras el otro piensa que el final no es más que el comienzo de otra larga y preciosa historia.

Los escépticos amorosos pueden ser filósofos, bomberos, abogados, periodistas, pintores, peluqueros  o cualquier otra cosa y los forofos de la comedia romántica pueden ser igualmente todas esas cosas. Por eso no entiendo para nada que el director haya recurrido al manido tópico de los opuestos culturales para reflejar este otro conflicto. Es evidente desde el principio que el tío es remiso a los compromisos y que no es amigo de hacer proyectos a largo plazo porque es de los que creen que el amor dura lo que dura y hay que disfrutarlo a tope sin más (opinión que además yo comparto plenamente), en tanto que la tía deja muy clarito que busca amor eterno con el que formar una familia y todas esas cosas.

No se puede negar que Emilie Dequenne es una chica muy mona y que está encantadora en su papel de ingenua peluquera enamorada hasta la médula, pero yo personalmente simpatizo mucho más con el personaje del profesor, que no está menos enamorado pero que no comparte en absoluto el universo flower power de su novia.

Una vez más, aunque la mayor parte del tiempo la peli se mantiene en esa tónica de entretenimiento discreto y sin grandes pretensiones típico de la comedia romántica francesa, el final es completamente ridículo y roza lo patético.

Y aquí me veo obligada a espoilear, así que el que no la haya visto y quiera verla que no siga.

Qué es eso de que la tía se vaya con sus amigas de marcha y cante en el karaoke "Sobreviviré" toda llorosa y al día siguiente desaparezca misteriosamente del mapa, se mude y no vuelva a llamar ni a ponerse en contacto no ya solo con el tío sino tampoco con sus propias amigas??

Bien está que se dé cuenta de que la historia con el novio no funcionaba y que lo deje con todo el dolor de su corazón, pero a qué viene que también tenga que dejar su trabajo y a sus amigas del alma?? Y desalojar su casa y trasladarse con su hijo, cambiar al chiquillo de escuela y largarse a otra ciudad? Todo eso tiene que armar una tía para cortar con un pollo con el que no le va bien?

Pos anda que si cada vez que una historia no sale como una quiere tiene que cambiar radicalmente de vida y arrastrar a los hijos de una ciudad a otra para poner tierra de por medio, no daríamos abasto a pagar mudanzas.

Menudo final absurdo y tontorrón. Anda que el Belvaux este se tuvo que quedar descansando.

martes, 21 de junio de 2016

X + Y, by Morgan Matthews

Las matemáticas son fascinantes, y aunque no son mi fuerte casi todas las películas que he visto sobre apasionados de los números me han encantado. Tal vez sea porque muchas de estas historias tratan sobre personajes muy interesantes, con problemas para relacionarse con el mundo pero que en cambio encuentran en la abstracción numérica un cierto sentido a la vida, un refugio, un lugar en el que se encuentran bien, seguros, a salvo.

Es el caso de Nathan, que además es un hecho real. Un chico con rasgos autistas, con evidentes problemas de relación con la gente, pero que halla ese refugio en los números, donde se siente cómodo y a gusto. Buenísima la interpretación de Asa Butterfield, realmente conmovedora. Pobre chico perdido en el mundo de la gente normal pero bienhallado en el de la frialdad de los dígitos.

Tal vez me ha gustado la película porque yo pude haber sido una de esas personas que disfrutan con las matemáticas. De hecho durante un tiempo recuerdo vagamente que lo fui, tuve buenos profesores y me gustaba sumergirme en ese mundo abstracto en el que todo era exacto, correcto y estaba bien. Pero en el bachillerato dí con un ceporro que hizo que las aborreciera, y creo que desde entonces me siento como expulsada de un paraíso, como si yo hubiera estado también destinada a gozar de ese universo mágico, y me lo hubiera jodido aquel tipo al arrancarme de sopetón de la seguridad de los brazos protectores de las mates.

No deja Morgan Matthews ahí la cosa. Lo que le interesa de verdad es cómo se relaciona Nathan con el mundo, sobre todo con su madre, una mujer de inteligencia normal que no entiende ni puede llegar a la mente de su hijo. Nathan tenía una sintonía especial con su padre, pero al morir éste siendo él un niño se quedó completamente huérfano en el sentido intelectual y casi también en el emocional. Será su profesor de matemáticas, aquejado de una enfermedad degenerativa, el que lo sacará de ahí y le dará la oportunidad de volver a experimentar esa compenetración con un ser humano.

X + Y es también una historia de amor. En realidad es una doble historia de amor, la de Nathan con la chica china de las Olimpiadas Matemáticas y, si cabe más sorprendente todavía, la de su madre con el profesor.

Tal vez falla un poco el final. Me parece muy bonito el proceso por el cual Nathan empieza a sentir las emociones correspondientes a un chico de su edad, pero teniendo en cuenta su idiosincrasia no me parece muy probable el desenlace tal y como Matthews lo plantea.

lunes, 20 de junio de 2016

La vida empieza hoy, by Laura Mañá

La primera película que vi de Laura Mañá, "Palabras encadenadas" me gustó bastante. Me pareció una tía interesante con ideas interesantes. Y no puedo negar que la idea de "La vida empieza hoy" lo es. Sexo y decrepitud física son temas casi contrapuestos, está feo incluso plantearlos juntos, y aquí Mañá se gana unos cuantos puntos al atreverse a dar una visión distinta de la vejez, más cercana al goce de vivir que a la enfermedad o la muerte, que es lo que a casi todos nos sugiere la última etapa de la vida. Las buenas y nobles intenciones desde luego no se le pueden discutir.

La cuestión es que Mañá se pasa todo el rato oscilando entre el tono cómico y el dramático. y con ninguno de ellos consigue convencer. Hay personajes antipáticos, como el de Pilar Bardem, que sin embargo resultan interesantes, y hay otros sencillamente planos, los más, como la pareja entre el argentino y la señora gorda, o como el jubilado corredor y su señora.

De todas formas, y aun a sabiendas de que esto que voy a decir va a levantar ampollas (tal es la opinión generalizada de que estas cosas se deben de normalizar y hacer visibles) yo personalmente la visión de un par de octogenarios follando o haciendo como que follan si puedo ahorrármela me la ahorro. Llámalo insensibilidad, llámalo X. Vale que está bien que lo hagan y que se sepa y que se hable de ello, y ole sus huevos si encuentran a alguien con quien echar los últimos polvillos ante mortem, pero no entiendo por qué hay que presenciarlo y mucho menos disfrutar con ello. Las elipsis narrativas están justo para ahorrarnos ese tipo de cosas. Es como los padres, que todo el mundo sabe que follan pero a nadie medianamente normal le gustaría verlos.

