martes, 1 de julio de 2014

La herida, by Fernando Franco

Ésta es una película dura, durísima. Y antes de verla ya lo sabía. Lo sabía pero esperaba mucho más de ella; esperaba una explicación, un indicio, algo que me hiciera comprender la complejidad del problema que plantea.

Conozco gente que es muy parecida a la protagonista de "La herida" y al leer de qué iba la historia decidí verla con la esperanza de entender lo que no entiendo. Me cuesta muchísimo empatizar con la gente desequilibrada, con personalidades bipolares, diagnosticadas o no, da igual. Y pensé que viendo esta película igual conseguía entrar de alguna manera en esas mentes enfermas que se me escapan.

Pero resulta que no, que lo que Fernando Franco hace es mostrarnos con total asepsia el sufrimiento inmenso de una persona. Es evidente que la protagonista tiene un rollo muy chungo, que está fatal, que es incapaz de comunicarse normalmente, que la caga constantemente, que se pasa siete pueblos con la gente, que es autodestructiva, que es una suicida de manual... Y todo hay que decirlo, Marian Álvarez, con esa cámara todo el tiempo pegada a su cara, hace un trabajo digno de alabanzas al por mayor, y que parece un auténtico guiñapo retorcido de dolor.

El problema es que sigo sin entender nada. Por qué esa mujer es tan desgraciada. Por qué es incapaz de hacer nada para salir de su pozo. Por qué esa apatía. Por qué no consigue disfrutar de nada ni de nadie. Al final resulta que me he puesto a ver esta peli para intentar comprender y termino irritada con las neuras del personaje principal, igual que me irrita la gente desquiciada de mi entorno a la que tampoco entiendo.

Y luego va Franco y propone como de refilón una explicación peregrina que se remonta al pasado de la muchacha. Pues no, no me sirve. De hecho me sobra, me parece una chorrada, un giro argumental gratuito e innecesario. Hay muchísima gente bipolar que no ha padecido traumas infantiles; se supone que se trata de un trastorno que va en la personalidad, no en el historial vital del que lo padece. Mal, muy mal.

Y para remate de la pera está la historia con la madre. Intenta Franco culpabilizarla de alguna manera por lo que le pasa a la hija? Para mí esa pobre mujer es un personaje desesperado, que simplemente ha tirado la toalla porque sabe que no puede hacer nada, que todo es inútil, pero me da la sensación de que el director la está juzgando, y con no demasiada benevolencia. Y yo me planteo: sería él capaz de afrontar en su vida algo así? Y si lo fuera y sabe cómo hacerlo... por qué no nos lo ha contado? Probablemente su película habría sido mucho más interesante y yo le hubiera puesto un diez.

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