viernes, 8 de noviembre de 2024

La última noche en Tremor (Miniserie), by Oriol Paulo

Sinceramente, después de haberme tragado la serie entera, algo así como quinientas mil lluvias de peces, tormentas atronadoras, lámparas que se mueven, ventanas que se abren, vallados que se rompen y señoras que entran en la casa ensangrentadas, tengo una extraña sensación de tomadura de pelo que intentaré explicar al final.

Antes quisiera hacer algunas puntualizaciones con respecto al papel del protagonista, interpretado por Javier Rey. Realmente era necesario ese pelo de loco, esa barba de náufrago, esa pinta de guarro que parece no haber visto una ducha en cinco años? Y si el aspecto es deplorable no hablemos ya cuando el tipo abre la boca, con ese tono susurrante intensito con el que se pasa toooooda la serie dando la matraca con sus visiones, sus lloriqueos y sus neuras. La verdad, prefiero a la bruja Lola, que lo que predice mola.

Para más inri aparecen de repente sus hijos, y el colega pasa de ellos tooooodo el tiempo como de la mierda. Los deja solos constantemente, a pesar de que está convencido por sus premoniciones de que va a suceder una tragedia de un momento a otro. Pos nada, que si podéis meteros en esa cueva mientras me fumo un cigarrito, que si me voy por la noche a la casa de los vecinos y dejo a los nenes durmiendo en el probable escenario de un crimen, que si en mitad de una fiesta en el pueblo me pongo a perseguir a un posible sospechoso y dejo a los chiquillos tirados que ahí se las apañen. 

Y a todo esto, la madre cada vez que llama para hablar con los niños no solo no se ponen porque no están con el padre, sino que el tío empieza a desvariar como un auténtico psicópata, y la madre en lugar de agarrar las maletas y venir corriendo a separar a sus hijos de semejante chalado se pira a Grecia tan ricamente y de vez en cuando le echa la bronca al señor por teléfono por no ocuparse de los niños. Pobres criaturas dejadas de la mano de Dios.

En fin, a mí la que me ha gustado de verdad es Nora Navas, que hace de madre architarada del pianista marrano. La tía está genial en su papel, las cosas como son. Bueno, si exceptuamos la escena en la que se la ve en el psiquiátrico ya de señora mayor hecha un auténtico espantajo, que parece recién salida de una fiesta de Halloween pasada de vueltas. Pero eso no es culpa de ella sino de quien ha perpetrado ese maquillaje abominable, con la más que probable connivencia de Oriol Paulo, responsable último del engendro.

Hablando de fiestas pasadas de vueltas, muy fuerte el capítulo dedicado a Ana Polvorosa. También era necesaria esa subtrama que ocupa un capítulo entero sin aportar absolutamente nada al misterio principal?

Y además no entiendo muy bien el concepto general de la serie. Si tú tienes unas visiones en las que muere hasta el apuntador qué coño haces que no te piras de ahí desde el minuto uno? Y aún más, no solo no te piras sino que te traes a tus hijos y los dejas solos tooooooodo el rato, pese a que el chiquillo encima padece una especie de ataques en los que se queda totalmente traspuesto. Pero qué clase de padre es el sujeto este? 

Y luego, para terminar, está lo de Guillermo Toledo. Su personaje es un trasunto del propio actor, borde a más no poder, de hablar chulesco y constante tono de superioridad moral, en definitiva, un tipo muuuuy antipático que cae como el culo. Lo cual me lleva inevitablemente a spoilear.

No se intuía quién era el malo?



viernes, 1 de noviembre de 2024

La pareja perfecta (Miniserie de TV), by Jenna Lamia

Estamos ante la tropegésima serie sobre lo desgraciados que son los ricos y lo obligados que se ven a beber como cosacos y drogarse como cerdos para soportar sus terribles penurias vitales.

