viernes, 15 de diciembre de 2023

Noche y día (Serie de TV), by Lluís Arcarazo y Jordi Galcerán

No sé si terminaré de ver esta serie o me quedaré en el capítulo ocho, que es por donde voy ahora mismo. Porque aunque es de lo más bochornoso que me he encontrado en la vida la cosa es que me he picado y quiero enterarme del final del puto psicópata protagonista y la no menos chiflada señora que estudia los cadáveres de sus víctimas. 

La cosa va de una médico forense que está en plena crisis matrimonial y para solucionarla no tiene mejor cosa que hacer que someterse a una fecundación in vitro con el fin de tener un niño con el marido, un ejecutivo agresivo que es un pedazo cabrón de aquí no te menees, pero que tiene muchas ganas de ser padre.

Por otra parte tenemos a la misma médico forense que por el día parece una señora seria y formal, superprofesional que te mueres, y por la noche se transforma en pendón verbenero, se va follando todo lo que se menea y luego tiene unos remordimientos que pa qué.

Para empezar, algo fundamental, el tema del idioma. La serie es catalana, está rodada en catalán y subtitulada al español. Hasta aquí todo bien. La cosa empieza a chocar cuando te percatas de que en una sociedad bilingüe como es la catalana todo el mundo habla en un único idioma, naturalmente el catalán. De repente aparece una asistenta hispana y vemos por fin que hay alguien ahí que habla en español. Qué ilusión. Pero no, porque en el mismo capítulo o el siguiente vemos que los protagonistas también hablan con toda soltura en inglés, francés, árabe y vasco. De hecho hablan con más soltura en esos idiomas que en español. Pero vamos a ver, señores Arcarazo y Galcerán, qué nos quieren contar?

De verdad que no era mi intención al empezar a ver esta serie buscarle vueltas para hacer sangre por ser catalana. Más bien al revés, me gusta verla en versión original subtitulada porque me encanta escuchar la lengua catalana y ponerme a prueba, a ver si la entiendo más o menos. Pero es que no me puedes convencer de que en Cataluña todo el mundo habla todo el tiempo catalán. Porque sé que no es verdad.

Y lo sé por muchos testimonios de personas catalanas que te dicen que allí se hablan indistintamente las dos lenguas, empezando por los propios independentistas que defienden el hecho de que en la escuela se den casi todas las asignaturas en catalán con el argumento de que el español está completamente normalizado en las calles. Si esto es así, cómo se explica que en esta serie nadie, salvo una asistenta sudamericana, hable español ni de casualidad?

Y si eso choca y tienes la sensación de que te están tomando el pelo o de que la cosa está politizada al máximo (cosa no demasiado extraña viniendo de donde viene), luego cuando te pones a ver escenas verdaderamente ruborizantes ya es que te puedes morir de la pena. Lo cierto y verdad es que me he puesto muy colorada viendo esta mamarrachada.

Pondré algunas escenas a modo de ejemplo para que os hagáis idea del tremendo despropósito guionístico. Pero no tengo más remedio que pasar a spoiler.

(Spoiler)

1. La escena en la que la forense persigue al psicópata mataviejas, se baja del coche, se monta en el del tío y le hace una manola. Pedazo bochorno nivel Dios.

2. Lo del forense haciéndose amiguito de su hija por el Facebook (una niña de 16 años metida en el Faceboook, que es el Imserso 2.0!!!! Pero dónde coño vive esta gente??) y la niña enamorándose del papito. Me sonrojo con solo recordarlo.

3. La señora del juez yendo a hablar con la amante en el restaurante. Un diálogo absurdo y esperpéntico  que haría morirse de vergüenza a una cabra. "Él es mío, señorita.-  Señora, si no le importa.-  Pero él me quiere a mí.-  Pero es mi marido y me pertenece. - Señora, si lo ama déjelo ir. - Ahora es tarde, señora, ahora nadie puede apartarlo de mí". Dioooooooos, para este culebrón decimonónico, por favooooooor!!

4. El colmo del despropósito es el episodio en el que el tipo mata a una mujer, se tira dos horas limpiando las huellas dactilares, pero al salir del piso se queda encerrado en el ascensor. Salen todos los vecinos en tromba, ven que hay un señor encerrado y van a buscar a la Presidenta de la Comunidad, que no es otra que la muerta. Como no abre la puerta acuden a la hermana, que vive arriba, y al abrir la puerta se encuentran con la difunta. Cuando se dan cuenta de que el que está en el ascensor es el asesino lo persiguen arriba y abajo dándole al botón, hasta que el tipo consigue salir, huir por la terraza y saltar al edificio de al lado. Vamos, no había visto yo cosa igual ni en "La que se avecina". Esperpento máximo.

lunes, 11 de diciembre de 2023

La Mesías (Miniserie de TV), by Javier Ambrossi y Javier Calvo

La verdad es que no doy crédito al exitazo que tienen los tíos estos. O sí, en un país donde reina el papanatismo en general y el estético en particular cualquiera que haga algo que se salga un pelín de la norma en seguida despierta la admiración del personal.

Calvo y Ambrossi son sin lugar a dudas dos tíos creativos y cachondos, que al igual que en su día hiciera Almodóvar, han sido capaces de hacerse muy identificables en sus trabajos. El común denominador es la locura y la excentricidad. Y eso hasta cierto punto puede resultar divertido. Hasta que se te va la pinza y te conviertes en cansino y aburrido.

Yo reconozco que no había visto antes nada de ellos y, dada la experiencia, es difícil que vuelva a repetir. Cuando empecé esta serie no me gustó, pero a partir del capítulo en el que aparece Lola Dueñas conseguí engancharme. Me parecía divertidísimo el tono que le da al personaje. Me partía el culo viéndola hacer el gesto de comunicación con Dios. Y en serio, esperaba que la tónica siguiera por ahí.

Vana esperanza. No voy a hacer spoiler porque además los dos últimos capítulos me parecieron de una pesadez apabullante. Cuando se hace cargo del personaje mesiánico Carmen Machi, actriz que normalmente no me disgusta, pierde todo el encanto que le daba Dueñas. Ya la acción se disloca por completo y la señora da más pena que otra cosa. Los diálogos dejan de tener el menor sentido, nada de lo que ocurre en esos dos últimos capítulos tiene pizca de verosimilitud. Da la sensación de que los creadores quieren terminar la historia y no saben cómo, y se ponen a dar bandazos de guion alucinantes. Los dos hijos mayores hacen una cantidad de gilipolleces que, incluso dentro del mundo de irrealidad en el que transcurre el relato, son completamente demenciales.

Se les va la olla y se les va la historia de las manos. El personaje protagonista pierde la magia, ya nada es creíble, el tiempo pasa tan lentamente que parece que no pasara, y los bostezos llegan a Mesopotamia.