Yo sinceramente un montón de carnes blandas y temblequeantes haciendo aspavientos supuestamente eróticos y practicando el arte del cortejo senil... pues no es mi espectáculo favorito, qué quieres que te diga. Que me perdone el personal más susceptible, pero prefiero seguir visualizando este tipo de actos a través de imágenes más al uso, y que cuando dos abuelos vayan a practicar sexo en una peli, que me metan un discreto fundido en negro.

sábado, 18 de junio de 2016

Coco Chanel (TV), by Christian Duguay

Como tengo un hijo que le va el rollo rapero
se me ha pegao el tema pa criticar a esta tía que hacía sombreros.

Y si el dire de la peli se llama Christian Duguay
me lo está poniendo a pelo pa nombrar en mi rima al Paraguay.

La señora esta de la peli va de tía independiente
pero se lo monta con los tíos en plan madame y cliente.

Vale, nene, tú me molas
pero si puede ser me montas una tienda pa que la peña haga cola.

Yo te monto lo que quieras, corderita
porque pa eso te pones pantalones y te los atas con una guita.

Y te voy a llamar la Coco
como al de Barrio Sésamo que se comía hasta los mocos.

Soy Coco soy Coco dame galletas
y te diseño un vestido que te levante las tetas.

Pos mejor diséñame un sostén
que lo flipe todo el mundo porque sea mu fetén.

Ay, no puedo diseñarte
porque me he enamorao de ti y me coartas mi arte.

Pos diséñame una corbata
que no sea para mí, que sea para mi gata.

Te diseñaría un condón
pa que tengas abrigaíto eso que a mí me pone más dislocá que el copón.

Ya sé que no soy mu rapera
y que la improvisación se me da fatal tela marinera.

Pero lo que más me alucina
es que la Shirley MacLaine haga de la tía esta prima.

Shirley, tía, qué te pasa??
Que con la Irma la dulce no tuviste bastante guasa??

Yo a la Chanel número cinco
aunque la rima sea cutre, por el culo me la hinco.

Y con esta rima infumable
termino ya esta crítica que es más  plasta que el tío del sable

Mira que empezó rapera
pero al final se me ha puesto entre flamenca y rumbera

Y es que aunque me mole el rapeo
yo la rima asonante francamente no la veo.

lunes, 6 de junio de 2016

Nymphomaniac (2), by Lars von Trier

Segunda parte del horripilante truño dirigido por Lars von Trier y protagonizado inexplicablemente por Charlotte Gainsbourg, tan infame o más, si cabe, que la primera.

Continúo reproduciendo con algunas licencias poéticas el fascinante diálogo que tiene lugar entre la desfallecida dama  y el amable caballero que la recoge y la invita a pasar la noche en su casa:

Dama: En esto que cuando me bajé del metro, debo confesar que un tanto maltrecha y dolorida, decidí ir al zoo, donde había un gorila gigante que me encantó y me dije a mí misma: tiene que estar bien hacérselo con un homínido distinto al homo sapiens.  Y me apuntaría un importante tanto en mi currículo. Oye, no te estarás excitando con todo esto que te estoy contando, no?

Caballero: No, tranquila, no me excito nunca. Además soy virgen.  Y como el doctor Fausto le dijo a Mefistófeles: te vendo mi alma si me das calma. Oh, Thomas Mann, qué gran escritor! Le he dicho ya que esta novela sigue a grandes rasgos la historia vital de Nietzche?

Dama: No, pero yo no sé si le he contado a usted el día en el que en mitad de una orgía, mientras un señor me estaba introduciendo su miembro por la oreja y otro caballero hacía otro tanto por el ombligo (me encanta el coito umbilical, no se lo había comentado?) me dio un calambre en la pierna.

Caballero: Estaba yo pensando que el polimorfismo del niño, según el profesor Fromm, conlleva la represión del impulso escatológico. Por ello la capacidad del individuo para reinventar el propio ego hace que la asimilación del superego ocupe el espacio de la autosugestión. Está de acuerdo?

Dama. Pues no sé, pero el caso es que después de lo del calambre descubrí que me gustaban las sensaciones fuertes y me apunté a unas sesiones de sadomasoquismo con un famoso castigador que me azotaba el culete hasta que me lo dejaba hecho un ecce homo.

Caballero: Mi querida señorita, llegados a este punto me gustaría hablarle del momento en el que el gran Beethoven inventó la fuga.  La Grosse Fuge, un único movimiento para cuarteto de cuerdas que rompe con las normas estéticas y armónicas del momento.

Dama: Y lo último, por lo que me han pegado esta paliza de hoy, es que me metí a chantajista sexual. Primero me follaba a los señores, a las señoras, a las piedras o a lo que se pusiera por delante y luego les pedía una determinada cantidad para no hacer públicos los hechos. Este sustancioso negocio me permitía satisfacer mis infinitas apetencias a la par que conseguir un modo de ganarme la vida con bastante holgura.

Caballero: Algo que está directamente relacionado con la contraposición de la Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental; la ortodoxia frente a la heterodoxia, el monoteísmo frente al politeísmo, y la confrontación de ideas frente al blablablablabla…

Y así hasta el infinito y más allá. Una conversación de CUATRO HORAS CUATROOOOOO!!!!... (que se dice pronto) en la que Charlotte Gainsbourg va relatando pormernorizadamente distintos episodios de su vida sexual mientras el caballero mantiene una constante cara de poker y diserta largamente sobre lo divino y lo humano.

Me cuesta imaginar por qué extraña razón  Gainsbourg, una actriz que generalmente me encanta, aceptó someterse a este apabullante dechado de gilipolleces cuya ingestión del tirón no le recomendaría ni a mi peor enemigo.

Prometo que lo que voy a contar a continuación es totalmente verídico. Esa noche, tras tragarme enteritas las dos partes del engendro, tuve un inquietante sueño: mi perro Manolo echaba un truño de proporciones gigantescas que tuve que partir en dos para poderlo recoger.

Simple casualidad o  un claro mensaje de mi subconsciente? Ah, qui lo sa! Pero sucedió.

Nymphomaniac (1), by Lars von Trier

Caballero: Cielosssss, una dama tendida en el asfalto! Parece que está herida. Llamaré a una ambulancia.

Dama: Nooooo, por favor, no llame a una ambulancia.

Caballero: Y qué quiere que haga, pues, bella dama?

Dama: Pues podría invitarme a una tacita de te y mientras aprovecho para contarle a usted toda mi vida sexual. Qué le parece el plan?

