La primera película que vi de Laura Mañá, "Palabras encadenadas" me gustó bastante. Me pareció una tía interesante con ideas interesantes. Y no puedo negar que la idea de "La vida empieza hoy" lo es. Sexo y decrepitud física son temas casi contrapuestos, está feo incluso plantearlos juntos, y aquí Mañá se gana unos cuantos puntos al atreverse a dar una visión distinta de la vejez, más cercana al goce de vivir que a la enfermedad o la muerte, que es lo que a casi todos nos sugiere la última etapa de la vida. Las buenas y nobles intenciones desde luego no se le pueden discutir.
La cuestión es que Mañá se pasa todo el rato oscilando entre el tono cómico y el dramático. y con ninguno de ellos consigue convencer. Hay personajes antipáticos, como el de Pilar Bardem, que sin embargo resultan interesantes, y hay otros sencillamente planos, los más, como la pareja entre el argentino y la señora gorda, o como el jubilado corredor y su señora.
De todas formas, y aun a sabiendas de que esto que voy a decir va a levantar ampollas (tal es la opinión generalizada de que estas cosas se deben de normalizar y hacer visibles) yo personalmente la visión de un par de octogenarios follando o haciendo como que follan si puedo ahorrármela me la ahorro. Llámalo insensibilidad, llámalo X. Vale que está bien que lo hagan y que se sepa y que se hable de ello, y ole sus huevos si encuentran a alguien con quien echar los últimos polvillos ante mortem, pero no entiendo por qué hay que presenciarlo y mucho menos disfrutar con ello. Las elipsis narrativas están justo para ahorrarnos ese tipo de cosas. Es como los padres, que todo el mundo sabe que follan pero a nadie medianamente normal le gustaría verlos.
Yo sinceramente un montón de carnes blandas y temblequeantes haciendo aspavientos supuestamente eróticos y practicando el arte del cortejo senil... pues no es mi espectáculo favorito, qué quieres que te diga. Que me perdone el personal más susceptible, pero prefiero seguir visualizando este tipo de actos a través de imágenes más al uso, y que cuando dos abuelos vayan a practicar sexo en una peli, que me metan un discreto fundido en negro.
Palabras encadenadas, muy buena peli, si. Te imaginas siendo tú la protagonista?
ResponderEliminarNo, no me lo imagino, porque estaría tan cagá que no se me ocurriría ni una sola palabra.
EliminarA mí una vez lo que sí me pasó fue que se sentó a mi lado en el bus un yonki, y para entretenerlo, porque estaba todo el rato cayéndoseme encima, le dije de jugar a las palabras encadenadas.
Craso error, al tío le moló que le diera cuartelillo y se bajó en mi parada y luego me estuvo siguiendo todo el camino hasta la Facultad.
Desde entonces no he vuelto a proponerle a ningún pirado jugar a las palabras encadenadas.
Pues a mí la prota me pareció un poco tonta, anda que no ocurrírsele una palabra que empiece por 'tio'. Está clarísimo, tiovivo. Y luego ha habido momentos en los que estaba claro que Grandinetti la estaba tomando el pelo.
ResponderEliminarPero buena peli, al final a Grandinetti le han soltado porque solo han podido determinar que 'ha secuestrado a su mujer para jugar a las palabras encadenadas con ella'. Para el recuerdo la sonrisa de Ramón en el ascrnsor cuando ya sabemos que es malo y le sueltan.