Y esto es todo lo que puedo decir. Solo puedo finalizar afirmando taxativamente que... aunque a ratillos te rías es un truño la Mesías.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Hierro (Serie de TV), by Pepe Coira

Empecé a ver esta serie con pocas esperanzas, la verdad. Me he tragado tanto bodrio patrio últimamente que mis expectativas estaban muy justitas, y sin embargo ha sido una muy agradable sorpresa para mí.

La cosa empieza con una Candela Peña que cae mal, fatal incluso. Su papel de jueza borde y antipática lo interpreta ella mejor que nadie porque en la vida real también es una tía con bastante tendencia al exabrupto. Luego igual es encantadora en las distancias cortas, vete a saber. Yo como actriz no tengo nada contra ella pero como persona a mí no es que me caiga estupendamente que digamos. 

Pero entonces aparece en escena el grandísimo Darío Grandinetti, cuyo apellido le hace todos los honores, y la historia cambia radicalmente. Porque el tipo es tan enorme que consigue crear un tándem con la jueza verdaderamente insólito. La estricta e incorruptible representante de la ley y el delincuente irredento pero simpático que consigue llevarla a su terreno y establecer una corriente de entendimiento y una química que en un principio parecían imposibles. Todo un truhán, todo un señor.

Y tengo que decir que la serie en su conjunto, las dos temporadas, me ha encantado. Peña y Grandinetti están inconmensurables.  Sus diálogos son ágiles y llenos de ingenio. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de conversaciones tan inteligentes y chispeantes.

Tengo que felicitar a los hermanos Jorge y Pepe Coira, artífices del producto. Los guiones y la dirección me parecen impecables. Hacen un grandísimo trabajo con los actores. Difícilmente le puedo poner pega al resultado final.

Y luego está la protagonista de fondo, la isla. Un sitio que está a tomar por culo, feo de narices, salvo para los amantes del árido paisaje volcánico. Un terreno al que no se iría a vivir nadie en su sano juicio. Creo que la historia en cualquier otro lugar no tendría el mismo sentido.

En definitiva, pequeña joya de la narrativa visual patria. Buenos guiones, buena dirección, magníficas interpretaciones y el broche definitivo de los brillantes diálogos entre los dos principales protagonistas.

Indudablemente diez sobre diez. Con Grandinetti y con Peña no hay que echar mucha más leña.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Rita (Serie de TV), by Christian Torpe

Bueno, tengo que confesar que no he visto la serie entera, de hecho no he llegado a la segunda temporada. Se me atragantó desde el principio, y nada más he tenido curiosidad por ver el último de la temporada final para comprobar que la cosa terminaba más o menos como yo pensaba. Me he ahorrado cuatro temporadas interminables, y efectivamente no iba mal encaminada.

Rita me pareció desde el minuto cero insoportable. Tirana y castigadora. La típica tía que si trabajara en mi curro me pondría lo más lejos posible de ella. Interesante ver cómo en sus relaciones con los hombres todos ellos caen rendidos a sus pies y sufren como cerdos mientras ella, indolente, les da  cuartelillo según se levante más o menos benévola. He pasado bastante vergüenza viendo a los elementos masculinos, la verdad, que no quedan muy bien parados en la serie. Christian Torpe se llama el creador del invento, y haciendo honor a su apellido deja a sus congéneres como Cagancho en Almagro.

Incluso el look de Rita me provocaba rechazo. Y no es que sea fea la muchacha, ni mucho menos. Al revés, Mille Dinesen es una tía bastante atractiva. Pero esa melena rubia a lo Yoli Tenacillas, esas sempiternas camisas de cuadros que le han puesto, los vaqueros con más mierda que el palo un gallinero y las chupas imitación a cuero, con taconcitos de media altura, qué repelús, por diooooos. Casi tanto como las también sempiternas bermudas del novio, el director del colegio. Las bermudas con camisa y jersey de invierno. Madre míaaaaaa, qué horroooooor. Juro que el espanto estético que he sufrido no tiene parangón.

Y aparte de lo meramente físico, luego está la condescendencia con la que trata a los personajes evidentemente menos atractivos y menos talentosos que ella, alguno de los cuales casi bordea la deficiencia mental, como el caso de la compañera gordita que siente adoración por Rita. O como su alumnado, ese montón de adolescentes y niños de distintas edades que sienten una especie de veneración inamovible hacia las formas poco ortodoxas de la profesora rebelde. Me parece todo tan alejado de la realidad, desde el alumnado a los profesores, empezando por esas pasiones desaforadas que va despertando la protagonista a su paso. Pero qué les pasa a los daneses?

En fin, esto ya es spoiler. Tengo que decir que en el episodio final el director del colegio ya no lleva bermudas. No sé en qué momento ni por qué razón se las quita pero no deja de ser un alivio para la vista.

Rita también se quita por fin las camisas de cuadros. En alguna escena se ve que las ha metido todas en una bolsa, tal vez en algún episodio decidió que debía cambiar de look por el bien de la humanidad. Menos mal. Me traían toda frita las camisas de la Rita.

miércoles, 11 de octubre de 2023

Sequía (Serie de TV), by Joaquín Llamas, Oriol Ferrer

A ver, yo me puedo creer todo lo que me echen si le pongo ganas, pero exijo que se lo curren un poquito por lo menos. Y en esta serie hay tres fallos fundamentales que no puedo ni voy a perdonar. A saber:

1. Lo primero que, sabiendo que la acción transcurre entre las ciudades de Cáceres y Portugal, en el guion me intenten hacer creer que están al lado una de la otra, como a un cuartito de hora escaso. Y claro, tienes la extraña sensación de que tan cerca no deben de estar, y entonces te vas a Google y buscas la distancia y resulta que están a más de tres horas en coche, como tú ya te imaginabas. Pero entonces no te cuadra ni de lejos que los protagonistas se pasen el día yendo de una ciudad a la otra como si se tratara del pueblito de al lado.

2.  La inspectora que lleva el caso es una pipiola a la que perfectamente podrías vestir de Primera Comunión y daría el pego. Entiendo todo el rollo ese del empoderamiento femenino y demás, pero ya vale de intentar hacernos comulgar con ruedas de molino, haciéndonos creer que investigaciones policiales de calibre mayor, en cooperación con la policía del país vecino, las puede llevar una tía recién salida de la Academia.  En cambio, el inspector del país vecino es un señor cercano a la cincuentena (de hecho, lo normal en un caso así) con un amplísimo historial en casos de homicidio. Pero por qué hasta en la ficción siempre tenemos que ser tan gilipollas?