En este caso una Nicole Kidman carente por completo de expresividad facial es la protagonista de una historia de ricos que lo pasan fatal todo el tiempo. El que peor el marido, que es el doble de Jorge Javier Vázquez con unos cuantos kilos menos y unos centímetros de altura más, y que se pasa toda la serie con un vaso de whisky en una mano y con un porro en la otra, a pesar de lo cual mantiene sorprendentemente una envidiable verticalidad. También mantiene una dicción más que correcta para lo que se mete entre pecho y espalda, y una memoria prodigiosa. Me tomo yo dos copas de verdejo y al día siguiente no me acuerdo ni de mi nombre, y el tío este se zampa las botellas de whisky de cuatro en cuatro y luego recuerda perfectamente hasta el más mínimo detalle de lo que hizo y dejó de hacer, con una lucidez que ya la quisiera yo pa mí incluso en sobriedad total.

La pareja perfecta es desde el principio un meme. Ella se acuesta y se levanta con el mismo peinado, sin que se le mueva un solo pelo de sitio. Él con el copazo parriba y pabajo. Y los hijos y las nueras una panda de memos a cuál más desnortao.

Ya se harta una de tanto pego. Estoy hasta el moño de ricos sufrientes, alcohólicos, drogadictos y chiflados. Tiene que ser horrible vivir en una mansión con una piscina maravillosa y vistas al mar, tener una salud de hierro, cocineros, criados que recogen al minuto los pedazos de las cosas que tú rompes. Tener todo el tiempo del mundo para divertirte, viajar, ir a fiestas, bailar, navegar, hacer surf, jugar al golf, leer, mirar las musarañas, meditar... Qué horror, se me ponen los pelos como escarpias de pensar en una vida tan espeluznante.

Yo le diría a Jenna Lamia, creadora del engendro en cuestión, que se ha pasado un pelín de vueltas. No he leído la novela en la que se basa la serie, pero dudo mucho que los personajes den tanta grima en el libro como en la pantalla. Y si lo dan no me explico cómo ha llegado a convertirse en superventas.

En fin, solo puedo decir lo mismo que siempre que veo un producto de este estilo que tanto invita a arrojarse gustosamente en brazos de la pobreza: qué duro es ser millonario y sufrir tanto a diario.


sábado, 26 de octubre de 2024

El nudo (Serie de TV), by Jordi Frades

Jordi Frades es el padre de series de tremendo éxito como "Isabel" o "La señora", por lo que se le presupone un saber hacer que, en mi opinión, no se demuestra en este trabajo.

Para empezar tengo que decir que todo gira en torno a una historia de amor que da una pereza máxima. Ya sabemos que todas las historias de amor se parecen, y si son clandestinas se parecen todavía más, pero esta en cuestión es una catarata de lugares comunes que, para más inri, se repiten constantemente en cada episodio, que podrían matar de aburrimiento a una cabra.

- Ay, me siento fatal, esto no puede ser.

- Sí, tenemos que dejarlo, no nos estamos portando bien.

- Pero es que no puedo, es superior a mí.

- Yo tampoco.

Y nada, otro polvo. Donde toque, en un baño público, en la cocina de la casa, en el pasillo, en el despacho....

Y esto un día y otro y otro y así toooooooodos los días el mismo plomazo.  De hecho, juro que estuve a puntito de potar con las babas de ese par.

Y luego, lo más flipante de todo. En la Universidad más cotilla de España, donde todo el mundo se pasa el día espiando a todo el mundo y chismorreando sobre lo que hace el vecino, resulta que nadie se dio cuenta de que estos dos pelmazos estaban enrollados. Nadie perdía comba de nada, pero la parejita en cuestión se pasaba los días echándose miraditas lánguidas y sobándose por los rincones... sin que ninguno de los chismosos del lugar se percatara lo más mínimo.

Eso sí, luego estaban al tanto de la calle de cualquier cosilla, de unas ojeras, de una discusión, de que a uno se le cayó un papel, de que la otra se cambió de bolso, de que esa silla estaba movida, de que a la rectora le faltaba un pendiente... Pero de un rollo amoroso de meses sin ningún disimulo nasti de plasti. Vengaaaaaa, hombreeeeeee!!

Por contra muy superfan de la pareja Miquel Fernández y Cristina Plazas, esa pasión vengativa llena de furia y mala leche me ha encantado. Aparte de que sus personajes me parecen mucho más interesantes, el trabajo actoral de ambos es muchísimo más notable que el de Verbeke y su partenaire, que son dos huevos sin sal tanto en interpretación como en química sexual, totalmente nula.

