martes, 8 de marzo de 2016

Pan y rosas, by Ken Loach

Esta película tiene un tufo panfletario en general que echa bastante para atrás. Y no por la defensa que hace de la actividad sindical y de la lucha por conseguir derechos laborales básicos, sino por la demagogia que predomina en buena parte de su discurso, sobre todo por parte del protagonista masculino, el personaje interpretado por Adrien Brody, al que dan ganas de inflar a hostias en casi todos los fotogramas en los que sale, con el aire de superioridad intelectual que muestra frente a las conflictivas realidades de los trabajadores a los que supuestamente defiende.

Sin embargo hay dos escenas en la película que creo que la redimen de ese tono claramente paternalista y maniqueo, y son las siguientes:

- La conversación de Maya con el compañero que quiere estudiar Derecho, que intenta explicarle por qué no puede arriesgar todo lo que ha conseguido durante años de esfuerzo.

- Pero sobre todo, la escena cumbre para mí es la de Maya y su hermana Rosa cuando se enfrentan por la falta de adhesión de ésta a la lucha sindical y Rosa le grita las cuatro verdades sobre cómo ha conseguido sobrevivir en ese país y cómo ha logrado mandarles dinero durante años a todos sus familiares en México.... Totalmente demoledora.

Ken Loach se redime por completo en ese durísimo monólogo de Rosa y se enfrenta él y enfrenta al espectador a la auténtica realidad de miles de personas que se ven obligadas a hacer cualquier cosa para poder cumplir ese sueño americano o europeo que les llevó a jugarse el pellejo para llegar a la tierra prometida.

Es muy fácil hablar de derechos laborales, de seguros médicos, de vacaciones pagadas y de pensiones, pero cuando tu realidad es que tienes que prostituirte para dar de comer a tu familia o para pagar las medicinas de tu hijo o de tu marido enfermo… dónde están los derechos laborales? Dónde están los sindicatos? Dónde está la lucha? Dónde están las pancartas?

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Es posible que peque de cierto maniqueísmo, pero en general la estimo una buena película. Y efectivamente esa escena que citas es verdaderamente demoledora.

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