lunes, 11 de diciembre de 2017

Arrugas, by Ignacio Ferreras

De verdad esta película tiene casi un 8 de media en Filmaffinity? En serio los espectadores no han sido capaces de ver la cantidad de topicazos que se gasta en torno a la vejez, las terribles y desoladoras residencias de ancianos, la soledad y el atroz egoísmo de los hijos?

Desde el minuto cero el mensaje es el mismo: llegar a viejo es una puta mierda principalmente porque en cuanto empiezas a joderle la vida a los hijos ellos te van a aparcar en el primer sitio que encuentren donde no puedas molestarlos y no volverán a verte jamás en la vida, salvo el día de Navidad, si es que se dignan a ir.

Alguien ha tenido un familiar en una residencia de verdad? Porque no he leído ni visto en ninguna parte ningún espíritu crítico sobre este planteamiento completamente falaz.

La pura realidad es que la mayoría de las personas cuando llevan a sus padres o familiares a una residencia (en los casos que  van involuntariamente porque hay muchos viejos que lo tienen claro y que lo ven como una posibilidad de seguir siendo independientes y no tener que compartir casa con hijos, nueras, yernos y nietos) es porque la situación les supera por completo y ya no pueden hacerse cargo en condiciones de esa persona. Porque no pueden abandonar sus trabajos, porque todas las demás soluciones les han fallado, porque son incapaces de atenderlo todo y porque consideran que es una buena solución.

Y no los llevan a la primera residencia que encuentran. Antes buscan entre las mejores y muchos se gastan un verdadero pastizal en pagar lo mejor de lo mejor, aunque se tengan que endeudar para dejar a su familiar en un sitio digno en el que ellos mismos quisieran estar algún día.

Y la inmensa mayoría de los hijos va a ver a sus padres siempre que puede, se turnan entre ellos para que nunca falte una semana sin visita y sin paseo y siempre que la persona esté en condiciones la sacan de la residencia para hacer cosas juntos.

Esa imagen tristísima de abandono absoluto que plantea Ferreras, imagino que siendo fiel al cómic de Paco Roca, es el tópico más infumable sobre la vejez. Ni todos los viejos que están en residencias parecen muebles aparcados que se limitan a dormitar o a ver enajenados la televisión todo el tiempo ni todos los hijos son unos desagradecidos y unos desaprensivos que sólo quieren quitarse una carga de encima. Demos gracias a que por lo menos a los trabajadores de la residencia los ha salvado de la quema y no los ha pintado como fieros celadores que maltratan a los ancianos al estilo "Alguien voló sobre el nido del cuco". Es lo único que le ha faltado.

Me parece una película muy triste, incluso hiriente. No solo por el tema que trata (el Alzheimer efectivamente no es un asunto agradable) sino por la visión completamente errada, simplona e injusta que da de una realidad mucho más compleja que afecta a muchísimas personas y que cada cual afronta como buenamente puede. Y más triste aún es el hecho de que a la mayoría de la gente le ha gustado la película porque le parece que da una imagen ajustada a la realidad. Madre mía, lo que es no tener ni puta idea de algo!

La segunda parte, la de la amistad de los dos viejos, es algo menos cargante y tiene momentos emocionantes y hasta divertidos pero ya es difícil que remonte porque el conjunto da la visión que da y hace el juicio que hace. No hay redención posible, por muy simpático que nos resulte el vejete argentino y por mucha ternura que despierte el que tiene Alzheimer.

En definitiva, una película simple para gente que guste de estereotipos fijados en el subconsciente colectivo y que no quiera complicarse mucho la vida.


miércoles, 30 de agosto de 2017

Ma ma, by Julio Medem

Vamos a ver, Julio Medem, varias cosas:

1. El "Carpe diem" es más viejo que el cagar. Hay que innovar un poco.

2. Meter y matar a Penélope Cruz en una peli no te garantiza una buena peli.

3. Ofrecerle una mierda de papel a Luis Tosar y que te lo acepte es una gran putada.

4. Transforrmar algo tan serio como el cáncer en una performance flower power es burdo y ruín.

5. Que tu ginecólogo te cante to loco en un karaoke es más para llorar de risa que de emoción, palabrita.

Julio, haz un favor al mundo: CAMBIA DE OFICIOOOOOOO!

domingo, 30 de abril de 2017

El próximo año a la misma hora, by Robert Mulligan

Una película de Robert Mulligan preciosa, inteligente, llena de sentido y sensibilidad. Una historia sencilla que cuenta algo tal vez inverosímil (no es fácil mantener el amor y los sentimientos viéndose tan solo una vez al año) pero que refleja perfectamente lo que es enamorarse cuando ya tienes tu vida hecha y no deseas romper con ella pero tampoco quieres renunciar a vivir ese amor.

Inteligente porque cuenta un amor extraconyugal de una forma totalmente distinta a la habitual. Es maravilloso cómo los protagonistas viven su historia, cómo se cuentan sus secretos matrimoniales, sus más íntimos pensamientos, sus vivencias familiares... No hay nada de sufrimiento, no hay dramones, no hay tragedias, no hay sordidez, algo tan frecuente en las historias de infidelidades; solo hay amor, simplemente amor, un amor sin intereses ni compromisos, un amor perfectamente limpio, libre y puro, sin obligaciones de por medio. Ninguno siente celos del cónyuge del otro, más bien al revés, sienten incluso afecto, como siendo conscientes de que comparten algo muy importante.

La película, que es una adaptación de una obra teatral y se nota bastante, se estructura en cinco "actos", que nos muestran el encuentro de los protagonistas también cada cinco años. En cada uno de ellos hay una pequeña introducción donde se ven imágenes de los hechos históricos que han marcado esa época y luego aparecen ellos en esa encantadora cabaña en la que se encuentran. Los vamos viendo evolucionar, crecer, adaptarse a las modas, cambiar de ciudades, de trabajos, envejecer...  pero siempre con ese maravilloso amor a tiempo parcial de trasfondo.

Mis frases favoritas:

- Estamos en un lío:  me he colado de ti pero soy feliz estando casado.

- Por un hermoso fin de semana cada año sin ataduras ni responsabilidades. Gracias, Doris.

- Si no consigues que me ría sustitúyelo por un beso.

Cosas con las que me quedo:

- Los diálogos en los que se cuentan cada año lo mejor y lo peor de cada cónyuge.

- Los intercambios de fotos de los niños.

- Los cambios de look de Ellen Burstyn. Un repaso maravilloso a la moda de tres décadas.

- El año de la impotencia de George y del embarazo de Doris. Un episodio precioso.

- El momento en el que George rompe a llorar por su hijo.

- La canción "The last time I felt like this I was falling in love".

- El final.

Y por supuesto Alan Alda y Ellen Burstyn, que dan vida a esos encantadores amantes de cita fija anual que ya nunca olvidaré.

sábado, 15 de abril de 2017

El cebo, by Ladislao Vajda

Desde que vi "El juramento" de Sean Penn tenía el firme propósito de ver la película original en la que se basa, que no es otra que "El cebo" de Ladislao Vajda. Ahora he tenido la oportunidad y aquí estoy.

A mí que me digan bruta, ignorante o lo que quieran pero yo me quedo con el remake. Principalmente porque creo que la peli de Vajda ha envejecido fatal. Puede que una sea benévola con los filmes antiguos y les perdone muchas cosas por obviar los anacronismos pero en este caso es que da hasta risa.

Para muestra un botón: la conversación del comisario con su amigo psiquiatra de verdad es para pasar a los anales del humor. Suena a sketch de José Mota, sólo falta la vieja del visillo:

- Qué opinas del dibujo de la niña?

- Que el gigante es un hombre malo.

- Háblame de él.

- Probablemente está casado con una mujer dominante, posiblemente muy habladora, que lo humilla constantemente, y que es más culta que él o más rica.

- Sigue. Crees que tiene hijos?

- No, si tuviera hijos no podría hacer algo así.

- Gracias, amigo, creo que ya tengo el perfil del asesino.

Juaaaaaaaaaasssss! Y a partir de ahí el comisario se pone a buscar como un poseso señores con esposas marimandonas y sin hijos. Todos los demás descartados.

Y cuando por fin aparece el asesino resulta que... tachán tachán tachán... cuadra con el retrato robot del psiquiatra como si lo hubiera visto por una bola de cristal: un señor muy grandote y pelín borderline con una señora que es la versión años 50 de la señorita Rottenmeyer, Y por supuesto sin hijos propios, faltaría más!

En fin, he leído por ahí que a muchos niños de los 60 esta peli les dio un montón de miedo. Y no me extraña, es una peli perfecta para dar miedo a un niño pazguatillo y asustadizo de los años 60. A un niño del siglo XXI le puede dar sueño. Y a un adulto como mucho un ataque de risa.

viernes, 14 de abril de 2017

Un ángel pasó por Brooklyn, by Ladislao Vajda

Si obviamos que estamos hablando de una peli de los años 50 y que inevitablemente  tiene el toque de ñoñería propio del cine de la época, tengo que decir que "Un ángel pasó por Brooklyn" es una gran película. Y lo es por varias razones, a saber:

1. El perro. Calígola se llama. Es la principal razón por la que la he visto y por la que he disfrutado. Ole y ole y ole por Calígola. Y por el adiestrador que haya estado detrás de su magnífica interpretación. La mejor, con diferencia, de toda la peli. Me quito el sombrero. Estaré como un cencerro, pero lo mejor... el perro.