Y con este elocuente diálogo comienza esta fascinante historia del inefable Lars von Trier en la que durante cuatro interminables horas, divididas en dos interminables partes, esta señora le cuenta su vida íntima a un señor desconocido que le contesta con sesudas disertaciones sobre los más diversos temas.

Para que los que no la hayan visto se hagan una vaga idea, paso a reproducir con breves licencias poéticas unos cuantos ejemplos de la conversación demencial que mantienen la dama (una inexpresiva Charlotte Gainsbourg que no me explico sinceramente cómo pudo aceptar este infame y esperpéntico papel) y el caballero durante la noche de marras:

Dama: Pues verá, cuando yo era una niña jugaba con una amiga a la ranita, que consistía básicamente en poner perdido el cuarto de baño de agua y restregarnos el toto con el suelo.

Caballero. Ah, bella dama, eso me recuerda muchísimo a la pesca con mosca, que consiste básicamente en poner una mosca en la caña para atraer a los peces y blablablablablabla…

Dama: Perdone que le interrumpa, caballero, pero voy a proseguir con mi vida íntima, que es mucho más interesante que la pesca de la mosca. Como le iba diciendo, después de la rana esta misma amiga y yo nos juntamos y decidimos follarnos a todos los pasajeros de un tren. La que se follara más se llevaba de premio una chocolatina. Al final gané yo porque me follé también al maquinista.

Caballero. Pues como yo le iba contando a usted, señorita, la polifonía combina armónicamente los sonidos de dos o más voces o instrumentos de diversa altura emitidos simultáneamente.

Dama: Y luego montamos un club de folladoras, pero teníamos prohibido terminantemente enamorarnos de las pollas que nos tirábamos o que succionábamos alegremente por alguno de nuestros agujeritos corporales.

Caballero: Lo cual me recuerda a Bach, el mejor compositor de la historia. No sé si sabrá usted que la música de Bach se basa en la sucesión numérica de Fibonacci con la consecuente relación de recurrencia que la define. Igualmente Edgar Allan Poe, que fue un escritor muy interesante, usaba la sucesión de Fibonacci para consumir rítmicamente las dosis alcohólicas que le llevaron a la muerte.

Dama: Pues como le decía, un día iba en el metro y decidí que me iba a follar a todo el vagón. Me puse en bolas y dije bien alto y claro: Señores, la entrada es gratis. Todo el que quiera pasar por alguno de mis agujeritos que se ponga en cola.

Caballero: Interesante episodio, que me recuerda a la transfiguración de Jesús en el monte Tabor, en la baja Galilea. Qué gran momento bíblico, vive Dios! En mi opinión el enfoque sistemático de la crucifixión es de una violencia extrema, no le parece, amiga mía?

(Continuará)

(Ver crítica de Nymphomaniac II)

viernes, 3 de junio de 2016

Rompiendo las olas (Breaking the waves), by Lars von Trier

Tengo una complicada relación de amor-odio con Lars von Trier. Me encantó “Melancolía” pero aborrecí “Anticristo”. Con él no tengo término medio, o alucino o sencillamente me muero de asco.

Con “Rompiendo las olas” he alucinado completamente. Estos ocho capítulos que van in crescendo en cuanto a intensidad emocional han conseguido llegarme al alma.

No es desde luego una película para espíritus simples ni políticamente correctos; a muchos incluso les horrorizará, porque la relación entre Bess y Jan a partir del momento en el que él sufre el accidente no solo rompe las olas; rompe todos los convencionalismos y todos los valores que en la sociedad occidental definen el amor.

Bess es un personaje tan lleno de matices (magnífica Emily Watson; entrañable y conmovedora) que es difícil decidir si lo que la mueve es una generosidad extraordinaria (así es como la define su cuñada el día de la boda), una fe a prueba de bomba, un amor sin límites o su propia locura. O es una mezcla de todo ello, algo que lleva al personaje a tomar las difíciles decisiones que toma.

La verdad es que a mí me fascinan las historias de amor extremo. Asustan mucho pero tienen un poder de atracción absoluto. Intentar meterse en la piel de esos personajes, entenderlos, imaginar su sufrimiento, empatizar con ellos, es una dura prueba para el espectador. En el caso de Bess desde el principio se insinúa una cierta debilidad mental o alguna enfermedad que bien podría tratarse de esquizofrenia, que la hace aún más atrayente.

Cuando Bess habla con Dios y se transforma en él y responde a sus propias preguntas en nombre de la divinidad en realidad está planteando las mismas cuestiones que nos hacemos todos, los eternos interrogantes de la humanidad. El contraste entre la dulzura y la ingenuidad de la muchacha frente a la dureza y el cinismo de ese Dios terrible que la atormenta constantemente da lugar a unos diálogos verdaderamente inquietantes.

Pero sobre todo, por encima de su fe loca y de esas charlas esquizoides con la deidad, lo que predomina es ese amor sobrehumano que siente hacia Jan. Como ella dice en un momento dado, ha estado esperándolo toda la vida, y cuando por fin llega lo hace  llevándose todo por delante, empezando por los convencionalismos y por sus propios valores. Un amor que está por encima de todo y de todos, hasta de la propia vida.

Maravillosa la selección de canciones que dan paso a cada capítulo. Si von Trier no fuera un director de cine capaz de hacer peliculones como éste sería un estupendo DJ. No ha podido escoger mejores temazos de fondo para contar esta sugestiva y original historia de amor.

lunes, 30 de mayo de 2016

Cyrano de Bergerac, by Jean-Paul Rappeneau

Cyrano es un pibón de personaje que un buen día le cayó del cielo a Depardieu y le hizo tocar la gloria de los grandes. Ese personaje tierno, histriónico, pendenciero, altivo, chulesco, irónico, de verbo ingenioso e incisivo, que sin embargo esconde en su interior a un ser tierno, sensible, apasionadamente enamorado pero terriblemente lastrado por un complejo físico.

El amante silencioso que se conforma con permanecer en la sombra y regalar su fluido verbo a la dama de sus pensamientos a través de otro. El que sabe que el premio a su locuacidad y a su ingenio no será para él sino para ese otro, el afortunado que se llevará el trofeo que él nunca podrá poseer. Un personaje conmovedor que inmediatamente despierta la simpatía y la compasión del espectador.

El único problema es que Rappeneau quiere ser tan fiel al texto original que el metraje se hace interminable. Para mi gusto sobraban un montón de escenas, por ejemplo las de guerra, totalmente redundantes y que distraen innecesariamente de la trama principal. Confieso que como además me resultan tremendamente pesadas me las salté prácticamente todas para ir directamente al ajo, a la historia de amor, que es lo que realmente me interesaba.

