lunes, 11 de diciembre de 2017

Arrugas, by Ignacio Ferreras

De verdad esta película tiene casi un 8 de media en Filmaffinity? En serio los espectadores no han sido capaces de ver la cantidad de topicazos que se gasta en torno a la vejez, las terribles y desoladoras residencias de ancianos, la soledad y el atroz egoísmo de los hijos?

Desde el minuto cero el mensaje es el mismo: llegar a viejo es una puta mierda principalmente porque en cuanto empiezas a joderle la vida a los hijos ellos te van a aparcar en el primer sitio que encuentren donde no puedas molestarlos y no volverán a verte jamás en la vida, salvo el día de Navidad, si es que se dignan a ir.

Alguien ha tenido un familiar en una residencia de verdad? Porque no he leído ni visto en ninguna parte ningún espíritu crítico sobre este planteamiento completamente falaz.

La pura realidad es que la mayoría de las personas cuando llevan a sus padres o familiares a una residencia (en los casos que  van involuntariamente porque hay muchos viejos que lo tienen claro y que lo ven como una posibilidad de seguir siendo independientes y no tener que compartir casa con hijos, nueras, yernos y nietos) es porque la situación les supera por completo y ya no pueden hacerse cargo en condiciones de esa persona. Porque no pueden abandonar sus trabajos, porque todas las demás soluciones les han fallado, porque son incapaces de atenderlo todo y porque consideran que es una buena solución.

Y no los llevan a la primera residencia que encuentran. Antes buscan entre las mejores y muchos se gastan un verdadero pastizal en pagar lo mejor de lo mejor, aunque se tengan que endeudar para dejar a su familiar en un sitio digno en el que ellos mismos quisieran estar algún día.

Y la inmensa mayoría de los hijos va a ver a sus padres siempre que puede, se turnan entre ellos para que nunca falte una semana sin visita y sin paseo y siempre que la persona esté en condiciones la sacan de la residencia para hacer cosas juntos.

Esa imagen tristísima de abandono absoluto que plantea Ferreras, imagino que siendo fiel al cómic de Paco Roca, es el tópico más infumable sobre la vejez. Ni todos los viejos que están en residencias parecen muebles aparcados que se limitan a dormitar o a ver enajenados la televisión todo el tiempo ni todos los hijos son unos desagradecidos y unos desaprensivos que sólo quieren quitarse una carga de encima. Demos gracias a que por lo menos a los trabajadores de la residencia los ha salvado de la quema y no los ha pintado como fieros celadores que maltratan a los ancianos al estilo "Alguien voló sobre el nido del cuco". Es lo único que le ha faltado.

Me parece una película muy triste, incluso hiriente. No solo por el tema que trata (el Alzheimer efectivamente no es un asunto agradable) sino por la visión completamente errada, simplona e injusta que da de una realidad mucho más compleja que afecta a muchísimas personas y que cada cual afronta como buenamente puede. Y más triste aún es el hecho de que a la mayoría de la gente le ha gustado la película porque le parece que da una imagen ajustada a la realidad. Madre mía, lo que es no tener ni puta idea de algo!

La segunda parte, la de la amistad de los dos viejos, es algo menos cargante y tiene momentos emocionantes y hasta divertidos pero ya es difícil que remonte porque el conjunto da la visión que da y hace el juicio que hace. No hay redención posible, por muy simpático que nos resulte el vejete argentino y por mucha ternura que despierte el que tiene Alzheimer.

En definitiva, una película simple para gente que guste de estereotipos fijados en el subconsciente colectivo y que no quiera complicarse mucho la vida.