2. Peter Ustinov. Después de  Calígola lo mejorcito. Ustinov en realidad desaparece en gran parte de la película pero es tan intensa su presencia tanto en el principio como en el final que me resulta difícil imaginar a otro actor en el papel. Qué cara de sieso, madre mía!

3. Pablito Calvo. No soy muy fan de los niños actores pero tengo que reconocer que este chiquillo me gusta. Cuando era pequeña vi "Marcelino pan y vino" y claro, me encantó, pero siempre pensé que era la única película del chaval. Aquí me gusta más si cabe, porque al ir la historia de una amistad perruna me conmueve todavía más.

Me ha gustado mucho el final. No es cuestión de destriparlo pero me estaba temiendo que el personaje de Ustinov se volviera insoportablemente asqueroso en el desenlace.

Y qué va! La escena en el viejo solar entre Ustinov y Pablito de verdad no tiene precio. Muy bien Ladislao Vajda. Una forma preciosa de terminar una historia de amor maravillosa.

Confieso que he llorado.

lunes, 27 de marzo de 2017

Los amantes del Pont-Neuf, by Leos Carax

9 elementos clave que no pueden faltar en una película de culto francesa de pro:

1. Guarrería. Que todo se vea sucio y asqueroso a más no poder.

2. Cochambre. Entorno ruinoso, que se caiga a pedazos. Cuanto más moho mejor.

3. Fealdad. Ambiental y humana. Un actor simiesco como Denis Lavant ayuda bastante.

4. Miseria. Ideal sacar albergue para mendigos y que éstos tengan sarna y roña tutiplén.

5. Vino peleón. A ser posible envasado en garrafa de plástico y que se beba a morro.

6. Frío. Si puede ser que transcurra en invierno y que a los actores les salga vaho por la boca.

7. Delirium tremens. Ayuda bastante que los protagonistas tengan visiones inquietantes.

8. Andrajos. Importantísimo que la ropa esté lo más raída posible y combine como el culo.

9. Piojos. Que viendo los pelos se intuyan aunque no se vean propiamente dando saltitos.

Con estos ingredientes y la firma de un director considerado "de culto", como es Leos Carax ya está prácticamente todo el trabajo hecho y varios Césares y premios internacionales garantizados. Palmas de oro, Baftas, Oscars...

Ah, también hace mucho que salga Juliette Binoche, y si puede ser pelín estropeadilla y con aspecto de estar pasándolas muy putas. Aunque pensándolo bien... hay alguna película francesa en la que no salga Juliette Binoche? 

Podéis llamarme insensible, cardo, bruta, gañana o ceporra pero a mí las historias de amor me gustan con un poco menos de guarrerismo y de cutrez. Ya nada más empezar cuando sale el bus municipal recogiendo por la calle a lo más mejorcito de la ciudad para llevarlo al albergue y proceder al despioje y desinfección de la fauna local supe sin lugar a dudas que terminaría muerta de asco y despotricando. Y aquí estoy.

domingo, 26 de marzo de 2017

La chica del tren, by Tate Taylor

Terminé ayer de leer el libro de Paula Hawkins y estaba loca por ver la peli. La novela es un best-seller típico, con mucho suspense y gran capacidad de enganche. No está mal escrito de todas formas, tiene una fórmula que casi garantiza el éxito: una intriga relatada desde tres puntos de vista, tres mujeres que tienen un vínculo entre sí, y con muchos saltos en el tiempo. Y aunque es una novela aparentemente muy cinematográfica a la hora de la verdad la adaptación es difícil porque siempre es complicado trasladar al cine la complejidad de una trama novelística.

No acostumbro a comparar versiones literarias y cinematográficas porque creo que son dos lenguajes totalmente diferentes. Sin embargo en este caso he leído el libro y visto la película con tanta cercanía temporal que no puedo evitar haberme sentido impresionada por el excelente trabajo de adaptación que ha llevado a cabo Tate Taylor.

Mis felicitaciones más entusiastas al guionista. Capta perfectamente la desesperación de Rachel por no poder recordar, su angustia por las lagunas mentales que no le permiten ver con claridad qué ha ocurrido, qué ha visto, qué ha hecho ella. Capta la confusión de Megan, sus contradicciones, sus miedos... Y capta la angustia de Anna cuando empieza a comprender que su vida no era tan idílica como ella creía.

Todo esto ocupa muchas páginas en el libro y está relatado de una determinada manera que en la adaptación cinematográfica tiene por fuerza que comprimirse en X escenas. Y a mí ese proceso de compresión me ha parecido excelente. Magistral incluso.

