lunes, 16 de junio de 2014

Fin, by Jorge Torregrossa

Se da la circunstancia de que estoy leyendo la novela de David Monteagudo y hallábame totalmente atrapada y embebida por la trama cuando de repente me pongo a mirar las pelis de la noche y, oh terrible casualidad, resulta que echan la versión cinematográfica de Jorge Torregrossa por el Plus. Madre mía, qué hago, qué no hago, qué angustioso dilema. Por un lado la curiosidad me mata: poner cara a los personajes, ver cómo ha planteado el director los escenarios, la acción, y sobre todo algunos episodios especialmente complejos… Pero claro, no quiero que me destripe el libro, que tan intrigada me tiene. Total, que al final decido una solución salomónica: voy a verla sólo hasta llegar al punto en el que me encuentro con la novela.

Como nunca antes he visto una película en medio de la lectura de la novela original, esto es una experiencia novedosa, y hacer una crítica exclusivamente cinematográfica sin aludir al libro me parece complicado, sobre todo sin haber visto la última media hora, pero bueno, lo voy a intentar.

Lo primero es que la peli defrauda porque no engancha en absoluto. Vamos, que si no fuera por el cuelgue que tengo con el libro probablemente a los diez minutos me hubiera levantado del sofá. Increíblemente Torregrossa es incapaz de crear suspense a pesar de tener entre las manos una trama que se lo pone muy a huevo. Para mí es un enigma cómo este hombre no consigue captar la atención del espectador con la materia prima tan sustanciosa que maneja.

Luego están los personajes. Tienen unos comportamientos inconexos, contradictorios, inexplicables y esquizoides. Al principio, cuando se encuentran en la casa, se muestran amigables, encantados de volver a verse después de veinte años, besos, abrazos, buen rollito general, en fin, lo normal… Y de repente, sin solución de continuidad, empiezan a saltar unos contra otros, a soltarse puyazos, venga indirectas, venga directas, venga insultos, venga sarcasmos… Creo que el guión falla estrepitosamente al intentar condensar sus emociones y no consigue dejar nada claras las distintas cuentas pendientes entre ellos.

En cuanto a las interpretaciones, me da la sensación de que la mayoría de los actores no se creen nada de lo que dicen o hacen. Algunos porque tienen papeles tan cortos que no les da tiempo a meterse en ellos, pero otros simplemente es que no encajan. Si acaso salvaría a la Verdú, que aunque no está en una de sus mejores interpretaciones, como de costumbre cumple con eficacia. Los demás no cuelan, ni siquiera Clara Lago, que dista mucho de mostrar la calidad que ofrece en otros trabajos.

En fin, no he querido leer otras críticas por si me destripaban el desenlace pero así muy por encima he visto que hay unanimidad en que lo peor es la parte final, vamos, la que yo no he visto. Y si esa parte es peor que la primera, que sí que he visto, de verdad que no me la quiero ni imaginar. Me parece a mí que prefiero quedarme sin verla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario