Hay quien adora esta película de Richard Linklater porque las conversaciones entre los personajes, dos jóvenes viajeros que se conocen en un tren y que pasan 24 horas juntos, le parecen superinteligentes. Bueno, para que podáis decidir por vosotros mismos ahí va una pequeña muestra:
Ethan Hawke: Uy, juguemos a algo divertido. Por ejemplo, juguemos a las preguntas, yo te pregunto y tú me tienes que contestar la verdad.
Julie Delpy: Ay, sí, qué divertido, venga, pregunta.
E. H.: Cómo fue tu primera experiencia sexual?
J. D.: Uyyyyy, te cuento. Blablabla…. Ahora yo: te has enamorado alguna vez???
E. H.: Sí, blablabla…. Ahora yo: Crees en la reencarnación?
J. D.: Uys, pues… blablabla… Ahora yo: Las personas tienen un alma eterna????
E. H. Ni idea. Oye, sabes algo de los cuáqueros?
Luego hay otro tipo de personas que adoran esta película porque piensan que los diálogos, además de inteligentes, se alejan del cliché romántico, vamos, que son superoriginales. Ahí va otra muestra:
- Estar contigo me hace sentir como una persona especial.
- Sabes lo que me gustaría? Que me besaras.
- Por qué nos complicamos tanto la vida?
- No me gustaría ser una aventura más en tu vida.
Como podéis comprobar, lo nunca visto en paraules d'amor.
En fin, personalmente a mí lo que más me fascinó de toda la historia fue que los dos protagonistas, tras 24 horas sin dormir, pateándose Viena de calle en calle y de pub en pub (por cierto, qué marcha nocturna, tú), estuvieran como una rosa a las 9 de la mañana del día siguiente, hora de la despedida. Ni una miserable ojera, oye, ni un poco de enrojecimiento ocular producto del alcohol ingerido, ni un leve signo de cansancio... Nada. Como recién salidos de la ducha tras 12 horas de sueño reparador.
Ayyys, juventud, divino tesoro! 24 horas diciendo y escuchando chorradas y ellos más frescos que una lechuga!!!! Y advierto que hay secuelas (Antes del atardecer y Antes del anochecer, vamos, que no hay más porque no hay más día), o sea, que los muchachos hasta están dispuestos a repetir. Unos verdaderos campeones!!!!!
Ethan Hawke: Uy, juguemos a algo divertido. Por ejemplo, juguemos a las preguntas, yo te pregunto y tú me tienes que contestar la verdad.
Julie Delpy: Ay, sí, qué divertido, venga, pregunta.
E. H.: Cómo fue tu primera experiencia sexual?
J. D.: Uyyyyy, te cuento. Blablabla…. Ahora yo: te has enamorado alguna vez???
E. H.: Sí, blablabla…. Ahora yo: Crees en la reencarnación?
J. D.: Uys, pues… blablabla… Ahora yo: Las personas tienen un alma eterna????
E. H. Ni idea. Oye, sabes algo de los cuáqueros?
Luego hay otro tipo de personas que adoran esta película porque piensan que los diálogos, además de inteligentes, se alejan del cliché romántico, vamos, que son superoriginales. Ahí va otra muestra:
- Estar contigo me hace sentir como una persona especial.
- Sabes lo que me gustaría? Que me besaras.
- Por qué nos complicamos tanto la vida?
- No me gustaría ser una aventura más en tu vida.
Como podéis comprobar, lo nunca visto en paraules d'amor.
En fin, personalmente a mí lo que más me fascinó de toda la historia fue que los dos protagonistas, tras 24 horas sin dormir, pateándose Viena de calle en calle y de pub en pub (por cierto, qué marcha nocturna, tú), estuvieran como una rosa a las 9 de la mañana del día siguiente, hora de la despedida. Ni una miserable ojera, oye, ni un poco de enrojecimiento ocular producto del alcohol ingerido, ni un leve signo de cansancio... Nada. Como recién salidos de la ducha tras 12 horas de sueño reparador.
Ayyys, juventud, divino tesoro! 24 horas diciendo y escuchando chorradas y ellos más frescos que una lechuga!!!! Y advierto que hay secuelas (Antes del atardecer y Antes del anochecer, vamos, que no hay más porque no hay más día), o sea, que los muchachos hasta están dispuestos a repetir. Unos verdaderos campeones!!!!!
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