sábado, 14 de enero de 2012

Valor de ley (True Grit), by Joel Coen y Ethan Coen

Vuelvo a intentarlo con un Western, a pesar de no ser género santo de mi devoción, pero la peli tiene estupendas críticas, y además tengo un reto personal con los Coen: busco constantemente otro gran Lebowski, reconozco que con escaso éxito hasta el momento. Total, que me atrevo a hacer westing y tiro palante.

Como era de prever, los Coen hace tiempo que olvidaron a Lebowski, o que intentan resucitarlo sin fortuna. A Bridges le pasa lo mismo; quiere perpetuar al Nota pero no le funciona. Únicamente Matt Damon hace algo medianamente distinto pero tampoco provoca orgasmos.

En definitiva, una historia que, por otro lado, es la misma historia mil veces contada antes en mil películas del Oeste: se buscan forajidos, los forajidos son muy malos disparando y los que los buscan son buenísimos. Un montón de tiroteos y sólo caen de un bando. Éste es el esquema básico del Far West.

Bueno, en esta peli algo distinto sí que hay: una niña, que está a medio camino entre Lisa Simpson y Fidel el de Aída y que se supone que es el elemento diferenciador respecto a las cientos de películas del Oeste que la preceden. Del personaje de la niña sólo puedo decir una cosa: gracias a ella sé que hay un Norman Bates en mí; esa niña duchándose detrás de unas cortinas es una auténtica provocación.

En fin, me temo que el Western seguirá siendo un género perfectamente prescindible para mí. Y que mi reto con los Coen también permanecerá intacto por los siglos de los siglos.

Hasta el próximo castañazo, amigos.

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