Por último destacar a Emily Blunt en el papel de la alcohólica Rachel. En la novela el personaje es un auténtico despojo humano y físicamente está descrita como lo peor de lo peor, lo que es una persona deteriorada al máximo por el alcohol. Lo que es asombroso es que Blunt, una tía preciosa, consiga sin muchos aspavientos que se vea en ella esa degradación física que está tan perfectamente descrita en el libro.  Muy buen trabajo, Emily.

jueves, 16 de marzo de 2017

Tarde para la ira, by Raúl Arévalo

Requisitos básicos para hacer un buen thriller a la española:

1. Actor protagonista con cara de póker, que no se le mueva un músculo de la cara, que sonría lo mínimo, a ser posible nada. Una sola sonrisa, una leve mueca, pueden arruinar el resultado final.

2. Diálogos oscuros y a ser posible enunciados en voz muy baja de forma que al espectador le cueste entenderlos. Es un elemento importante perderse un 25% de lo que se dice por que los actores hablan en susurros. Sobre todo en los diálogos de cama es importante que no se entienda ni papa. Ni aunque lo pases para atrás 15 veces y arrugues mucho los ojillos, es esencial que no te enteres de nada. Así además se estimula la imaginación y la perspicacia del espectador.

3. La chica de la discordia. Sin tensión sexual no hay thriller que valga. La chica naturalmente debe sonreir igual de poco o nada que el protagonista. Aunque acaben de echar tremendo polvo tiene que seguir pareciendo que vienen de un funeral. Los polvos tienen que ser tristes, tirando a dramáticos.

4. Un montón de testosterona a punto de explotar. Los tíos tienen que ser muy tíos, muy machotes, y a la sola vista de un cuchillo o una pistola que se les salte la vena y se vea ostensiblemente que están a punto de agarrar el arma y perpetrar una masacre.

5. El elemento sorpresa que hará flipar y correrse de gusto a los amantes de los giros inesperados. Debe descubrirse poco antes del final y dejar con la mandíbula colgante al espectador. No lo bastante sorprendente como para resultar increíble pero sí que sea algo completamente inesperado.

Raúl Arévalo tiene claro cómo es la película que quiere hacer y consigue hacerla, por ese lado chapeau. Probablemente es el cine que le gusta a él y a un montón de gente. Lo que pasa es que para mí este tipo de películas sigue un patrón rígido e inamovible que me resulta muy cansino.

Y ahora creo que es inevitable plantear mi final alternativo a esta sarta de topicazos. Ahí va un posible desenlace almodovariano para esta historia que yo creo que le daría mucha vidilla:

Antonio de la Torre se hace amiguete de Luis Callejo y una noche de luna llena y muchas copas descubren que se gustan, se abalanzan el uno sobre el otro, se comen la boca y consuman su amor. Al día siguiente Antonio se levanta y se lanza a la calle escopetado a comprarse una minifalda, unas plataformas y un pelucón, se afeita la barba y para cuando Callejo se ha despertado está hecho un pedazo travestorro de aquí te espero. Callejo lo flipa e inmediatamente se arrodilla y le pide en matrimonio, no sin antes mear abundantemente porque se acaba de levantar y tiene la vejiga llena a reventar. La chica, después de haber esperado 7 años a que su hombre saliera de la cárcel, se queda compuesta y sin novio y acude al First Date a buscarse otro pidiendo en la solicitud que le lleven a un tío atrozmente feo del que no pueda enamorarse nunca ningún otro cliente de su bar.

lunes, 13 de marzo de 2017

Un monstruo viene a verme, by Juan Antonio Bayona

Esta película para reflejar exactamente lo que es debería titularse: "Un monstruo coñazo viene a verme por las noches y me cuenta rollos morollos, para más delito con moraleja".

La historia es la siguiente: a un niño que lo está pasando fatal porque su madre se está muriendo se le aparece un monstruo pestiño, eso sí, con gran profusión de efectos audiovisuales, y se dedica a contarle historietas a cuál más insulsa y aburrida. Si yo hubiera sido el niño le habría mandao a la mierda de momento.

Para empezar me aburren los cuentos con moraleja, porque más que moraleja normalmente suelen llevar moralina. Y éstos en particular desprenden un tufillo a lo Coelho, así como a filosofía de rastrillo, un tanto flower, relativismo moral, ya sabéis: no todo es lo que parece, lo bueno y lo malo se entremezclan... esa clase de cosas que te sueltan los colgados cuando se han fumado siete porros y están ya muy pallá.  Y las historias de monstruos en las que el monstruo no da miedo me aburren más todavía. Un monstruo que se le aparece a un niño y el niño, en lugar de acojonarse, se pone a chulearle... eso qué mierda de monstruo es?

