lunes, 7 de noviembre de 2016

El último pasajero, by Omid Nooshin

Hace unos días iba yo en el tren a trabajar como cada mañana cuando de repente me di cuenta de que los cinco minutos normales del trayecto se estaban alargando alarmantemente. En efecto miré el reloj y comprobé que llevábamos más de 15 minutos en marcha. De inmediato me levanté y me acerqué a la única otra pasajera que iba en  mi vagón, y le pregunté si no se había dado cuenta de que nos habíamos pasado la estación. Ella me contestó que no pero que sí se había percatado de que el tren tardaba mucho en llegar. Las dos paralizadas pensando cada una lo que estuviera pensando sin ser capaz de verbalizarlo, por fin después de unos minutos de tensa expectación, vimos la estación y respiramos tranquilas. Concluímos que por algún motivo habíamos venido más lentos que de costumbre, como así me confirmó luego el maquinista cuando le pregunté qué había pasado.

Lo que realmente yo pensaba es que alguien podía haber secuestrado el tren para llevarlo quién sabe dónde o estrellarlo contra quién sabe qué. Terroristas con toda seguridad. Íntimamente acepté mi destino y me preparé para morir lo más dignamente posible, aunque no miento si digo que también estuve calculando las posibilidades de pegarle un mamporrazo a la ventanilla de emergencia y tirarme en marcha.

Algo así es lo que ocurre en esta película, y por eso cuando vi de lo que iba decidí verla, más que nada por ver cómo resolvían ellos la situación y así aprender algo para un hipotético secuestro real en el futuro. Lo que pasa es que francamente veo pocas posibilidades de llevar a la práctica nada de lo que hacen los protagonistas en el film teniendo en cuenta que tienen muy poco tiempo para buscar una solución a su problema porque el choque es inminente y no se les ocurren más que majaderías. Y llegados a este punto no me queda más remedio que espoilear:

- En caso de secuestro de mi tren no pienso ponerme a hacer ojitos con otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso ponerme a ver tranquilamente numeritos de magia de otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso contarle mi vida y milagros a otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso escuchar la vida y milagros de otro secuestrado.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso echarme a dormir tan ricamente.

- En caso de secuestro de mi tren no pienso ponerme ciega bebiendo vodka con otro secuestrado. 

- En caso de secuestro de mi tren no pienso provocar una deflagración letal para separar mi vagón de los demás.

De todas las gilipolleces que podrían ocurrírsele a una persona en caso de secuestro de un tren las que se le ocurren al director este, Omid Nooshin que se llama el interfecto, las sobrepasan todas con creces. El protagonista que se pone a ligar con una tía que acaba de conocer en el tren, el niño del protagonista que a pesar de saber que están a punto de estrellarse y morir se pasa medio trayecto sobando tan tranquilo, los pasajeros que se ponen a charlar de sus vidas y a contarse sus tragedias personales hasta que uno saca unas botellitas miniatura de su equipaje y entre todos se ponen a bebérselas bien relajaditos mientras otro dice que es mago y se lanza a demostrarlo haciéndoles unos cuantos numeritos. Vamos,  que en lugar de ser un tren que en menos de un cuarto de hora va a estrellarse contra algo y todos la van a palmar parece mismamente un placentero y ameno viaje de  amiguetes en el Orient Express.

7 comentarios:

  1. Mírate 'El tren del infierno' de Andrei Konchalovski. Una película violenta, cruel, con tintes de drama carcelario. De entrada diría que es más una película para tíos, pero si la sigues con interés apreciarás la dureza psicológica que se esgrime de su simple premisa. Eric Roberts y Jon Voight fueron nominados al Oscar por ella, creo.

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  2. Vale, me la apunto también. Todo lo que sea ver pelis de miedo sobre trenes me viene ideal para alimentar mis paranoias ferroviarias.

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  3. No es de miedo, es un drama. http://www.filmaffinity.com/es/film985935.html

    Acabo de leerme la crítica que le has hecho a 'El Secreto de una Obsesión', pero veo que aquí no las has incorporado, rara avis. No he visto ni la original ni el remake, pero tu comentario me parece correcto exceptuando el apunte que haces acerca de Nicole Kidman, una intérprete que me suele convencer siempre que aparece en pantalla (más allá de por lo que a lo mejor estés pensando). Es oír el nombre de la australiana y la primera película que se me viene a la cabeza es 'El Chico del periódico', una que a tí te ha parecido una soberana mierda, peor que yo he encontrado de lo más entretenida. No obstante, en 'Malicia' (1993) en la que comparte cartel con Alec Baldwin, en 'Todo por un sueño' (1994), o en 'Brújula Dorada' (2007), independientemente de que luego la película guste más o menos, su trabajo es estupendo y la actriz demuestra ser capaz de dar la talla en los papeles principales.

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  4. Román, "El secreto de sus ojos" es una película im-pres-cin-di-ble. Cine en estado puro que no puede perderse nadie que sienta un mínimo amor por este arte.

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  5. Me gusta mucho el actor Ricardo Darín, procuraré verla este año. Ahora que no me guste, jajaja.

    El que si que tiene amor al cine para regalar es tu amigo Martínez, menuda lista que te ha mandado jajajaja. Y del tirón. Eso es no tener piedad, hacerlo a conciencia. Me gustaría saber cual fue tu pensamiento más inmediato al encontrarte con esa lista.

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  6. Magistral exposición de razonamiento lógico brindó Inma a sus lectores a las 8:40 del 25 de noviembre de 2016.

    Descartes estaría fascinado contigo.

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