domingo, 20 de febrero de 2022

Mentiras (Serie de TV), by Curro Novallas, Norberto López Amado

Sabes cuando empiezas a ver una serie y en cuanto te percatas del rollo sabes perfectamente cuál va a ser el final? Pues justamente eso me ha pasado a mí con esta basura.

Tengo que decir que supe el final antes de tiempo porque estaba escuchando la radio y en una tertulia alguien habló de la serie y reveló el desenlace sin el menor reparo. Se ve que aún hay quien no ha caído en la cuenta de que algunos vemos las series en streaming. En definitiva, que el tertuliano en cuestión, para más señas el afamado director José Luis Garci, se explayó sin filtros y contó lo que de todas formas yo ya sabía que iba a pasar. Con lo cual el interés se redujo a cero, pero como la estaba viendo en familia tuve la delicadeza de no decir nada del final y ver los capítulos que me quedaban. En adelante si alguien tiene interés en ver este bodrio que no siga leyendo, porque voy a espoilear. La que avisa no es traidora.

Pues bien, cuando vi que esto iba de una supuesta violación y de dos versiones contrapuestas, la de la víctima y la del violador, tuve clarísimo que era violación seguro. Y así lo manifesté en casa, ante las dudas de la familia. En tiempos del "Hermana, yo sí te creo" es totalmente impensable que una televisión emita un producto en el que la hermana no haya sido realmente violada. Me lo discutieron un rato, pero yo lo tenía tan claro que no lo dudé ni un minuto. Y sentencié tal que así: "El tío al final va a ser un violador pero la cantidad de trampas que están poniendo en el guión son de escándalo".

El producto está destinado a reforzar ese "Hermana, yo sí te creo" hasta extremos desternillantes. Porque vincular una droga del tipo de la burundanga con un tipo que sale con una chica por la vía natural de la seducción, la invita a cenar, charlan, se ríen y quedan para el día siguiente, y el chaval se ve enamoradito perdido de la muchacha es, como poco, demencial. Todos podemos entender que un violador use este tipo de drogas para anular la voluntad de una chica desconocida en un bar o en una discoteca. Pero qué sentido tendría en una cita que transcurre por los derroteros esperados y que si la chica no cae esa noche va a caer seguro en la siguiente?

Ninguno. Salvo que te inventes una historia en la que el tipo es un psicópata que disfruta grabando sus violaciones a tías desfallecidas e inertes. Que es lo que hacen. No sin antes jugar con el espectador a mostrarle a un tipo totalmente encantador, encandilado con la protagonista, deseoso de entablar una relación afectiva, y completamente anonadado ante la acusación de violación.

O sea, de verdad, nos toman por imbéciles? Pretenden que creamos que los violadores son tíos que quieren entablar con las mujeres relaciones estables y que miran el móvil ilusionados  al día siguiente de una violación? Nos hemos vuelto idiotas o qué?

Una cosa tengo clara, no cuela ni una más de éstas. No me trago otra mierda ni loca. En el momento en el que presienta la jugada, y ésta la presentí desde el minuto cero, conmigo que no cuenten. Todo este absurdo movimiento me parece una falta de delicadeza y de respeto a las mujeres realmente violadas, violadas por tipos que al día siguiente no les mandan mensajes de amor del tipo "Qué bien lo pasamos ayer. No he dejado de pensar en ti ni un minuto, deseando volverte a ver". Te quieres ir por ahí, tío?

Por si acaso me apunto a los dos prendas estos, López Amado y Novalllas, para no ver absolutamente nada más que venga de ellos. Y recomiendo a todo el mundo que no esté abducido por todo este despropósito de ingeniería social que haga igual.

Por cierto, otro detallito chuliprogre es lo de meter a personajes de colectivos minoritarios. Si lo de la novia musulmana y feminista del chaval es para mear y no echar gota, lo de la poli lesbiana ya es de traca. Pero son los cabrones tan sumamente hipócritas que meten a la pareja lesbiana pero no son capaces de poner ni una sola escena de cama entre ellas. Entre los personajes heteros hay besos, magreos y todo tipo de escenas "guarrillas", pero curiosamente entre las lesbianas sólo hay algún que otro casto piquillo casi infantil, de patio de colegio. Diríase que las lesbianas ni se tocan entre ellas, y por supuesto no practican sexo de ninguna especie. Sólo se abrazan con cariño y se dan piquitos.

Este progresismo hipócrita no lo soporto. Hermana, yo no te creo, chúpate ésta y vete al peo.

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