Tengo que decir que en mi opinión Cristina Plazas hace un papelón, y que ella sola levanta la serie. Bueno, y el comisario Godoy, que no me acuerdo del nombre del actor, que está genial. Pero es que ella tiene el mérito de hacer frente a un personaje con el que los guionistas juegan perversamente hasta convertirlo en imposible, y solo ella consigue salvarlo y hacerlo grande.  Y esto me obliga a espoilear.

Spoiler. -  Ese giro de guion que dan de repente en torno al octavo episodio, en el cual, sin explicación ninguna, la ingenua rectora interpretada por Plazas de repente se convierte en una verdadera arpía, una bruja clasista y ególatra que hasta el momento estaba escondida tras un alma cándida, eso carece absolutamente de credibilidad narrativa. Lo siento, pero no.

Aunque claro, era imprescindible para hacer medianamente tragable el desenlace, que pretende ser sorpresivo pero que no deja de hacer aguas por todas partes.  Esa supuesta locura que nadie, absolutamente nadie, había sospechado jamás que pudiera existir porque no había ni un solo indicio. Y ya ni comentar el guiño de la rectora en la escena final: "Y si hubiera sabido en todo momento lo que estaba haciendo??" Por favooooooorrrrr!!

domingo, 13 de octubre de 2024

Rapa (Serie de TV), by Jorge Coira y Fran Araújo

Teniendo en cuenta que me encantó "Hierro", la serie anterior de Coira y Araújo, empecé a ver esta con muchas expectativas, y eso de entrada ya es malo, porque la decepción está casi asegurada.

Con todo y con eso no ha sido tanta, tengo que reconocer que me ha gustado bastante. Y buena parte del mérito lo tienen Javier Cámara y Mónica López, que me han encantado como pareja detectivesca. 

Puedo no creerme del todo esa historia entre ellos, porque ni sé ni quiero saber cómo debe de ser tener una enfermedad como la ELA, pero me gusta el solo hecho de crear un personaje que se salga de los cánones de siempre. No sé, puestos a escoger una enfermedad, el cáncer o el Alzheimer están muy vistos, y por desgracia todos tenemos a alguien cercano en esas situaciones. Elegir la ELA como tortura vital del protagonista me ha parecido un gran acierto. 

Me gusta también que casi desde el principio el espectador sepa la identidad de los culpables. Se trata sobre todo de ver cómo descubren ellos la historia y cómo pueden demostrar los hechos. No hay, por tanto, giros de guion demenciales ni nada especialmente sorprendente, algo muy de agradecer teniendo en cuenta la abundancia de locuras varias en la ficción seriada actual, tanto nacional como internacional.

Eso sí, lo que es creíble mientras el tipo está medianamente bien deja de serlo cuando la enfermedad se pone peor, conforme van pasando las temporadas. Porque ver a un tío que al final va en silla de ruedas, que apenas puede moverse, que tiene problemas para tragar y a veces hasta para respirar, intentando resolver crímenes, es un tanto inverosímil, la verdad.

También cuesta bastante creer la evolución del personaje de Cámara. Un tipo condenado a muerte con una enfermedad terrible que no tiene nunca ni una palabra de agradecimiento hacia la persona que lo está cuidando sin ser ni de su familia ni su pareja, más bien al revés, tratándola con la punta del pie y hasta despreciándola. Por no hablar del trato vejatorio constante hacia la asistenta-enfermera que le cambia los pañales.  No se explica una cómo la señora no coge la cafetera y se la estrella al caballero en la cabeza. En fin, que tienen ganada la gloria las mujeres de esta historia.

Spoiler. Eso sí, lo de las mujeres criminales que caen bien porque a fin de cuentas sus víctimas eran unos auténticos hijoputas hay que hacérselo mirar, chicos.  Es que me he tragado la serie enterita y en todas las temporadas es el mismo patrón: una asesina que cae de puta madre y el asesinado siempre es un cabrón, aunque de distinto pelaje. Violadores, maltratadores, explotadores o cerdos asquerosos. 