Y del mismo modo creo que la escena final, larga hasta la extenuación, deja mucho que desear. Y obligadamente paso al spoiler:

Desenlace excesivamente recargado, largo y poco creíble. Me da igual que en el texto original ése fuera el final. Cuando Roxane descubre que siempre estuvo equivocada y que la persona a la que realmente había amado a través de sus palabras es Cyrano… ése es el momento cumbre que el espectador ha estado esperando durante toda la película. Ese infumable monólogo posterior del Cyrano moribundo es un anticlímax absoluto. Casi diez minutos divagando sobre el bien y sobre el mal mientras Roxane y los dos amigos le siguen todo flipados por el jardín… es un desenlace tan ridículo y está tan cogido por los pelos que se carga la película.

Para mí la historia tenía que haber terminado de un modo natural en el mismo instante en el que Roxane descubre su error mientras Cyrano expira. Y por supuesto el último pensamiento de él debería por lógica ser para ella, como lo fueron todos los demás a lo largo de su vida. La verdad, que aprovechara los últimos minutos de su existencia para soltar agonizante ese rollo morollo sobre la luna y las estrellas y para disertar sobre la metafísica del alma clama a los cielos. Muuuuuuuy mal!! Qué clase de muerte es ésa??

lunes, 16 de mayo de 2016

Sin retorno, by Miguel Cohan

Los hermanos Miguel y Ana Cohan firman esta intrigante historia en la que abordan temas tan universales como el azar, la culpa, la justicia o la venganza. Estos chicos prometen, su guión está magníficamente cohesionado, no dan puntada sin hilo y dejan la historia perfectamente trazada. Me recuerdan un poco a los dramones de Woody Allen cuando se plantea los mismos temas: Match Point, Delitos y faltas...

Es inevitable para el espectador plantearse los dilemas éticos que ellos plantean a los personajes. Qué harías tú si te vieras en esta situación o en aquella? Un ejemplo: por un lado quiero pensar que yo nunca actuaría como los padres del chico, que en su afán por protegerlo hacen un daño irreparable a otra persona, pero por otra parte no dejas de entender su angustia y su comportamiento. Porque obviamente no es un dilema fácil, puede que en la teoría esté muy claro lo que es correcto pero en la práctica me gustaría saber cómo actuaría la mayoría de la gente.

Leonardo Sbaraglia borda al atormentado personaje del falso culpable injustamente condenado. Su actuación es un modelo de contención dramática. Esa rigidez gestual tras la salida de la cárcel marca el contraste entre el personaje de antes y el de después. Sin grandes aspavientos queda perfectamente claro que quien entró en la cárcel era una persona y quien sale es otra. Fantástico trabajo.

Como siempre la efectiva presencia de Luppi engrandece el producto, pero sobre todo está magistral en su última escena. Qué grande es este tío!
spoiler:
Me gusta cómo los Cohan han planteado el desenlace. Dejan cierto margen al espectador para terminar la historia a su antojo, aunque dando una serie de pistas que van señalando el camino. De todas formas lo único que queda claro es que todos los implicados están marcados para siempre, pase lo que pase con sus vidas.

Personalmente creo que la única solución, al denunciar los padres del chico el secuestro, es que la verdad salga a la luz. Pero lo dejan ahí un poco en el aire y creo que es un gran acierto.

domingo, 15 de mayo de 2016

Exposición de amor, by Sion Sono

Esta película me la recomendó alguien por una razón bastante enigmática: mi visión de la religión es muy parecida a la de esta película.

Y claro, la vi con muchísima curiosidad, para ver qué visión de la religión se extraía de la película.

Pero después de tragarme con toda la paciencia del mundo las cuatro horas, que se dice pronto, me pregunto:

Qué visión muestra de la religión? Cuál es el mensaje de Sion Sono, si es que hay algún mensaje?

1. Que las sectas son muy peligrosas?

2. Que es relativamente fácil caer en ellas si andas un poco perdido?

3. Que si tienes erecciones involuntarias la solución está en buscarte una buena secta?

4. Que si tu padre es cura para que te haga un poco de caso te vas a tener que inventar un montón de pecados?

No sé. Yo no veo ningún mensaje original aquí sobre la religión, salvo el ya archiconocido: que es algo muy peligroso y bastante tostonazo, y que complica un montón la vida de la gente.

Para mi gusto a esta historia le sobra la mitad de metraje. Y si me apuras un poquillo más; ni  para dos horas da la cosa.

Pero claro si repites una y otra vez las escenas: el tío haciendo el pino para sacar fotos, el padre dando sermones, la novia del padre chillando, las taradas de la secta en el coche planeando marranadas... pues lo puedes alargar hasta el infinito y más allá.

Y la vena trágica y la vena tarantina también me sobran por completo. En realidad lo único que me convence es la vena cómica, y la verdad es que se queda bastante corta.

LO MEJOR:

1. Las acrobacias del protagonista y sus amigos para sacar las fotos de braguitas.

2. Las confesiones del aspirante a pecador a su padre cura.

3. El concurso de pervertidos.

4. La erecciones involuntarias de Takahiro Nishijima.

LO PEOR:

1. La horripilante historia de amor. Puaggggg!

2. Las taradas de la secta Cero.

3. La cutreversión japo de "Átame"

4. Las cuatro interminables horas que dura el engendro.

Cucha, que la próxima vez que alguien me quiera explicar qué opina sobre la religión que me mande un tuit, que en 100 caracteres se pueden explicar estas cosas perfectamente.

Y en menos. Yo, por ejemplo, no necesito más que 20: ES UNA PUTA MIERDA. Lo ves? Y a que queda claro?

jueves, 12 de mayo de 2016

La habitación (Room), by Lenny Abrahamson

Para mí “La habitación” es una película redonda. Cuenta la historia de una relación entre una madre y un hijo que en la primera parte transcurre en un recinto cerrado en el que los dos están secuestrados, y la segunda, ya una vez liberados, intentando componer una vida normal después de tan terrorífica experiencia.

Hay quien dice que la segunda parte es mucho peor que la primera. No estoy de acuerdo; lo que ocurre es que son totalmente diferentes. Durante el secuestro todo se centra en la peculiar relación de la madre y el niño (por cierto, fantástica Brie Larson, muy merecido su Oscar, para variar) y es verdad que es especialmente emotiva, por todos esos detalles con los que ella intenta normalizar de algún modo la vida cotidiana de los dos: el ejercicio, los cuentos, cocinar, los juegos... Todo es muy intenso y muy impactante y por eso es normal que guste más.

Pero la segunda parte, aunque menos impactante, es muy ilustrativa. Si la primera se limitaba a narrar, aquí ya Lenny Abrahamson se moja y aborda desde un punto de vista analítico los conflictos que esa reclusión conlleva a posteriori.

