jueves, 14 de agosto de 2014

Efectos secundarios, by Steven Soderbergh

Esto qué es lo que es? Es un thriller? Es una peli denuncia sobre los trapicheos de las farmacéuticas? Es una historia sobre simpáticos locuelos al estilo "Nido del cuco"? Es un drama social de aquí te espero? Es una rosa? Es un clavel?

Pues mira, es de todo un poco. Empieza tipo peli denuncia: "hay que ver las farmacéuticas cómo se pasan probando sus productos con inocentes enfermos ávidos de cura..." Vale, pero llega un momento en que la historia da un triple salto mortal hacia los simpáticos locuelos, y sólo se echa de menos a un Nicholson que meta algo de caña en el frenopático.

Pero si creías que ya estaba el tema encauzado... no. De repente damos un brusco volantazo y... oye, de verdad esta tía, la Rooney Mara, está tan loca como parece? Hosssstia, mira que si lleva toda la peli quedándose con el personal... Cagoentó, que me la han estado colando doblá.

Y entre medias nuestro amigo Soderbergh nos mete un par de escenas lésbicas nada menos que con Catherine Zeta-Jones de prota. Toma ya! De modo que además tenemos un toque erótico nada despreciable en una cinta tan completita.

Ah, pero ahí no acaba la cosa, qué va; además Jude Law nos introduce en el drama social, porque el pobre hombre pasa en cuestión de media hora de tenerlo todo (trabajo bien pagado, pedazo despacho, clientela solvente, señora e hijo) a verse en plan indigente sin nada de lo anterior. Y ahora ponte a luchar contra viento y marea para recuperarlo todo en tiempo récord, porque la peli dura dos horillas escasas, anuncios aparte. Hay que darse prisa y no dormirse en los laureles.

Y entre unas cosas y otras resulta que llevas toda la peli intentando mantener el tipo con tanto vaivén, con la mandíbula colgante y los ojos como platos, pero con la clara sensación de que alguien, muy probablemente el propio Soderbergh, te está tomando descaradamente el pelo.

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