En fin, para los que se hayan aburrido soberanamente con esta insulsa historia de Bayona de monstruos  bonachones y pelmazos propongo un final alternativo y mucho menos pasteloso:

El monstruo se pilla una papa y deja de contarle al niño historias sosainas y se pone a contarle chistes de Eugenio imitando el acento catalán. El niño se parte el culo de la risa y al menos ya que su madre se está muriendo y su padre pasa de él y la abuela es un cardo por lo menos se echa un buen rato el chaval. Luego se aprende los chistes y los cuenta él en el colegio y todas las niñas se parten el culo con él y empiezan a pedirle de salir, con lo cual se convierte en el ídolo de su clase y los imbéciles que lo puteaban se van a sus casas con el rabo entre las piernas. La madre finalmente muere pero muere feliz de ver a su niño siendo el crack de su clase y con un gran futuro como humorista. Por su parte la abuela tiene un momento freak y decide casarse con el monstruo y se compran una autocaravana y se van a recorrer mundo con el niño. Y colorín colorado esta peli se ha acabado.

jueves, 23 de febrero de 2017

Julieta, by Pedro Almodóvar

Ya he dicho otras veces cuando he hablado de Almodóvar que a mí lo que me gusta de él es su vena gamberra y cómica y que nunca o casi nunca me dicen nada sus melodramas. Si exceptuamos "Qué he hecho yo para merecer esto", que tiene una buena dosis de humor dentro del tragedión, y "La piel que habito", donde hay una historia de tensión psicológica importante, todo lo demás me suena a rollo morollo.  Soy del selecto y minoritario público que prefiere mil veces "Los amantes pasajeros" a "Volver"

Cuando este tío se pone serio y empieza a intentar analizar la psique de sus personajes femeninos me aburre soberanamente. No sé qué clase de tías habŕa conocido él pero yo no conozco a gente así. Yo no conozco a tías que se tiran años conviviendo con una pareja y en todo ese tiempo nunca le han dicho que tienen una hija a la que hace años que no ven. Esas tías no existen más que en la imaginación de Pedro y además no hay Cristo que se las crea.

De todas formas esta vez la película no iba mal del todo. Había conseguido hasta intrigarme la cosa de saber qué es lo que le pasa al personaje de Emma Suárez, que por cierto hace lo que puede con su trabajo siempre impecable pero no consigue darle credibilidad ninguna. Podría llegar a creerme el sentimiento de culpa de Julieta por lo del hombre del tren, incluso por lo de su marido... pero lo de la niña? De qué viene ese sentimiento? Y lo de no decir nada sobre ella en todos los años que convive con su nuevo marido es pura entelequia. Sencillamente imposible, siendo algo que la tiene marcada para siempre y que condiciona profundamente su vida presente.

Pero bueno, como digo no era de las veces peores. En un momento dado pensaba hasta aprobar la película  (y en esto Emma tiene mucho más que ver que el propio director). Ahí estaba en la duda, cuando de repente... el final.

(Atención!!!!!! Spoiler)

No soporto estos finales, no los trago, me dan ganas de coger la tele y estrellarla contra el suelo. Qué es eso de terminar la peli en el coche con ese absurdo diálogo entre Emma y Grandinetti???  Yo necesito finales de verdad! No hace falta que el personaje se muera ni nada por el estilo, pero al menos si has planteado un nudo quiero un desenlace. Llamadme carca, antigualla o lo que queráis. Si el nudo es la brusca desaparición de la hija y la tragedia personal de Julieta, quiero ver ese reencuentro. No hace falta ni que hablen ni que lloren ni que se abracen ni nada, pero quiero verlas juntas. Quiero ver sus miradas, quiero ver sus expresiones, quiero sentir que la película ha terminado de verdad y que no me están tomando el pelo una vez más con uno de esos finales abiertos que dejan al espectador con la boca abierta y la triste sensación de haber caído en una trampa. Y por eso, Almodóvar, una vez más en uno de tus melodramones infumables te digo... VETE A LA MIERDA!!!!!

martes, 21 de febrero de 2017

Jackie, by Pablo Larraín

Realmente no entiendo muy bien qué le pasaba a esta mujer. Llamadme insensible, animal, burra o lo que queráis, pero... de verdad mudarse de casa cuando eres inmensamente rica y quitarse de encima a un marido cabroncete que le hizo pasar humillaciones multitudinarias en cantidades industriales (recordemos el Happy birthday de Marilyn y pensemos en la carita que se nos habría quedado a cualquiera de nosotros si nos hubiera pasado algo así retransmitido en vivo y en directo para el mundo mundial y en diferido para toda la posteridad)... de verdad eso es para pasarse los días con esa cara compungida de cordera degollada?

