jueves, 9 de marzo de 2023

Somebody Somewhere (Serie de TV), by Rob Cohen y Jay Duplass

Jamás pensé que me pudiese gustar tanto una serie en la que la inmensa mayoría de los personajes son frikis. Gente poco atractiva, incluso marginal, con vidas no demasiado interesantes que sin embargo atrapan desde su sencillez rural.

Son sólo 7 episodios, al menos en esta temporada, aunque espero que haya más en el futuro. La protagonista es una señora obesa, con una vida bastante aburrida, que no encaja demasiado en el entorno. Pero de repente descubre a una pandilla de seres igualmente desubicados que se reúnen en un local cercano y que han encontrado en ese extraño grupo una especie de familia en la que refugiarse del rechazo social exterior.

Sorprende que en una pequeña comunidad rural de la América profunda pueda haber tanta diversidad, pero bueno, si hacemos un esfuerzo para obviar la poca probabilidad de que eso ocurra, se puede disfrutar un montón viéndola. De hecho, la serie es tan cortita que sabe a muy poco. Además los episodios no pasan de media hora, con lo cual te la ventilas en un pispás.

Tengo que felicitar a los directores, Cohen y Duplass, por haber plasmado con gracia, talento y sin grandes pretensiones esa sencilla vida rural, los avatares de la complicada familia de la protagonista y las intrincadas relaciones interpersonales que se producen entre ellos. Ya digo que se tocan todos los palos: la homosexualidad, el alcoholismo, la infidelidad...

Lo mejor de la serie son esos fantásticos nuevos amigos que de repente entran en la vida de Sam. Sobre todo para mí el gran descubrimiento ha sido Jeff Hiller, que interpreta a Joel, ese amigo incondicional, maravillosamente loco, friki y divertido que todo el mundo querría tener. Porque teniendo a Joel de amigo lo demás importa un higo

viernes, 3 de marzo de 2023

La rebelión de las chicas buenas (Serie de TV), by Dana Calvo

Es un alivio viajar a los orígenes del feminismo cuando la lucha por la igualdad de derechos era algo real, pequeñas batallas diarias que requerían una energía sobrehumana, y no ese invento mamarrachil en el que se ha convertido el feminismo 3.0 este que actualmente nos abochorna a muchísima gente. 

Tengo que decir que la serie me ha encantado. La ambientación (esa redacción de revista maravillosa, con sus máquinas Olivetti, sus lamparitas de mesa, el humo de los cigarrillos... una fantasía total), el vestuario (completamente enamorada de los vestidos, las botas y la bisutería de la hippi Patti, mi favorita entre las chicas buenas), las referencias de la cultura pop setentera (bebidas, comidas, música...), en definitiva, me ha gustado todo.

Hay quien la compara con "Mad men", y sí, es posible que sea un referente, pero para los que amamos los 70, la música, la moda, la estética en general, esta serie es un regalazo. Es como transportarte mentalmente a esa década, disfrutando de todas esas pequeñas cosas que la hicieron tan especial. Claro que eran tiempos difíciles para las mujeres, pero también fue una época de apertura mental increíble, de grandes avances y enormes conquistas: el descubrimiento del sexo libre, la llegada de los anticonceptivos, esas canciones que reclamaban continuamente libertad, paz y amor. En fin, que todo eso era tan novedoso, tan genuino, tan revolucionario, que se echa de menos algo parecido en estos tiempos de aborregamiento colectivo, la verdad.

Dana Calvo construye una historia muy bien hilada. Esa redacción en la que la testosterona lo rige todo, en la que los hombres son los que escriben y las mujeres trabajan para que ellos puedan escribir.  Por supuesto, la gloria es para ellos, y el curro menos gratificante para ellas. Hasta que algunas empiezan a mosquearse, a enterarse de cosas, por ejemplo, de los sueldos que ganan sus compañeros, a organizarse, y deciden rebelarse contra la injusticia. Como decía al principio, nada que ver con ese feminismo militante actual cuyo principal reclamo es decir todo el tiempo "compañeros, compañeras, compañeres". Es volver a la esencia del movimiento, a la autenticidad, recordar por qué hacía tanta falta, y cuántas cosas han cambiado para llegar hasta aquí.

He leído que la serie fue abruptamente cancelada por una acusación de abuso sexual a uno de los productores. Una verdadera lástima, porque la historia promete un montón. Sería una gran noticia que alguien se atreviera a retomarla y nos obsequiara con unas cuantas temporadas más. Personalmente me apuntaría a verlas sin dudarlo. Con la de porquerías que se prolongan incomprensiblemente en el tiempo, por fin algo que me mola y un señor saca su cola. Porca miseria!