. No la dejaban reformar orfanatos para mejorar la vida de los huerfanitos.
- No la dejaban cantarle las cuarenta a los grandes mandatarios mundiales.
- No la dejaban ser ella misma, tan americana, tan madeherself.
- No la dejaban hacer pelis, a punto estuvo esto de provocar un conflicto mundial.
- No la dejaban cortarse el pelo a su gusto porque Rainiero se enfadaba.
Menos mal que Grace se hizo fuerte y demostró que ella solita podía:
- Ser la gran embajadora de la paz mundial y mediar en todos los conflictos.
- Convencer al mundo de que Mónaco era el paraíso en la Tierra.
- Salvar al pequeño principado de las garras de la terrible y voraz Francia.
- Destripar los entresijos del espionaje europeo y desmontarlos.
- Convertir el amor en el gran motor de la política mundial.
Y lo que le ha faltado a Olivier Dahan es hacer que Grace:
- Derribara el muro de Berlín y pusiera punto final a la guerra fría.
- Pisara la luna por primera vez de la manita de Neil Armstrong.
- Descubriera la vacuna contra el cáncer.
- Fuera la gran impulsora de la Unión Europea.
- Terminara con el hambre en el mundo.
En fin, una especie de hagiografía de Grace Nelly sólo apta para espíritus crédulos hasta lo patológico. Y por Diossss, un poquito de por favor, que a la Kidman con tanto primer plano milimétrico se le ven hasta los mocos y las costuras que le han hecho los quiroplásticos en la nariz. Coño, Dahan, qué cabrón!
Y el pobre Tim Roth, siempre a su vera en plan comparsita, parece Papá Pitufo al lado de la esbelta Kidman. Qué manera de devaluar la imagen de un gran actor! Cómo pudiste prestarte a esto, Roth, alma de cántaro. En qué estarías tú pensando.
Por cierto, desde aquí mi homenaje póstumo a Virus, el grupo que en los ochenta fue capaz de chotearse tutiplén de toda esta panda y con dos cojones se atrevió a cantar aquello de:
Papá Rainiero no me quiere de heredero.
Soy demasiado cheli para hijo de la Kelly,
Demasiado rockero para el facha de Rainiero.
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