3. Fueraparte la inspectora, y otros cuantos personajes para echarles de comer aparte (lo de Rodolfo Sancho convertido en Curro Jiménez 3.0 es de verdad para echarse a llorar, a reír o a las drogas), de verdad me quieres hacer creer que encuentras unos cuerpos asesinados hace 35 años y que los tienes ahí a pelo en una sala de disección del anatómico forense contaminándose de todo, en unas camillas bien aireaditos, con todo el mundo pasando por allí y sin una llave, ni un triste pestillo ni una mininevera para tenerlos un poquito frescos por lo menos? Es que de verdad, yo sé que estamos en el país que estamos, y que todos nos hacemos una idea del chapucerismo patrio, pero tanto cuesta hacer las cosas con un mínimo de pulcritud, sentido común y pundonor, aunque sólo sea en la ficción?

En fin, tratándose de una coproducción hispano-lusa, quiero creer que las responsabilidades podrían estar repartidas a partes iguales. Aunque los realizadores, Joaquín Llamas y Oriol Ferrer, son muy y mucho españoles, y por cierto, bastante curtiditos en series patrias de renombre (Acusados, Sé quién eres, Entrevías...). Tengo que confesar que no he visto ninguna de ellas, pero desde luego como se parezcan en algo a ésta, madre mía del amor hermoso, en manos de quién estamos. No dejo de hacerme cruces por tanta falta de luces. 

martes, 3 de octubre de 2023

El cuerpo en llamas (Miniserie de TV), by Laura Sarmiento

No cabe duda de que la figura de Rosa Peral es fascinante.  Es un personaje ideal para una serie, ahí Netflix ha estado al loro para que no le levanten la historia, aunque a estas alturas ya se han escrito libros, se han hecho documentales y el tema está más que trillado. Lo que no se había hecho hasta ahora era ficcionarlo, y en mi opinión el resultado es un tanto mosqueante.

Naturalmente al terminar la serie no me podía perder el documental de "Las cintas de Rosa Peral", en el que la propia Rosa habla a cámara y cuenta su versión de los hechos, proclamándose una vez más inocente. Es el cierre perfecto de la serie porque se pone claramente de manifiesto la capacidad de convencimiento que tiene esta mujer. Estoy segura de que cualquier persona que se tire una hora hablando con ella empieza a poner en duda todo lo que cree saber. Si no fuera por la cantidad de pruebas que existen de esa capacidad suya de tener engañado a todo el mundo al mismo tiempo sería relativamente fácil exculparla.

La serie ha dado lugar a un debate interesante sobre si en su momento pudo influir en el veredicto y la condena la reconocida promiscuidad de Rosa. No lo creo; lo que sí influye sin duda es la personalidad volátil, caprichosa y egocéntrica que muestra con todo el mundo, y muy particularmente con los hombres con los que se relaciona. Por eso el personaje es tan apasionante, por su complejidad psicológica, su pasmosa seguridad en sí misma y en su capacidad de convicción. Estoy segura de que siempre pensó que podría imponer su historia sobre la de Albert. La sentencia debió de ser un verdadero shock para ella.

Hablamos de una mujer que no sólo planeó el asesinato de su novio, implicando a su amante, sino que  para más delito intentó inculpar a su ex marido, es decir, vengarse de una tacada de todos. Ahí hay nivel, sí señor.

En cuanto a los actores principales, a mí me ha gustado Úrsula Corberó como intérprete de Rosa. Refleja muy bien esa ambivalencia del personaje, su poder de seducción junto con su lado oscuro, manipulador, retorcido. Es una mujer con muchísimas aristas, un caramelo para cualquier actriz. En cambio Quim Gutiérrez no me ha convencido nada. El personaje es mucho menos atractivo, ya lo sé, pero es que parece de verdad muuuuuy tonnnnnto. Puede que en la realidad Albert sea así de soso, pagafantas y pánfilo pero es que esa nula expresividad, teniendo en cuenta lo fuerte que es la historia, me parece muy forzada, muy poco natural, nada creíble.

Contrariamente a lo que he leído en otras críticas a mí sí me ha gustado el recurso narrativo de que los protagonistas hablen a cámara para verbalizar los mensajes de móvil. Y la música me ha encantado. Esas canciones setenteras de los finales de episodio, Sergio y Estíbaliz, Mari Trini, la Jurado, con las imágenes de fondo, los primeros planos de los protagonistas, me parece que funcionan muy bien.

Pero hasta aquí llega mi entusiasmo. Tengo la sensación de que esta historia podría haber dado mucho más de sí. No quiero decir que Laura Sarmiento haya hecho un mal trabajo, pero es que la cantidad de matices que tienen todos los personajes yo no los he visto reflejados, salvo en Rosa. Úrsula Corberó lleva todo el peso. Ni los padres parecen reales ni el ex marido ni siquiera el difunto, ni mucho menos el personaje de Albert. También las fechas son como muy inconexas, queda una sensación como de que no sabes con quién estaba en cada momento, si en el tiempo llegaron a coincidir las tres relaciones o incluso más, nada de eso queda claro.

Tengo la extraña impresión de que esto no es algo casual sino que la autora pretende que haya un toque de ambigüedad,  que intenta oscurecer los hechos para que al espectador le surjan dudas sobre la culpabilidad de Rosa, dudas que se ven incrementadas con el visionado posterior del documental de las cintas, ya totalmente destinado a exculparla con toda claridad. Y veo en todo este aparataje un intento de manipulación que no me ha gustado nada de nada de nada. 

En definitiva, Úrsula muy bien, la música ideal, la historia apasionante, pero... no he caído de un ciruelo y esto me suena a camelo.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Néboa (Serie de TV), by Xosé Morais, Víctor Sierra y Alberto Guntín

Nos encontramos ante el típico producto televisivo de crónica negra que se caracteriza por un paisaje brumoso, unos personajes muy tortuosos que casi nunca se ríen y todos tienen un montón de cosas que ocultar, y un misterio sangriento que resolver. En este caso, para darle más vidilla aún a la cosa, el trío Lalalá de creadores, Morais, Sierra y Guntín, se montan también un triple misterio, uno por cabeza. Resulta que el crimen actual (ocurrido en 2019) es un calco de una cadena de crímenes cometidos en 1919 y repetidos en 1989. Vamos, que en la isla esta, Néboa, cada X años aparece un tarado que se dedica a asesinar a cinco personas, siempre cinco, disfrazado con una careta de Urco, que por lo visto es un personaje popular de la cultura tradicional gallega. El sujeto en cuestión aprovecha las fiestas de carnaval, en las que todo el mundo va bien camuflado, para perpetrar sus crímenes y así darle mayor suspense a la cosa.

A ver, el argumento en sí mismo es tan rebuscado, lioso y rocambolesco que la credibilidad desde el minuto uno queda bastante en entredicho. Y ya cuando aparece la inspectora de la Guardia Civil, que no es otra que Emma Suárez, acompañada por su hija adolescente, que la trae con ella porque el novio le ha pegado una paliza y para quitarla del peligro no se le ocurra nada mejor que traérsela al curro en una isla en la que hay un asesino en serie suelto, pues mira, ya apaga y vámonos. La teniente todo el día de arriba abajo, la niña sola en el pueblo, relacionándose alegremente con los sospechosos como si nada, la madre pasando olímpicamente de la criatura, en fin, un despropósito tras otro de principio a fin.

