lunes, 16 de mayo de 2016

Sin retorno, by Miguel Cohan

Los hermanos Miguel y Ana Cohan firman esta intrigante historia en la que abordan temas tan universales como el azar, la culpa, la justicia o la venganza. Estos chicos prometen, su guión está magníficamente cohesionado, no dan puntada sin hilo y dejan la historia perfectamente trazada. Me recuerdan un poco a los dramones de Woody Allen cuando se plantea los mismos temas: Match Point, Delitos y faltas...

Es inevitable para el espectador plantearse los dilemas éticos que ellos plantean a los personajes. Qué harías tú si te vieras en esta situación o en aquella? Un ejemplo: por un lado quiero pensar que yo nunca actuaría como los padres del chico, que en su afán por protegerlo hacen un daño irreparable a otra persona, pero por otra parte no dejas de entender su angustia y su comportamiento. Porque obviamente no es un dilema fácil, puede que en la teoría esté muy claro lo que es correcto pero en la práctica me gustaría saber cómo actuaría la mayoría de la gente.

Leonardo Sbaraglia borda al atormentado personaje del falso culpable injustamente condenado. Su actuación es un modelo de contención dramática. Esa rigidez gestual tras la salida de la cárcel marca el contraste entre el personaje de antes y el de después. Sin grandes aspavientos queda perfectamente claro que quien entró en la cárcel era una persona y quien sale es otra. Fantástico trabajo.

Como siempre la efectiva presencia de Luppi engrandece el producto, pero sobre todo está magistral en su última escena. Qué grande es este tío!
spoiler:
Me gusta cómo los Cohan han planteado el desenlace. Dejan cierto margen al espectador para terminar la historia a su antojo, aunque dando una serie de pistas que van señalando el camino. De todas formas lo único que queda claro es que todos los implicados están marcados para siempre, pase lo que pase con sus vidas.

Personalmente creo que la única solución, al denunciar los padres del chico el secuestro, es que la verdad salga a la luz. Pero lo dejan ahí un poco en el aire y creo que es un gran acierto.

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