Si en la primera parte todo era claro, quiénes eran los buenos y el malo, aquí ya todo se llena de claroscuros. Y el niño, que había vivido siempre recluido y creía que lo que salía por la tele era otro mundo distinto al suyo, se adapta bastante bien a ese mundo que no conocía. Sin embargo la madre, que sí había estado antes en él, lo vive mucho más angustiosamente.
spoiler:
La escena final es muy clarificadora: el niño quiere volver a la habitación donde se ha criado y ha pasado los mejores años de su vida, cuando tenía a su madre solo para él y nada más importaba. No conocía otra cosa, por tanto no podía echar nada de menos. Pero se despide de cada objeto sin problemas y continúa con su vida. La madre no puede soportarlo; esa habitación es el escenario de su pesadilla. Y le duele.

Para él la habitación significaba normalidad; para ella horror. Para él simplemente ha sido una fase de su infancia que pronto olvidará; ella ha quedado marcada para siempre y nunca volverá a ser la misma. Y ésa es la magia de la película, ni más ni menos nos cuenta lo que significa crecer y cambiar la piel de plástico de la infancia por esa de dura e inamovible piedra que la va recubriendo poco a poco.

domingo, 8 de mayo de 2016

Something must break, by Ester Martin Bergsmark

Conozco algunas tías que son enteramente tíos; incluso cuando las he conocido yo misma he creído que eran tíos. Y siempre me he planteado una cuestión: las novias de esas tías-tíos son lesbianas?

Tras mucho meditar sobre el asunto, la conclusión a la que he llegado es que no; creo que realmente están enamoradas de un tío. Un tío con vagina, pero tío a fin de cuentas. La verdad es que encuentro muy difícil que pudieran enamorarse de una tía con apariencia de tía.

Bergsmark plantea aquí el caso contrario. Un chico heterosexual que se enamora de otro chico que realmente es una chica, y que en todo momento el espectador percibe como chica, aunque se llame Sebastian y tenga un hermoso pene.

Enamorarse de Sebastian-Ellie es fácil; es tan tierna, tan cercana, que no puedes evitar quererla, compadecerla, identificarte con sus dudas, con sus miedos... Andreas se enamora de esa chica-chico sabiendo que es un chico pero viendo en todo momento en él a una chica.

El planteamiento de la película es muy interesante. Por un lado la identidad sexual de Sebastian-Ellie. Es en apariencia una mujer y así es como ella se siente, pero es una mujer con pene. La convierte eso en un hombre? Para mí no; todo el tiempo vi a una chica, en ningún momento percibí nada masculino en ella.

Lo de Andreas es más dudoso. Es gay Andreas porque se siente atraído por Ellie? Yo no lo tengo nada claro, aunque para él el tema del pen ses un gran problema.

Sería interesante hacer una encuesta. A todo el mundo que esté enamorado de alguien... qué pasaría si de repente descubrieras que esa persona de la que estás enamorado es de tu mismo sexo? Aparte de la sorpresa inicial, que es lógica, crees que dejarías de estar enamorado en ese momento? Pensarías que eres homosexual? Te alejarías de esa persona o te daría igual?

Bergsmark aborda todos estos complejos asuntos con una delicadeza y una lucidez encomiables. Plantea las cuestiones pero no decide. También es verdad que con una actriz como Saga Becker al espectador se lo pone muy fácil. Saga no es un tío, por mucho pene que le cuelgue y por mucho escroto que contenga sus testículos.

Saga es un pedazo de tía; más tía si cabe porque no es una transexual al estilo tradicional. No va hipermaquillada ni parece un putoncillo. Aunque Sebastian-Ellie se vista de chico sus gestos, sus andares, sus movimientos, toda su persona son puramente femeninos. Ellie solo puede atraer a un heterosexual o a una lesbiana, difícilmente a un homosexual.

Todo esto de los géneros, las identidades, las atracciones y las posibles combinaciones amorosas que se pueden dar es tan complicado que al final creo que Bergsmark deja al espectador que saque sus propias conclusiones. La mía es que Ellie siempre ha sido una mujer y que Andreas no tiene nada de gay pero sí de gilipollas. Y hasta aquí puedo contar.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Fúsi (Corazón gigante), by Dagur Kári

Los caminos del amor son inescrutables. Y los de la amistad también. Y esto es más o menos lo que viene a contarnos Dagur Kári con la historia de Fúsi, un tipo de alma pura y sin dobleces, sencilla y sin mácula; no un hombre niño porque los niños pueden ser muy crueles y Fúsi es a menudo víctima de la crueldad ajena. Sin embargo le cuesta guardar rencor, y por el contrario tiene un espíritu de servicio que está por encima de todas las humillaciones y desprecios por los que los otros le hacen pasar.

Fúsi llega a conocer el amor pasados los 40 en la persona de una compañera de un curso de baile con serios problemas mentales. Una tarada de manual, vamos. Pero que encuentra en él al único ser capaz de sacrificarse por ella hasta límites difíciles de imaginar en otra persona. Y la amistad le llega de la mano de una vecinita solitaria que se siente fascinada por la personalidad del gigante del piso de arriba. Esa amistad le traerá a Fúsi muchos problemas porque la mente sucia y enferma de los demás ve mierda y porquería donde él solo ve una sencilla relación amistosa.  Y tampoco se puede culpar a la gente, estamos tan poco habituados a una inocencia tan limpia y transparente como la de Fúsi que es difícil de creer.

Lo más divertido son los juegos de estrategias bélicas de Fúsi con su mejor amigo. Y las confidencias que tienen lugar durante los juegos. Cuando Fúsi le cuenta a su amigo que ha pillado a su madre follando con el novio. Pobrecillo, qué impresión, jajajaja.  O el diálogo en el que el amigo le dice que las citas y el cortejo son realmente agotadores porque hay que estar todo el tiempo superándose  a uno mismo y temeroso de no dar la talla.

Al final un generoso acto de amor, un rayo de esperanza, un avión que despega y una sonrisa. La misma que le queda al espectador después de haber pasado un buen rato en la compañía de esa alma noble y tierna escondida entre los kilos de tejido adiposo que recubren el inmenso cuerpo del actor protagonista, Gunnar Jónsson.

martes, 3 de mayo de 2016

La novia, by Paula Ortiz

Una apuesta arriesgada la de Paula Ortiz que, mucho me temo, no tiene términos medios. O la gente va a flipar o se va a aburrir como una ostra. Adaptar a Lorca para el cine no es moco de pavo porque te van a acusar de muchas cosas: pretenciosidad, aberración, sacrilegio, esperpento...