Luego, para darle al lugar un aspecto lo más tétrico posible ponen constantemente una niebla que no se ve un carajo. Bueno, no ves un carajo tú, que eres el espectador, porque la teniente ve perfectamente con una linternita de éstas mini que se suelen tener en casa por si se va la luz. Y la tía se pega unos tutes de correr por mitad del monte con esa niebla espesa que tú no te puedes explicar cómo es posible que no se pegue un guarrazo detrás de otro. Otro despropósito.

Luego hay otra inspectora, interpretada por Isabel Naveira, esta perteneciente al paisanaje isleño, que se encarga también del caso pese a que su marido y su hijo están entre los principales sospechosos. Una cosa como muy loca, porque como todo el mundo que haya visto alguna vez una serie de polis sabe, un detective cuya familia está implicada en un caso es apartado inmediatamente del mismo. Bueno, pues aquí no, aquí la señora empapándose de todo y luego yendo tranquilamente a su casa a comentar el tema con la parentela. De verdad, se han jartao de chinchón pa escribir este guion?

El mafioso local, que por supuesto se dedica al narcotráfico, como no podía ser de otra manera en la costa gallega, es el principal sospechoso, y sus fechorías con las drogas dan lugar a la obligada trama paralela que nunca puede faltar en un thriller a la española. 

Y luego tenemos la otra trama, la de la niña y el novio maltratador, que tampoco falte nunca la dosis de violencia de género en un producto nacional, por favor. Luego pasa lo que pasa, que ganamos un Mundial de fútbol femenino y al final el evento pasa a la historia por un beso. Como dijo el poeta, por un beso de la flaca aquí liamos la traca. 

En fin, que la serie, a pesar de todos los despropósitos, cumple con su función de entretener, pero muy poco memorable, la verdad. Por cierto, tengo que decir que yo al tercer episodio ya tenía calado al asesino.  Y hasta aquí puedo contar.

miércoles, 23 de agosto de 2023

La caza. Guadiana (Miniserie de TV), by Agustín Martínez y Luis Moya

Este es el fin de una trilogía, de momento, mientras a los creadores no les dé por seguir viajando por territorio patrio.  Por ahora tenemos caza en Monteperdido (Pirineos), Tramuntana (Baleares) y Guadiana (Huelva).

Me he pensado bastante si hacer una crítica por cada una de ellas o limitarme a la entrega final, que es lo que he decidido hacer porque a fin de cuentas esto es un conjunto, hay una autoría común y un hilo argumental que justifica una crítica única. Aunque muchos de los personajes cambien hay una protagonista indiscutible, que es Megan Montaner, la sargento Sara Campos, y hay unos creadores, Agustín Martínez y Luis Moya, y también hay un proyecto general que abarca las tres temporadas y que se desarrolla a través de las distintas tramas argumentales.

Pienso que la serie va en cuanto a calidad in crescendo y que en la última entrega lo termina dando todo en tensión, suspense y vueltas de tuerca. A ver, y hay que reconocer, que tampoco es posible menos verosimilitud. Me temo que tendré que espoilear para decir por qué.

Cosas comunes a las tres historias: escenarios naturales maravillosos, personajes oscuros y cierto mensaje buenrrollista.  Por ejemplo, el problema de la salud mental de la sargento Sara Campos. A ver, lo digo sin ningún tipo de acritud. Solo de pensar que haya alguna chiflada como esta mujer en la Guardia Civil, con un arma al cinto, sin ningún tipo de control ni de sus superiores ni de ella misma, se me ponen los pelos como escarpias. Que no es que yo tenga nada contra las personas que no están bien de la cabeza. Me parecen superrespetables, pero hombre, de ahí a darles una placa, una pistola y dejarlas ir por la vida haciendo justicia va un trecho. Gente que lo mismo te ve a ti que ve la cara de su padre que ve a un fantasma y habla con él. No sé, me inquieta sumamente la idea.

También en la última historia, la del Guadiana, el protagonista es un chaval bastante piradete que hace once años perpetró una matanza en el mercadillo de su pueblo en la que murieron tres personas, medio pueblo prácticamente porque casi todos son familia. Cuando el muchacho sale del psiquiátrico y vuelve a su casa la sargento no entiende cómo es posible que le caiga tan mal a sus vecinos, tanto él como su familia, que por cierto, en todos esos años no ha visto la necesidad de mudarse a otro sitio a pesar de que absolutamente nadie les dirige la palabra, qué sorpresa. No sé, como que a la inteligentísima sargento Campos le  extraña sumamente la falta de popularidad de esta familia, incluso el padre del chico asesino encuentra de lo más incomprensible que sus vecinos de enfrente, a los que su hijo mató durante la carnicería aquella, no le tengan muchas simpatías. Se ve que como el muchacho no mataba por gusto sino porque estaba un tanto perjudicado y tenía alucinaciones pues los vecinos del pueblo tendrían que haber recibido su vuelta a casa entre vítores y aplausos o algo así. Todo como muy loco, de verdad.

Aparte de esto tengo que decir que en esta última entrega la dicción de los actores es de pura pena. Amigos, como andaluza que soy, tengo que elevar una protesta por lo cochambrosamente que se imita el acento andaluz por parte de los actores españoles. No se entiende absolutamente nada, harían falta subtítulos para enterarse medianamente de la trama. Y lo peor no es eso, lo peor es que los mismos actores andaluces impostan nuestro modo de hablar de una manera bochornosa, como si tradujeran primero del andaluz al madrileño y después de vuelta pero ya con el filtro de la finura castellana. Oigan, un poquito de pundonor, hagan el favor, que tampoco es tan complicado.

Bueno, al espoiler. No termino de entender,  aparte de muchas otras cosas, por qué Alicia se carga primero al guardia Víctor y luego ya al final a su novio de toda la vida, Diego. Víctor no sabía que ella era el famoso Duarte, y Diego no iba a hacerle nada, solo le estaba pidiendo que se entregara. Habría bastado con tirarle al agua, salir corriendo y pasar de él. Da la sensación de que la chica sale de su encierro con unas ganas locas de cargarse gente compulsivamente a diestro y siniestro, sin razón alguna. En fin, todo un despropósito. Desde luego entre la sargento Campos y sus diálogos fantasmas, el niño esquizo y la personalidad múltiple del enigmático Duarte, es para comerse el coco que hayan juntao tanto loco.

miércoles, 19 de julio de 2023

El pacto (Serie de TV), by Pete McTighe

Advierto que esta crítica se basa exclusivamente en la primera temporada de la serie, que es la que he visto.

