viernes, 26 de noviembre de 2021

Patria (Miniserie de TV), by Aitor Gabilondo

He leído bastantes críticas de esta serie antes de escribir la mía y casi todas responden al mismo patrón, meramente ideológico. O te gustan la serie y la novela porque crees que representan una realidad que durante años se ha vivido en el País Vasco o te quejas de la maldita equidistancia. A su vez entre estos últimos hay otras dos variantes: los que piensan que los etarras eran unos cabronazos y que compararlos con las víctimas es un insulto sin igual, y los que piensan que comparar las torturas constantes de las fuerzas de seguridad con la natural respuesta violenta del pueblo oprimido es igualmente insultante.

El problema de "Patria" es ése justamente. Hay demasiados sentimientos a la hora de intentar hacer una crítica medianamente objetiva de la serie, o incluso de la novela, con la que creo que guarda una fidelidad bastante aceptable. Es muy difícil sustraerse a lo que una piensa del "conflicto vasco", es casi imposible. Pero bueno, vamos a intentarlo.

Desde ya advierto de que yo soy de las que ni por asomo compararía el sufrimiento de las víctimas de ETA con el de los verdugos.  Ése es mi sentimiento y ésa es mi convicción. En esta historia para mí hay unos malos y unos buenos, aunque siempre hay matices, y nadie es completamente malo ni bueno, pero la masacre de los terroristas no tiene justificación ninguna, y la degradación moral del pueblo vasco a raíz de todo esto es desde mi punto de vista una enfermedad social que pervive y que va a ser muy difícil superar. La prueba es cómo sube Bildu en todas las encuestas, hasta el punto de que es muy probable que el próximo Gobierno Vasco esté presidido por los herederos de ETA. Si eso no es una sociedad enferma que alguien me explique qué es. 

Dicho esto, pasemos a la serie, y de paso a la novela. Leí la historia de Aramburu con muchísimo interés y me gustó muchísimo su narrativa, su forma de contar lo que él entendía que había vivido. Creo que hizo un gran esfuerzo por "entender" a todos sus personajes y como novelista eso dice mucho de él. Soy muy fan de su novela y quiero dejarlo claro. Me la bebí prácticamente. Es absorbente y adictiva y es difícil que deje indiferente a cualquier lector.

Pasemos ahora a lo que Aitor Gabilondo ha hecho con ella.  Creo que ha intentado reflejar con la mayor fidelidad posible la historia de Aramburu.  Sin embargo a mí no me ha llegado de la misma manera. Vi mucha más verdad en los personajes creados por Aramburu que en su versión televisiva, en la que los encuentro estereotipados y difícilmente creíbles. Esa fidelidad que se pretende con ahínco se queda a medio camino por la falta de credibilidad de las principales protagonistas.

Y de verdad, no creo que sea problema del trabajo de las actrices que interpretan a Bittori y a Miren. No son ellas, que en mi opinión hacen un trabajo espectacular. Creo que lo que falla es la dirección.  Desde la misma caracterización de personajes. Miren resulta antipática desde el minuto cero, y oye, eso es trampa gorda. Bittori tampoco es la alegría de la huerta, es una mujer dura, amargada, con la que es difícil empatizar, pero su caracterización física es mucho más "amigable".  No quiero ni mencionar la performance que hacen con el hijo etarra de Miren. Esos pelos! Madre del amor hermoso, qué manera de pasarse 20 pueblos con ese muchacho! En fin, que todo es mucho más burdo en la adaptación. Tanto es el afán de Gabilondo por no traicionar el espíritu de la novela que lo que en ésta se plantea con cierta sutileza en la serie se desborda y se exagera, a veces hasta lo grotesco.  En resumidas cuentas, por decirlo en verso: Gabilondo, te has pasado con ese infame peinado.

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