lunes, 18 de marzo de 2013

Delicatessen, by Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro

LA COMUNIDAD. Ese portal oscuro, ese hueco de la escalera, esos vecinos esperpénticos, esos primeros planos, esas persecuciones, ese puntito gore… En “La Comunidad” falta el elemento caníbal pero por lo demás, podrían ser primas hermanas. Eso sí, Delicatessen es mucho más chapa.

EL MILAGRO DE P. TINTO. Tengo la sensación de que Javier Fesser bebió para su P. Tinto de las fuentes de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro. Hay escenas que parecen sacadas directamente de esta película. Por ejemplo, el momento “muelles”. Recordáis cuando P. Tinto y su señora saltaban sobre la cama para hacer sonar los muelles y tener descendencia? Pues en Delicatessen hay una secuencia verdaderamente divertida en la que Dominique Pinon y la prostituta hacen una especie de coreografía con los muelles que no tiene desperdicio. Eso sí, mucho menos tierna.

LA QUE SE AVECINA. Si en el Mirador de Montepinar el alma es Antonio Recio, “mayorista, no limpio pescado”, aquí tenemos al personaje del carnicero como cabeza de lista. Pero hay también otros personajes que no desentonarían en absoluto en Montepinar: la hija del carnicero, el payaso de mantenimiento, la suicida frustrada, el criador de caracoles y sapos, el cartero asesino, la abuela sorda… Sí, no desentonarían nada en las reuniones comunitarias con el Recio, con los Cuquis, con los leones huevones o con la mismísima Estela Reynolds...  Sería un cruce muuuuuy interesante.

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