De principio a fin no le encuentro pies ni cabeza a la historia. Intentaré explicarlo sin espoilear. Voy a contar solo cosas que ocurren en el primer episodio, que conste.

Un grupo de señoras van a una cena de empresa una noche y allí coinciden con el jefe, que es un cabrón de aquí te espero y al que todas ellas tiene motivos para odiar, unas más que otras. Como el tío está totalmente borracho, casi inconsciente, deciden gastarle una bromilla en plan gamberrete. Lo meten en el maletero, lo llevan al bosque, le bajan los pantalones y le hacen unas fotos. Luego lo dejan allí y se van tan ricamente a sus casas. Pero claro, al rato les entran remordimientos, que si hace mucho frío, que si a ver si al cabronazo le va a pasar algo... venga, vamos a recogerlo. Y cuando llegan se lo encuentran fiambre, palmatoria total. 

Y aquí es cuando empieza el flipe. En lugar de llamar a la policía y decir lo que ha pasado, ya que ellas no han hecho nada delictivo, todo lo más una broma de mal gusto y punto, deciden pactar que van a ocultar lo ocurrido. Y todo esto partiendo de que ellas están seguras de que ha muerto de una sobredosis o de un infarto. Además el marido de una es policía. Qué sentido tiene el lío en el que se meten?

Vale, una de ellas tiene antecedentes. Pongamos que a esa la quitan de en medio, que dicen que la llevaron a casa más temprano porque estaba borracha. Se puede entender. Pero qué hacen las demás montando el pollo que montan? Que además se embrolla cada vez más de una manera un tanto inverosímil, por no decir kafkiana. Las señoras resultan tener un montón de secretos, cada final de episodio pega un giro de guion que te quedas ojiplática, y esto no hay por dónde agarrarlo. En fin, que por una broma de nada se lía la gran chingada.

El tal Pete McTighe este tiene que ser un auténtico personaje. Y sin embargo la cuestión es que la historia, pese a su surrealismo, engancha una barbaridad, como suele pasar con todas las tramas que están constantemente dando vuelcos. Pero las cosas como son, un poquito de verosimilitud no le vendría mal.

Hay otra temporada y voy a ver si me engancho también. Por lo visto es una historia totalmente distinta, ya que ésta ha tenido un desenlace cerrado y bien cerrado. Creo que le daré una oportunidad.

miércoles, 28 de junio de 2023

Días mejores (Serie de TV), by Cristóbal Garrido

La serie parte de una buena idea: un grupo de personas que se conocen en una terapia de duelo. Quién no ha pasado alguna vez por la muerte de un ser querido? Siempre reconforta ver este tipo de productos dramáticos porque te sientes acompañada en el sentimiento. Pero la cuestión es que esa buena idea inicial va a desembocar, como era de esperar, en lo que desembocan casi todos los productos made in Mediaset, o sea, en una buena dosis de sentimentalismo barato, enredos amorosos (bastante previsibles) y situaciones absurdas de nula verosimilitud.

Desde un punto de vista narrativo, la elección de personajes no está mal, y en esto hay que felicitar al creador, Cristóbal Garrido. Son variopintos y su diversidad da bastante juego. Son cinco: una chica joven cuyo novio ha muerto y le ha pedido que se insemine de él para tener un hijo póstumo; una treinteañera que acaba de perder a su marido por muerte súbita; un músico argentino que vuelve para cuidar a sus hijos adolescentes cuando la madre de los chicos muere; un empresario bastante insoportable que también acaba de enviudar y que es odiado por sus hijas; y por último la terapeuta, interpretada por Blanca Portillo con su solvencia habitual. Ésta también tiene su propia historia de terror particular, que saldrá a la luz en uno de los episodios. En mi opinión la suya es la mejor historia, la más creíble y la que menos se presta al esperpento.

Confieso que nunca he asistido a una terapia grupal, por tanto no puedo hablar por experiencia, pero de lo que deduzco por la serie es algo bastante chorra. La gente va allí y cuenta cómo le va y el resto del grupo, empezando por la terapeuta, le dan consejos que parecen salidos de un manual de autoayuda, del tipo: tienes que perdonarte, tienes que hablar con tus hijos, si quieres puedes, tienes que empezar a vivir, con el tiempo te darás cuenta de que, no te machaques, sal con tus amigas... En fin, nada que no puedas leer tranquilamente en tu sofá por cinco euros, o incluso gratis en cualquier web de asesoramiento emocional.

Me imagino que el truco está, más que en las chorradas que se dicen unos a otros, en tener la sensación de que esa gente te comprende bien porque ha pasado por lo mismo que tú. De ahí que en la serie se establezcan rápidamente entre los personajes unos lazos amistosos, casi familiares, que en cualquier otra situación resultarían muy poco creíbles, dadas las distancias tanto sociales como culturales como de personalidad que los separan.

En fin, no voy a ser mala del todo, creo que se puede aprobar, porque la cuestión es que entretiene, que si podemos pasar por alto las situaciones más rocambolescas y vamos al meollo de la historia, lo cierto es que una puede identificarse con facilidad con uno u otro personaje en distintos momentos. También hay toques de humor que ayudan a tragar la pastilla. Y aparte de Blanca Portillo, una actriz que siempre eleva el nivel de cualquier producto, destaca también el trabajo de Francesc Orella, un actor de reparto habitual en ficciones nacionales, que aquí hace de empresario malafollá con bastante acierto, vamos, que el tipo consigue caer como el culo. El resto la verdad es que ni carne ni pescao, ni fu ni fa, ni chicha ni limoná. Ni cuadrao ni redondo, aprobao mondo y lirondo. 

viernes, 2 de junio de 2023

Ozark (Serie de TV), by Bill Dubuque, Mark Williams

Tengo que reconocer que Ozark entretiene, al menos en la primera temporada. Pero yo diría que va ostensiblemente de más a menos. Conforme va embrollándose la trama de una forma completamente demencial vas desconectando poco a poco de la historia, hasta que al llegar a la última temporada ya es que ni te acuerdas de cómo terminó el último capítulo que viste ni te importa, y te da todo igual. Sólo piensas que vaya coñazo, que a ver cuándo acaba ya el rollo este y que vaya plasta de historia se han montado Williams y Dubuque, los creadores del engendro, a los que maldices una y otra vez.  Luego me he enterado de que Jason Bateman, el protagonista, también está bastante implicado como productor ejecutivo, director y guionista, así que lo maldigo igualmente, aunque sea a posteriori.

