martes, 3 de enero de 2012

La vida de los otros, by Florian Henckel von Donnersmarck

Indiscutiblemente el cine europeo, con joyas como ésta, poco tiene que envidiar al americano. Una de las mejores películas de la década anterior, no entiendo cómo se me ha podido pasar. Y si alguien que me lea no la ha visto aún, le advierto que se está perdiendo algo verdaderamente valioso.

Un agente de la Stasi, frío, meticuloso y profesional, magníficamente interpretado por Ulrich Mühe, penetra en la vida de sus espiados y se siente fascinado por ella. Poco a poco su labor de vigilancia se va transformando en afán de protección, a medida que se va involucrando en la historia de los que empezó espiando.

La evolución del personaje que interpreta con maestría Mühe es impresionante y maravillosamente sutil. De la frialdad extrema a la calidez más entrañable; de la férrea obediencia a la rebelión clandestina; del sectarismo rotundo a la indefinición ideológica pasando inevitablemente por la temible duda... Y todo sin chirriar en absoluto, muy poco a poco, simplemente observando la vida de los otros.

Advierto que al final es inevitable llorar y que el llanto sale facilón. Pero no desmerece del resto de la película porque la historia y el protagonista lo merecen. Un final de cine clásico del de toda la vida, cuando salíamos de las salas hechos un mar de lágrimas y nos costaba un huevo olvidar lo que habíamos visto.

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