Sinceramente, después de haberme tragado la serie entera, algo así como quinientas mil lluvias de peces, tormentas atronadoras, lámparas que se mueven, ventanas que se abren, vallados que se rompen y señoras que entran en la casa ensangrentadas, tengo una extraña sensación de tomadura de pelo que intentaré explicar al final.
Antes quisiera hacer algunas puntualizaciones con respecto al papel del protagonista, interpretado por Javier Rey. Realmente era necesario ese pelo de loco, esa barba de náufrago, esa pinta de guarro que parece no haber visto una ducha en cinco años? Y si el aspecto es deplorable no hablemos ya cuando el tipo abre la boca, con ese tono susurrante intensito con el que se pasa toooooda la serie dando la matraca con sus visiones, sus lloriqueos y sus neuras. La verdad, prefiero a la bruja Lola, que lo que predice mola.
Para más inri aparecen de repente sus hijos, y el colega pasa de ellos tooooodo el tiempo como de la mierda. Los deja solos constantemente, a pesar de que está convencido por sus premoniciones de que va a suceder una tragedia de un momento a otro. Pos nada, que si podéis meteros en esa cueva mientras me fumo un cigarrito, que si me voy por la noche a la casa de los vecinos y dejo a los nenes durmiendo en el probable escenario de un crimen, que si en mitad de una fiesta en el pueblo me pongo a perseguir a un posible sospechoso y dejo a los chiquillos tirados que ahí se las apañen.
Y a todo esto, la madre cada vez que llama para hablar con los niños no solo no se ponen porque no están con el padre, sino que el tío empieza a desvariar como un auténtico psicópata, y la madre en lugar de agarrar las maletas y venir corriendo a separar a sus hijos de semejante chalado se pira a Grecia tan ricamente y de vez en cuando le echa la bronca al señor por teléfono por no ocuparse de los niños. Pobres criaturas dejadas de la mano de Dios.
En fin, a mí la que me ha gustado de verdad es Nora Navas, que hace de madre architarada del pianista marrano. La tía está genial en su papel, las cosas como son. Bueno, si exceptuamos la escena en la que se la ve en el psiquiátrico ya de señora mayor hecha un auténtico espantajo, que parece recién salida de una fiesta de Halloween pasada de vueltas. Pero eso no es culpa de ella sino de quien ha perpetrado ese maquillaje abominable, con la más que probable connivencia de Oriol Paulo, responsable último del engendro.
Hablando de fiestas pasadas de vueltas, muy fuerte el capítulo dedicado a Ana Polvorosa. También era necesaria esa subtrama que ocupa un capítulo entero sin aportar absolutamente nada al misterio principal?
Y además no entiendo muy bien el concepto general de la serie. Si tú tienes unas visiones en las que muere hasta el apuntador qué coño haces que no te piras de ahí desde el minuto uno? Y aún más, no solo no te piras sino que te traes a tus hijos y los dejas solos tooooooodo el rato, pese a que el chiquillo encima padece una especie de ataques en los que se queda totalmente traspuesto. Pero qué clase de padre es el sujeto este?
Y luego, para terminar, está lo de Guillermo Toledo. Su personaje es un trasunto del propio actor, borde a más no poder, de hablar chulesco y constante tono de superioridad moral, en definitiva, un tipo muuuuy antipático que cae como el culo. Lo cual me lleva inevitablemente a spoilear.
No se intuía quién era el malo?