Oigan, que también debe de haber asesinas miserables e hijaputas y hombres que son víctimas inocentes. Un poquito de por favor, que el feminismo se nos está yendo de las manos.

sábado, 7 de septiembre de 2024

Los Galindos, toda la verdad (Miniserie documental), by Pepa Sánchez Biezma

Llegué a este documental de forma natural tras ver la serie "El Marqués", que despertó en mí la curiosidad por saber más de esta historia. Y efectivamente pude comprobar, como sospechaba, que la tesis que se plantea en la serie procede directamente de esta versión, que a su vez está inspirada en un libro publicado por el hijo del señor marqués.

Para empezar tengo que decir que hay dos cosas que me han rayado bastante:

1. La chapucera aplicación de Inteligencia Artificial que han usado para poner en movimiento las fotografías de los difuntos. Por favor, no me lo puedo creer. Que alguien use esa aplicación para las fotos de sus muertos tiene un pase, porque algo consuela. Los ves reírse, mover las cabecitas, en fin, se puede comprender, somos humanos. Pero que un documental con pretensiones mínimamente serias recurra a una técnica tan sumamente pobre para dar vida a los asesinados parece más una broma macabra que otra cosa. No quiero pensar a quién se le pudo ocurrir, pero es para deportarlo al fin del mundo.

2. El testimonio directo del hijo del marqués, o sea, del autor del libro. El tipo es un auténtico huevo sin sal. No tiene entonación, la mayoría de sus comentarios son francamente pueriles: "mi madre era muy guapa, no es porque sea mi madre; mi madre hacía muy buenas obras, no es porque sea mi madre; mi padre tenía sus cosillas, pero era muy simpático; tenía mucho genio, pero sus amigos lo querían un montón". A ratos, escuchando a este señor, se le olvida a una que estamos hablando de un asesinato múltiple. Pero qué necesidad había??

Sinceramente, si yo hubiera sido Sánchez Biezma, la directora, no lo habría sacado. Está ahí la maravillosa voz de Víctor Clavijo, el narrador de la historia, que perfectamente hubiera podido reproducir también las palabras del marquesito junior. Y esto hubiera dotado de mayor consistencia a la teoría que se plantea, que por lo demás es totalmente plausible.

Por tanto, sobran los meneítos de cabeza de los pobres difuntos provocados por una primitiva aplicación de IA, y sobran las intervenciones del marqués. Salvo que Sánchez Biezma lo haya puesto ahí a propósito para demostrar lo vacuo e insustancial de la aristocracia. Aunque esto no tiene mucho sentido cuando lo que estás rodando es un documental sobre unos crímenes y tratas de resolver las dudas que pueda haber sobre su autoría. Ya si eso puedes rodar en el futuro otro documental sobre la nobleza española y sacas al sinsustancia este hablando de lo guapa que era su mamá la marquesa.

En fin, la cuestión es que eso desluce en cierta manera este trabajo. Y la forma en la que está estructurado también es discutible. Porque hay dos capítulos dedicados a relatar la historia de los muertos y de sus familias, y luego otros dos, como si fueran hechos aislados, en los que ya entra en los tejemanejes del marqués y del administrador, en los turbios asuntos que pudieron dar lugar a los crímenes. No hay una conexión clara, por un lado van los muertos y sus vidas y por el otro lo que se estaba cociendo detrás, cuando la realidad es que todo estaba conectado y lo uno no tiene sentido sin lo otro.

En definitiva, que en mi opinión el documental se salva porque la historia es apasionante, porque hay un tremendo misterio que no ha sido resuelto, y sobre todo, porque clama al cielo, tanta sangre derramada y todo ha quedado en nada.

domingo, 1 de septiembre de 2024

El Marqués (Miniserie), by José Ramón Ayerra, Begoña Álvarez Rojas

La serie narra los terribles acontecimientos ocurridos en el Cortijo "Los Galindos", sito en el pueblo sevillano de Paradas, en la década de los setenta. Bueno, en realidad narra una hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido, puesto que la verdad nunca ha sido esclarecida totalmente y hay muchas incógnitas al respecto. Las cosas pudieron haber sido como aquí se cuentan o puede que no tuvieran nada que ver con esta historia. Lo que sí es cierto es que había asuntos turbios en esa familia y que esta hipótesis tiene muchos visos de verdad.

