jueves, 23 de febrero de 2017

Julieta, by Pedro Almodóvar

Ya he dicho otras veces cuando he hablado de Almodóvar que a mí lo que me gusta de él es su vena gamberra y cómica y que nunca o casi nunca me dicen nada sus melodramas. Si exceptuamos "Qué he hecho yo para merecer esto", que tiene una buena dosis de humor dentro del tragedión, y "La piel que habito", donde hay una historia de tensión psicológica importante, todo lo demás me suena a rollo morollo.  Soy del selecto y minoritario público que prefiere mil veces "Los amantes pasajeros" a "Volver"

Cuando este tío se pone serio y empieza a intentar analizar la psique de sus personajes femeninos me aburre soberanamente. No sé qué clase de tías habŕa conocido él pero yo no conozco a gente así. Yo no conozco a tías que se tiran años conviviendo con una pareja y en todo ese tiempo nunca le han dicho que tienen una hija a la que hace años que no ven. Esas tías no existen más que en la imaginación de Pedro y además no hay Cristo que se las crea.

De todas formas esta vez la película no iba mal del todo. Había conseguido hasta intrigarme la cosa de saber qué es lo que le pasa al personaje de Emma Suárez, que por cierto hace lo que puede con su trabajo siempre impecable pero no consigue darle credibilidad ninguna. Podría llegar a creerme el sentimiento de culpa de Julieta por lo del hombre del tren, incluso por lo de su marido... pero lo de la niña? De qué viene ese sentimiento? Y lo de no decir nada sobre ella en todos los años que convive con su nuevo marido es pura entelequia. Sencillamente imposible, siendo algo que la tiene marcada para siempre y que condiciona profundamente su vida presente.

Pero bueno, como digo no era de las veces peores. En un momento dado pensaba hasta aprobar la película  (y en esto Emma tiene mucho más que ver que el propio director). Ahí estaba en la duda, cuando de repente... el final.

(Atención!!!!!! Spoiler)

No soporto estos finales, no los trago, me dan ganas de coger la tele y estrellarla contra el suelo. Qué es eso de terminar la peli en el coche con ese absurdo diálogo entre Emma y Grandinetti???  Yo necesito finales de verdad! No hace falta que el personaje se muera ni nada por el estilo, pero al menos si has planteado un nudo quiero un desenlace. Llamadme carca, antigualla o lo que queráis. Si el nudo es la brusca desaparición de la hija y la tragedia personal de Julieta, quiero ver ese reencuentro. No hace falta ni que hablen ni que lloren ni que se abracen ni nada, pero quiero verlas juntas. Quiero ver sus miradas, quiero ver sus expresiones, quiero sentir que la película ha terminado de verdad y que no me están tomando el pelo una vez más con uno de esos finales abiertos que dejan al espectador con la boca abierta y la triste sensación de haber caído en una trampa. Y por eso, Almodóvar, una vez más en uno de tus melodramones infumables te digo... VETE A LA MIERDA!!!!!

martes, 21 de febrero de 2017

Jackie, by Pablo Larraín

Realmente no entiendo muy bien qué le pasaba a esta mujer. Llamadme insensible, animal, burra o lo que queráis, pero... de verdad mudarse de casa cuando eres inmensamente rica y quitarse de encima a un marido cabroncete que le hizo pasar humillaciones multitudinarias en cantidades industriales (recordemos el Happy birthday de Marilyn y pensemos en la carita que se nos habría quedado a cualquiera de nosotros si nos hubiera pasado algo así retransmitido en vivo y en directo para el mundo mundial y en diferido para toda la posteridad)... de verdad eso es para pasarse los días con esa cara compungida de cordera degollada?

Hombre, yo puedo entender que plato de gusto no es ir en un coche con tu marido y que de repente se lo carguen en tus narices y te caiga encima su cabeza llena de sangre y que tengas que recorrer unos cuantos kilómetros con el difunto bañado en sangre en tu regazo. Y si para colmo te paras a pensar que de haber errado el tiro una mijilla el asesino, la difunta podrías ser tú... la verdad es que se tiene que poner el cuerpo bastante malito. Tiene que ser un disgusto importante.

Pero hombre, sabiendo como a estas alturas sabe todo el mundo, la clase de relación que tenían estos dos, intentar que nos traguemos que esta señora tenía un disgusto tremendísimo por haberse quitado de encima a esa joya de marido... venga ya!

