miércoles, 16 de abril de 2014

Ruby Sparks, by Jonathan Dayton y Valerie Faris

De los creadores de "Pequeña Miss Sunshine"... Tachán tachán... ahora llegaaaaaaaa "Ruby Sparks", la auténtica, la intransferible, la chica de tus sueños que un día, de la noche a la mañana, se convierte en una chica real!!!!

En una chica real??? Bueno, en una chica real... de cine. Ya sabéis, de ésas que en las pelis románticas salen en un montón de escenas superguays: la chica ríe, corre, nada, monta en bici, sonríe otra vez, guiña un ojo, baila, duerme, besa al chico, hace como que le apunta con un arma y dispara, realiza ejercicios de equilibrismo sobre el tronco de un árbol, vuelve a sonreír, dispara otra vez... y la cámara recoge todos esos momentos mágicos con una música flipante de fondo, y todo es maravilloso, y la chica tiene una carita angelical que enamora... En fin, la típica chica de película romántica pero en versión indie, o sea, no es exuberante ni superguapísima ni megaesbelta sino que es una chica mona normal con cara simpatiquilla. He ahí la diferencia fundamental entre lo indie y lo no-indie.

Bueno, el chico tampoco es un Adonis; no es Keanu Reeves ni Ryan Gosling ni Michael Fassbender. Es un tipo que se llama Paul Dano, al que algunos recordarán porque también era el predicador tarado de "Pozos de ambición". Curiosamente la chica, la que hace de Ruby Sparks, la que sale de la novela para hacerse real, se llama Zoe Kazan y por lo visto es nieta del gran Elia Kazan, y es además la pareja real de Paul Dano, y para que todo quede en casa, es además la guionista y productora de la película. Ahí queda eso.

También los directores, Jonathan Dayton y Valerie Faris, los de "Pequeña Miss Sunshine", son pareja. Ésta es, pues, una peli de parejas, hecha por parejas, y que intenta desentrañar cómo funcionan las parejas. Sobre todo las parejas indies. Porque las parejas normales las formamos personas que no salimos de la imaginación de nadie sino que nos paren nuestras madres a partir de un espermatozoide de nuestros padres que se junta con un óvulo. Nuestra vida de no-indies es bastante vulgar.

Que qué me parece esta peli? Pues me parece eso, superindie. Está hecha para un determinado tipo de público que flipó ya en su día con la "Pequeña Miss Sunshine", aquella niña gorda y gafapastas que quería ganar concursos de belleza y que consiguió enamorar a medio mundo indie con la idea de que cualquiera puede ganar un concurso de belleza con nada que se lo proponga. Pues bien, aquí estamos en las mismas pero con la mujer ideal: la idea es que cada uno pueda crear a la mujer de sus sueños usando su imaginación, un paquete de folios y una Olivetti.

Sí, habéis leído bien, he dicho una Olivetti. Porque otra cualidad de lo indie, y más aún de lo super-indie, es que si por ejemplo sale un escritor no puede escribir en un ordenador, como todo quisque, sino que mola que use alguna herramienta antigua, perdón, vintage, que lo convierta en un tipo super-cool de la muerrrte. Y claro, con una Olivetti todo es posible: que una chica gordita y con gafas gane un concurso de belleza, que te inventes a la mujer de tus sueños y ella se te aparezca en la cocina de tu casa preparándote unos huevos fritos... Ya ves, lo que no consiga una Olivetti!

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