jueves, 5 de septiembre de 2013

Coacción a un jurado (The juror), by Brian Gibson

Demi Moore interpreta al miembro de un jurado (miembro en el sentido de miembra, no de miembro eréctil) que es coaccionado para… no te lo pierdas, convencer al resto de los miembros de la inocencia del acusado, un mafioso culpable que es de manual de la culpabilidad. A lo “Doce hombres sin piedad”, pero con diálogos como el siguiente:

Juez: Señora, conoce usted al hombre sentado en el banquillo?

Jurado Demi Moore: No, señoría, no lo he visto en mi vida.

Juez: Quiere decir que no lo ha visto nunca ni en la prensa ni en la televisión ni ha oído hablar de él ni nada?

Demi Moore: No, señoría, no tengo tiempo de leer la prensa ni de ver la tele. Mire usted, yo soy escultora, sabe, y me paso el día haciendo esculturas y yendo de aquí para allá. Luego tengo un hijo de catorce años, adolescente, muy buen chaval pero claro, los chicos ya se sabe…ya se imaginará usted que… (dos horas después)… y por eso no tengo tiempo de leer la prensa ni de ver la tele ni conozco a este señor. Pero mi hijo sí que lo conoce porque un día vino del cole y me dijo… blablabla (dos horas después), así que usted comprenderá que…

Juez: Vale vale, señora, la creo. Pero sabe usted que si tiene dificultades para atender a su hijo puede ser relevada de ser jurado en este caso.

Demi Moore: No, por diossss, señoría. Ya buscaré con quién colocar a mi hijo. Yo quiero ser jurado, me hace muchísima ilusión.

Juez: Pues nada, no se hable más. El siguiente, uffffff.

Como podréis comprender después de este demencial diálogo entre el juez y la jurado, el espectador casi espera, incluso desea, que a Demi Moore le pasen todo tipo de calamidades. Por petarda, por pesada, por plasta, por gilipollas, por una cuestión de mera justicia divina. Y porque en todo momento tiene la misma expresión idiotizada y lloriqueante que en “Ghost”, y eso merece una pena dolorosa y ejemplar.

Lo mejor es Alec Baldwin, que es un malo que mola. Mola porque es guapo, sí, pero también porque frente a la incapacidad de Moore de hacer mínimamente creíble su infame papel, él le echa al suyo arrojo, verosimilitud y hasta un puntito morboso que oye, entre tanta insulsez, se agradece.

Brian Gibson es un director de trayectoria bastante mediocre por lo que tampoco puede extrañar demasiado que haya rodado esta mamarrachada. Pero vamos, si los diálogos son por el estilo del que he reproducido aquí ya si os cuento la traca final en un pueblucho guatemalteco os da un telele. Mejor lo veis vosotros mismos y flipáis en vivo y en directo.

6 comentarios:

  1. Demi Moore es una de las actrices más insoportables y sobrevaloradas que existen y esta película es un buen ejemplo de ello.

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  2. Pozí, totalmente de acuerdo. Bueno, lo de sobrevalorada no sé, porque yo no conozco a nadie medio normal que la valore mínimamente, salvo por sus tetas.

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    1. Hola de nuevo. No me expresé bien: con sobrevalorada quise decir que ha logrado una fama que no se merece, lo mismo que ocurre con otros actores y actrices como Steve Martin, que sobreactúa en todas las películas (al menos las comedias que yo he visto) o los actores del cine de acción tales como Seagal, StalLone, Norris, etc. Con Moore igual: vas por la calle y peguntas a la gente por ella y todo el mundo la conoce y te pueden decir incluso varias de sus películas. En cambio, actores mejores que ella (aunque ésto no es nada difícil) pasan desapercibidos para mucha gente. Ésto, en mi opinión siempre claro, es muy injusto.

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    2. Ya, bueno, y Belén Esteban es la princesa del pueblo y yo soy parte de ese pueblo del que Belén Esteban es la princesa. Es eso justo?

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  3. Como veo que me contestas con gilipolleces y te ríes de mí yo no voy a ser menos: ahí te quedas con tu blog de mierda y sin nadie que lea tus penosas y pedantes críticas estúpida imbécil y prepotente.

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