Yo confieso que no he flipado con la adaptación y que me he aburrido bastante. Que la fotografía es preciosa no cabe la menor duda; que el texto es poético y brillante quién lo va a discutir; que las pasiones humanas están perfectamente reflejadas, también; que las canciones y en general la banda sonora están muy bien traídas, por supuesto; que las actuaciones son impecables y que sobre todo Inma Cuesta hace un papelón, también indiscutible... Ahora bien, que apetezca ir al cine para ver esto, eso ya es otro cantar.

Es difícil atraer al espectador con este tipo de cine. No digo que no deban hacerse películas con altas pretensiones artísticas, no digo que no deba de llevarse el teatro al cine y que los clásicos no deban adaptarse. Digo que si en un multi hay diez películas proyectándose, ésta lleva todas las papeletas de ser la menos visitada. Por decirlo finamente.

Yo aquí he visto más teatro que cine, y también he visto que la puesta en escena se ha comido buena parte de la trama, cosa que es muy normal en el ámbito teatral pero que en el cine es una cagada.

Por lo demás me han sobrado por completo el superpolvo campestre, la chupada de oreja, la teta al aire de Inma Cuesta  y el culo al aire del maromo durante la pelea. Por un momento incluso he llegado a temer que asomara por alguna parte el glande del muchacho. Y me he dicho: "No, tía, no va a pasar, Ortiz no va a permitir que eso pase". Pero el canguelo lo he tenido un rato.  Y tampoco he descartado del todo una felación con poemas de Lorca de fondo. Que habría quedado muy chulo, eh? Pero que es difícil de asimilar, la verdad.

Lo de la moto del novio... bueno, tiene un pase. Pero es bastante desconsiderado que el novio vaya en moto y el amante en un pedazo de caballo chulo que te cagas. Tampoco me ha parecido demasiado elegante lo de ponerle gafas al novio y barba y melenón al amante; qué tal si nos hubiésemos cargado algunos tópicos estéticos?

Ya que te has atrevido con lo de la moto, el chaval con gafas hubiera sido un perfecto amante, que algunos tíos cuando se quitan las lentes tienen un poderío que pa qué, y son supersexis. En cambio, el amante mucho melenón y mucha barba pero como que tiene una mirada un tanto ovejuna para mi gusto. Y digan lo que digan, al final cuando se está muriendo se pone bizco. Y eso desluce muchísimo una muerte.

Y luego detallitos sin importancia pero que uno a uno... oye, desmejoran el conjunto. Por ejemplo: llamadme maruja pero por qué el amante es el único que va a la boda sin chaqueta? Que van todos los tíos con su correspondiente traje de las bodas, pero él no, él con su camisa enseñando pelaje pecheril y mostrando torso. Así es muy fácil, hombre! Igual con un trajecito mono no hubiera destacado tanto su varonil presencia de muy machote con respecto a los otros señores invitados al evento, incluido el novio, que entre las gafitas y el traje llevaba todas las papeletas el pobre de ser cornamentado.

En fin, que si te pones a hacer adaptaciones rompedoras yo creo que se puede romper mucho más y se puede echar mucha menos mano de tópicos. Y que a mí cuando te traes el teatro al cine me gusta que parezca cine y no ahí un tema multimedia a medio camino entre el videoclip y la performance experimental.

Y me podéis llamar pedante, repelente, gafapastrosa, intelequia o lo que queráis... pero yo a ratos veía más aquí a Buñuel que a Lorca. Y hasta un poquillo de Dalí, que solo le ha faltado salir la daga de un ojo mientras un reloj derretido caía por el lomo del caballo. Y no quiero dar ideas.

lunes, 2 de mayo de 2016

3 corazones, by Benoît Jacquot

Esta película me la recomendó una persona muy querida, y me dijo que la intentara ver con otros ojos, que abandonara mi espíritu crítico destructivo habitual y me entregara a la historia.

Y lo he intentado, de verdad. Y la he visto en un estado anímico propenso a la entrega, muy predispuesta a dejarme llevar por las emociones, pero es que...

Es que ha sido peor.

Voy a transcribir poco más o menos el posible diálogo que habríamos tenido si la hubiéramos visto juntos:

- Pero qué le pasa a ese tío? En cuatro días se enamora locamente de una hermana y de la otra? El Poelvoorde este tiene una capacidad de enamoramiento que lo flipas. Tú entiendes eso, que se enamore así tan alegremente de las dos?

- No, porque él en realidad no está enamorado de la segunda hermana. Siempre tiene en la cabeza a Charlotte Gainsburg.

- Pero si la vio una noche, y charlaron un rato y luego tuvieron una cita frustrada. Cómo se puede enganchar nadie de algo así? Aparte de que el tipo reconoce desde el principio que le flipan las tías y que es muy enamoradizo. Qué pasa, que con un ratillo de charla con la Gainsburg ya se queda colgao de por vida?

- Pues porque se enamora de verdad.

- No se enamora de verdad. Eso no es amor, es un cuelguecillo.  Bueno, y lo de ella es muuuuuy fuerrrrrte.

- Ella también se enamora de verdad.

- A ver, si para ella lo más importante del mundo es su hermana, como dice en un momento dado... va a poner en riesgo su relación, su vida entera, por un tío al que conoce de una noche? Que es su hermana, y se adoran!! Joder, que a las tías no nos pica tanto el chichi.

- No lo puede evitar. Se ha enamorado.

- Cómo que no lo puede evitar? Todo en la vida se puede evitar. Ese tío se ha encoñao de la cuñá, vale, pero ella claro que puede evitarlo. Por mucho que le pueda gustar el tío. Es que es su hermana, y tiene una coartada perfecta para no sucumbir, que es largarse a América y no volver en la vida, si es que el cuñao le pone tantísimo. No me creo nadaaaaa!

- Lo estás racionalizando todo otra vez; no estás viendo los sentimientos.

- Los estoy viendo perfectamente. Pero no entiendo que nadie anteponga los sentimientos por un tío a los de tu propia hermana. Tu única hermana. Tu hermana del alma. La persona que tú describes como "la más importante de tu vida". Que noooooo, que no me creo nadaaaaaaa!!!!!

- No crees que el amor puede estar por encima de todo?

- No. El amor es una entelequia. Y si te enamoras sin quererlo pero la cosa es imposible, tú puedes decir NO. Todo el mundo puede decir NO. En esta película todo suena a falso. Y qué me dices de Catherine Deneuve, pordiossssss? Esa madre completamente átona, un auténtico huevo sin sal... Dios mío, qué conversaciones en las comidas!! Si yo tuviera ese pestiño de madre también querría enamorarme de lo primero que pasara para salir corriendo.