Si lo que pretendía Pablo Larraín era que nos compadeciéramos de la pobre Jackie después de su tragedia, en mi caso lo que ha conseguido es que me descojone del personaje. Esta mujer era realmente así de lela o es que el director y el guionista le tienen manía?

Por ejemplo, las preguntitas de la señora. Cuando le dicen que van a hacerle la autopsia al difunto le pregunta a un irreconocible Peter Sarsgaard con cara permanente de pasmarote lo siguiente: "Pero de verdad hay que hacerle la autopsia? Es totalmente necesario? "

No hija, no, no es necesario. Solo es el presidente de los Estados Unidos y lo acaban de asesinar. Para qué le van a hacer la autopsia? Para saber la munición de las balas, y la trayectoria de entrada y salida del cuerpo? Para poder averiguar desde dónde le dispararon y detener al asesino? Qué gilipollez! Qué coño va a ser necesaria la autopsia?

Y todo lo que habla en la película por el estilo. Una lumbrera desde luego no parece que fuera. En fin, entre eso y los kilos de laca que lleva encima, que en toda la película no se le mueve un solo pelo ni siquiera en el momento del asesinato ni en la carrera posterior en el descapotable.

Y lo del vestidito, qué me decís del vestidito? Se tiró la colega todo el día, hasta que llegó por la noche a su casa, con el mismo trajecito lleno de la sangre de su marido asesinado. Es que a nadie de todo el séquito que llevaba encima se le ocurrió  traerle otro vestidito para que pudiera quitarse el ensangrentado? Pues no. Y no sólo eso, sino que ya no es que no se duchara para quitarse de encima la sangre; es que ni siquiera se lavó la cara con agüita del grifo. Todo lo que hizo fue quitarse a lo mecagüen los churretes con un pañuelito mojado, eso sí, teniendo mucho cuidado de no estropearse el maquillaje. Dí que sí, hija, antes muerta que sencilla. Qué más dan unos churretones de sangre más que menos, si una consigue mantener su peinado y su maquillaje impolutos?

En fin, un horror de tía, un esperpento, mucho peor de lo que había imaginado sobre ella, que tampoco era gran cosa. Y respecto a lo más alabado, la interpretación de la Portman, ya he dicho antes otras veces que después de ver todas las semanas "Tu cara me suena" y comprobar las transformaciones asombrosas que en unas pocas horas hacen los maquilladores y estilistas con los participantes, el mérito de los actores en los biopics ha bajado para mí un montón de puntos. Si Blas Cantó en una semana de ensayos puede interpretar perfectamente a Cher o a Anastacia o a Charles Aznavour y convertirse en un clon prácticamente exacto de ellos... qué coño se va a merecer un Oscar ésta, que ni siquiera se parece un poco?

domingo, 19 de febrero de 2017

The Imitation Game (Descifrando Enigma), by Morten Tyldum

- Pienso que a veces la persona que nadie cree que es capaz de nada es capaz de cosas que nadie imagina.

Alan Turing se suicidó a los 41 años tras descifrar Enigma, el código secreto de las comunicaciones nazis durante la Gran Guerra, conseguir acortarla en aproximadamente tres años y con ello salvar a más de tres millones de personas.

Y se suicidó porque era homosexual, y a pesar de todo lo que había hecho por su país y por el mundo, fue condenado por su condición a someterse a una terapia hormonal que lo destrozó física, moral y mentalmente.

Ésta es la historia que Mortem Tyldum trae al cine y yo se lo agradezco en el alma porque no tenía ni idea de ella y me alegro mucho de haberla conocido. Hasta aquí lo bueno.

- Dígame qué soy? Soy una persona, soy una máquina. soy un héroe de guerra, soy un delincuente?

Esto se lo preguntaba Turing al policía que lo interrogó cuando fue detenido por su conducta sexual poco edificante.

Una gran pregunta, impresionante, pero que no queda resuelta, ni  siquiera medianamente en la película.

No puedes plantear una cuestión así y dejarla sin resolver, y tan siquiera sin desarrollar. Se plantea y se queda en el vacío. Ahí, en plan "piensa sobre ello, querido espectador". Y ya está?

- Si me creía Dios? No, porque Dios no ganó la guerra, la ganamos nosotros.

Eran cinco personas amantes de los crucigramas en el sur de Inglaterra que fueron captadas para descifrar códigos supercomplejos que hicieron ganar una guerra. Y sin embargo esa tensión no se siente en ningún momento, todo está lleno de tópicos infumables relacionados con la homosexualidad del genio.