Los autores, Álvarez Rojas y Ayerra, centran la trama en torno a uno de los personajes más potentes, el Marqués de Bahía, yerno del propietario del cortijo, pero realmente el protagonismo es bastante coral. Es cierto que Víctor Clavijo destaca en su magnífica interpretación del típico señorito andaluz (él junto con Paco Tous, que interpreta al rudo capataz de la finca, son lo mejorcito de la serie. Inolvidable la escena del enfrentamiento entre los dos, qué miradas, por favor!!) pero realmente el protagonismo está muy repartido.

Cierto que los estereotipos están muy marcados, puede que exageradamente, pero se me hace difícil representar a un señorito cortijero del franquismo de otra forma que no sea la del personaje chulesco, machista, embaucador y putero que interpreta Clavijo. En contraposición está el personaje del suegro, el dueño del cortijo, que es representado como un terrateniente andaluz pero también como una persona decente, con valores, preocupada por sus tierras y por sus trabajadores y poco dada a la especulación financiera. Por tanto no veo ese burdo maniqueísmo del que se quejan en algunas críticas.  En la serie hay ricos decentes y pobres impresentables,  pero todos ellos son un fiel reflejo de lo que era la mentalidad de la época.

Difícil imaginar a un señorito sin su bigote, su cigarrito en una mano, su vaso de vino o de coñac en la otra y su lenguaje soez. Si nos ponemos finos con esto tendríamos que afirmar que en "Los santos inocentes" había también muchos estereotipos, porque ni los señoritos podían ser más señoritos ni los sirvientes podían ser más sirvientes. Por desgracia esos personajes están fijados en la memoria patria porque reflejan una triste realidad y es prácticamente imposible representarlos de otra manera.

Lo que a mí me ha parecido es que la historia es verosímil, que el guion es solvente, que hay muy buenas interpretaciones (no todas, pero sí la mayoría) y que la serie está muy bien realizada.  A pesar de todo eso tengo claro que nadie puede saber fijo qué pasó en ese Cortijo. 

Por cierto, me agrada comprobar que no todo lo que producen Mierdaset y Unicorn es porquería y que son capaces, cuando se ponen,  de hacer algo digno. Grata sorpresa.

(Spoiler) 

Solo le pondría una pega, aunque importante. En el capítulo final esa escena absurda entre el Marqués y el periodista, en la que se le intenta dar un contenido político a la historia, sinceramente sobraba. Para mí ha sido una cagada gorda. Era necesario??

De todas formas estoy loca por ver el documental que ha servido de base al guion. No me lo pierdo.

viernes, 23 de agosto de 2024

En el nombre de ellas: El caso Kote Cabezudo (Miniserie documental), by Eduardo Mendoza

Supe de esta historia por una entrevista de Alex Fidalgo en su podcast a Melchor Miralles, el periodista que investigó la trama y que se jugó su prestigio profesional y su dinero, ya que produjo el documental con su propio dinero, siendo condenado inexplicablemente al ostracismo por la mayoría de medios de comunicación y por sus compañeros. Eduardo Mendoza y Gracia Solera son los responsables del guion y la realización, y han hecho un trabajo verdaderamente sobresaliente. Por fin, tras muchos avatares, Netflix se atrevió a emitirlo y esa valentía hay que agradecérsela. 

La historia va de un fotógrafo de San Sebastián, especializado en moda, que durante años abusó de las modelos con las que trabajaba, muchas de ellas menores de edad. Las chicas no sabían que usaba sus fotos y algunos vídeos que grababa sin ellas saberlo, en páginas eróticas o directamente pornográficas. Para más inri cuando ellas descubrían que esas fotos y esos vídeos circulaban alegremente por ahí, a menudo porque algún conocido se lo hacía saber, intentaban negociar con el tipo su retirada, le pagaban para conseguirlo, y el muy sinvergüenza se quedaba la pasta y encima no las quitaba de la circulación. Por todo ello el tal Kote Cabezudo, tras diez años de interminables avatares judiciales, una verdadera pesadilla para sus víctimas, fue condenado a 28 años de cárcel por delitos sexuales y por fraude y actualmente está en la cárcel.

