Yo lo primero que me pregunté al terminar de ver esta película es cómo coño se atreven cuatro piratas somalíes medio analfabetos y muertos de hambre a secuestrar a un capitán de la marina mercante norteamericana, sabiendo cómo se las gasta esta gente, que por mucho menos te mandan al ejército al completo, incluidos cuerpos especiales como sus célebres SEALS.
Que digo yo que pudiendo secuestrar a cualquier pesquerillo español o griego o italiano, que te pagan el rescate los gobiernos en un pispás y todo lo más que te mandan es a un entusiasta negociador con un cursillo CCC de Psicología, qué hacen secuestrando barquitos USA, con lo que esta gente se mosquea cuando les tocan una mijilla las pelotas?
De todas formas lo mejor de la peli, supuestamente basada en hechos reales, es esa equilibradísima lucha entre los cuatro somalíes anoréxicos, hasta el culo de hierba y completamente zumbados, y esos fornidos cuerpos de élite americanos con sus imponentes barcos, sus aviones, sus helicópteros y su impresionante tecnología punta. Ahí Paul Greengrass ha estado fino.
Y lo mejor de todo ha sido enterarme después de que el personaje interpretado por Tom Hanks, el valiente capitán Phillips, ni existe ni ha existido jamás. Y que la tripulación al completo declaró en su día que la culpa del secuestro había sido de la negligente actuación del propio capitán ante la evidente amenaza pirata. Vamos, que como el 99% de las pelis basadas en hechos reales, lo verdaderamente real es como mucho un 1%. Y eso con suerte.
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