martes, 26 de octubre de 2021

Foodie Love (Serie de TV), by Isabel Coixet

Una vez tuve un novio al que no le gustaba comer. Decía que comía porque no tenía más remedio para vivir pero que no era algo que le atrajera lo más mínimo. Jamás sintió el placer de comer algo rico, era una simple necesidad y punto. Si salíamos a cenar él apenas miraba la carta, siempre me decía que pidiera yo para mí y para él. 

Aunque era un tío encantador, adorable y casi perfecto, siempre noté esa carencia. Hay otras pasiones que no se notan tanto cuando no se comparten. Si a tu novio no le gusta ir de compras, pues vas con tus amigas o vas tú sola, y no pasa nada. Si a ti te gusta el fútbol y a tu novio no, lo ves con tus amigos y luego quedas con él. Si te gusta leer y a él no tampoco pasa nada porque leer es una actividad solitaria.  Pero joder, comer es algo que mola mucho hacer en pareja. Y si a uno no le llama la atención ni lo disfruta ni muestra el menor interés... pues es bastante corte de rollo para el otro, la verdad. 

Por eso "Foodie love" era la propuesta perfecta para mí. Y eso que los protagonistas desde el minuto 1 me parecieron unos gilipollas de tomo y lomo, sobre todo ella. Uffff, qué coñazo de tía! Y él, argentino tenía que ser. Que no tengo nada contra los argentinos, que conste, pero reconozcámoslo, son bastante chapas. Y una cosa que tiene Coixet es que sus diálogos nunca pueden ser normales, no pueden transcurrir por un cauce más o menos habitual, siempre tienen que ser intensitos, raros, mentalmente agotadores. 

Sin embargo me ha encantado esa historia de amor en la que la comida juega un papel fundamental. Amor y comida, el tándem perfecto. El amor gourmet, el probar cosas juntos, el follar con la mirada mientras se saborean ricas viandas. La tradición de "Como agua para chocolate". Cada capítulo un plato y cada plato un momentazo de la vida. No hay nada más erótico que esa comunión perfecta entre amor y comida.  Coixet es muy digna heredera de esa tradición. Aunque en un momento de la serie su protagonista dice algo así como "no hay nada más erótico que el que alguien te escuche". Vale, pero que te escuche comiendo.

He visto la serie tan en plan gourmet que a pesar de que los capítulos eran muy cortitos, de apenas media hora, me propuse ver uno por día. Para saborearlos a gusto, sin prisas y sin empachos. Y así disfruté de la noche de cocina oriental, la noche italiana, el menú degustación con besos... cada comida un pasito p'alante María. Ayyyyy lo que se perdió aquel novio mío! De verdad, si te gusta el buen comer casi te puedes correr.

2 comentarios:

  1. Y no dejes atrás el buen beber q acompaña al buen comer, eso ya...

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    1. Es verdad.

      Amar, comer y beber, el maridaje perfecto.

      Viva el vino!

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