- Se ve que no has entendido nada de la película. La has visto como siempre, con tus ojos de crítica demoledora.

- Prometo que lo he intentado de verdad, pero es que desde la primera escena, cuando el tío sale corriendo en el bar detrás de la Gainsburg todo me suena a impostura. Y más a impostura me suena cuando estando pillaísimo de la primera a los cuatro días conoce a la hermana y se queda to flipao. En qué quedamos? Creemos o no creemos en los grandes amores eternos?

- Creemos. Pero ella ha desaparecido y la vida sigue. No se va a quedar de monje para siempre.

- No, para siempre no, pero por lo menos para un par de meses no estaría mal. Pero que el tipo a los dos días conozca en una inspección a otra tía y se quede prendaíto... En serio tú crees que el amor funciona así?

- No sé, pero a mí la peli me gustó.

- Te gustó porque no la analizaste mínimamente.

- Tal vez. Y tal vez tú la has analizado demasiado.

- Y tal vez el Benoît Jacquot este se está quedando con el personal. Porque su historia es totalmente rocambolesca y suena a cuento chino. Y sus personajes no hay quien se los crea.

- Menos yo, que sí me los creo.

- Tú eres un creyente nato. Crees en amores imposibles y además apostarías la cabeza por ellos.

- Pero siempre me gusta leer tus críticas demoledoras. Para compensar.

- Pues en ésta vas a salir tú.

- Pues saldré.

- Pero no te voy a poner muy mal.

- Gracias.

- A ti. Por recomendarme siempre películas que me hacen pensar. Aunque no me gusten y las ponga a parir. Es mi idiosincrasia.

- Estás como una cabra.

- Pozí.

jueves, 28 de abril de 2016

Truman, by Cesc Gay

Tremenda decepción, vive Dios.

Me gusta el director, me encanta el reparto, las críticas son estupendas, el tema me interesa... todo conspiraba para ser una de mis pelis favoritas. Pero no.

Porque sí,  yo me identifico con Ricardo Darín y mi perro es Truman (bueno, mi Manolo es un pelín más chiquitín, pero yo lo quiero igual). Pero no entiendo nada más.

Yo no estoy condenada a muerte (que se sepa de momento). Pero un día lo estuve, o creí que lo estaba; qué os voy a contar, la palabra cáncer asusta mucho.

En fin, que hubo un momento en mi vida en el que yo también preparé mi muerte y decidí cómo iba a ser mi final. Y puedo asegurar que le eché bastante menos cuento del que Cesc Gay le echa al personaje de Darín.

Cuando crees que te vas a morir no vas por ahí contándole a la peña tu vida. No quieres que la gente te salude y te hable de tu enfermedad. Odias que lo hagan; no deseas hablar de ello, ni siquiera con los tuyos, pero mucho menos con los conocidos.

De dónde ha sacado este hombre a ese personaje que está loco por que la gente le salude para hablarle de su enfermedad? La gente que ama la vida y la quiere vivir a tope hasta el final no quiere hablar de enfermedades, y menos de las suyas.

Sin embargo en muchas otras cosas sí que me sentí muy identificada con el personaje de Darín. Por cómo vive su enfermedad. Por cómo toma sus propias decisiones y hace el caso justo a los médicos. Por cómo quiere vivir a tope hasta el final sin perderse ni un solo momento de goce, ni una comida, ni un vino, ni un nuevo amor.

Pero de todo lo demás la única relación que entiendo de esta película es la de Darín con su perro. Cuando le dice a Javier Cámara que él tiene dos hijos y uno se llama Truman,  podría haberlo suscrito por completo. A mí me pasa lo mismo con mi Manolo.

Pero el resto de la historia no tiene ningún sentido para mí. Por qué sus amigos y su familia no entienden su opción? Es absurdo. Todo el mundo ha hablado alguna vez, o muchas, de estos temas con sus allegados. Y sobre todo si te ha tocado de cerca un caso (y que levante la mano el que no le haya tocado).

Todos sabemos qué queremos, qué pedimos a los demás, todos hemos dejado claros nuestros deseos si nos pasa esto o lo otro; y todos contamos con que van a ser respetados.

A qué vienen los primeros intentos de Javier Cámara por hacer cambiar de opinión a Darín? Y lo de la prima? Por qué esa muchacha se pilla un rebote tan chungo cuando su primo le habla de su decisión, conociéndolo y sabiendo que está condenado a muerte sí o sí.

Me parecen tan falsos todos esos diálogos. Darín con sus conocidos en el restaurante; Darín y Cámara en pugna dialéctica por ver quién lleva la razón, cuando el que se está muriendo es uno; Darín y la prima (qué espantajo el personaje de Dolores Fonzi, por diossssss); Darín con el veterinario, Darín con su hijo (lo del hijo manda huevos), Darín con las aspirantes a adoptar a Truman, Darín con su ex...

Creo que Cesc Gay realmente nunca ha sentido lo que se siente  de verdad cuando uno piensa que se va a morir. Y por eso ha escrito y rodado "Truman" así. Porque no tiene ni puta idea.

Adoro a Javier Cámara pero aquí hace un papel horrible.

Adoro a Ricardo Darín, y aquí lo adoro más porque me pongo en la piel de su personaje. De hecho él es lo único que merece la pena de la película. Bueno, y Truman, por supuesto.

Pero el tono general de la película es el de la ignorancia. O el de no entender nada de nada.

Unos cuantos mensajes aclaratorios a Cesc Gay, que probablemente nunca leerá pero que son importantes:

1. Cesc, la gente, previamente a que le diagnostiquen un cáncer, casi siempre ha hablado ya del tema alguna vez con su familia más cercana sobre lo que quiere o no quiere, llegado el momento. Eso cuando no se ha hecho un testamento vital, que en el caso de tu personaje, sabio, valiente y con las ideas muy claras, sería lo más probable.

2. Cesc, cuando alguien sabe que un familiar o amigo está terminal le suele desear un final rápido; no una lenta agonía, como la primita de Darín.

3. Cesc, si tu mejor amigo viene de Canadá a pasar contigo unos días porque te estás muriendo y lo llamas a las cuatro de la madrugada porque necesitas hablar... no le dices que tienes sueño y que lo que quieres es dormir. Tío... a ti se te ha muerto alguien alguna vez?

4. Cesc, quiero que me digas en qué compañía aérea los perros pueden viajar con sus dueños en su asiento y no en la bodega. Perros grandes, como Truman. Yo lo más que he visto es a un Chihuahua mini en el bolsito de mano de su dueña y completamente grogui. Y Truman no es un Chihuahua... o es que yo no entiendo de razas?

miércoles, 27 de abril de 2016

Stockholm, by Rodrigo Sorogoyen

Cuando una historia es realmente buena y además se sustenta en un buen guión a veces surgen joyas como ésta.

