Cyrano es un pibón de personaje que un buen día le cayó del cielo a Depardieu y le hizo tocar la gloria de los grandes. Ese personaje tierno, histriónico, pendenciero, altivo, chulesco, irónico, de verbo ingenioso e incisivo, que sin embargo esconde en su interior a un ser tierno, sensible, apasionadamente enamorado pero terriblemente lastrado por un complejo físico.
El amante silencioso que se conforma con permanecer en la sombra y regalar su fluido verbo a la dama de sus pensamientos a través de otro. El que sabe que el premio a su locuacidad y a su ingenio no será para él sino para ese otro, el afortunado que se llevará el trofeo que él nunca podrá poseer. Un personaje conmovedor que inmediatamente despierta la simpatía y la compasión del espectador.
El único problema es que Rappeneau quiere ser tan fiel al texto original que el metraje se hace interminable. Para mi gusto sobraban un montón de escenas, por ejemplo las de guerra, totalmente redundantes y que distraen innecesariamente de la trama principal. Confieso que como además me resultan tremendamente pesadas me las salté prácticamente todas para ir directamente al ajo, a la historia de amor, que es lo que realmente me interesaba.
Y del mismo modo creo que la escena final, larga hasta la extenuación, deja mucho que desear. Y obligadamente paso al spoiler:
Desenlace excesivamente recargado, largo y poco creíble. Me da igual que en el texto original ése fuera el final. Cuando Roxane descubre que siempre estuvo equivocada y que la persona a la que realmente había amado a través de sus palabras es Cyrano… ése es el momento cumbre que el espectador ha estado esperando durante toda la película. Ese infumable monólogo posterior del Cyrano moribundo es un anticlímax absoluto. Casi diez minutos divagando sobre el bien y sobre el mal mientras Roxane y los dos amigos le siguen todo flipados por el jardín… es un desenlace tan ridículo y está tan cogido por los pelos que se carga la película.
Para mí la historia tenía que haber terminado de un modo natural en el mismo instante en el que Roxane descubre su error mientras Cyrano expira. Y por supuesto el último pensamiento de él debería por lógica ser para ella, como lo fueron todos los demás a lo largo de su vida. La verdad, que aprovechara los últimos minutos de su existencia para soltar agonizante ese rollo morollo sobre la luna y las estrellas y para disertar sobre la metafísica del alma clama a los cielos. Muuuuuuuy mal!! Qué clase de muerte es ésa??