miércoles, 26 de octubre de 2011

Morning Glory, by Roger Michell

Las expectativas en cine son importantes. Si de antemano esperas ver una mierda, es increíble, pero la mierda te parecerá mucho menos mierda. No es que deje de ser mierda, en absoluto, pero huele menos.

Harrison Ford no estará menos patético; ni Diane Keaton menos ridícula; ni Rachel McAdams merecerá un Oscar. Pero terminas viendo una absoluta gilipollez que, a ratos, para tu propio espanto, te divierte.

Y cuando te ries hasta te sientes un poco culpable porque no dejas de estar riéndote de una caca, joder, pero te ries.

Hay quien dice por ahí que esto es como juntar a Gabilondo y Ana Rosa Quintana en un mismo programa. Eso se llama Tele-5, me parece, no? Vamos, Matías Prats presenta un telediario con Sara Carbonero (ya sabéis, la novia de Casillas que anuncia champús) y aquí no ha pasado nada. O era Pedro Piqueras?

Bueno, da igual. Lo que nos muestra esta peli podría muy bien ser los entresijos de una cadena como Tele-5. Y sin embargo presiento que el espectador medio de Tele-5 no entendería ni papa de lo que le están contando. Tal vez eso es lo que hace que el engendrillo éste me parezca un poco menos mierda. O no, igual soy una espectadora potencial de Tele-5 camuflada de gafapastas. Quién sabe?

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