Al principio mola ver cómo la familia protagonista intenta llevar una vida más o menos normal, a pesar de la particular manera con la que se ganan la vida. Pero a medida que los peligros van aumentando y la historia se va embrollando cada vez es menos creíble todo. Están amenazados por un cártel sin compasión, por la mafia local de la isla, por el FBI, por algún que otro loco random, aparte de los líos en los que se meten por las gilipolleces que hacen los niños, que como adolescentes que son tienen una importante pedrada encima. Y por no tener no tienen ni un triste guardaespaldas ni un sistema de seguridad en la casa, que encima es toda de cristaleras. Le abren la puerta a cualquiera, salen y entran de noche y de día sin molestarse ni en echar un vistazo a ver si hay alguien vigilando. La gente es asesinada a cascoporro a su alrededor y ellos tan tranquilos, como si nada. La madre cuando sale le dice al niño: no veas la tele hasta muy tarde, no olvides apagar el horno y no comas mucha pizza. Vamos, lo que le puede decir cualquier dependienta del Carrefour a sus hijos cuando se va a currar.  En fin, un despropósito total.

Para terminar, a los niños dan unas ganas de inflarlos a hostias que te mueres. Y ya si ves la serie doblada peor, porque el que dobla al niño o está muerto o catatónico o bajo los efectos de algún estupefaciente. No he visto jamás un doblaje más plano, con menos expresividad y más narcotizante.  Sólo quieres irte para la pantalla y zamarrear a la criatura para hacerla reaccionar. De verdad, debe de haber cientos de actores de doblaje en paro. Quién contrató a ese malaje para hacer este doblaje?


lunes, 10 de abril de 2023

Ginny y Georgia (Serie de TV), by Sarah Lampert

Reconozco que me he divertido bastante viendo la serie, y que incluso me ha sabido a poco. A ver cómo os cuento sin hacer espoiler. Venga, allá voy.

Georgia es la madre de Ginny y de Austin. Son hijos de distintos padres y los tres mantienen una relación familiar un tanto "especial". Georgia tiene un pasado bastante turbio del que nos vamos enterando poco a poco. En resumidas cuentas, ha pasado casi por todo, abusos, malos tratos, embarazo adolescente, pero ha conseguido salir adelante con sus hijos casi milagrosamente, en parte gracias a una personalidad bastante psicopatilla. Vamos, que no se le ponga nadie por delante ni que vea ella que sus hijos corren el menor peligro.

Por su parte, Ginny es una adolescente brillante, buena estudiante, hija ejemplar. Ya un poco cansada de ir de ciudad en ciudad sin enraizarse en ninguna parte. Y cuando parece que por fin empiezan a asentarse en esta última localidad, los fantasmas del pasado de Georgia, que son muchos y variados, reaparecen.

En fin, la historia tiene de todo un poco, una relación muy peculiar entre madre e hija (nada que ver con las chicas Gilmore, por favooooor), unos personajes también bastante extravagantes (insoportables las amigas del insti de Ginny), conflictos adolescentes varios (autolesiones, trastornos alimentarios, distintas modalidades sexuales, conflictos raciales, amoríos de todo pelaje...), mucha diversidad, como en casi todas la series actuales, gente de distintas razas (demasiadas para resultar creíble), discapacitados (hay una familia entera que usa el lenguaje de los sordomudos), cuerpos no normativos, como se dice ahora... vamos, que no se deja un colectivo atrás.

A mí este tipo de esfuerzos por meter con calzador a tanta peña diferente me rayan bastante, pero bueno, ya estoy acostumbrada, y no voy a dejar que ese exceso de pundonor me fastidie una buena serie. Y creo que la autora crea una historia  al menos pasable, aunque muy irregular. Hay episodios muy buenos y otros que se hacen larguísimos, algunos también mixtos, con partes estupendas y otras infumables. Concretamente todo lo que tiene que ver con Ginny y sus superamiguis es francamente asqueroso, jartible y repulsivo. Una panda de pijas que, de verdad, hacen que una entienda esa costumbre que tienen los americanos de vez en cuando de entrar con un fusil en un instituto y liarse a tiros.

Pero una cosa que Sarah Lampert hace muy bien es cebar los episodios. Casi todos los finales son geniales, tiene unos giros de guión brutales y eso se agradece muchísimo en este tipo de historias. Los adictos a ver las series del tirón van a tener difícil no engancharse y ver ésta en un finde, con los parones justos para ir al baño o para abrir la puerta al repartidor de pizzas. 

Recomiendo encarecidamente pasar rápidas las partes en las que se juntan las amiguis adolescentes, para ir directos al grano. Os prometo que no os perderéis nada y que la serie gana un montón así. Siempre tenéis tiempo, si sentís curiosidad, de volver atrás y recuperar algunos de sus absurdos diálogos de pijidisminuidas neuronales. Éste es mi veredicto final. Si te saltas lo coñazo hasta puede molar mazo.

jueves, 9 de marzo de 2023

Somebody Somewhere (Serie de TV), by Rob Cohen y Jay Duplass

Jamás pensé que me pudiese gustar tanto una serie en la que la inmensa mayoría de los personajes son frikis. Gente poco atractiva, incluso marginal, con vidas no demasiado interesantes que sin embargo atrapan desde su sencillez rural.

Son sólo 7 episodios, al menos en esta temporada, aunque espero que haya más en el futuro. La protagonista es una señora obesa, con una vida bastante aburrida, que no encaja demasiado en el entorno. Pero de repente descubre a una pandilla de seres igualmente desubicados que se reúnen en un local cercano y que han encontrado en ese extraño grupo una especie de familia en la que refugiarse del rechazo social exterior.

Sorprende que en una pequeña comunidad rural de la América profunda pueda haber tanta diversidad, pero bueno, si hacemos un esfuerzo para obviar la poca probabilidad de que eso ocurra, se puede disfrutar un montón viéndola. De hecho, la serie es tan cortita que sabe a muy poco. Además los episodios no pasan de media hora, con lo cual te la ventilas en un pispás.

Tengo que felicitar a los directores, Cohen y Duplass, por haber plasmado con gracia, talento y sin grandes pretensiones esa sencilla vida rural, los avatares de la complicada familia de la protagonista y las intrincadas relaciones interpersonales que se producen entre ellos. Ya digo que se tocan todos los palos: la homosexualidad, el alcoholismo, la infidelidad...

Lo mejor de la serie son esos fantásticos nuevos amigos que de repente entran en la vida de Sam. Sobre todo para mí el gran descubrimiento ha sido Jeff Hiller, que interpreta a Joel, ese amigo incondicional, maravillosamente loco, friki y divertido que todo el mundo querría tener. Porque teniendo a Joel de amigo lo demás importa un higo

viernes, 3 de marzo de 2023

La rebelión de las chicas buenas (Serie de TV), by Dana Calvo

Es un alivio viajar a los orígenes del feminismo cuando la lucha por la igualdad de derechos era algo real, pequeñas batallas diarias que requerían una energía sobrehumana, y no ese invento mamarrachil en el que se ha convertido el feminismo 3.0 este que actualmente nos abochorna a muchísima gente. 

