domingo, 8 de mayo de 2016

Something must break, by Ester Martin Bergsmark

Conozco algunas tías que son enteramente tíos; incluso cuando las he conocido yo misma he creído que eran tíos. Y siempre me he planteado una cuestión: las novias de esas tías-tíos son lesbianas?

Tras mucho meditar sobre el asunto, la conclusión a la que he llegado es que no; creo que realmente están enamoradas de un tío. Un tío con vagina, pero tío a fin de cuentas. La verdad es que encuentro muy difícil que pudieran enamorarse de una tía con apariencia de tía.

Bergsmark plantea aquí el caso contrario. Un chico heterosexual que se enamora de otro chico que realmente es una chica, y que en todo momento el espectador percibe como chica, aunque se llame Sebastian y tenga un hermoso pene.

Enamorarse de Sebastian-Ellie es fácil; es tan tierna, tan cercana, que no puedes evitar quererla, compadecerla, identificarte con sus dudas, con sus miedos... Andreas se enamora de esa chica-chico sabiendo que es un chico pero viendo en todo momento en él a una chica.

El planteamiento de la película es muy interesante. Por un lado la identidad sexual de Sebastian-Ellie. Es en apariencia una mujer y así es como ella se siente, pero es una mujer con pene. La convierte eso en un hombre? Para mí no; todo el tiempo vi a una chica, en ningún momento percibí nada masculino en ella.

Lo de Andreas es más dudoso. Es gay Andreas porque se siente atraído por Ellie? Yo no lo tengo nada claro, aunque para él el tema del pen ses un gran problema.

Sería interesante hacer una encuesta. A todo el mundo que esté enamorado de alguien... qué pasaría si de repente descubrieras que esa persona de la que estás enamorado es de tu mismo sexo? Aparte de la sorpresa inicial, que es lógica, crees que dejarías de estar enamorado en ese momento? Pensarías que eres homosexual? Te alejarías de esa persona o te daría igual?

Bergsmark aborda todos estos complejos asuntos con una delicadeza y una lucidez encomiables. Plantea las cuestiones pero no decide. También es verdad que con una actriz como Saga Becker al espectador se lo pone muy fácil. Saga no es un tío, por mucho pene que le cuelgue y por mucho escroto que contenga sus testículos.

Saga es un pedazo de tía; más tía si cabe porque no es una transexual al estilo tradicional. No va hipermaquillada ni parece un putoncillo. Aunque Sebastian-Ellie se vista de chico sus gestos, sus andares, sus movimientos, toda su persona son puramente femeninos. Ellie solo puede atraer a un heterosexual o a una lesbiana, difícilmente a un homosexual.

Todo esto de los géneros, las identidades, las atracciones y las posibles combinaciones amorosas que se pueden dar es tan complicado que al final creo que Bergsmark deja al espectador que saque sus propias conclusiones. La mía es que Ellie siempre ha sido una mujer y que Andreas no tiene nada de gay pero sí de gilipollas. Y hasta aquí puedo contar.

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