lunes, 20 de noviembre de 2023

Hierro (Serie de TV), by Pepe Coira

Empecé a ver esta serie con pocas esperanzas, la verdad. Me he tragado tanto bodrio patrio últimamente que mis expectativas estaban muy justitas, y sin embargo ha sido una muy agradable sorpresa para mí.

La cosa empieza con una Candela Peña que cae mal, fatal incluso. Su papel de jueza borde y antipática lo interpreta ella mejor que nadie porque en la vida real también es una tía con bastante tendencia al exabrupto. Luego igual es encantadora en las distancias cortas, vete a saber. Yo como actriz no tengo nada contra ella pero como persona a mí no es que me caiga estupendamente que digamos. 

Pero entonces aparece en escena el grandísimo Darío Grandinetti, cuyo apellido le hace todos los honores, y la historia cambia radicalmente. Porque el tipo es tan enorme que consigue crear un tándem con la jueza verdaderamente insólito. La estricta e incorruptible representante de la ley y el delincuente irredento pero simpático que consigue llevarla a su terreno y establecer una corriente de entendimiento y una química que en un principio parecían imposibles. Todo un truhán, todo un señor.

Y tengo que decir que la serie en su conjunto, las dos temporadas, me ha encantado. Peña y Grandinetti están inconmensurables.  Sus diálogos son ágiles y llenos de ingenio. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de conversaciones tan inteligentes y chispeantes.

Tengo que felicitar a los hermanos Jorge y Pepe Coira, artífices del producto. Los guiones y la dirección me parecen impecables. Hacen un grandísimo trabajo con los actores. Difícilmente le puedo poner pega al resultado final.

Y luego está la protagonista de fondo, la isla. Un sitio que está a tomar por culo, feo de narices, salvo para los amantes del árido paisaje volcánico. Un terreno al que no se iría a vivir nadie en su sano juicio. Creo que la historia en cualquier otro lugar no tendría el mismo sentido.

En definitiva, pequeña joya de la narrativa visual patria. Buenos guiones, buena dirección, magníficas interpretaciones y el broche definitivo de los brillantes diálogos entre los dos principales protagonistas.

Indudablemente diez sobre diez. Con Grandinetti y con Peña no hay que echar mucha más leña.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Rita (Serie de TV), by Christian Torpe

Bueno, tengo que confesar que no he visto la serie entera, de hecho no he llegado a la segunda temporada. Se me atragantó desde el principio, y nada más he tenido curiosidad por ver el último de la temporada final para comprobar que la cosa terminaba más o menos como yo pensaba. Me he ahorrado cuatro temporadas interminables, y efectivamente no iba mal encaminada.

Rita me pareció desde el minuto cero insoportable. Tirana y castigadora. La típica tía que si trabajara en mi curro me pondría lo más lejos posible de ella. Interesante ver cómo en sus relaciones con los hombres todos ellos caen rendidos a sus pies y sufren como cerdos mientras ella, indolente, les da  cuartelillo según se levante más o menos benévola. He pasado bastante vergüenza viendo a los elementos masculinos, la verdad, que no quedan muy bien parados en la serie. Christian Torpe se llama el creador del invento, y haciendo honor a su apellido deja a sus congéneres como Cagancho en Almagro.

Incluso el look de Rita me provocaba rechazo. Y no es que sea fea la muchacha, ni mucho menos. Al revés, Mille Dinesen es una tía bastante atractiva. Pero esa melena rubia a lo Yoli Tenacillas, esas sempiternas camisas de cuadros que le han puesto, los vaqueros con más mierda que el palo un gallinero y las chupas imitación a cuero, con taconcitos de media altura, qué repelús, por diooooos. Casi tanto como las también sempiternas bermudas del novio, el director del colegio. Las bermudas con camisa y jersey de invierno. Madre míaaaaaa, qué horroooooor. Juro que el espanto estético que he sufrido no tiene parangón.

Y aparte de lo meramente físico, luego está la condescendencia con la que trata a los personajes evidentemente menos atractivos y menos talentosos que ella, alguno de los cuales casi bordea la deficiencia mental, como el caso de la compañera gordita que siente adoración por Rita. O como su alumnado, ese montón de adolescentes y niños de distintas edades que sienten una especie de veneración inamovible hacia las formas poco ortodoxas de la profesora rebelde. Me parece todo tan alejado de la realidad, desde el alumnado a los profesores, empezando por esas pasiones desaforadas que va despertando la protagonista a su paso. Pero qué les pasa a los daneses?

En fin, esto ya es spoiler. Tengo que decir que en el episodio final el director del colegio ya no lleva bermudas. No sé en qué momento ni por qué razón se las quita pero no deja de ser un alivio para la vista.

Rita también se quita por fin las camisas de cuadros. En alguna escena se ve que las ha metido todas en una bolsa, tal vez en algún episodio decidió que debía cambiar de look por el bien de la humanidad. Menos mal. Me traían toda frita las camisas de la Rita.