lunes, 25 de marzo de 2019

Feliz día de la madre, by Garry Marshall

Tres razones básicas por las que esta película es de obligado visionado:

1. Julia Roberts sale horrible con una peluca infame que destrozaría la reputación de la Cenicienta más preciada. Cuesta creer que esa mujer algún día protagonizó una película llamada "Pretty woman". Es la venganza perfecta para todas las que alguna vez la odiamos por meterse en una bañera con Richard Gere.

2. Jennifer Aniston sale casi todo el tiempo también hecha un adefesio. Otra venganza perfecta para las que durante años la odiamos por haberse metido en la cama con nuestro adorado Brad Pitt.

3. El director Garry Marshall puede contribuir enormemente al tan necesario aumento de la natalidad en el país. Es difícil resistirse a su idílica visión de la maternidad, que transcurre en hermosas casitas con preciosos jardines en los que celebrar fastuosas fiestas infantiles de cumpleaños. Entre eso y la carita de felicidad de Irene Montero desde que está perennemente preñada, la pirámide poblacional española puede aún salvarse, y con ella nuestras futuras pensiones.

Aparte de eso, una peli intrascendente más de ésas que se ven la mitad del tiempo con una sonrisita boba en la cara y la otra mitad con los ojos en blanco de la vergüenza ajena.

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