lunes, 27 de mayo de 2024

Entrevías (Serie de TV), by Aitor Gabilondo, David Bermejo

El atractivo principal de esta serie es que se trata de una durísima competición diaria para ver cuál es más negado, más gilipollas, más torpe y más patético de todos los personajes.

También tengo que decir que cuesta pillarle el tono justo porque cada capítulo te sale por donde menos esperas. Pasa de la comedia al drama sin solución de continuidad, y por el medio se cuela otro montón de géneros. 

Algunos capítulos parecen una secuela de "Los hombres de Paco", los de la cuadrilla de Sixto parecen Pepe Gotera y Otilio, o casi mejor Mortadelo y Filemón. Otros días parece un culebrón turco, sobre todo cuando la nieta china y el novio colombiano se ponen caramelosos. A ratos, y solo a ratos, tiene pinta de serie de suspense. Incluso dentro del mismo episodio puede ocurrir perfectamente que se den una muerte, un funeral, varias redadas, una salida del armario, una ruptura y una boda. Es una montaña rusa emocional que podría destrozar los nervios de cualquiera. 

Los personajes están todos taradísimos, a cuál peor. Los niveles de testosterona de los tíos están disparados. El único que medio se libra en esta dura competición de majaderías es el policía Ezequiel, un tipo verdaderamente excepcional, que por cierto en una memorable escena está observando una de las cientos de meteduras de pata del protagonista, Tirso, y le sale del alma el siguiente exabrupto: "Es que es subnormal!!!!!" 

Bueno, pues con el mismo mantra me he tirado yo todos los episodios. Pero no solo con Tirso sino también con la nieta china, con el novio colombiano de la china, con la madre colombiana del novio (mi amooooool, mi amooooooool), con los dos hijos de Tirso... vamos, con todos los personajes menos con Ezequiel, que comparado con toda la manada de desgraciados estos parece Einstein.

Ahí Luis Zahera ha estado fino filipino. Con su acento gallego, su retranca, su ironía y también su mijita mala leche ha creado un personaje lleno de matices que sobresale por encima de todos los demás, incluido el Tirso de José Coronado, que pese a los esfuerzos del actor por darle algo de verosimilitud se nota a la legua que la mitad de los diálogos los suelta el pobre como el que está soltando la lista de los reyes godos. Casi a punta de navaja.

Dicho esto, tengo que reconocer que Aitor Gabilondo y David Bermejo tienen gran maestría en crear finales de capítulo que enganchan a tope, porque hacía tiempo que no me acostaba yo con tanto suspense en el cuerpo. Teniendo en cuenta que se han juntado el realizador de "Patria" y el de "Aída" solo podía salir un producto demencial como este.

En fin, para terminar, yo catalogaría este sindiós argumental como "Competición de sandeces, machadas y estupideces".

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