Hombre, yo puedo entender que plato de gusto no es ir en un coche con tu marido y que de repente se lo carguen en tus narices y te caiga encima su cabeza llena de sangre y que tengas que recorrer unos cuantos kilómetros con el difunto bañado en sangre en tu regazo. Y si para colmo te paras a pensar que de haber errado el tiro una mijilla el asesino, la difunta podrías ser tú... la verdad es que se tiene que poner el cuerpo bastante malito. Tiene que ser un disgusto importante.

Pero hombre, sabiendo como a estas alturas sabe todo el mundo, la clase de relación que tenían estos dos, intentar que nos traguemos que esta señora tenía un disgusto tremendísimo por haberse quitado de encima a esa joya de marido... venga ya!

Si lo que pretendía Pablo Larraín era que nos compadeciéramos de la pobre Jackie después de su tragedia, en mi caso lo que ha conseguido es que me descojone del personaje. Esta mujer era realmente así de lela o es que el director y el guionista le tienen manía?

Por ejemplo, las preguntitas de la señora. Cuando le dicen que van a hacerle la autopsia al difunto le pregunta a un irreconocible Peter Sarsgaard con cara permanente de pasmarote lo siguiente: "Pero de verdad hay que hacerle la autopsia? Es totalmente necesario? "

No hija, no, no es necesario. Solo es el presidente de los Estados Unidos y lo acaban de asesinar. Para qué le van a hacer la autopsia? Para saber la munición de las balas, y la trayectoria de entrada y salida del cuerpo? Para poder averiguar desde dónde le dispararon y detener al asesino? Qué gilipollez! Qué coño va a ser necesaria la autopsia?

Y todo lo que habla en la película por el estilo. Una lumbrera desde luego no parece que fuera. En fin, entre eso y los kilos de laca que lleva encima, que en toda la película no se le mueve un solo pelo ni siquiera en el momento del asesinato ni en la carrera posterior en el descapotable.

Y lo del vestidito, qué me decís del vestidito? Se tiró la colega todo el día, hasta que llegó por la noche a su casa, con el mismo trajecito lleno de la sangre de su marido asesinado. Es que a nadie de todo el séquito que llevaba encima se le ocurrió  traerle otro vestidito para que pudiera quitarse el ensangrentado? Pues no. Y no sólo eso, sino que ya no es que no se duchara para quitarse de encima la sangre; es que ni siquiera se lavó la cara con agüita del grifo. Todo lo que hizo fue quitarse a lo mecagüen los churretes con un pañuelito mojado, eso sí, teniendo mucho cuidado de no estropearse el maquillaje. Dí que sí, hija, antes muerta que sencilla. Qué más dan unos churretones de sangre más que menos, si una consigue mantener su peinado y su maquillaje impolutos?

En fin, un horror de tía, un esperpento, mucho peor de lo que había imaginado sobre ella, que tampoco era gran cosa. Y respecto a lo más alabado, la interpretación de la Portman, ya he dicho antes otras veces que después de ver todas las semanas "Tu cara me suena" y comprobar las transformaciones asombrosas que en unas pocas horas hacen los maquilladores y estilistas con los participantes, el mérito de los actores en los biopics ha bajado para mí un montón de puntos. Si Blas Cantó en una semana de ensayos puede interpretar perfectamente a Cher o a Anastacia o a Charles Aznavour y convertirse en un clon prácticamente exacto de ellos... qué coño se va a merecer un Oscar ésta, que ni siquiera se parece un poco?

domingo, 19 de febrero de 2017

The Imitation Game (Descifrando Enigma), by Morten Tyldum

- Pienso que a veces la persona que nadie cree que es capaz de nada es capaz de cosas que nadie imagina.

Alan Turing se suicidó a los 41 años tras descifrar Enigma, el código secreto de las comunicaciones nazis durante la Gran Guerra, conseguir acortarla en aproximadamente tres años y con ello salvar a más de tres millones de personas.

Y se suicidó porque era homosexual, y a pesar de todo lo que había hecho por su país y por el mundo, fue condenado por su condición a someterse a una terapia hormonal que lo destrozó física, moral y mentalmente.

Ésta es la historia que Mortem Tyldum trae al cine y yo se lo agradezco en el alma porque no tenía ni idea de ella y me alegro mucho de haberla conocido. Hasta aquí lo bueno.

- Dígame qué soy? Soy una persona, soy una máquina. soy un héroe de guerra, soy un delincuente?

Esto se lo preguntaba Turing al policía que lo interrogó cuando fue detenido por su conducta sexual poco edificante.

Una gran pregunta, impresionante, pero que no queda resuelta, ni  siquiera medianamente en la película.

