En este documental Diego Galán hace un interesante repaso por la historia de la mujer española a través de la visión que el cine da de ella.
A mí lo que más yuyu me ha dado es que en realidad muchas de las situaciones que aparecen en el documental como propias del franquismo o de la transición no me parecen tan alejadas de la mujer actual. La verdad es que hemos cambiado bastante poco.
Por poner algunos ejemplillos, he aquí algunas de esas cosas que la voz en off comenta en el documental que podrían ser perfectamente aplicables a la mujer de hoy en día:
- “Un vestido de novia era mucho más que un simple vestido para una mujer”. Alguien conoce a alguna novia actual, de ésas que se tiran dos años con los preparativos de su boda, para la que su vestido de novia no sea mucho más que un simple vestido?
- “La mujer siempre deseaba casarse y había muchos hombres que se resistían al matrimonio”. Ya, y ahora las mujeres ya no quieren casarse y los hombres se pegan tortas por pasar por el altar. Pos no quedan por ahí petardas que sueñan con un vestido blanco y la marcha nupcial!
- “Las mujeres tenían una visión romántica y cursi del amor, la que se veía en las películas”. Y las que se tragan hoy en día a pares las hiperedulcoradas comedias románticas americanas… ésas qué visión tienen del amor?
- “Los desnudos debían ser "por exigencias del guión". Y vino la etapa de las duchas, la más aseada del cine español”. Hacemos una estadística de pelis actuales en las que no salga una tía duchándose? Lo que pasa es que ahora también salen follando, naturalmente siempre “por exigencias del guión”.
- “En las conversaciones de hombres la mujer era vista como objeto de deseo o como reposo del guerrero”. Ya, y ahora cuando se juntan y hablan de nosotras lo que comentan es lo inteligentes que somos, verdad?
En fin, vale, que hoy en día hay algo más de margen entre ser puta y ser monja y ya no vivimos encerradas en casa “con la pata quebrada”, pero... realmente han cambiado tanto los tiempos? No sé, yo veo el mismo porcentaje de tías petardas y tontas por metro cuadrado que había entonces, con el agravante de que en aquellos tiempos las educaban para ser medio imbéciles, y así salían las pobres, pero hoy en día se las educa para ser sabias, inteligentes e independientes y son ellas solas las que se acapullan voluntariamente, por lo general por un tío. En fin, un panorama realmente desolador.
A mí lo que más yuyu me ha dado es que en realidad muchas de las situaciones que aparecen en el documental como propias del franquismo o de la transición no me parecen tan alejadas de la mujer actual. La verdad es que hemos cambiado bastante poco.
Por poner algunos ejemplillos, he aquí algunas de esas cosas que la voz en off comenta en el documental que podrían ser perfectamente aplicables a la mujer de hoy en día:
- “Un vestido de novia era mucho más que un simple vestido para una mujer”. Alguien conoce a alguna novia actual, de ésas que se tiran dos años con los preparativos de su boda, para la que su vestido de novia no sea mucho más que un simple vestido?
- “La mujer siempre deseaba casarse y había muchos hombres que se resistían al matrimonio”. Ya, y ahora las mujeres ya no quieren casarse y los hombres se pegan tortas por pasar por el altar. Pos no quedan por ahí petardas que sueñan con un vestido blanco y la marcha nupcial!
- “Las mujeres tenían una visión romántica y cursi del amor, la que se veía en las películas”. Y las que se tragan hoy en día a pares las hiperedulcoradas comedias románticas americanas… ésas qué visión tienen del amor?
- “Los desnudos debían ser "por exigencias del guión". Y vino la etapa de las duchas, la más aseada del cine español”. Hacemos una estadística de pelis actuales en las que no salga una tía duchándose? Lo que pasa es que ahora también salen follando, naturalmente siempre “por exigencias del guión”.
- “En las conversaciones de hombres la mujer era vista como objeto de deseo o como reposo del guerrero”. Ya, y ahora cuando se juntan y hablan de nosotras lo que comentan es lo inteligentes que somos, verdad?
En fin, vale, que hoy en día hay algo más de margen entre ser puta y ser monja y ya no vivimos encerradas en casa “con la pata quebrada”, pero... realmente han cambiado tanto los tiempos? No sé, yo veo el mismo porcentaje de tías petardas y tontas por metro cuadrado que había entonces, con el agravante de que en aquellos tiempos las educaban para ser medio imbéciles, y así salían las pobres, pero hoy en día se las educa para ser sabias, inteligentes e independientes y son ellas solas las que se acapullan voluntariamente, por lo general por un tío. En fin, un panorama realmente desolador.
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