martes, 7 de abril de 2020

Historia de un matrimonio, by Noah Baumbach

No sé si Noah Baumbach es un tipo especialmente desgraciado en el amor. La cuestión es que ésta es la segunda peli que veo de él en la que aborda la cuestión de las rupturas conyugales. La otra fue "Una historia de Brooklyn", y tampoco me pareció gran cosa. Quizás ésta me haya gustado un poquito más. Pero en todo caso es un señor especializado en contar historias de hipsters con los que me identifico poco. Modernillos de vanguardia, artistas, con egos superlativos.... y bastante pirados. No hay más que ver a la familia de ella (la madre es para echarle de comer aparte).

Básicamente el problema de estos dos es que tienen un hijo y uno quiere vivir en Nueva York y la otra en California. No sé bien cómo funciona el derecho de familia en Estados Unidos, pero las conversaciones de los protagonistas con sus abogados me producen una sensación de irrealidad tremenda. Dudo mucho que una mujer que se lleva bien con su marido y le tiene algún respeto y cariño (como se demuestra en muchas ocasiones a lo largo de la película) recurra a una abogada que desde el principio deja muy claro que va a putearlo al máximo y a sacarle hasta las higadillas.

El personaje de Johansson es desde el principio completamente indefinido.  No se entiende de qué va, ni qué coño le pasa.  Actúa todo el tiempo de modo totalmente contradictorio, sin sentido. Se presta a ir a un mediador para facilitar la ruptura, escribe en un papel todas las virtudes que ve en su marido y luego se niega a leer lo que ha escrito. Dice que quiere una separación amistosa y contrata a la abogada más agresiva que encuentra, no sin antes haber consultado a un montón más para evitar que puedan ser contratados después por él. No sólo el personaje cae como el culo, es que no hay quien entienda nada de lo que hace. Yo me habría divorciado de una tía así a los dos minutos de casarnos.

La mayoría de las escenas son demenciales. Por no adelantar nada a quien no la haya visto describiré algunas en espoiler.

(Spoiler)

La escena en la que la hermana de ella le entrega a él los papeles del divorcio, montando un pollo tremendo que incluye encerrar al niño en el váter a hacer caca, porque ella es incapaz de  entregárselos personalmente, es completamente kafkiana.

Y otra para los anales es la de la asistenta social que va a observar el comportamiento del padre con el hijo. Por no hablar del doblaje de la asistenta, que parece obra de un autista, madre míaaaaa. Y el final de esa escena, cuando el tipo se corta con el abridor y en lugar de ir a echarse agua y taponarse la herida, se baja la camisa, y pone perdido todo de sangre, y al final se desmaya. Por diossssssss, quién dejaría a un crío en manos de un padre así!!

Bueno, y para qué vamos a hablar de todas en las que aparece la madre de ella. No quiero ni pensar en la clase de suegras que Baumbach ha tenido que tener para que las represente así. Me dan escalofríos de imaginarlo.

La única escena que me ha gustado es la del juicio, en la que los dos abogados empiezan a sacar los trapos sucios de los cónyuges mientras ellos miran hacia abajo cabizbajos, a ratos avergonzados y a ratos horrorizados de lo que están escuchando, de la saña y la crueldad de sus representantes legales. Es una escena terrible, demoledora, que resume perfectamente todo lo perverso que puede llegar a ser un divorcio. Pero vamos, que no salva la película, lo siento.

3 comentarios:

  1. Se rumorea que Noah Baumbach se inspiró en la historia de su propio divorcio con Jennifer Jason Leigh para hacer esta película.

    ¿Se te ocurre alguna película de tema parecido que te guste?

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    1. Sin lugar a dudas mi favorita es La guerra de los Rose.

      La más heavy de las pelis de divorcios. Genial

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    2. Kathleen Turner me pareció insoportable en esta película. De hecho es una actriz que no me dice nada, su estatus de estrella de gran belleza me parece sobrevalorado. Y por consiguiente no entiendo muy bien por qué Douglas la persigue todo el rato cuando él ya ve que ella no le quiere y el también afirmó estar harto de ella.

      Además la película tiene un toque de comedia surrealista, un humor demasiado pasado de rosca que no me terminó de agradar. Recuerdo que solo me hicieron gracia algunos momentos sueltos.

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