Benedict Cumberbatch hace lo que puede, que es bastante, pero la historia se le escapa. Con todos sus alardes interpretativos no consigue centrar al personaje y contestar a esa pregunta que él mismo planteaba. Qué es? Un genio, un delincuente, un maricón, un héroe, una persona sin más?

Creo que la película no funciona porque a pesar de tratar un asunto apasionante, el director no consigue centrar la atención del espectador. No se sabe muy bien de qué va, si de heroísmo bélico o de tragedia personal o de psicología conductista. Eso dispersa la atención, es difícil concentrarse en algún aspecto.

Y Keira Knightley tampoco ayuda demasiado haciendo de chica no se sabe si enamorada, ensimismada, desesperada... Lo que es seguro es que está pelín hiperactuada.

La sensación que me queda es que he visto una historia que podría haber sido muy interesante pero que no ha conseguido atraparme. Que el director la ha cagado al mezclar demasiadas cosas sin darles cohesión, que la mitad de los personajes sobraban y que, pese a que adoro a Cumberbatch y me gustaría alabar su trabajo, no he conseguido entender realmente  a Turing. No sé quién fue y qué le motivaba. Y si ves un biopic y terminas no sabiendo lo esencial del personaje... para qué?  

jueves, 16 de febrero de 2017

Moonlight, by Barry Jenkins

- Eras niño de grandes silencios y ya me querías bieeeeennnnn!

- Pero qué dices?

- Estoy escribiendo el guión de una película. Se llamará "Moonlight"

- Y la vas a empezar con una canción de Julio Iglesias?

- No, pero ha sido mi inspiración. La historia irá de un niño de largos silencios.

- Qué bien! Pero algo hablará en la película, no?

- Bueno, sí, al final. Es que voy a dividirla en tres partes: Little, Charon y Black, y el chaval hablará solo en la tercera. Como colofón. Pero tampoco mucho, solo un poco, lo justo para que se vea que no es mudo.

- Vaya, qué interesante!  Y dirá algo impactante, supongo.

- Totalmente. Perdonará a todos los que lo han puteado en la vida, incluída su madre.

- Qué bonito, un perdón universal, una redención máxima. Qué gran película!

- Pues sí, así es. Al chico lo maltratarán de pequeño, lo apalearán, lo insultarán, le harán todas las putadas habidas y por haber. Y la madre pasará como de la mierda; luego un camello y su novia se compadecerán del muchacho y lo acogerán en su seno pero le seguirán apalizando sus compañeros y la madre seguirá a su bola todo el día colgada.

- Pero pelis de ésas hay ya un montón.

- Ya, pero yo añadiré un elemento más: el chaval descubre que es homosexual y el chico que le gusta también lo apalizará.

- No te estás pasando una mijilla con tanta paliza?

- No, el dramatismo tiene que ser máximo porque a la gente hoy en día es muy difícil conmoverla, tienen el corazón de piedra pómez. Yo me he propuesto remover conciencias.

- Pues igual estás apretando demasiado la tuerca.

- Qué va, me apuesto la cabeza a que las críticas serán la hostia y me darán un montón de premios.

- Si tí lo dices...

- Ya lo verás.

(Atención, spoiler)


A ver, esta historia no hay quien se la trague.  El tal Barry Jenkins este se pasa siete pueblos en su intento de convertir la vida del niño en un dramón. Solo le faltaba ser gordo y ya tenemos a Precious  pero en chico. Todavía Little y Chiron podrían ser fumables más o menos. Vale, un niño acosado, con un entorno familiar penoso, para llorar y llorar y llorar. Para inflar a hostias a la madre y a los profesores de la escuela y a los otros niños y a todo el mundo.

Pero qué coño pasa en la tercera parte? De dónde sale ese pedazo de negraco, todo músculo, todo testosterona, con pinta de rapero machoman?  Y resulta que es camello pero virgen, toma ya! Y esa absurda llamada presumiblemente redentora del cocinero dicharachero? A qué viene?

Y Teresa y su novio dónde están en Black? Por qué las únicas personas que se preocuparon por Little y por Chiron no aparecen ya en Black? Ah, claro, se trata de redimir a "los malos". A la madre yonky y al amigo traidor. Los demás como si no existieran.

Lo siento pero no entiendo nada. Esa tercera parte... ese diálogo con la madre

- Ay hijo, yo sé que no fui una buena madre y que te fallé cuando me necesitabas, pero que sepas que te he querido mucho.

