lunes, 2 de marzo de 2015

Amor y letras (Liberal Arts), by Josh Radnor

Definitivamente parece que Josh Radnor (célebre protagonista de la exitosa serie “Cómo conocí a vuestra madre) tiene un serio problema con el tema de la edad. Si ya en su opera prima, la aclamada “HappyThankYouMorePlease”, se le veía el plumero de estar pasando por una profunda crisis de los 30, aquí se lanza totalmente al barro y sólo le falta echarse a llorar por irse acercando inexorablemente a los 40, que ya a estas alturas debe de haber cumplido con todo el dolor de su corazón.

En esta nueva entrega de su prolongada crisis de madurez el muchacho se nos enamora de una adolescente recién llegada a la Universidad con la que entabla una espesa relación epistolar de corte amoroso-intelectualoide de lo más repulsivo que imaginarse pueda.

El tema amoroso se sobreentiende por el éxtasis que ambos personajes reflejan en sus caras mientras leen con auténtica devoción cuasi religiosa las palabras del otro, pero en realidad hablar hablar sólo hablan de cosas de elevada altura intelectual. Para que os hagáis una vaga idea, sería algo así:

- Te gusta la música clásica? A mí me encanta, soy una auténtica apasionada. Te pasaré unos cuantos de mis discos favoritos.

- Oh, cielossss, escuchando a Mozart la gente parece mucho más guapa, todo se embellece alrededor. Voy caminando y las personas con las que me cruzo se asemejan a ángeles.

- Y qué opinas de Dostoyevski? No te parece el más grande escritor de todos los tiempos, el que más lejos ha llegado en el estudio de la complejidad intrínseca del alma humana?

- Pues sí, me lo parece. Su profundo análisis de la psique atormentada del hombre no tiene parangón con ningún otro en la historia de la literatura universal.

- Para mí refleja perfectamente lo que más tarde sería el concepto freudiano de la pulsión sexual que se relaciona íntimamente con la violencia estructural e innata del ser pensante, no lo crees así?

Y así cartas y cartas y más cartas. Y entre tanto vaivén epistolar el pene de él adquiriendo proporciones peligrosamente priapísticas y la chirla de ella chapoteando alegremente bajo sus braguitas blancas de algodón.

El momento culminante de este apasionado intercambio llega cuando ella lo invita a él al campus y él descubre en la habitación de ella que se ha leído la trilogía completa de la saga “Crepúsculo”, y claro, entra inmediatamente en estado de shock. Qué pasa aquí? Ha sido vilmente engañado por la aparentemente ingenua moza?

Total, que él le pide explicaciones, y ella se justifica diciendo que hay que leer de todo. Y le reta a él a leer la trilogía para poder opinar con conocimiento de causa, a lo que él, herido en su orgullo de hombre de letras justo y ecuánime, acepta y termina encerrándose con los tres tomos. Y ahí es donde di por terminada la tortura dostoyevskiana esta y decidí pasarme una vez más al debate del Gran Hermano VIP, al que ya me he enganchado totalmente por obra y gracia de los bodriazos que me meto a ver últimamente. Y en los intermedios me puse a leer el "Pronto". Hala, toma Mozart y Dostoyevski!

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