viernes, 15 de diciembre de 2023

Noche y día (Serie de TV), by Lluís Arcarazo y Jordi Galcerán

No sé si terminaré de ver esta serie o me quedaré en el capítulo ocho, que es por donde voy ahora mismo. Porque aunque es de lo más bochornoso que me he encontrado en la vida la cosa es que me he picado y quiero enterarme del final del puto psicópata protagonista y la no menos chiflada señora que estudia los cadáveres de sus víctimas. 

La cosa va de una médico forense que está en plena crisis matrimonial y para solucionarla no tiene mejor cosa que hacer que someterse a una fecundación in vitro con el fin de tener un niño con el marido, un ejecutivo agresivo que es un pedazo cabrón de aquí no te menees, pero que tiene muchas ganas de ser padre.

Por otra parte tenemos a la misma médico forense que por el día parece una señora seria y formal, superprofesional que te mueres, y por la noche se transforma en pendón verbenero, se va follando todo lo que se menea y luego tiene unos remordimientos que pa qué.

Para empezar, algo fundamental, el tema del idioma. La serie es catalana, está rodada en catalán y subtitulada al español. Hasta aquí todo bien. La cosa empieza a chocar cuando te percatas de que en una sociedad bilingüe como es la catalana todo el mundo habla en un único idioma, naturalmente el catalán. De repente aparece una asistenta hispana y vemos por fin que hay alguien ahí que habla en español. Qué ilusión. Pero no, porque en el mismo capítulo o el siguiente vemos que los protagonistas también hablan con toda soltura en inglés, francés, árabe y vasco. De hecho hablan con más soltura en esos idiomas que en español. Pero vamos a ver, señores Arcarazo y Galcerán, qué nos quieren contar?

De verdad que no era mi intención al empezar a ver esta serie buscarle vueltas para hacer sangre por ser catalana. Más bien al revés, me gusta verla en versión original subtitulada porque me encanta escuchar la lengua catalana y ponerme a prueba, a ver si la entiendo más o menos. Pero es que no me puedes convencer de que en Cataluña todo el mundo habla todo el tiempo catalán. Porque sé que no es verdad.

Y lo sé por muchos testimonios de personas catalanas que te dicen que allí se hablan indistintamente las dos lenguas, empezando por los propios independentistas que defienden el hecho de que en la escuela se den casi todas las asignaturas en catalán con el argumento de que el español está completamente normalizado en las calles. Si esto es así, cómo se explica que en esta serie nadie, salvo una asistenta sudamericana, hable español ni de casualidad?

Y si eso choca y tienes la sensación de que te están tomando el pelo o de que la cosa está politizada al máximo (cosa no demasiado extraña viniendo de donde viene), luego cuando te pones a ver escenas verdaderamente ruborizantes ya es que te puedes morir de la pena. Lo cierto y verdad es que me he puesto muy colorada viendo esta mamarrachada.

Pondré algunas escenas a modo de ejemplo para que os hagáis idea del tremendo despropósito guionístico. Pero no tengo más remedio que pasar a spoiler.

(Spoiler)

1. La escena en la que la forense persigue al psicópata mataviejas, se baja del coche, se monta en el del tío y le hace una manola. Pedazo bochorno nivel Dios.

2. Lo del forense haciéndose amiguito de su hija por el Facebook (una niña de 16 años metida en el Faceboook, que es el Imserso 2.0!!!! Pero dónde coño vive esta gente??) y la niña enamorándose del papito. Me sonrojo con solo recordarlo.

3. La señora del juez yendo a hablar con la amante en el restaurante. Un diálogo absurdo y esperpéntico  que haría morirse de vergüenza a una cabra. "Él es mío, señorita.-  Señora, si no le importa.-  Pero él me quiere a mí.-  Pero es mi marido y me pertenece. - Señora, si lo ama déjelo ir. - Ahora es tarde, señora, ahora nadie puede apartarlo de mí". Dioooooooos, para este culebrón decimonónico, por favooooooor!!

4. El colmo del despropósito es el episodio en el que el tipo mata a una mujer, se tira dos horas limpiando las huellas dactilares, pero al salir del piso se queda encerrado en el ascensor. Salen todos los vecinos en tromba, ven que hay un señor encerrado y van a buscar a la Presidenta de la Comunidad, que no es otra que la muerta. Como no abre la puerta acuden a la hermana, que vive arriba, y al abrir la puerta se encuentran con la difunta. Cuando se dan cuenta de que el que está en el ascensor es el asesino lo persiguen arriba y abajo dándole al botón, hasta que el tipo consigue salir, huir por la terraza y saltar al edificio de al lado. Vamos, no había visto yo cosa igual ni en "La que se avecina". Esperpento máximo.

lunes, 11 de diciembre de 2023

La Mesías (Miniserie de TV), by Javier Ambrossi y Javier Calvo

La verdad es que no doy crédito al exitazo que tienen los tíos estos. O sí, en un país donde reina el papanatismo en general y el estético en particular cualquiera que haga algo que se salga un pelín de la norma en seguida despierta la admiración del personal.

Calvo y Ambrossi son sin lugar a dudas dos tíos creativos y cachondos, que al igual que en su día hiciera Almodóvar, han sido capaces de hacerse muy identificables en sus trabajos. El común denominador es la locura y la excentricidad. Y eso hasta cierto punto puede resultar divertido. Hasta que se te va la pinza y te conviertes en cansino y aburrido.

Yo reconozco que no había visto antes nada de ellos y, dada la experiencia, es difícil que vuelva a repetir. Cuando empecé esta serie no me gustó, pero a partir del capítulo en el que aparece Lola Dueñas conseguí engancharme. Me parecía divertidísimo el tono que le da al personaje. Me partía el culo viéndola hacer el gesto de comunicación con Dios. Y en serio, esperaba que la tónica siguiera por ahí.

Vana esperanza. No voy a hacer spoiler porque además los dos últimos capítulos me parecieron de una pesadez apabullante. Cuando se hace cargo del personaje mesiánico Carmen Machi, actriz que normalmente no me disgusta, pierde todo el encanto que le daba Dueñas. Ya la acción se disloca por completo y la señora da más pena que otra cosa. Los diálogos dejan de tener el menor sentido, nada de lo que ocurre en esos dos últimos capítulos tiene pizca de verosimilitud. Da la sensación de que los creadores quieren terminar la historia y no saben cómo, y se ponen a dar bandazos de guion alucinantes. Los dos hijos mayores hacen una cantidad de gilipolleces que, incluso dentro del mundo de irrealidad en el que transcurre el relato, son completamente demenciales.

Se les va la olla y se les va la historia de las manos. El personaje protagonista pierde la magia, ya nada es creíble, el tiempo pasa tan lentamente que parece que no pasara, y los bostezos llegan a Mesopotamia.

Y esto es todo lo que puedo decir. Solo puedo finalizar afirmando taxativamente que... aunque a ratillos te rías es un truño la Mesías.