viernes, 23 de septiembre de 2011

Huracán Carter, by Norman Jewison

Esta madrugada fue legalmente asesinado en los United States of America el ciudadano Troy Davis, un negro estadounidense de 42 años sentenciado a muerte por matar a un policía blanco en 1989. El caso de Davis fue presentado por su defensa como el prototipo del negro condenado injustamente por la muerte de un blanco, y ha reabierto el debate sobre la pena de muerte en EEUU. Cientos de personas se congregaron a las afueras de la cárcel de Jackson (Georgia) para pedir clemencia. Siete de los nueve testigos que declararon en su contra en el juicio se retractaron posteriormente, según su defensa. El propio Davis estaba dispuesto a someterse a un detector de mentiras para probar su inocencia.

Huracán Carter cuenta una historia muy similar. Un boxeador negro, con una brillante carrera en ciernes, que es injustamente acusado y condenado por el asesinato de 3 personas en un bar de Nueva Jersey. Y es un hecho real, como el de Troy Davis. Una realidad que sigue ahí, dura, implacable y testaruda. Si en Nueva Jersey hubiera existido la pena de muerte probablemente hoy Huracán Carter no podría contarlo. Más de 20 años en una cárcel por unos crímenes que luego se demuestra que no pudieron ser cometidos por ti. Afortunadamente en este caso, aunque tarde, se pudo hacer justicia; Troy Davis no ha tenido esa oportunidad.

A pesar de la apasionante historia y de la escalofriante interpretación de Denzel Washington (lástima que aquel año compitiera por el Oscar con Kevin Spacey en "American beauty", que se lo llevó, y con Edward Norton en "American History X"), la película adolece de una serie de fallos que la desvalorizan en gran medida: la innecesaria presencia del personaje racista cuyo único objetivo es el ajuste de cuentas con Carter es completamente inverosímil, así como la extraña relación entre el muchacho negro y sus tres amigos canadienses con el preso, que no queda suficientemente aclarada y que suena a falsa y forzada. Con todo, una cinta interesante y una historia espeluznante, por cuanto sabemos que ni es la primera ni será la última.

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