Tengo que decir que la serie me ha encantado. La ambientación (esa redacción de revista maravillosa, con sus máquinas Olivetti, sus lamparitas de mesa, el humo de los cigarrillos... una fantasía total), el vestuario (completamente enamorada de los vestidos, las botas y la bisutería de la hippi Patti, mi favorita entre las chicas buenas), las referencias de la cultura pop setentera (bebidas, comidas, música...), en definitiva, me ha gustado todo.

Hay quien la compara con "Mad men", y sí, es posible que sea un referente, pero para los que amamos los 70, la música, la moda, la estética en general, esta serie es un regalazo. Es como transportarte mentalmente a esa década, disfrutando de todas esas pequeñas cosas que la hicieron tan especial. Claro que eran tiempos difíciles para las mujeres, pero también fue una época de apertura mental increíble, de grandes avances y enormes conquistas: el descubrimiento del sexo libre, la llegada de los anticonceptivos, esas canciones que reclamaban continuamente libertad, paz y amor. En fin, que todo eso era tan novedoso, tan genuino, tan revolucionario, que se echa de menos algo parecido en estos tiempos de aborregamiento colectivo, la verdad.

Dana Calvo construye una historia muy bien hilada. Esa redacción en la que la testosterona lo rige todo, en la que los hombres son los que escriben y las mujeres trabajan para que ellos puedan escribir.  Por supuesto, la gloria es para ellos, y el curro menos gratificante para ellas. Hasta que algunas empiezan a mosquearse, a enterarse de cosas, por ejemplo, de los sueldos que ganan sus compañeros, a organizarse, y deciden rebelarse contra la injusticia. Como decía al principio, nada que ver con ese feminismo militante actual cuyo principal reclamo es decir todo el tiempo "compañeros, compañeras, compañeres". Es volver a la esencia del movimiento, a la autenticidad, recordar por qué hacía tanta falta, y cuántas cosas han cambiado para llegar hasta aquí.

He leído que la serie fue abruptamente cancelada por una acusación de abuso sexual a uno de los productores. Una verdadera lástima, porque la historia promete un montón. Sería una gran noticia que alguien se atreviera a retomarla y nos obsequiara con unas cuantas temporadas más. Personalmente me apuntaría a verlas sin dudarlo. Con la de porquerías que se prolongan incomprensiblemente en el tiempo, por fin algo que me mola y un señor saca su cola. Porca miseria!

martes, 21 de febrero de 2023

You (Serie de TV), by Greg Berlanti y Sera Gamble

La cosa prometía los tres primeros capítulos pero... lo siento, no he conseguido pasar de la primera temporada.

El psicópata Joe, un tipo obsesivo, enfermizo y cansino hasta la extenuación, se enamora de una tía sosa, tonta y neurótica a más no poder en el primer episodio, y a partir de ahí no deja de hacer gilipolleces para ligarse a la tipa, alejar de ella a cualquiera que pueda hacerle la más leve sombra y acosarla a todas horas del día, de la noche y de la Internet.

Y mi pregunta principal es: este capullo cuándo coño trabaja? Se pasa la vida persiguiendo a la señora esta y a sus amigas, a su psicólogo, a sus ex novios, a cualquiera que se le acerque. Se planta una gorra y ya pasa desapercibido en todas partes, aunque se ponga a medio metro. Escucha las conversaciones de la novia en mitad de pubs insoportablemente ruidosos aunque esté en el séptimo pino, como si la voz de ella y de sus insufribles superamiguis pudiera traspasar los cientos de decibelios del local para llegar hasta él. 

No sé qué pretenden demostrar Berlanti y Gamble con esta mamarrachada pero conmigo lo único que han conseguido es convertirme en una psicópata mucho peor que el protagonista.  Porque yo me desharía sin el menor reparo de toda esa gentuza sin el menor escrúpulo. No tendría ni que asesinarlos, los mandaría a todos durante un fin de semana a una isla desierta, a ellos solos, y los dejaría devorarse unos a otros, matarse de sopor o volverse locos con sus respectivas neuras de pijos.

El actor protagonista, Penn Badgley, tiene menos carisma que una piedra pómez. Dónde quedaron esos maravillosos psicópatas que nos apasionaban con sus maldades, como Hannibal Lecter? Este tío no da ni miedo, da más risa que otra cosa, cuando no directamente pena, todo el día detrás de la rubia, babeando como un gusano, pelotilleando a las amigas para hacerse simpático... un plasta nivel Dios.

He sido incapaz de pasar de la primera temporada porque no hubiera podido soportar otra sesión de arrastramientos, humillaciones y persecuciones del gorrilla chiflado este. Ni más fiestas de pijas, hipsters e influencers. Ni más bostezos.

En definitiva, amigos, que hasta para ser un loco hay que comerse algo el coco.

miércoles, 8 de febrero de 2023

El baile de las luciérnagas (Serie de TV), by Maggie Friedman

Me gusta esta historia. Me gusta la estructura, me gustan esos saltos temporales abruptos y me gusta esa amistad por encima de todo de las protagonistas. El contraste entre ellas, cómo se complementan, cuánto se quieren. Me gustan esas escenas en las que un personaje entra por una puerta y la acción salta en el tiempo por la ventana. 

Katherine Heigl y Sarah Chalke tienen chispa, funcionan como pareja. Y Maggie Friedman construye una historia interesante, a ratos apasionante, siempre intensa.  Hasta ahí todo perfecto.

Lo que me cuesta creer es que una amistad, por muy fuerte que sea, consiga superar el hecho de que el marido de una de ellas haya estado siempre enamorado de la otra. Puede que superen el hecho de que una sea más guapa, más alta, más exitosa, más popular, más brillante... pero lo del marido lo veo muy difícil. 

Tully y Kate están en las antípodas. Todas hemos tenido una amistad así en algún momento. Pero ninguna amistad puede soportar unas condiciones de desigualdad tan fuertes. Hay un punto de irrealidad en esta historia que hace que no termine de colar, pese a sus múltiples atractivos. Tully es demasiado perfecta, incluso con sus defectos, y Kate sólo podría haber existido a la sombra de su amiga. Cuando la autora pretende hacerla brillar es cuando la cosa chirría.

Vamos a ver, seamos claros, ningún hombre en el mundo se enamoraría de Kate pudiendo estar con Tully. O seamos aún más claros, sí es posible, pero sólo si Tully lo rechazara o no pudiera tener acceso a ella. Y mucho menos ese pedazo de maromo que es el marido de Kate.

