sábado, 20 de noviembre de 2021

Dollface (Serie de TV), by Jordan Weiss

Cuantas más series veo de amiguitas, da igual que sean treintañeras o cincuentonas, en las que se ensalza la sororidad y la solidaridad universal entre mujeres más misógina me vuelvo y menos soporto a mis congéneres. O sea, realmente es necesario para convencernos de que debemos querernos todas un montón que hagan este tipo de bodrios en los que las tías no hacen otra cosa que el gilipollas constantemente, manteniendo conversaciones entre ellas que harían ruborizarse a una cabra? 

Yo soy mujer desde que nací, al menos desde que tengo uso de razón. Y es verdad que he pasado por algunos momentos de estupidez, sobre todo en la adolescencia y la juventud, de los que no me siento demasiado orgullosa. Probablemente he mantenido conversaciones igual de deplorables y bochornosas que las que aparecen aquí, pero si quisiera hacer una serie sobre amigas jamás en la vida se me ocurriría centrarme en esa parte completamente olvidable de mi biografía.

Mi teoría es que Jordan Weiss es un tipo que odia a las mujeres. Ha estado toda su vida rodeado de petardas que no le dejaban estudiar ni trabajar tranquilo, y por eso durante años estuvo planeando su gran venganza. Y esa gran venganza es esta serie absurda y gilipollesca en la que las tías aparecen  como una subespecie muy por debajo, a mi manera de ver, de la de ningún insecto ni anfibio conocido. Yo incluso diría que las  amebas deben de ser mucho más interesantes que estas pedazo de necias que protagonizan el engendro.

La protagonista principal, Kat Dennings, consigue que su cara se convierta en el referente de todo lo que es odiable en una persona, da igual que sea hombre, mujer o de género fluido, como se dice ahora. Para colmo, la serie es "supuestamente" feminista pero repite clichés asombrosamente humillantes que harían ruborizarse hasta a los más bestias de Forocoches. Por ejemplo, el grupo de presuntas amigas lo componen cuatro tías, a cuál más mema y desquiciada. Bueno, pues entre ellas no se han podido resistir a meter a la típica bajita, feúcha, torpona y que no se come ni media rosca. Claro, las otras están todas superbuenas pero para resaltar lo maravillosas que son tenían que incluir a ese personaje desgraciado que no puede competir y que representa el contrapunto perfecto a la hermosura de las demás. Como tía me parece vomitivo que encima del coñazo de serie que es, se dediquen a denigrar a las tías que no responden a su canon de belleza.

En fin, otra más de pseudofeminismo selectivo de pacotilla en forma de basura televisiva. Protagonistas que no hacen sino denostar el sexo al que pertenezco y hacer que quisiera convertirme yo misma al género fluido para no tener que parecerme ni de lejos a semejantes mamarrachas. Estoy de sororidad universal hasta el mismísimo moño. 

En resumidas cuentas, cualquier día echo la pota con tanta amiguita idiota.

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