jueves, 12 de diciembre de 2013

Relaciones confidenciales, by Daniel Algrant

Los dos protagonistas indiscutibles de esta película son Al Pacino y Nueva York. Un Al Pacino cascado, derrotado, tambaleante, perdedor y al borde del colapso. Y una Nueva York que no le va muy a la zaga: sórdida, inclemente, despiadada y hostil.

Hay durante todo el film un paralelismo claro, una identificación absoluta entre el personaje principal (por cierto, qué grande Pacino) y la ciudad. Con la particularidad de que a Pacino se le presenta una esperanza en forma de una madura y preciosa Kim Basinger y a Nueva York no hay quien la salve.

Nueva York y sus mafias, Nueva York y sus políticos corruptos, Nueva York y sus antros de vicio, Nueva York y sus inhóspitas calles en las que puedes morir perfectamente sin que nadie se dé cuenta.

Y personajes desalmados como el que interpreta Ryan O’Neal, la estrella de cine que pretende entrar en política por la puerta grande y que para ello depende de que sus esbirros le tapen las vergüenzas.

Película dura, sin concesiones, Daniel Algrant no se rinde en ningún momento a lo comercial… No es trepidante, no tiene una acción vertiginosa que mantenga al espectador aferrado a su sillón, pero tiene diálogos brillantes y personajes vivos.

Y un Al Pacino que se come la pantalla con patatas. Yo diría que si no es la mejor de sus interpretaciones sin duda es una de las más auténticas. Y por cierto, de las más infravaloradas.

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