No puedes plantear una cuestión así y dejarla sin resolver, y tan siquiera sin desarrollar. Se plantea y se queda en el vacío. Ahí, en plan "piensa sobre ello, querido espectador". Y ya está?

- Si me creía Dios? No, porque Dios no ganó la guerra, la ganamos nosotros.

Eran cinco personas amantes de los crucigramas en el sur de Inglaterra que fueron captadas para descifrar códigos supercomplejos que hicieron ganar una guerra. Y sin embargo esa tensión no se siente en ningún momento, todo está lleno de tópicos infumables relacionados con la homosexualidad del genio.

Benedict Cumberbatch hace lo que puede, que es bastante, pero la historia se le escapa. Con todos sus alardes interpretativos no consigue centrar al personaje y contestar a esa pregunta que él mismo planteaba. Qué es? Un genio, un delincuente, un maricón, un héroe, una persona sin más?

Creo que la película no funciona porque a pesar de tratar un asunto apasionante, el director no consigue centrar la atención del espectador. No se sabe muy bien de qué va, si de heroísmo bélico o de tragedia personal o de psicología conductista. Eso dispersa la atención, es difícil concentrarse en algún aspecto.

Y Keira Knightley tampoco ayuda demasiado haciendo de chica no se sabe si enamorada, ensimismada, desesperada... Lo que es seguro es que está pelín hiperactuada.

La sensación que me queda es que he visto una historia que podría haber sido muy interesante pero que no ha conseguido atraparme. Que el director la ha cagado al mezclar demasiadas cosas sin darles cohesión, que la mitad de los personajes sobraban y que, pese a que adoro a Cumberbatch y me gustaría alabar su trabajo, no he conseguido entender realmente  a Turing. No sé quién fue y qué le motivaba. Y si ves un biopic y terminas no sabiendo lo esencial del personaje... para qué?  

jueves, 16 de febrero de 2017

Moonlight, by Barry Jenkins

- Eras niño de grandes silencios y ya me querías bieeeeennnnn!

- Pero qué dices?

- Estoy escribiendo el guión de una película. Se llamará "Moonlight"

- Y la vas a empezar con una canción de Julio Iglesias?

- No, pero ha sido mi inspiración. La historia irá de un niño de largos silencios.

- Qué bien! Pero algo hablará en la película, no?

- Bueno, sí, al final. Es que voy a dividirla en tres partes: Little, Charon y Black, y el chaval hablará solo en la tercera. Como colofón. Pero tampoco mucho, solo un poco, lo justo para que se vea que no es mudo.

- Vaya, qué interesante!  Y dirá algo impactante, supongo.

- Totalmente. Perdonará a todos los que lo han puteado en la vida, incluída su madre.

- Qué bonito, un perdón universal, una redención máxima. Qué gran película!

- Pues sí, así es. Al chico lo maltratarán de pequeño, lo apalearán, lo insultarán, le harán todas las putadas habidas y por haber. Y la madre pasará como de la mierda; luego un camello y su novia se compadecerán del muchacho y lo acogerán en su seno pero le seguirán apalizando sus compañeros y la madre seguirá a su bola todo el día colgada.

- Pero pelis de ésas hay ya un montón.

- Ya, pero yo añadiré un elemento más: el chaval descubre que es homosexual y el chico que le gusta también lo apalizará.

- No te estás pasando una mijilla con tanta paliza?

- No, el dramatismo tiene que ser máximo porque a la gente hoy en día es muy difícil conmoverla, tienen el corazón de piedra pómez. Yo me he propuesto remover conciencias.

- Pues igual estás apretando demasiado la tuerca.

- Qué va, me apuesto la cabeza a que las críticas serán la hostia y me darán un montón de premios.

- Si tí lo dices...

- Ya lo verás.

(Atención, spoiler)


A ver, esta historia no hay quien se la trague.  El tal Barry Jenkins este se pasa siete pueblos en su intento de convertir la vida del niño en un dramón. Solo le faltaba ser gordo y ya tenemos a Precious  pero en chico. Todavía Little y Chiron podrían ser fumables más o menos. Vale, un niño acosado, con un entorno familiar penoso, para llorar y llorar y llorar. Para inflar a hostias a la madre y a los profesores de la escuela y a los otros niños y a todo el mundo.

Pero qué coño pasa en la tercera parte? De dónde sale ese pedazo de negraco, todo músculo, todo testosterona, con pinta de rapero machoman?  Y resulta que es camello pero virgen, toma ya! Y esa absurda llamada presumiblemente redentora del cocinero dicharachero? A qué viene?

Y Teresa y su novio dónde están en Black? Por qué las únicas personas que se preocuparon por Little y por Chiron no aparecen ya en Black? Ah, claro, se trata de redimir a "los malos". A la madre yonky y al amigo traidor. Los demás como si no existieran.