Esta película me ha conmovido intensamente por dos razones:

- Una vez conocí a alguien tan frágil como la protagonista.

- Una vez, hace muuuuuuucho tiempo, yo también me esforzaba arduamente por creer esas palabras vacuas que forman parte del cortejo humano.

Sí, amigos, yo también fui una chica que quería creer. Porque es bonito. Porque cuando dejas de creer en las palabras ya casi dejas de creer en todo. Cuando ya oyes a la gente como quien oye llover, cuando nada de lo que te dicen te conmueve, cuando todo lo que se dice o hace te parece una farsa, cuando ni siquiera escuchas… Entonces es que algo muy profundo se ha roto en ti. Y ya nunca vuelves a ser la misma persona.

El cortejo humano es de lo más duro que hay. Se miente tanto, se finge tanto que casi siempre sale alguien herido en el proceso; en este caso el personaje de Aura Garrido (por cierto, fantástica), que ya viene herido de antemano, es literalmente destrozado. La pérdida definitiva de la inocencia y de la esperanza la rompen por completo.

Una de las cosas que más me llamó la atención es cómo el depredador rechaza olímpicamente al resto de hembras de la camada y va a saco a por la más delicada, aunque desde el principio, por el afán de protección de las amigas, se da cuenta de que le pasa algo grave. Y sin embargo, sabiendo que es un simple juego, la elige entre todas como objeto lúdico. Para él es simplemente un reto, ella es la más difícil, y le dan exactamente igual las consecuencias de su divertimento.

Eso sí, la venganza es buena de verdad. La película a ratos me recordaba otra en la que también la venganza ocupa un lugar central, Hard Candy. Siempre que un débil se enfrenta a un depredador, cuando se rebela y le planta cara, se siente una íntima satisfacción, un deseo profundo de que el escarmiento sea inolvidable.

Y en este caso no cabe duda de que lo es. Lo que pasa es que, a diferencia de “Hard Candy”, aquí el precio es demasiado alto.

Una película impactante que sin duda hace pensar. Lo que en realidad hace Sorogoyen con esta historia es advertir al espectador de que la fragilidad puede ser en un momento dado un arma muy poderosa, porque cuando el frágil tiene poco que perder se vuelve fuerte. Y esa fuerza puede ser brutal.

viernes, 22 de abril de 2016

La habitación azul (La chambre bleue), by Mathieu Amalric

Todo empieza con un “Te he hecho daño?” y una gota de sangre cayendo en las sábanas.

Inquietante thriller erótico basado en una novela de Georges Simenon que no he leído pero que me apunto para leer.

La película aborda algo tan fascinante como el poder que puede ejercer el sexo sobre las personas. El personaje interpretado por Mathieu Amalric, también director y guionista del filme, se obsesiona de tal modo con su amante que pierde totalmente el norte.

Podríamos discutir si lo que siente el protagonista es una intensa atracción sexual o si se trata de amor; en cualquier caso su confesión de que no había sentido nunca tal grado de compenetración con una mujer indica hasta qué punto actúa movido por esa pasión. A ello contribuye en gran manera la imponente y sensual presencia de su partenaire, que luego he sabido que es también su pareja en la vida real.

En una atmósfera a ratos asfixiante, un poco hipnótica, nos vamos enterando poco a poco de la trama. En un principio solo vemos fragmentos de escenas de cama entre los amantes intercaladas con interrogatorios al protagonista. No sabemos qué ha pasado; intuimos que alguien ha muerto, pero el director nos va dando la información con cuentagotas.

Me quedo con ese momento en el que la amante muerde los labios del hombre hasta hacerlo sangrar, el rojo de la pasión manchando las sábanas blancas. Preciosa y potente imagen cargada de simbolismo.

martes, 19 de abril de 2016

El nuevo Nuevo Testamento, by Jaco Van Dormael

Jaco Van Dormael dirige y escribe esta divertidísima producción belga que se sitúa a medio camino entre la parodia, el surrealismo, el universo flowerpower de Ameliè y la irreverencia de los Monty Phyton. La peli no tiene desperdicio de principio a fin.

Ese Dios cervecero, hijodeputa, maltratador, pendenciero, cabronazo y para más inri belga (fantástico Benoît Poelvoorde), que se divierte planificando catástrofes naturales, guerras terribles, líos entre los humanos, tragedias de toda clase y putadas de todos los colores.

Esos monólogos impagables de su hija Ea contando al espectador lo pedazo de cabrón que es su padre. Geniales las charlas de Ea con su hermano J. C., que años atrás huyó de casa y se juntó con doce apóstoles para intentar paliar en lo posible el mal hecho por su padre.

Esa madre medio lela aficionada a coleccionar cromos de béisbol.

Ese momento de rebeldía en el que Ea revela a todo el mundo vía móvil la fecha de su muerte para joder a su padre y para que la gente haga con su vida lo que quiera, ya sabiendo cuándo va a morir.

Ese vagabundo semianalfabeto que será el encargado de escribir el nuevo Nuevo Testamento.

Y luego esos seis apóstoles que faltan para formar los 18 del equipo de béisbol:

1. Esa chica guapa sin brazo. Fantástico el baile de la mano de silicona.

2. Ese ejecutivo que sigue a una bandada de pájaros.

3. Ese obseso sexual que se encuentra en el doblaje de una peli porno a la chica de la que se enamoró de pequeño en la playa.

4. Ese asesino enamorado que ya no quiere matar.

5. Esa señora rica que se prenda de un gorila.

6. Willy, el niño que quiere pasar los últimos días de su vida siendo niña.

Lo mejor:

- Las historias de amor: El asesino y la bella, Ea y Willy, el obseso y la actriz de doblaje, la señora y el gorila, el ejecutivo arrepentido y los pájaros…

- Bueno, y el personaje de Kevin, el chaval al que le quedan 64 años de vida y al saberlo se dedica a tirarse de rascacielos y de aviones porque sabe que no va a morir. Buenísimo.

En mi opinión lo único que le sobra es algo de flowerpowerismo; se pasa un poco, pero incluso ese exceso no consigue deslucir un guión tan completo y tan lleno de matices. Por cierto, cuando la madre de Ea pinta el cielo de flores parece talmente un anuncio de compresas.

En resumidas cuentas, una película muy divertida pero que también da que pensar. No estoy yo demasiado segura de que el Dios supuestamente auténtico del que nos han hablado toda la vida no sea igual o aún más hijodeputa que este Dios belga. Se admiten apuestas.