- No te preocupes mamá, yo te perdono.

- Hijitoooooo, a mis brazoooooosssss!

Comooooooooorrrr????? Que a tu hijo le pegaban, le escupían, le puteaban y no tenía ni para comer mientras tú le obligabas a salir a la calle a hacer cualquier cosa para traerte dinero y poder pagar tus mierdas, y ahora resulta que estás muy arrepentida y le quieres mucho?

Si, por poner un suponer, tu padre te violaba de pequeño pero de mayor, cuando ya no se le levanta y no te puede violar porque le sacas una cuarta, te pide perdón y te dice que está muy arrepentido,.. echamos borrón y cuenta nueva y nos damos un gran abrazo paternofilial?

Pues poco más o menos ésa es la propuesta del señor Jenkins. Venga ya, hombre! Y ésta es supuestamente una de las mejores películas del año. Me puedo imaginar cómo serán las demás.

domingo, 12 de febrero de 2017

La ciudad de las estrellas (La La Land), by Damien Chazelle

Si la habéis visto por tandas porque os quedásteis sopa a la mitad.

Si la historia os parece insoportablemente soporífera.

Si Gosling, fueraparte lo bueno que está, aquí os parece un puto palo.

Si no habéis visto más que una sucesión de bonitos números musicales.

Si Emma Stone os ha resultado insoportablemente petarda.

Si creéis que un gran musical es Grease o Moulin Rouge.

Si habéis conseguido llegar a duras penas al final y encima os ha parecido un truño.

Si el derroche de color en decorados y vestuario no ha conseguido taparos lo vacuo de la historia.

Si pensáis que Damien Chazelle ha perpetrado un soberano bodrio.

Si estáis hasta el moño/nabo de oír hablar del "gran musical del siglo".

Si suscribís todo lo anterior... bienvenidos al selecto club de los que ODIAMOS ESTE TRUÑAZOOO!!!!!

jueves, 9 de febrero de 2017

Café Society, by Woody Allen

Inconfundible Allen. Su jazz, su fotografía impecable, sus decorados maravillosos del Hollywood años 30... pero sobre todo sus guiones y sus historias. Hay un toque de magia en este hombre que lo hace reconocible siempre (O casi siempre, salvo algún que otro bache que se le puede perdonar por los buenos ratos que nos hace pasar con la mayoría de sus películas)

En esta ocasión vuelve a contarnos una historia de amor, pero de esos amores que molan porque nunca se realizan del todo, y por tanto nunca sufrirán el desgaste de la convivencia ni de la rutina ni del día a día que inexorablemente lleva a la indiferencia con respecto al otro. Este amor del que nos habla Allen es de ésos que se quedan congelados en el tiempo, en un instante álgido, cuando aún no había llegado la decadencia ni ningún signo que la avanzara... esos amores que permanecen intactos en el recuerdo y que por eso nunca mueren. Los verdaderos amores eternos, que no son los de los abuelillos esos que vemos juntitos en el brasero viendo la tele o paseando a su perrito, sino que son los que esos abuelitos tienen en la cabeza y con los que les gusta soñar cada noche, los que se quedaron en el camino pero que siguen haciendo latir los corazones al recordarlos.

Preciosa Kristen Stewart, hay que ver lo que ha ganado esta muchacha con los años, y con un buen director de actores, que eso sí que lo ha sido de toda la vida el amigo Woody. Me falla la química con Eisenberg, que no me agrada demasiado porque carece del carisma que se le presupone al personaje. Pero a estas alturas eso es lo de menos porque lo que importa es ese amor que mantiene unidos en la distancia a los protagonistas, que se mantiene al margen de sus respectivas vidas pero que está siempre muy presente en su interior. Algo que hace que brille el mundo para ellos a pesar de la monotonía, la sordidez o la fealdad que a menudo les rodea.

Y cuando termina la película, como casi siempre pasa con Allen, a ritmo de un magnífico jazz se nos va dibujando una sonrisita un poco tontuna en la cara.

Es lo grande que tiene el cine, que consigue desplazarte en el tiempo y en el espacio y hacer que entres en otras vidas y en otras historias y que sufras y goces con los personajes como si fueran tus propias criaturas. Y en esta historia no podemos dejar de sentir esa nostalgia tan vívida que se refleja en los rostros de Stewart y Eisenberg cuando cada uno piensa en el otro. La magia del amor. Bien, Woody.