Lo siento pero no entiendo nada. Esa tercera parte... ese diálogo con la madre

- Ay hijo, yo sé que no fui una buena madre y que te fallé cuando me necesitabas, pero que sepas que te he querido mucho.

- No te preocupes mamá, yo te perdono.

- Hijitoooooo, a mis brazoooooosssss!

Comooooooooorrrr????? Que a tu hijo le pegaban, le escupían, le puteaban y no tenía ni para comer mientras tú le obligabas a salir a la calle a hacer cualquier cosa para traerte dinero y poder pagar tus mierdas, y ahora resulta que estás muy arrepentida y le quieres mucho?

Si, por poner un suponer, tu padre te violaba de pequeño pero de mayor, cuando ya no se le levanta y no te puede violar porque le sacas una cuarta, te pide perdón y te dice que está muy arrepentido,.. echamos borrón y cuenta nueva y nos damos un gran abrazo paternofilial?

Pues poco más o menos ésa es la propuesta del señor Jenkins. Venga ya, hombre! Y ésta es supuestamente una de las mejores películas del año. Me puedo imaginar cómo serán las demás.

domingo, 12 de febrero de 2017

La ciudad de las estrellas (La La Land), by Damien Chazelle

Si la habéis visto por tandas porque os quedásteis sopa a la mitad.

Si la historia os parece insoportablemente soporífera.

Si Gosling, fueraparte lo bueno que está, aquí os parece un puto palo.

Si no habéis visto más que una sucesión de bonitos números musicales.

Si Emma Stone os ha resultado insoportablemente petarda.

Si creéis que un gran musical es Grease o Moulin Rouge.

Si habéis conseguido llegar a duras penas al final y encima os ha parecido un truño.

Si el derroche de color en decorados y vestuario no ha conseguido taparos lo vacuo de la historia.

Si pensáis que Damien Chazelle ha perpetrado un soberano bodrio.

Si estáis hasta el moño/nabo de oír hablar del "gran musical del siglo".

Si suscribís todo lo anterior... bienvenidos al selecto club de los que ODIAMOS ESTE TRUÑAZOOO!!!!!

jueves, 9 de febrero de 2017

Café Society, by Woody Allen

Inconfundible Allen. Su jazz, su fotografía impecable, sus decorados maravillosos del Hollywood años 30... pero sobre todo sus guiones y sus historias. Hay un toque de magia en este hombre que lo hace reconocible siempre (O casi siempre, salvo algún que otro bache que se le puede perdonar por los buenos ratos que nos hace pasar con la mayoría de sus películas)

En esta ocasión vuelve a contarnos una historia de amor, pero de esos amores que molan porque nunca se realizan del todo, y por tanto nunca sufrirán el desgaste de la convivencia ni de la rutina ni del día a día que inexorablemente lleva a la indiferencia con respecto al otro. Este amor del que nos habla Allen es de ésos que se quedan congelados en el tiempo, en un instante álgido, cuando aún no había llegado la decadencia ni ningún signo que la avanzara... esos amores que permanecen intactos en el recuerdo y que por eso nunca mueren. Los verdaderos amores eternos, que no son los de los abuelillos esos que vemos juntitos en el brasero viendo la tele o paseando a su perrito, sino que son los que esos abuelitos tienen en la cabeza y con los que les gusta soñar cada noche, los que se quedaron en el camino pero que siguen haciendo latir los corazones al recordarlos.

Preciosa Kristen Stewart, hay que ver lo que ha ganado esta muchacha con los años, y con un buen director de actores, que eso sí que lo ha sido de toda la vida el amigo Woody. Me falla la química con Eisenberg, que no me agrada demasiado porque carece del carisma que se le presupone al personaje. Pero a estas alturas eso es lo de menos porque lo que importa es ese amor que mantiene unidos en la distancia a los protagonistas, que se mantiene al margen de sus respectivas vidas pero que está siempre muy presente en su interior. Algo que hace que brille el mundo para ellos a pesar de la monotonía, la sordidez o la fealdad que a menudo les rodea.

Y cuando termina la película, como casi siempre pasa con Allen, a ritmo de un magnífico jazz se nos va dibujando una sonrisita un poco tontuna en la cara.

Es lo grande que tiene el cine, que consigue desplazarte en el tiempo y en el espacio y hacer que entres en otras vidas y en otras historias y que sufras y goces con los personajes como si fueran tus propias criaturas. Y en esta historia no podemos dejar de sentir esa nostalgia tan vívida que se refleja en los rostros de Stewart y Eisenberg cuando cada uno piensa en el otro. La magia del amor. Bien, Woody.