Queremos creer que todo es posible pero en realidad no lo es. Kate tiene muchas virtudes pero es apocada, no tiene iniciativa, es sumisa, va siempre a la zaga de su amiga, no destaca en nada. Tully lo invade todo física, intelectual y emocionalmente. Tiene madera de líder, es rebelde, no se deja manipular, su personalidad es arrolladora y es materialmente imposible que pase desapercibida. Señores, señoras, señoros, Kate no es una opción, Kate sólo puede ser un descarte. 

Así que, pese a que la serie me ha gustado, me ha enganchado y me parece muy recomendable como ficción, encuentro que ese punto de irrealidad le quita algunos puntos. El contraste entre ambas amigas quizás podría haber sido más creíble si no hubiese sido tan radical. En definitiva, perdona que te lo diga, no me creo lo de esta amiga. 


viernes, 20 de enero de 2023

Machos alfa (Serie de TV), by Laura Caballero y Alberto Caballero

A ver si consigo terminar esta crítica sin recurrir a la abominable palabra que empieza por "empode" y termina en "ramiento".

Yo me he reído muchísimo con la primera temporada de esta serie, lo reconozco. En absoluto coincido con los que la critican por ridiculizar a los personajes masculinos porque los femeninos no se quedan muy atrás. La insoportable influencer, la señora casada que pierde el culo por un cachas, la que intenta exprimir a su ex usando a la hija como elemento de extorsión, la obsesionada por el sexo, las sucesivas taradas que uno de los protas conoce por Tinder... es que no hay por dónde pillarlas. La única que medio se salva es la hija adolescente que le busca novia al padre, que parece ser la más madura de todos.

Todos los personajes femeninos abusan de una u otra forma de sus parejas. Ellos dan bastante penita, la verdad. Y se agradece que, para variar, dejen de darnos la chapa con el pensamiento único, aunque paradójicamente para ello el recurso sea precisamente una supuesta crítica al "macho alfa". De hecho, yo al principio tuve muchas reticencias a ver la serie precisamente porque el título me echaba para atrás. Pensaba que probablemente sería un panfleto feminecio insoportable. Pese a ello le di una oportunidad, y me alegro porque me ha sorprendido agradablemente.

Evidentemente se trata de una parodia de la realidad, por tanto, todo es muy exagerado, pero perfectamente reconocible en el mundo actual. Los hermanos Caballero tienen una marca muy característica, tanto las situaciones que crean como los personajes suelen ser caricaturescos. Y tienen muy bien pillado el humor del gran público. A base de situaciones rocambolescas, enredos de vodevil y diálogos ágiles conectan muy bien con el espectador medio, que busca entretenimiento sin muchas complicaciones, sencillamente echarse unas risas sin complejos.

De todos los personajes me produce especial ternura el que interpreta Fele Martínez, ese señor de aspecto bonachón, amante esposo, impecable padre de familia, amable, trabajador, buen amigo... prácticamente la encarnación viva de la nueva masculinidad, que recibe como premio a su intachable comportamiento una coz como la copa de un pino. Y es que... trae más cuenta ir de machote que ser un buen muchachote.

sábado, 7 de enero de 2023

Días de navidad (Miniserie de TV), by Pau Freixas

1. Tengo que reconocer que el guion de esta historia es bastante rocambolesco, empezando por la propia locura cronológica. Hay tres episodios que representan tres navidades distintas en la vida de unas hermanas. Se supone que se sitúan en la adolescencia, la edad adulta y la vejez. Bueno, pues lo que en edad real supondrían 90 años de vida en la serie se reducen a 50. Y así tenemos a las hermanas en los años 40 con 15 años y en los dos mil con 65 aproximadamente. Que cómo lo han hecho? Pues ya me gustaría preguntarle la receta a Pau Freixas, el creador, porque a mí tampoco me importaría quitarme 25 añitos de encima así de un plumazo. Que me cuente el secreto.

2. Tengo que reconocer igualmente que los personajes son totalmente estereotipados. La hermana atontá, la rebelde y la feminista, el guardia civil cabrón de toda la vida de Dios, la inevitable mujer maltratada... Todos diciendo exactamente lo que se espera de ellos, sin saltarse una coma ni un punto ni medio párrafo. Hay poco lugar para la sorpresa, ésa es la verdad.

3. Y finalmente tengo que reconocer que algunas escenas son verdaderamente sonrojantes. Que he sentido a ratos una vergüencita ajena bastante considerable. Quien vaya a ver la serie que no siga leyendo este párrafo, pero concretamente la de la madre contándoles su secreto a las hijas en el comedor, segundos antes de desmayarse de la emoción, es para mear y no echar gota.

En fin, amigos, que la serie tiene bastantes lagunas, lagunillas y lagunones y que adolece de un montón de defectillos, y no tengo reparo en reconocerlos. Sin embargo he decidido darle una buena nota porque hay otros factores que, a mi parecer, compensan esos otros fallos. Paso a enumerarlos:

1. El elenco, sobre todo femenino. No puedo dar un voto negativo a un trabajo en el que han conseguido reunir a actrices de la talla de Charo López, Ángela Molina, Victoria Abril y muchas más, no voy a nombrarlas a todas. Baste decir que es lo mejor de lo mejor de lo mejor del cine español, tanto en talentos jóvenes como en consagrados. Sólo el hecho de ver a todas estas pedazo de mujeres juntas hace que merezca la pena tragarse los tres episodios, por muchos saltos cronológicos raros que haya, por mucho que los personajes no hagan justicia a sus intérpretes y por mucho que algunos diálogos  puedan hacer ruborizar a una cabra. Sigue valiendo la pena. Mención aparte merece la gran Verónica Forqué, que creo que hace aquí su último trabajo como actriz.

2. El marco idílico. El sitio es espectacular, la fotografía maravillosa y la decoración de la casa una pura fantasía. Teniendo en cuenta que soy una friki de la Navidad, que me encantan las pelis de sobremesa con profusión de adornos navideños, de luces, de arbolitos, de verdes, rojos y dorados, no puedo evitar sentirme agradecida de que por fin tengamos nuestra serie autóctona navideña. Y aunque no se canten los villancicos de nuestra tierra, aunque es verdad que el ambiente está un tanto americanizado y aunque sé perfectamente que es imposible decorar una casa en la vida real de esa manera, yo he disfrutado muchísimo con toda esa ambientación tan propia de estas fechas.

3. Por último, no puedo dejar de referirme a las reminiscencias cinematográficas tan evocadoras de la serie. Yo describiría la historia como una mezcla de "Mujercitas", "Secretos del corazón" y "Belle époque". Cierto es que carece de la calidad de todas ellas, pero ya sólo el intento de conjugar esas tres historias, hacer un totum revolutum y entregarnos el resultado, invitándonos a recordar grandes momentos de ese cine lleno de sentimientos, emociones y vivencias familiares, hace que tenga que dar las gracias a Pau Freixas por este trabajo. En definitiva,  podría resumir la experiencia como un "fin de fiesta navideño con un reparto de ensueño".