Hasta aquí una triste historia más de un depredador sexual sin escrúpulos. Pero es que aquí hay otro componente que hace todo esto mucho más sórdido si cabe, y es que este tío estaba muy bien relacionado con el poder allá en su ciudad, San Sebastián,  y por estas relaciones el caso Cabezudo tuvo una trayectoria judicial vergonzante. La jueza que instruyó el caso puso todas las cortapisas imaginables, interrogó a las víctimas con una saña propia de los más abominables verdugos, puso en duda todas y cada una de sus declaraciones y dejó a las chicas casi más traumatizadas que el propio Kote con sus actos. Ni que decir tiene que ningún medio se hizo tampoco eco de lo que estaba ocurriendo.

Hablamos de más de veinte denunciantes cuyos testimonios ponen los pelos de punta. No sabemos cuántas víctimas más pudo haber que no se han atrevido o no han querido denunciar por X motivos. De lo que no cabe duda escuchando a estas chicas es de que había un modus operandi que se repetía con casi todas ellas, una forma de actuar que no es atribuible a una locura de amor pasajera, a una pasión incontrolable o algo así.

Que sí, que cuesta mucho entender por qué esas chicas seguían yendo a sus sesiones de fotos a pesar de los abusos, a pesar de que todas manifiestan su repulsión por lo que estaba pasando, de que han necesitado la gran mayoría ayuda psicológica para superar lo ocurrido y algunas no lo han conseguido, de que estaban asqueadas con el tipo y así lo repiten una y otra vez. Pero es que eran menores de edad, tenían entre 14 y 18 años, se habían sentido al principio atraídas por ese mundillo que podía llevarlas a la fama y se habían visto abocadas a esa situación muy poco a poco, y además algo común a todas ellas es que se sentían culpables por haber ido accediendo a actos que consideraban vergonzantes y que temían que llegaran a conocer sus padres y sus amigos. No tengo la menor duda de que su sufrimiento es real y de que son verdaderas víctimas de un cerdo desalmado.

Pero también entiendo que la justicia necesita pruebas. Soy una firme defensora de la presunción de inocencia y me alegro de vivir en un país en el que las acusaciones hay que demostrarlas. Y por desgracia muchas de las cosas que ellas denuncian son indemostrables judicialmente, tanto más al cabo de un montón de años. Por ese motivo de todos los cargos por los que el tipo fue acusado apenas fue condenado por un par de abusos, una violación, y algunos otros delitos menores como coacción, fraude, etc. Ni mucho menos por todas y cada una de las fechorías que cometió con todas ellas. Si así hubiera sido habría sido condenado a más de cien años, que era lo que pedía la acusación. Nuestro estado garantista le ha beneficiado en buena medida, pero aun así en la cárcel está. Eso sí, habéis oído hablar alguna vez de este caso??

Nos tiramos años machacados por casos mediáticos con el de la Manada, que fue solo una chica. No es que pretenda minimizarlo en absoluto pero no tiene mucho sentido que un caso con más de veinte denunciantes como este haya pasado desapercibido para la opinión pública. Meses y meses de bombardeo por un beso a una futbolista ante millones de personas, manifestaciones de repulsa de toooooodo el mundo que tenía algo que opinar... y alguien ha sabido algo de estas muchachas?? Da mucha rabia y mucha indignación esta doble moral.

Después de verlo queda una sensación amarga muy grande. Hace que una se pregunte cómo puede haber gente así por la vida, que solo piense en su propio placer, que no tenga nada de compasión, que además no tenga ni el menor cargo de conciencia. Porque estoy convencida de que ese señor siempre pensó y sigue pensando que él no ha hecho nada malo, que oye, las niñas iban allí porque querían, qué coño. En fin, para terminar solo me queda decir que... tengo claro que al tal Koke yo le arrancaba el cipote.